Cafés oficiales, cultura oficial

Una de las grandes noticias de la semana en el barrio de Pompeya fue la declaración de un bar de esa zona en la categoría de «Bar Notable de la Ciudad de Buenos Aires.»

La categoría de Bar Notable, según dice la Ley 35 de la Ciudad, se obtiene cuando la CPPCBBCNCBA (Comisión de Protección y Promoción de los Cafés, Bares, Billares y Confiterías Notables de la Ciudad de Buenos Aires) considere a un «bar, billar ó confitería relacionado con hechos ó actividades culturales de significación; aquel cuya antigüedad, diseño arquitectónico o relevancia local le otorguen un valor propio.»

Que un bar, billar o confitería sea nombrada como notable tiene efectos positivos sobre ella. Se convierte en un punto de atracción turística, se lo señaliza para destacarlo, con equipamiento urbano específico, se lo incluye en los listados y mapas de bares notables, que locales y turistas buscan visitar. En definitiva, gracias a su inclusión en la lista de bares notables una confitería aumentaría su promoción, y con ella las ventas.

 

Confitería El Molino - Abandonada desde 2007

Confitería El Molino – Abandonada desde 1997

Sin embargo, la declaracion de Bar Notable no es solo una declaración, sino que le permite al Estado, a través de la  CPPCBBCNCBA, comenzar a inmiscuirse en la forma de administrar del bar, otorgándole a dicha comisión

Ante la declaración de Bar Notable, el artículo 6 de la ley le otorga a la CPPCBBCNCBA ciertas facultades:

Artículo 6º.- Serán objetivos permanentes de la Comisión:
La elaboración y actualización de un catálogo de cafés, bares, billares y Confiterías notables en el ámbito de la ciudad y su difusión en los centros de actividad turística.

Consensuar y proponer para los bienes que se incorporen a dicho catálogo proyectos de conservación, rehabilitación o cuando correspondan restauración edilicia y mobiliaria con asesoramiento técnico especializado del G.C.B.A u otra institución.

Promover la participación de los locales catalogados en la actividad cultural y turística de la ciudad, impulsando en estos actividades artísticas acorde a sus características.

Es decir, una vez que un bar es declarado notable la CPPCBBCNCBA pasa a tener injerencia en las decisiones empresariales de los dueños de aquellos bares, y pierden el derecho a decidir, cerrar o incluso demoler el bar, si consideran que los consumidores no desean que haya más un bar allí. Este fue el caso de la confitería Richmond.

En el caso de la Richmond, al ser considerada una confitería notable, y cuya estructura, por decisión del CPPCBBCNCBA, no podía ser demolida,  ahora se encuentra en un estado de abandono, en el cuál no funciona más la confitería, y los dueños tampoco pueden llevar adelante sus planes. La situación no puede ser peor.

Los planes del gobierno para interferir o planificar en determinado sentido la vida cultural de las personas, o incluso para preservar ciertos criterios estéticos afines a quienes hoy gobiernan, representan intromisiones del estado que distorsionan la vida cultural de un toda una ciudad.

La actividad del gobierno porteño en materia de cultura ha sido muy activa. Ha estado involucrado en varios de los multitudinarios shows «gratuitos» en la Av. 9 de Julio, o en diversos parques de la ciudad. Además, se promueven concursos de bandas musicales, y la gama de eventos que auspicia tanto el gobierno local, como el nacional, es amplisima. Todo esto a costa de los pagadores de impuestos, quiénes sostienen a aquellos que fueron bendecidos por el Ministerio de Cultura. Mientras tanto, ese dinero que podría ser destinado por las personas hacia aquellas expresiones culturales con las que el Estado no comulga, son dirigdas no a los que el público elige, sino a los que tienen mejores contactos políticos.

La legislación para promover a la cultura en determinado sentido, realzando la importancia de determinados establecimientos gastronómicos, o seleccionando auspiciar ciertos eventos culturales, genera una distorsión de la escena cultural. Las cultura pasa a ser solamente la expresión de la mayoría. O mejor dicho, es elegido lo que una minoría elegida por la mayoría cree ser la expresión de la mayoría. La cultura oficial se asocia a mejores contactos políticos, y no a una mayor convocatoria o un mayor prestigio.

Al contrario de lo que debería suceder en un ámbito de libertad cultural, el Gobierno de la Ciudad, y también el el gobierno de Cristina Fernández, pretenden seleccionar expresiones culturales arbitrariamente,  forzando a los contribuyentes a financiar esos eventos.

Los defensores de las políticas culturales esgrimen dos argumentos. Por un lado, la necesidad de la protección y preservación de ciertos espacios culturales «deseables». Por otro lado, con mayor sensibilidad social, argumentan que si el Estado no subsidia y promueve actividades culturales, éstas serían menos accesibles al público en especial, en los sectores de menos recursos.

Al igual que las promesas que nunca se cumplen sobre estos planes gubernamentales, los pronósticos sobre la separación del Estado y la cultura están igual de equivocados. En primer lugar, la cultura volvería a su habitat natural, que no es aquél financiado por el estado, sino el que emerge desde lo más under, hasta que se consolida en lugares privilegiados, y se termina por popularizar.

En segundo lugar, la oferta cultural del mercado nos acerca a todos la posibilidad de escoger libremente, qué tipo de cultura queremos consumir, que  porcentaje de nuestros ingresos queremos asignarle a esos consumos, y dónde queremos hacerlo. Es decir, el mercado, a diferencia de la cultura oficial, ofrece actividades culturales de la más amplia diversidad, y para todo tipo de bolsillo.

Otro argumento contra la eliminación de cualquier tipo de régimen de promoción de actividades culturales es la idea de que sin estos subsidios, auspicios, o contrataciones por parte del gobierno, resultaría en una menor inversión cultural. La realidad es que, en el contexto que han generado el resto de las políticas del gobierno nacional, en ningún sector es atractiva la inversión, por lo cual efectivamente resultaría en menos inversión. Pero, no hay que olvidar que gran parte de la «inversión» es en realidad la financiación forzosa de todos los contribuyentes a determinados espectáculos. De está manera el gobierno decide  cuál es la mejor forma de gastar el dinero de los demás.

Como solución alternativa, de transición entre  la situación actual y una separación total de la cultura y el estado, se ha propuesto un voucher cultural. Emulando la idea de los vouchers educativos, el voucher cultural consiste en que cada argentino reciba un cheque que represente una cantidad de dinero disponible para gastar en actividades culturales.   A pesar de que pueda parecer un primer paso equilibrado, esta propuesta tiene varios problemas, el remedio termina siendo peor que la enfermedad.

La propuesta de vouchers en educación es un proceso para comenzar a descentralizar la educación, hoy totalmente centralizada desde el Ministerio de Educación, en lo relacionado a los contenidos, metodologías, precios y demás factores. A diferencia de la educación, la tendencia a la centralización de la cultura por parte del estado no ha llegado a los niveles en lo que está centralizada hoy la educación en Argentina, y en el mundo.

Aún existe una oferta cultural vibrante en la Ciudad de Buenos Aires, y la posibilidad de encontrar alternativas variadas subsiste. Implementar el sistema de vouchers implicaría una centralización de la cultura, y habilitaría al  gobierno a determinar de un modo arbitrario la designación de los espectáculos o eventos en los que podría usarse ese cheque. Y por último, sí el sistema de vouchers le asigna un presupuesto cultural a cada ciudadano, ¿por qué no dejar de cobrarle impuestos para financiar actividades culturales y dejar el dinero en manos de sus dueños legítimos?

La influencia de la política en la cultura estará siempre, la política y el estado, son parte de la realidad y esto implica que tendrán alguna influencia en la vida cultural de la ciudad, ya sea motivando o desalentando el surgimiento de expresiones culturales del momento. Pero, una cultura alrededor de puntos de partida, y de llegada, definidos por los gobiernos, deja de ser cultura y se convierte simplemente en propaganda, camuflada en algo que a lo que llamamos «cultura».

El Amor y la Noche en manos del Estado

Era una noche cualquiera en Buenos Aires. Caminaba por las calles de Palermo rumbo a un bar, para encontrarme con amigos en nuestra clásica salida de tragos y levante. A último minuto habíamos tenido que cambiar de punto de encuentro, porque la noche anterior la policía había clausurado el bar del que éramos habitués. Un joven había denunciado frente al INADI que se le había impedido ingresar al local por estar vistiendo indumentaria deportiva… ¡discriminación!

Por la vereda de enfrente una pareja venía peleándose. Era una escena cada vez más común: como las indemnizaciones por dejar a una persona después del período de 3 meses de prueba habían escalado hasta un nivel absurdo, no importaba qué tan insoportable resultara la vida juntos, ninguno se animaba a dar el primer paso hacia una separación. Otros, en cambio, tomábamos la ruta alternativa: una vida de promiscuidad y rehuirle al compromiso. Una suerte de «amor en negro».

Liberty Beer

En 1984 tenían Victory Gin; acá tenemos Cerveza Liberty.

Entré al bar y me dirigí hacia la barra para pedir una cerveza. Error. Tendría que haber pedido una cerveza con alcohol. Siempre me olvido. Así como hace unos años suprimieron la sal en las mesas de los restaurantes para proteger a nuestra salud de nosotros mismos, ahora había que pedir explícitamente que nuestras bebidas alcohólicas tuvieran efectivamente alcohol.

En la otra punta de la barra, un grupo de anglosajones muy facheros trataba de ahogar sus frustraciones en gin tonic. Uno se acercó y me preguntó en un castellano rústico qué significaba «Nac&Pop». Si bien es cierto que las argentinas siguen siendo las más lindas del mundo, nadie les explicó a estos pobres gringos que las políticas proteccionistas del país ahora también se estaban aplicando al rubro de las relaciones humanas. El lema de las últimas propagandas oficiales era «por cada argentina que se acuesta con un extranjero, hay un argentino que se va a dormir solo y triste». Y evidentemente todos los grupos que habían encarado se habían dejado lavar el cerebro, y les decían que no «para proteger a la industria nacional». En otra época lo normal habría sido indignarse y gritar «¡xenofobia!», pero hoy por hoy a todos les parece bien.

Llegaron los chicos. Después de la obligada ronda de estupideces, inspeccionamos el campo de juego. La mesa con más actividad estaba presidida por un tipo de evidente clase alta: bien empilchado, reloj brillante, celular último modelo. Lo acompañaban varias femmes, y en la mesa había frapperas con champagne y vinos espumantes varios.

«Billetera mata galán» – me comenta Nico.

«No por mucho más» – contesto preocupado.

Y probablemente fuera cierto. Los megalómanos dementes que habitan el Congreso y la Rosada estaban debatiendo un proyecto (¡presentado por la oposición!) que consistía en una especie de «subsidio al levante»: un voucher para que usen en salidas «de lujo moderado» aquellos que no tienen plata para impresionar chicas. ¡Ya no iba a hacer falta ser divertido, interesante, culto, tocar algún instrumento, jugar bien a la pelota, hacer trucos de magia, saber escuchar, y demás talentos!¡El Estado nos iba a dar a todos las mismas oportunidades! (sí, el mismo Estado que perseguía a los artistas callejeros, exigía licencia para hacer magia, clausuraba los lugares para música en vivo, no dejaba que importaran libros, y aplastaba tu capacidad creativa e intelectual con años de adoctrinamiento obligatorio… ¡quería que VOS tengas levante!). Nadie se puso a pensar que, como marca la evidencia histórica, la mayoría de los fondos destinados a ese plan iba a terminar financiando las salidas a todo trapo de punteros políticos y playboys amigos del poder.

Encaramos algunos grupos. En un momento casi me vi tras las rejas, cuando después de que un homosexual me tocara el culo le grité «¡¡qué hacés…. chabón!!». Menos mal que reprimí la palabra con «p», sino —INADI mediante— me habría ganado la expulsión del local (nunca pensé que me iba a salvar la noche un «puto» reprimido).

Lo ideal últimamente era que no te encariñaras demasiado con nadie en particular, porque la llamada del día después se había convertido en una lotería: con un sistema similar al impuesto a las ganancias, si habías cosechado algunos números de teléfono, estos eran socializados para repartir entre los menos afortunados. Y si justo desaparecía el que más querías conservar… mala suerte. Esto lo pudieron hacer gracias a la digitalización: argumentando «protección del medio ambiente» prácticamente desapareció la producción de papel, con lo cual la única forma de agendar un contacto es a través de tu celular personalizado e intransferible (junto con la producción de papel, claro está, desaparecieron la libertad de expresión y la privacidad).

Traté de despejar mi cabeza y decidí redoblar mis esfuerzos para concretar algo hoy, ya que mañana no tenía la noche disponible para mí; tenía una cita a punta de pistola con Dios-sabe-quién. El gobierno había lanzado hace unos meses el plan «Solos y Solas», en donde todos recibíamos caridad romántica compulsiva. Una de cada siete noches de mi semana era administrada por el Estado, que decidía Dios-sabe-cómo quién era nuestra cita idónea para esa semana. «Cruzan bases de datos», decían algunos; «tienen un grupo de gitanas-brujas-burócratas que tiran la posta«, teorizaban otros. Nadie parecía sorprenderse del hecho de que a las que administraban el sistema siempre les tocaba salir con el galán que gozaba de sus 15 minutos de fama en la tele o el teatro, o a los funcionarios con la modelo top de la semana.

El hecho era que, pese a que muchos nos opusimos porque pensábamos que eramos capaces de hacer nuestra gestión de citas nosotros mismos mucho mejor que un burócrata, la ley se aprobó, y era salir con la persona asignada o ir en cana por incumplimiento del deber civil. El argumento de los socialistas fue:

Caridad romántica compulsiva

Dos medias naranjas violentadas por el Estado

«¿Y qué pasa si llegás a los 40 y no conociste a la persona adecuada?¿quién se va a hacer cargo de que estés solo y no te quiera nadie?¿También me vas a decir que podés gestionar tu propia jubilación mejor que el Estado? Ja, ja, ¡contate una de pistoleros!»

Imposible explicarles que si esas noches me hubiesen dejado salir con quien yo quería, habría tenido más chances de encontrar a la persona ideal para mí, si es que existe. Y sinó, ¿quién me quitaba lo bailado?

Evidentemente, el Estado podía quitarme lo bailado.

El DJ se pasó un poco con el ritmo, provocando primero que un joven lo marcara con el pie, y luego que una señorita empezara a mover las caderas. Error fatal. Además de que la canción no estaba aprobada en la Playlist Oficial Año 2025, el bar contaba con habilitación «local tipo C – no bailable». Un inspector infiltrado de civil vio toda la escena y procedió a la clausura, dejándonos a nosotros de patitas en la calle y al dueño del bar con un agujero en su economía.

Finalmente habíamos alcanzado esa panacea que prometían las palabras del Duce: «Todo dentro del Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado». Música para los oídos de las masas.

Volviendo a casa, me shockeó el último cable de Télam proyectado en la telepantalla del colectivo: el Congreso estaba por aprobar una ley importantísima ¿El nombre? Proyecto Prima Nocte.

Proyecto Prima Noctes

Así se habría visto si hubiese papel

Un gran polo en Buenos Aires

Como si tuviesen la varita mágica los legisladores del PRO , entre otros, crearon un polo audiovisual.

En que consiste el proyecto:

La ley, impulsada por el PRO y resistida por legisladores de Proyecto Sur y parte del bloque de la Coalición Cívica, delimita un área de 720 hectáreas en La Paternal, Chacarita, Colegiales y Agronomía con centro en Palermo Hollywood. Las firmas vinculadas con la producción audiovisual que se instalen o que ya estén instaladas allí no pagarán ABL ni impuesto al sello durante 15 años –para las nacionales– o 10 años –para las extranjeras. El Gobierno espera de esta forma que se repita el impulso que tuvo Parque Patricios con el polo tecnológico.

Por lado podemos decir que el proyecto es abusrdo, intentarán fomentar un polo audiovisual donde ¡ya existe un polo audiovisual!. La zona de Palermo Hollywood no se llama asi por un mero capricho de los habitantes de ese barrio, o de las inmobiliarias de la zona. Su nombre se debe a que se han instalado en los últimos 10 años un gran numero de productoras, estudios de TV, y demás empresas vinculadas a la comunicación.

Por supuesto que una exención de un impuesto, en este caso el ABL, a determinado sector es bienvenida. Por más de que se trate de una herramienta utilizada por los funcionarios para estimular ciertos sectores de la producción no podemos oponernos a la nueva situación en la que se encuentran las empresas alcanzadas por esta ley: el gobierno deja de tomar por la fuerza parte de su ingreso legítimamente obtenido. Aún si este tipo de legislación termina teniendo efectos contraproducentes en otros sectores que de gozar de los mismos beneficios fiscales serían igual o más productivos, es preferible este tipo de intervencionismo, que las trasnferencias forzosas de un sector a otro a través de algún subsidio.

Como dice Sheldon Richman, «Los subsidios deben ser rechazados. Las oportunidades para mantener su propio dinero, no.»

Es decir, si bien este tipo de beneficios fiscales puede hacer dudar al liberal que percibe detrás de tales políticas la existencia de intereses creados, y la promoción de distorsiones en otros sectores, la realidad es que las mismas son preferibles a que se promueva la actividad  mediante subsidios y otros mecanismos donde se le priva de su ingreso a un sector de la sociedad, y el beneficiario se aprovecha de ese robo.

Los libertarios debemos apoyar las reducciones de impuestos, de cualquier tipo, sin embargo, al mismo tiempo denunciar este tipo de prácticas discriminatorias, intentar ampliar los alcances de este tipo de políticas, para que el derecho de mantener los ingreses obtenidos de forma legítima sean extensivos para todos.

Por último, los legisladores deberían ser coherentes, y si entienden que la reducción de impuestos y burocracia incentiva un sector económico y promueven polos industriales, la reducción de impuestos y burocracia en TODOS los sectores promovería que la ciudad sea un gran polo industrial.

«Los esfuerzos para ampliar estas excepciones podrán no tener éxito, ya que irían contra el objetivo de los políticos, que es manipular las conductas privadas. Pero, por lo menos, podemos exponer el punto que es mejor para la gente gastar su propio dinero en sus propios objetivos», concluye Richman.

Mientras tanto, y con lógica política (es decir, contrario a la lógica) se planifica una suba del 40% del ABL para el resto de los habitantes.

Rehenes Colectivos

Así como la Secretaría de Comercio Interior tiene como función obstruir el comercio y la legislación en defensa del consumidor perjudica al que se supone que debe defender, la Secretaría de Transporte pone trabas para que los argentinos puedan transportarse, no se podía esperar menos.

La empresa Nueva Metropol anunció el  lanzamiento de la nueva línea de colectivos «Plus 194» que ofrecía un servicio diferencial:

La empresa La Nueva Metropol destinó $ 60 millones para crear una nueva flota de colectivos con servicio diferencial para

La nueva línea de la que los usuarios pueden ser «víctima»

pasajeros.

Para esta línea, la empresa incorporó una flota de 60 coches nuevos, donde sólo viajarán pasajeros sentados, con una frecuencia de dos minutos de espera, asientos de pana y aire acondicionado frío calor. El nuevo servicio tendría una tarifa única de $ 2.

Plus 194 aceptará pagos en efectivo, con SUBE y Monedero, pero, además, prevé poder generar puntos de venta de pasajes en alianza con los kioscos de revistas.

Se prevé que el recorrido total del tramo demore 50 minutos, cuando en una línea tradicional se extendería cerca de un 40% más, según estimaciones de la empresa. La actual línea 194 (Chevallier Metropolitana) cubre el tramo de Buenos Aires a Zárate, con lo cual el servicio diferencial de Plus 194 será más corto, limitándose a la ciudad.

Sin dudas se tratá de un nuevo servicio para los usuarios de transporte público, si bien el boleto sale un poco mas (entre 75 y 90 centavos depende del tramo del viaje), uno tiene la garantía de viajar sentado y además llegar más rápido a destino, además es un 36% menos contaminante, según dicen en la nota.

Como el transporte público esta hiperregulado, la empresa para poder operar necesitaba una autorización de la Secretaría de Transporte, que le fue denegada.  No contenta la empresa, recurrió a un amparo judicial, y en esa instancia el juez autorizó, de forma provisoria, que la linea Plus 194 pueda brindar el servicio y de esa manera ofrecerle una alternativa más, distinta, a los pasajeros que realizan ese recorrido.

Como no podía ser menos, el secretario de transporte de la nación, Juan Pablo Schiavi,  describió a los usuarios que se podrían ver beneficiados con un nuevo competidor como «víctimas» de la resolución que autoriza a operar a esta empresa:

Durante la reunión, donde se resolvió levantar la medida de protesta programada para esta tarde, Schiavi aseguro que los usuarios son víctimas de la intervención de un juez en temas que competen exclusivamente a la Secretaria de Transporte, que ya había resuelto no conceder la habilitación del servicio diferencial a la línea 194, por no cumplir con los requisitos mínimos que se necesitan para circular.

La excusa de los usuarios como víctimas de una nueva empresa es sólo eso, una excusa para proteger de la competencia a las otras lineas de colectivos que pusieron el grito en el cielo:

El bondi ideal de Schiavi

Según denuncian, la protesta es por haber autorizado, mediante la vía del amparo, la implantación de una nueva línea de transporte público, facultad que solamente compete a la Secretaría de Transporte y peor aún, “sobre una traza en la que no existen demandas de transporte insatisfechas y sin haber dado cumplimiento a ninguno de los requisitos formales y materiales que se requieren para ello”.

A través de un comunicado, señalan que: “la medida cautelar citada promueve y permite a la línea 194, la operación irregular del servicio sin cumplir con las condiciones mínimas que se requieren y se exigen al resto de los operadores, puesto que no utilizan vehículos de piso bajo y en consecuencia no tienen accesibilidad para personas discapacitadas, cobran los pasajes en efectivo, no poseen las máquinas para utilización del SUBE y usan paradas de otras empresas para efectuar el ascenso y descenso de pasajeros”.

No se entiende si el servicio que brindan es tan malo, si no cumple los requisitos mínimos para circular como indican tanto las empresas competidoras como el secretario de transporte, ¿por qué tanto alboroto por una nueva línea tan berreta?

Cartel en el lateral de una unidad de la linea 132 quejándose por la competencia

Está claro que eso no es así, que las operaciones de la  línea Plus 194 puede llegar a forzar a los competidores a, valga la redundancia, competir con una línea por fuera del entramado regulatorio que pone en peligro la comodidad de tener, gracias al gobierno, un mercado estático y sin competencia, y  a la población de rehenes colectivos.

De tacaños, egoístas y asquerosos

Me quedaron en el tintero (en el teclado) algunos comentarios respecto de la elección del último domingo, más bien sobre las repercusiones de la abrumadora victoria macrista.

La elecciones pasaron, ganó Mauricio Macri, y Filmus quedó lejos, a 20 puntos.  Solanas  quedó  más lejos todavía,  sin embargo el gran ganador fue una vez mas el germen estatista, acaparó el 99% de los votos, en los diferentes envasases que se presentaba. Lo comentábamos, estamos hipnotizados con espejitos de colores.

Bienpensante #1

Las  repercusiones de los bienpensantes a la victoria de Macri (o de Duran Barba)  no se hicieron esperar,  en la vanguardia de la intelligentsia encontramos a Fito Paéz, músico y a  Horacio Gonzalez, bibliotecario nacional y militante anti-Vargas Llosista, expresando su opinión.

La realidad es que los mensajes de ambos no se diferencian mucho, por un lado Paéz escribió en la contratapa de Página/12:

A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. […] Da asco la mitad de Buenos Aires. […] Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing…

Por su parte, en el mismo sentido, Gonzalez declaró:

El titular de la Biblioteca Nacional, el kirchnerista Horacio González, afirmó hoy que la ventaja que logró Mauricio Macri sobre Daniel Filmus demuestra que en la Ciudad de Buenos Aires se instaló una «ideología tacaña, particularista, defensiva y egoísta».

González apuntó además a un sector social de los porteños que considera que se «deben tener actitudes inamistosas, actitudes vinculadas al cercamiento»

Supngamos que Gonzalez y Paéz tienen razón, y el proyecto del avasallado Filmus proponía un mayor gasto del dinero de los contribuyentes en programas sociales, viviendas subsidiadas, ministerios para todos, etc. Supongamos que Filmus a diferencia de Macri iba a intentar reducir la desigualdad entre el norte y el sur (y que la desigualdad qua desigualdad es algo negativo). Supongamos todo eso, sea cierto, o no. A partir de estas suposiciones me pregunto si con sus declaraciones pretenden inferir que Filmus representa una ideología «generosa, caritativa y altruista».  Supongo que era su intención, veamos por qué esto no es así.

Bienpensante #2

El gobierno no es, ni puede ser, generoso ni caritativo. Solamente pueden serlo los individuos cuando voluntariamente optan por ceder parte de su propiedad en favor de alguien que la necesita, ese es el factor esencial de la caridad y la generosidad: la voluntariedad. En el caso del gobierno, no se trata de caridad, ni generosidad. Es en realidad distribución del botín que hace un ladrón, es el proceso donde se obtiene por la fuerza los recursos que fueron obtenidos anteriormente de manera voluntaria por los «tacaños, particularistas y egoístas». En otras palabras, se ha pervertido el lenguaje,  lo que ellos llaman generosidad y caridad es en realidad saqueo y robo. Orwell llamaba a esto doblepensar , y esto es un ejemplo de libro a esa categoría orwelliana.

Puede ser que Gonzalez  también tenga razón sobre aquellos que votaron a Macri,  egoístas y tacaños, que no conciben ser caritativos  con los más necesitados, y que como la oferta macrista contemplaba menos planes sociales (pero igual gasto público, impuestos, regulaciones, etc.) hayan optado por él. En ese caso, la pregunta que nos tenemos que hacer es, ¿quién logró que Buenos Aires se convierta en una ciudad, donde la mitad de sus habitantes puedan llegar a ser como los señalan el cantautor y el bibliotecario?

Carta Abierta: Tacaños, egoístas y asquerosos, al servicios del poder estatal.

La respuesta es clara. El resultado de nueve años de saqueo por parte de los gobiernos nacionales (8 años K y 1 duhaldista) han generado una actitud defensiva entre muchos de los votantes de Buenos Aires. Como decíamos recién, el discurso colectivista adoptado por el gobierno ha logrado el objetivo de tergiversar los conceptos, oponerse a lo que ellos llaman «generosidad y caridad» de los gobernantes, es en realidad oponerse a la relación parásito-ciudadano que plantea la lógica estatista. La verdadera generosidad, caridad y solidaridad no se demuestra en el acto electoral, o en el ámbito de la política, ellas solo pueden estar presentes en la sociedad civil, donde no existan interferencias del gobierno, es decir no donde no exista la agresión constante llevada adelante por la casta política.

Concluyendo, no quiero decir que Fito Paéz y Horacio Gonzalez tengan razón. Pero si suponemos que  sus acusaciones son verdaderas, el responsable de tal situación no es Macri, sino que el orígen de estas actitudes las podemos encontrar en el proceso de los úlitmos 9/28/65/95/201 años de expoliación al ciudadano. Si la gente percibió (equivocadamente a mi entender) que con Macri iba a ser menos saqueada que con el resto no es un argumento para criticar, más bien es la respuesta natural a una sociedad cuya generosidad, caridad y solidaridad fue ab0lida por decreto presidencial.

Que siga el show

¿Para qué sirven las elecciones? Creo que la primera respuesta que se me viene a la cabeza es que las elecciones sirven para mantener el statu quo y que la gente viva la ilusión de que puede ser participe de un cambio, de influir en las decisiones que toman los que están al mando, y que de ellos depende el futuro. Una gran mentira.

No hay mejor ejemplo para demostrar eso que los comicios que se llevarán a cabo en pocas horas, este domingo, a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Si alguno me pregunta sobre las propuestas de los tres candidatos con mayor posibilidades de ganar, debo decir que de Macri ni siquiera tiene propuestas en su sitio web(pero ya sabemos que propone: aumento de impuestos, de regulaciones, legislación paternalista, etc.). Filmus y su síntesis de propuestas es un claro ejemplo del mito de la omnipotencia del estado, él al ganar la elección se convertirá en un superheroe y podrá resolver todos los problemas, lo único que hacen falta son más leyes y más ministerios. O por lo menos eso es lo que dicen sus propuestas. Pino Solanas, con sus 100 propuestas para la Ciudad, probablemente sea el candidato mainstream mas estatista de todos, tutto nello stato.

Los candidatos: todos iguales.

En definitiva, toda alternativa presenta en mayor o menor medida, un modelo donde se cree que con intervencionismo se pueden resolver todos los problemas que tiene la Ciudad, cuando en realidad, es la causa de los problemas.

¿Y qué queda para el resto? El candidato que según esta nota de Página/12 «se reivindica liberal», Ricardo Lopez Murphy, plantea sus propuestas sobre 9 temas diferentes. Desconozco que significa para Lopez Murphy ser liberal, sus propuestas, al igual que la de los otros candidatos analizados, ponen en el centro de la resolución de todos los problemas a la acción estatal, desde la financiación de forma arbitraria a determinadas expresiones culturales, hasta ofrecer créditos por costos debajo de la tasa de  mercado (ya sabemos las consecuencias de esto) . En definitiva, «el liberal» propone el mismo programa ofrecido por Filmus, Solanas y el que Macri esta ejecutando.

Pero ojo, como suelen decir, esta vez va a salir bien.

Las elecciones a jefe de gobierno, mejor dicho: las elecciones en general, no dan la posibilidad  de elegir entre alternativas diferentes. Si bien los distintos candidatos se critican en público, es todo parte de un circo. Sus programas políticos y sus ideas de cómo se debería gobernar son muy similares entre sí. Es que la democracia es algo más similar a un sistema para la perpetuidad del statu quo, y no una herramienta de cambio. La democracia, como decía Churchill, es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes. Mi esperanza: dejemos de conformarnos con lo menos peor, es hora de merecer algo mejor.

Addendum: El Cronista expone de manera sucinta las ideas económicas de los tres candidatos, que en su esencia, son de la misma naturaleza.

El gobierno nos salva de Edesur

En Página/12 nos informan de sanciones por los cortes de luz:

El Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios instruyó ayer al directorio del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) para iniciar un “proceso sancionatorio” a la distribuidora eléctrica Edesur S. A., que prevé multas de hasta 50 millones de pesos. A pesar del descenso en la temperatura, persisten los cortes de luz en barrios porteños y del Gran Buenos Aires, que en algunos casos llevan varios días consecutivos.

A partir de cortes de luz de la última semana en el área metropolitana, el Ministerio de Planificacion Federal, conducido por Julio De Vido, instruyó al directorio del ENRE para “iniciar un proceso sancionatorio”. Los fundamentos de la decisión se refieren a “la falta de mantenimiento del sistema y a la demora en la restitución del servicio”. Además, la cartera estimó que la empresa incurrió en “reiteradas faltas graves”, por lo que, según el reglamento, podrá ser sancionada con multas millonarias o incluso con la rescisión del contrato.

Esta noticia es esclarecedora acerca de la lógica bajo la cuál actúan los gobiernos, todos los gobiernos. En primer lugar generan un problema con alguna intervención o regulación en un sector (que muchas veces es originada por una intervención anterior), una vez que comienzan los reclamos niegan que la existencia del problema. Pasado un tiempo aceptan el conflicto y buscan un culpable, que siempre serán las empresas del sector afectado o, en su defecto, el chivo expiatorio del momento (los medios, el FMI, Estados Unidos, etc.), una vez instalada la idea de que el responsable no fue el gobierno se aprestan a ofrecer una solución a ese problema para satisfacer la demanda de la gente, finalmente el gobierno se lleva el mérito de haber resuelto el problema (si es que no lo empeora) olvidando la gente que fue el mismo gobierno el que lo causó.

Tiempos dorados? No se, no había luz como para saber el color.

Las tarifas congeladas por decreto desde 2003 son las únicas responsables de que la infraestructura eléctrica en Argentina sea la misma que hace 8 años y en consecuencia muchas veces las empresas distribuidoras no puede sostener la demanda energética actual por la imposibilidad de realizar inversiones. Los cortes sufridos en Buenos Aires  en los últimos días son un claro ejemplo de esta insuficiencia en la infraestructura, pero no se preocupen ahora viene el mismo gobierno que congeló las tarifas a sancionar a Edesur los cortes de energía.

Día negro para la libertad en Buenos Aires

Hay una frase del libertario Mark Twain muy cierta «La vida, libertad y propiedad de nadie está segura mientras la legislatura está en sesión.»  Si la legislatura porteña no le declara la guerra a nadie antes de que termine de sesionar hoy podemos decir que tanto la libertad y la propiedad han sido violadas una vez mas por un estado que avanza a paso constante sobre los derechos individuales de la ciudadanía.

1. Prohibido Fumar

Por un lado se endureció la legislación anti-tabaco en Buenos Aires:

Sobre el final de la sesión, y con varias modificaciones, los legisladores aprobaron también la prohibición total para fumar en bares y restorantes.

El proyecto de ley propone prohibir que continúen funcionando espacios para fumadores en bares, restoranes, shoppings, hoteles, salones de fiestas y el resto de los espacios cerrados con acceso público. La iniciativa refuerza la ley 1799, que entró en vigencia hace cuatro años y restringió la posibilidad de fumar en espacios cerrados, aunque dejó abierta la chance de habilitar lugares para fumadores en locales con una superficie mayor a 100 m2.

Una vez más los  legisladores asumiendo un papel que nadie les asignó, el de padres. De esta manera sigue el atropello constante del estado, porteño en este caso, de los derechos individuales de los fumadores y de los dueños de los locales.  Sobre este tema, y el paternalismo estatal en general,  ya escribimos en varias oportunidades: [1],  [2],  [3],  [4] y  [5]

2. Prohibido demoler

Por otro lado, la legislatura también aprobó la preservación de dos inmuebles en detrimento del derecho de propiedad de sus dueños a demolerlos:

Por otra parte, esta noche, tras consensuar varios proyectos, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un proyecto de declaración para que se preserven los inmuebles de “La Cuadra” y “La Imprenta”, teniendo en cuenta “sus valores arquitectónicos, históricos, urbanísticos, sociales y culturales”.

La iniciativa, que además le pide al poder Ejecutivo que no otorgue los permisos de demolición para dichos inmuebles, había sido presentada por la presidenta de la comisión de Planeamiento Urbano, Silvina Pedreira (bloque Peronista)

Pedreira destacó que los dos inmuebles “tienen que ver con la identidad de un barrio, forman parte de su patrimonio histórico y hay una construcción sociocultural barrial que los reconoce como propios”.

“Considero que expresiones arquitectónicas como éstas, no deberían perderse. En primer lugar, La Cuadra está considerado ‘Bien integrante del Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires’; en segundo Lugar, el inmueble perteneciente a La Imprenta tiene un inestimable valor sociocultural, al punto tal, que a esa zona se la denomina popularmente como ‘el barrio de la Imprenta’”, finalizó la legisladora peronista.

Este tema da para un análisis más extenso de lo que tengo pensado hacer este post, por lo que lo dejo para otro momento.

Lo primordial es darse cuenta como nuestros derechos individuales, sea nuestra vida, propiedad o libertad se ven constantemente amenazados y son atropellados sin ningún cuidado por los políticos de turno sea del partido que sean (no olviden que ambos proyectos fueron aprobadas con amplias mayorías que responden a todos los partidos políticos que integran la legislatura) y la única manera de detener esto está en tus manos y es la acción.

La izquierda, la derecha y el Parque Indoamericano

El conflicto de Villa Soldati, que al momento de escribir este post persistía,  para los que defendemos la filosofía de la libertad, nos deja muchas enseñanzas.

1. Ni progres ni conservadores. Las dos posturas a las que estuvimos expuestos durante los últimos dias tanto de progres como conservadores, son ejemplos de hemiplejía moral, tal cual hubiese dicho Ortega y Gasset. Los progres, generosos con dineros ajenos, plantean que el problema no son los inmigrantes sino su «derecho a la vivienda», es decir la supuesta facultad que tienen de reclamarle a alguien que se les otorgue una vivienda, simplemente porque tienen  «derecho» a ello.  Los conservas (o fachos, si querés) plantean que el problema son los inmigrantes, y que no puede ser que tomen una plaza, y menos que se les dé una vivienda mientras haya argentinos sin vivienda.

Los que creemos en que una sociedad libre  es el única alternativa que es respetuosa del individuo y compatible con su naturaleza, nos alejamos de ambas posturas y las cuestionamos. Ni los inmigrantes son el problema, ni el problema es la exigencia de una vivienda. A continuación me enfocaré en los problemas de ambas posturas.

2. Inmigrantes de ayer, hoy y mañana. Las culturas se transforman, constantemente, algunas tradiciones se pierden y otras nuevas se adoptan, la gente va y viene, y cada vez es más fácil contactarse con todo el mundo, el idioma está en un proceso de elaboración y re-elaboración constante,  las identidades nacionales, afortunadamente, van a quedar demodé, pero el siglo pasado será recordado como el siglo de las identidades nacionales y su exaltación, y también el siglo donde murieron 160 millones de personas (Scaruffi) y la mención de ambos hitos no es casualidad.

Tal cual lo dijo hace unos dias el recientemente premiado Vargas Llosa en su Discurso Nobel (recomendadisimo), enaltecer como si fuese un valor supremo y un privilegio moral una circunstancia fortuita como es el lugar de nacimiento es «una ideología –o, más bien, religión– provinciana, de corto vuelo, excluyente, que recorta el horizonte intelectual y disimula en su seno prejuicios étnicos y racistas»

Antes de seguir, vale aclarar que cuando me refiero a inmigrantes que en vez de optar por trabajar optan por mendigarle al estado que resuelva todos sus problemas, no me refiero a todos los inmigrantes ni a la gran mayoría, porque sería absurdo apuntar contra gente que trabaja y mucho.

Está a la vista de todos que los inmigrantes vienen a este país buscando prosperar y para eso la mayoría opta por trabajar, en talleres textiles, abriendo supermercados, fruterías, entre otros. Otros optan por un camino más fácil que averiguaremos a continuación.

¿Cuál fue el cambio fundamental que se dió en 100 años como para que los inmigrantes de hoy sean considerados diferentes a los de inicios del S. XX? El hombre boliviano que dice «Somos tan inmigrantes como los antepasados de Macri» tiene razón, no fueron los inmigrantes los que cambiaron, si no los incentivos que los inmigrantes reciben al entrar a este país.

Abriendo el diario, cualquiera sea el día y el diario, uno podrá encontrarse con estos incentivos que cambiaron la forma de pensar del recién llegado: inflación que destruye el poder adquisitivo de la moneda, los infinitos tramites, una verdadera aventura kafkiana, para comenzar un emprendimiento, los impuestos que ahogan a cualquier aventurado que desee emprender, las regulaciones que impiden el libre desarrollo, y por último los vaivenes de las reglas de juego que nos hacen creer que uno está entrando a algún  lado y en el instante siguiente convierten esa entrada en una salida, ¿quién puede estar incentivado a obtener con su propio esfuerzo una vivienda, un plan de salud o educación, cuando el esfuerzo termina por ser apropiado por los saqueadores que ostentan el poder?

En conclusión, que los actores de este conflicto sean inmigrantes es una cuestión circunstancial, que sin embargo es aprovechada por algunos para exaltar su nacionalismo y xenofobia, el foco del problema se encuentra en otro lugar.

3. El derecho a la vivienda. La contracara de todos esos impuestos, regulaciones y burocracia que imperan en la actualidad, es la creencia que prevalece en la sociedad argentina, y que es apoyada por todo el arco político desde hace 80 años, la llamada doctrina que una «necesidad genera un derecho»  y aceptar esto acarrea graves consecuencias. Por un lado, las que mencionaba en el apartado anterior, el desincentivo a la productividad y a la generación de riqueza, por el otro dividir a la sociedad en dos y crear dos categorías de indivudos: los que producen y viven gracias a su propio esfuerzo, que son los que para obtener lo que desean tienen que ofrecer algo  otra cosa a cambio, y en el otro lado los que reciben parte de lo producido por otros, los que obtienen lo que desean a costa de otros, forzando a otros a convertirse en sus esclavos personales, a través de la coerción estatal. Justamente, en el medio, están los saqueadores que son los políticos que deciden quien debe vivir a costa de quien, los que según su criterio ordenan que un grupo de personas tiene derecho a exigirle a otro que les de determinadas cosas, en otras palabras convierten en algo parecidos a esclavos a aquellos que para poder trabajar, y mantener sus posesiones, deben someterse a una extorsión por parte del estado.

En definitiva, este sistema de valores por el que optó vivir gran parte de la sociedad argentina lo que genera es convertir una sociedad que alguna vez se rigió por lo principios de la libertad, donde nadie tenía el derecho a exigirle a otro absolutamente nada salvo el respeto mutuo por su plan de vida, y donde las cosas se obtenían a través del sistema de cooperación voluntaria mas grande e importante del mundo: el mercado, que no reconoce fronteras, nacionalidades, culturas, o planetas, en una sociedad de salvajes, dónde algunos pretenden obtener un beneficio extorsionando a los vecinos de un barrio, o al resto de la sociedad, exigiendo que el gobierno le robé a una parte para darsela a la otra.

Ahora bien, este salvajismo al que me refiero no debe ser solo identificado en actos como la toma del Parque Indoamericano, la extorsión a supermercados para que entreguen bolsas de comida, la exigencia de que el gobierno tiene que solucionar sus problemas a costa del resto de la sociedad, etc. Esos métodos sin duda son los mas toscos, los mas groseros, sin embargo esta crisis moral se encuentra en todo metastizada en toda la sociedad, sea a través de las extorsiones sindicales, de los grupos de presión de los industriales que buscan protecciones y privilegios a costa del resto, cuyos fines son idénticos a los okupas del Parque Indoamericano: pretender que el resto de la sociedad viva para uno.

4. Aclaración final. Para terminar, negar el derecho a un grupo de personas a exigirle a otras que le otorguen un lugar donde vivir no tiene nada que ver con mi deseo de que esas personas encuentren un lugar donde vivir de acuerdo a sus expectativas. El problema sobre el que gravita todo el conflicto es sobre la legitimidad en el uso de la violencia, en otras palabras, la pregunta central es ¿está bien que se recurra a la fuerza para  solucionar el problema de la vivienda? La respuesta es, obviamente, no. No paramos de insistir en que nadie tiene derecho a iniciar la fuerza contra otra persona ni contra lo que es suyo, ¿con qué derecho un tercero puede arrogarse a decidir de que manera tenés que gastar tu dinero? A la vez, como fue explicado anteriormente, las políticas que generan «derechos» a partir de las  necesidades (también denominadas políticas redistributivas), terminan siendo contraproducentes con la única opción para reducir la pobreza y elevar la calidad de vida que es la generación de riqueza.

En conclusión, no tener una casa es una situación que nadie quisiera vivir, sin embargo, esto no habilita a reclamarle a otros que te den una casa. En primer lugar, si todos tenemos los mismos derechos nadie tiene derecho a violar el de los demás, por otro lado los mecanismos de transferencia de riqueza forzosos terminan generando consecuencias más perjudiciales tanto para las víctimas como para los beneficiarios.

En defensa de los vendedores ambulantes

Florida altura Diagonal Norte. Primera mitad

Juro que iba a escribir sobre algún temas más divertido, por ejemplo nuestro derecho a las drogas, nuestro derecho al coma alcohólico, o que los vicios no son delitos. Pero caminando por la calle Florida me encontré con que un vendedor ambulante (también conocidos como manteros) tenía un cartelito con esta imagen plastificada sobre su manta, con el .net de este blog recortado. Primero pensé que se trataba de un defensor del libre mercado y, en consecuencia, de su derecho a trabajar, luego me desanimé un poco al pensar que ignoró la parte que dice «estado» y «vos» y lo puso como un aviso para que no le pisen la manta, de todas maneras, vale. Le tendría que haber preguntado por qué motivo lo plastificó y lo colocó ahí.

Esa situación tan peculiar y un artículo en La Nación me llevo a analizar el problema con la venta ambulante en la calle Florida.

El caso en contra de la venta ambulante planteado por los comerciantes de la calle Florida es básicamente el siguiente: Por un lado, consideran la venta ambulante como «competencia desleal» al no verse sometidos los manteros a las regulaciones e impuestos que deben cumplir aquellos que tienen su negocio. En segundo lugar, la «competencia deselal» de la que sostienen ser víctimas se fundamenta en que los manteros usufructúan un espacio público y no deben pagar alquiler por él. En tercer lugar, la editorial de La Nación linkeada mas arriba además afirma  que obstaculizan el paso.

1.

Calle Florida, con manteros. 2010

Los comerciantes tienen toda la razón para enojarse, el problema es hacia donde apuntan su bronca. Si queremos vivir en una sociedad libre, y a ésta la definimos, con palabras de Leonard Read, como una sociedad donde está permitido «todo lo que es pacífico», ¿contra quién deberían los comerciantes redirigir su bronca, completamente justificada? ¿Contra los manteros que ofrecen intentan vender sus productos a la gente, sin forzar a comprar a nadie, o contra el gobierno que los sofoca de impuestos, regulaciones, y burocracia?

En definitiva, no existe «competencia desleal» si no que lo que sucede es la obstaculización de la competencia por parte del gobierno, pero es más fácil que reclamar el uso de la fuerza contra los débiles manteros que reclamarle al poderoso gobierno una baja de impuestos, que los dejen tranquilos, que no los pisen.

2.

El segundo argumento de los inquilinos de la calle Florida es en relación al uso del espacio público para sus  negocios, mientras que ellos deben pagar altos alquileres.

Sobre esto hay varias cosas para decir. En primer lugar, nadie obliga a los inquilinos a pagar un alquiler, ellos podrían pasarse al bando de los manteros y ofrecer sus  productos sobre mantas, que dejan los productos a la intemperie, que suelen estar mal presentados, y que inspiran poca confianza. Tener un local grande, bien decorado, prolijo, limpio, es una manera de diferenciarse, dudo que los turistas brasileños que desbordan la calle Florida diariamente opten por comprar una baratija en la calle frente a entrar a un local elegir tranquilo que comprar, probarse la prenda, etc. Las ventajas de tener un local pagando un alquiler son muchísimas y exceden mi conocimiento porque simplemente no puedo conocer en qué grado influye a la gente si se trata de un local o de un vendedor ambulante, pero estimo que es bastante alto.

También hay una segunda parte en este argumento, el espacio que utilizan es público, queriendo decir que es de todos, y lo utilizan para su beneficio personal. Creo que realmente todos usamos la calle para beneficio personal, nos permite ir de un lugar a otro, podemos detenernos a hablar con una persona, y hasta podemos cerrar negocios en la calle. Esto quiere decir que, al igual que todos los demás, ellos también pueden usar el espacio público para beneficio personal. Por último, el mismo argumento del inquilino lo justifica, el espacio es de todos, de ellos también. Frente a la noción de que algo es de todos surgen varios problemas pero que nos iríamos por las ramas si lo empiezo a tratar.

3.

En tercer lugar, y este argumento lo esgrime el diario y no los comerciantes, los manteros entorpecen el paso. En mi caso, yo transito por Florida a diario, de punta a punta, varias veces por día, y debo decir que es verdad que los manteros entorpecen el paso, pero esa molestia que generan, según mis cálculos comparando la fluidez cuando hay o no hay manteros, no es significante como para afirmar que los vendedores ambulantes están vulnerando el derecho de otro a transitar.

Además, existen vías alternativas muy rápidas como la calle Reconquista, ahora peatonal, que incluso sin manteros en Florida es recomendable tomar si uno está apurado (consejo gratis).

Conclusión

El primero de los contra-argumentos es, para mi, el  mas importante y convincente en contra de la posición de los locatarios de la calle Florida, y el que podría motivar una verdadera alianza entre manteros y locatarios frente al insaciable gobierno nacional y municipal que asedia a aquellos que quieren trabajar confiscando gran parte de sus ventas con impuestos, y obstaculizando nuevos emprendimientos con excesivas regulaciones.

Una injusticia no se repara con otra injusticia.

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