Estados Unidos: una victoria entre la derrota

El triunfo del último martes de Barack Obama aclaró todas las dudas acerca de quien iba a liderar la nación más poderosa del mundo.  De hecho, esa era la única duda. Ya que en cuanto a las propuestas de los dos principales candidatos, el vencedor Obama y el republicano Mitt Romney, ofrecían versiones similares.  A ninguno de los dos realmente les molesta mantener abierto un campo de concentración en Guantanamo, las ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos norteamericanos en el exterior, sin proceso previo ni derecho a la defensa, el sostenimiento de un verdadero imperio con 900 bases militares en 130 países, la expansión del gasto público, el bombardeo de  Afganistán, Irak, Yemen, Pakistan, Libia, y tal vez de más países en esta nueva etapa, el apoyo a los manejos discrecionales de la Reserva Federal, más salvatajes a empresas con dinero de los taxpayers, más endeudamiento, la continuación con la guerra contra las drogas la gente que consume sustancias prohibidas. Ni hablar que la mayoría de estas políticas van en contra de la propia Constitución que deciden defender.

Sin embargo, a pesar de los problemas de la democracia, el martes último  tuvieron lugar dos importantes decisiones en los estados de Colorado y Washington: la aprobación de la re-legalización de la marihuana, por medio de una consulta popular. Es que los americanos, además de elegir presidentes, diputados y, en algunos casos, senadores, también pudieron votar a favor o en contra de diversas propuestas que promueven ciudadanos, y ONGs a nivel estatal.

La producción, distribución y venta de marihuana volverá a ser legal en Colorado y Washington.

La re-legalización de la marihuana para uso recreativo en estos dos estados, los primeros de la Unión, se dará bajo un estricto marco regulatorio, con altos impuestos, y la necesidad de obtener una licencia estatal para poder venderla. En otras palabras, el cannabis pasará a ser regulado de una forma similar al alcohol.

Definitivamente es un gran avance, aunque sea un primer paso. El gobierno de Obama ya indicó que va a continuar persiguiendo los delitos alcanzados por la  legislación federal anti-droga, como viene haciendo en los estados en que fue legalizado su consumo para uso medicinal (como es el caso de California, entre varios), y ahora para uso recreativo (como las propuestas recién aprobadas en Colorado y Washington) también. A pesar de esto, la re-legalización de la marihuana abre las puertas para un debate más profundo sobre la razonabilidad y la ética de la guerra contra las drogas.

¿Qué se votó ayer en Colorado y Washington? La enmienda 64 aprobada ayer en Colorado, contempla la eliminación de las penas por producir, distribuir y vender marihuana, bajo ciertas condiciones (licencia estatal, impuestos, edad mínima, etc.), similar a la de Washington. Es decir, a diferencia de lo que sucede en Holanda donde solamente la venta minorista (y con un máximo de 5 gramos por personas) esta legalizada, en estos estados la legalización alcanza a todas las etapas de producción y distribución.

Es verdad que este es solamente un primer paso, y uno muy pequeño, sin embargo, este resultado debe ser analizado con optimismo. Los procesos de transformación social no se dan de la noche a la mañana, por eso es relevante una serie de cambios, pues es probable que estemos ante la piedra fundamental de una nueva etapa en el debate sobre las drogas en Estados Unidos y a nivel mundial.

Cuando se comienza a abrir la puerta que permite más libertad, la propia fuerza de la iniciativa genera que en muchos casos el avance de la libertad sea imparable. Un claro ejemplo de esto lo podemos encontrar en ocurrido en Berlín en 1989. Los berlineses orientales ignoraron los controles de frontera y terminaron por derribar el muro apenas escucharon las primeras noticias de que las restricciones migratorias habían sido aliviadas.

Otro ejemplo de un proceso de transformación social es el caso de la esclavitud. La esclavitud era una institución muy arraigada en muchas sociedades. Su eliminación fue progresiva. En el caso inglés se comenzó aboliendo el comercio de esclavos y, 25 años más tarde, se terminó por desterrar por completa la esclavitud en Inglaterra. Los abolicionistas no se opusieron a un avance parcial como el de 1807, pero tenían claro cual era su objetivo final. En este sentido la frase del famoso abolicionista norteamericano William Lloyd Garrison es muy clara: «Insta a la inmediata abolición tan seriamente como podamos, lo haré, ¡ay! será gradual la abolición al final. Nunca hemos dicho que la esclavitud sería derrotada con un solo golpe; que debería ser, siempre vamos a luchar».

Volviendo al siglo XXI, ahora está en manos del gobierno federal optar por respetar los derechos individuales, o insistir con el fracaso de continuar promoviendo una política racista, que destruye familias, genera muertes absurdas y por sobre todas las cosas representa una flagrante violación a los derechos humanos.

Este es, sin dudas, el comienzo del fin.

ACTUALIZACIÓN:  En Reason explican con mas detalle en que consisten las propuestas aprobadas en Colorado y Washington. Mark Thornton también escribe sobre el tema para el Mises Institute. Acá, repasamos los efectos de la prohibición.

Elecciones: ¿Qué Elecciones?

[Publicado originalmente el viernes 29 de julio en La Crisis es Filosófica]

Todos sabíamos que el 2011 iba a ser un año electoral. Sin embargo, ahora nos vamos dando cuenta de lo que esto significa. Luego de la votación del 10 de julio, los porteños volveremos a las urnas este domingo 31. Quince días después, el 14 de Agosto, todos los argentinos tendremos que votar en las Elecciones Internas, Obligatorias y Simultáneas para Todos los Partidos. Finalmente, y luego de una breve pausa, volveremos a las urnas el 23 de Octubre para la elección nacional y, de haber Ballotage, una nueva elección nos espera el 20 de Noviembre.

Más allá de la cuestión política evidente que será resultado de todas estas votaciones, existe algo que también se alterará: naturalmente, la tranquilidad de tu domingo.

Es decir, si el domingo de la elección pensabas levantarte tarde (para eso están los domingos, ¿o no?), cuando vayas a votar, un rato antes o un rato después de comer, vas a darte cuenta que tenés quince o veinte personas en frente tuyo con lo que el deber cívico te va habrá costado entre 35 y 50 minutos de tu día. Si, en cambio, pensabas evitar la cola e ir temprano, la situación no mejorará mucho, ya que probablemente la evites, pero corras el riesgo de ser obligado a quedar como presidente de mesa. En ese caso, tu deber cívico te habrá costado casi 10 horas de tu día. Además del hecho que te levantaste temprano un domingo.

Agregado a todo esto tenés el lío de tránsito y autos en doble fila estacionados en la puerta de los colegios, justo en las calles más angostas de la ciudad; y el hecho de que, si querés “hacer las cosas bien”, tuviste que comerte horas de informativos televisivos y varias páginas de diarios para saber qué va a hacer cada candidato con tu pobre país. Y todo esto sin contar que el sábado a la noche no pudiste tomarte ni una cerveza ni ir a bailar a ningún lado por la veda electoral.

Ahora bien ¿Qué pasa con la gente que no tiene ganas de leer los diarios? ¿Qué pasa con los que sólo leen la parte de automóviles, o el suplemento de arte? ¿Qué pasa con vos, que estabas súper ilusionada con pasar un domingo de campo y te tenés que quedar en Capital porque el predio en Ezeiza no es a más de 500 kilómetros de modo que te exima de votar? ¿Qué pasa con los que sólo quieren ir a bailar y divertirse, y no les interesa si gana Cristina o gana Alfonsín porque -pase lo que pase- Crobar va a estar siempre abierto?

Finalmente ¿Qué pasa con aquellos que sí leen los diarios, que sí saben realmente lo que los políticos le van a hacer al país, y que por consiguiente quieren ahorrarse el trámite de colaborar con la destrucción de la nación?

En definitiva ¿es posible que «Las Elecciones» se opongan a nuestras elecciones? ¿Y llegado ese caso, qué elecciones son las que tenemos que valorar?

Creo que no hay mejor cosa que dejar, voilà, que cada uno decida.


Que siga el show

¿Para qué sirven las elecciones? Creo que la primera respuesta que se me viene a la cabeza es que las elecciones sirven para mantener el statu quo y que la gente viva la ilusión de que puede ser participe de un cambio, de influir en las decisiones que toman los que están al mando, y que de ellos depende el futuro. Una gran mentira.

No hay mejor ejemplo para demostrar eso que los comicios que se llevarán a cabo en pocas horas, este domingo, a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Si alguno me pregunta sobre las propuestas de los tres candidatos con mayor posibilidades de ganar, debo decir que de Macri ni siquiera tiene propuestas en su sitio web(pero ya sabemos que propone: aumento de impuestos, de regulaciones, legislación paternalista, etc.). Filmus y su síntesis de propuestas es un claro ejemplo del mito de la omnipotencia del estado, él al ganar la elección se convertirá en un superheroe y podrá resolver todos los problemas, lo único que hacen falta son más leyes y más ministerios. O por lo menos eso es lo que dicen sus propuestas. Pino Solanas, con sus 100 propuestas para la Ciudad, probablemente sea el candidato mainstream mas estatista de todos, tutto nello stato.

Los candidatos: todos iguales.

En definitiva, toda alternativa presenta en mayor o menor medida, un modelo donde se cree que con intervencionismo se pueden resolver todos los problemas que tiene la Ciudad, cuando en realidad, es la causa de los problemas.

¿Y qué queda para el resto? El candidato que según esta nota de Página/12 «se reivindica liberal», Ricardo Lopez Murphy, plantea sus propuestas sobre 9 temas diferentes. Desconozco que significa para Lopez Murphy ser liberal, sus propuestas, al igual que la de los otros candidatos analizados, ponen en el centro de la resolución de todos los problemas a la acción estatal, desde la financiación de forma arbitraria a determinadas expresiones culturales, hasta ofrecer créditos por costos debajo de la tasa de  mercado (ya sabemos las consecuencias de esto) . En definitiva, «el liberal» propone el mismo programa ofrecido por Filmus, Solanas y el que Macri esta ejecutando.

Pero ojo, como suelen decir, esta vez va a salir bien.

Las elecciones a jefe de gobierno, mejor dicho: las elecciones en general, no dan la posibilidad  de elegir entre alternativas diferentes. Si bien los distintos candidatos se critican en público, es todo parte de un circo. Sus programas políticos y sus ideas de cómo se debería gobernar son muy similares entre sí. Es que la democracia es algo más similar a un sistema para la perpetuidad del statu quo, y no una herramienta de cambio. La democracia, como decía Churchill, es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes. Mi esperanza: dejemos de conformarnos con lo menos peor, es hora de merecer algo mejor.

Addendum: El Cronista expone de manera sucinta las ideas económicas de los tres candidatos, que en su esencia, son de la misma naturaleza.

Borocotizame Esta

El otro día no sé por qué me acordé de Borocotó. Seguro que estaba mirando algún viejo episodio videomatchesco e hice la relación con la cámara oculta en la que participaba: “Debate Abierto con el Doctor Eduardo Lorenzo Borocotó”

Borocotó en su máximo esplendor

Cuando en su momento el tordo se dio vuelta como un panqueque y pasó del PRO al FPV, si bien me pareció una hijadeputez, no me quedó más que darle la razón, ya que en una República Democrática y Representativa, el voto es para que todas las personas elijan a un grupo de ellas para administrar lo público. La persona recaudó los votos, por lo tanto tiene el cargo.

Entonces…hice un salto hasta el 2009 y me acordé de otras personas que obtuvieron los votos para legisladores: Scioli, Massa y Nachita Guevara. Tuvieron los votos y renunciaron a las bancas. ¿Quién se quedó con esas bancas? ¿Quién está ahí sentadito cobrando una buena platita y sancionando todo tipo de regulaciones?

Algún acomodado en la lista. ¿Y esas personas tuvieron los votos estando en el fondo de la lista? Si asumimos que sí, ¿entonces para qué estaban los otros en grande en la boleta? Si asumimos que no ¿por qué están en la banca?

Acá todos viven llenándose la boca hablando de lo fantástico de la democracia, de la maravilla que es y cómo va a solucionar todos los males del mundo. La democracia bien entendida es el método por el cual a través del voto se eligen los representantes. Ahora, si los votos son para las personas pero, en última instancia, son los partidos los que se quedan con los cargos ¿de qué democracia me están hablando? Eso es una lisa y llana partidocracia. ¿Votá por el nombre que después el partido hace lo que quiere?

El que es democrático de verdad, no tiene otra opción que estar de acuerdo en que se vote por personas individualmente. Que se haga una lista desdendente con todos los candidatos y los votos que recibieron. Y que, ante una renuncia / muerte / enfermedad, se le ofrezca asumir el cargo al primero de la lista. Eso es una forma democrática. Por más que cambie el orden de fuerzas de los partidos en la cámara, eso es lo que eligió la gente.

Ahora, si el partido puede poner a quien quiere en la elección, obtener una cantidad de bancas y después dárselas más o menos a piacere a quien se le canta, ¿Por qué no se blanquea esto y punto?

“Chicos, vivimos en una partidocracia, andá al cuarto oscuro y poné la boleta con los colores que más te guste, que después nosotros nos encargamos de distribuirnos los cargos”.

Si sos democrático, pedí la abolición de boletas conjuntas.

Si estás discutiendo con alguien que dice ser democrático pero no las quiere eliminar, decile que se calle la boca o blanquee su postura a favor de “estructuras políticas vs. personas”.

Y si te decís democrático y no querés eliminar la berretada insultadora del intelecto que son las boletas y los aparatos de poder, GTFO.

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GTFO Cat
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