El mito del liberalismo dictatorial (II)

En el último post dedicado a desmitificar que la política económica implementada en Argentina a partir de 1976 y hasta 1983 fue de carácter liberal citamos un extracto escrito por Alberto Bengas Lynch (h) del año 1978 donde de manera precisa mencionaba detalladamente las medidas económicas y cómo estas eran contrarias a una economía libre.

Ahora les traigo un extracto de la edición de 1987 del recomendable libro «4000 años de controles de precios y salarios. Como no combatir la inflación» de los Prof. Schuettinger y Butler,  específicamente del anexo escrito por el Ing. Alvaro Alsogaray que hace referencia al mencionado período.

Las autoridades militares emergentes de la toma del poder, declararon de una manera muy general su intención de implantar una economía de mercado, y eligieron como Ministro de Economía a una personalidad, el Dr. Martinez de Hoz, que conforme sus antecedentes podía considerarse como representante de ese sistema.

Pero el Dr. Martinez de Hoz, que se definió a sí mismo como «pragmático», «gradualista» y no comprometido con las ideologías «manchesterianas o del laissez faire», y sí solamente con sus propias convicciones, desarrolló bajo apariencias de «economía libre», una acentuada política «dirigista», aunque de nuevo cuño. Recurrió a mas controles indirectos utilizando mecanismos del mercado, que a controles directos orientados a interferir el funcionamiento de éste. Aplicó, a partir de fines de 1978, métodos derivados del «enfoque monetario del balance de pagos», practicando un «dirigismo» sui-generis, con controles directos sobre las inversiones, el mercado de cambios y el laboral. Permitió el sobredimensionamiento del Estado y de las empresas estatales, financiándolo con endeudamiento externo. La deuda argentina pasó de 9.000 millones de dólares en marzo de 1976 a 29.000 millones de dólares al término de la gestión Martinez de Hoz, quedando pendientes en el momento de su retiro situaciones que, por efecto de arrastre, habría de elevarla considerablemente durante el período posterior. Este, que se desarrolló entre 1981 y 1983, registró una serie de improvisaciones, con recurrencia a controles directos de precios y salarios, que acentuaron el deterioro de la situación general. La guerra de Malvinas entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, terminó por desacreditar a los gobiernos militares, allanándose así el camino para la reinstauración del orden constitucional.

¿Soy un oligarca más del aparato estatal?

En ocasiones supuestos defensores de la libertad han participado en trabajos, que viéndolo desde nuestra comodidad, aparentan inconsistentes con su pensar. Alan Greenspan como presidente de la Reserva Federal en los Estados Unidos podría ser uno de tantos ejemplos.

Bajando de nivel y llevandolo a mi caso, más allá de alguna que otra empresa a la que cobro trabajos de consultoría de sistemas (IT), mi fuente de ingreso principal es como empleado en relación de dependencia en un grupo empresario dedicado al comercio exterior; fletes, deposito y logística, pero sobre todo, aduanas (derechos de importación, retenciones, licencias no automáticas) y papeleo ante el Estado, también desde el lado IT.

A medida que me empapaba en esto de la filosofía de la libertad en simultáneo crecía en mí cierta culpa por mi actividad laboral:

  • Agrego costos al producto que se esta importando o exportando pero tanto comprador como vendedor se desprenderían de dicho costo si no fuese que están amenazados coercitivamente por agentes del gobierno.
  • Mi empleo no es productivo, no produzco bien o servicio deseado alguno, al menos no voluntariamente.
  • Mi servicio indeseado en condiciones de libertad no sería necesario, solo existe para satisfacer las regulaciones y burocracia de nuestra clase política.
  • Si bien mi sueldo no es fruto de impuestos extraídos por la fuerza, es un servicio realizado por una empresa privada pero requerido por la fuerza por el gobierno. ¿No tiene eso algo de corporativismo?

Entonces:

  • ¿Soy uno de los beneficiados por el sistema que repudio?
  • ¿Soy un oligarca más del aparato estatal?

Luego, tal vez para estar en paz conmigo mismo, intente mirarlo desde otra óptica:

  • Muestro al cliente como ser saqueado lo menos posible, pagando menos derechos de importación eligiendo minuciosamente la posición arancelaria con la cual identificar al producto, utilizando zonas francas, realizando amparos para evitar los abusos de Guillermo Moreno, etc.
  • Sin mi trabajo el producto no llegaría al mercado local o no podría llegar a otros mercados. Esas fronteras o líneas imaginarias que nos imponen los Estados serían muros mucho más sólidos.
  • Mi trabajo de una u otra forma sortea las complejidades de la legislación y permite que la voluntad de las partes, si bien con un costo adicional, pueda llevarse a cabo.

Si son o no buenos argumentos se lo dejo a ustedes, yo logré dormir tranquilo…

El Periodismo Servil

En el país el estatismo avanzaba, lo que redujo las posibilidades de trabajo debido a que afectó al progreso producido hasta aquella época, al tiempo que agrandó notablemente el aparato estatal. Se estatizaron muchos medios de comunicación, especialmente orales. Se crearon nuevas direcciones, organismos y reparticiones en la administración pública vinculadas a la información y a la transmisión de noticias. Se establecieron secretarías de información pública que comenzaron a entrometerse en toda la vida periodística. Por distintas vías, algunas sutiles y otras no tanto, se intentaba silenciar la prensa independiente y se amedrentaba a los periodistas que se salían del libreto gubernamental. Comenzaron las corruptelas luego convertidas en corrupciones monstruosas, algunas de las cuales se llevaban a cabo con el mayor descaro y a plena luz del día. Contó que los primeros en caer fueron los que se decían periodistas pero siempre tuvieron alma de cortesanos. Luego aquellos que tenían alguna idea más o menos vaga y ambigua de sus obligaciones pero se dejaron arrastrar por lo que sucedía en el ambiente. Por último, cayeron aquellos que tenían una clara idea de sus obligaciones pero siempre trataron de racionalizar sus «agachadas». Se aferraban a sus remuneraciones y tapaban sus conciencias con argumentos pueriles. Éstos siempre pensaron que lo que sucedía sería transitorio, que pasaría rápido, que el régimen cambiaría y volverían a ser lo que siempre consideraron que debían ser.

Trataban de no mirarse mucho al espejo. Se autoengañaban. En el fondo, sabían que sus actitudes no hacían más que echar nafta a la hoguera y que su adulonería y sus silencios cómplices no hacían más que convertir el viaje en uno que sería sin retorno. Nuestro personaje se incluyó en esta categoría. Contó cómo se dejó amedrentar por las «sugerencias» de los burócratas respecto de lo que debía y lo que no debía decir; a quién convenía consultar en el aire y a quién no convenía consultar.

Periodismo Freakazado

Periodismo Freakazado

Dijo que sabía que en todos los medios la publicidad oficial adquiría cada vez mayor peso y que esto se utilizaba como política de chantaje. En realidad, en su campo -los medios orales- no había radios y televisoras privadas propiamente dichas por más que algunas pocas se consideraban así. Esto se debía a que los supuestos titulares no podían ejercer las facultades de la propiedad cual es el uso y la disposición de lo propio. La concesión de las ondas aéreas (porque ni siquiera éstas se habían transferido al sector privado) no pertenecía al concesionario sino al patrón-estado que todo lo vigilaba. Sabía que la prensa independiente estaba asfixiada debido a que los altos aranceles a la importación de papel obligaban a adquirir este insumo vital a una empresa para-estatal. Sabía que los pocos empresarios que quedaban en aquel ambiente daban pruebas de una cobardía singular al seguir las pautas establecidas por la publicidad oficial la cual restaba apoyo a aquellos periodistas díscolos.

Relató cómo se dejó tentar con «sobres» que recibía de empresas para que, dentro de lo permitido por el gobierno, pusiera más o menos énfasis en esto o en aquello. Nunca estuvo conforme con las actitudes serviles, sin embargo, en la práctica, renunció a lo que significa ser un periodista. Le daba asco ver a colegas temerosos que dócilmente accedían a las indicaciones de los mandones de turno. Le daba pena ver cómo muchos periodistas con condiciones se malograban por ceder ante el ímpetu del sistema, en definitiva, por no contar con las convicciones y el coraje necesarios para desempeñar tan delicada función.

Repudiaba todo esto pero él era de la misma calaña que todo aquello que despreciaba. Dijo esto expresamente. Dijo que había defraudado a su audiencia y que no merecía su confianza. Había ocultado noticias, había dicho verdades a medias y, en otros casos, también había mentido. Las pocas críticas que realizaba eran anodinas y con la intención de disimular su servilismo. Al igual que otros periodistas serviles se había impuesto una rigurosa autocensura porque conocía los límites de lo que toleraba la autoridad. Explicó que se sentía avergonzado por todo esto, que quería denunciar al sistema y denunciarse a sí mismo. Confeso que, a pesar del mal causado, sentía un enorme alivio de poderle decir esto a su público. Dijo que si alguna vez oían de él iba a ser como periodista y no como «chupamedias» de quienes estaban de turno en el poder y… En ese momento se interrumpió la audición. Le dijeron que había un corte en el suministro de energía eléctrica y que el equipo de radio no funcionaba. No pregunto nada. No necesitaba respuestas. Lentamente se levantó, caminó por el pasillo, retiró su sobretodo y se fue.

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Mapa de la política: ¿dónde estás VOS?

En el Partido Liberal Libertario (PL) hicieron un test político interactivo basado en este otro pero adaptado en algunas preguntas. De acuerdo a las respuestas lo ubica a uno en un gráfico de Nolan como de izquierda, derecha, estatista/totalitario o liberal libertario. Son solo 10 preguntas, ¡contanos tu resultado!

Mapa de la política

Click en la imagen para completar el test.

Referente al tema, en agosto pasado el blogger Al Verdi en su post ¿Muchas Libertades? trataba de identificar en que cuadrante se ubicaba cada uno de los partidos políticos de la Argentina.

Peripecias de un comerciante para trabajar en Buenos Aires

Un lector del blog nos contactó, contándonos sus peripecias con la burocracia del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que hizo que perdiera las ventas de los mejores días del año por una clausura errónea. Por motivos de decoro, quitamos todas las referencias a nombres propios, ya que nuestro amigo hizo la denuncia correspondiente del hecho y no nos gustaría interferir con la misma. Aquí su relato del hecho:

El 20 diciembre alrededor de las 11 hs. aparecieron en mi local 2 inspectores del Gobierno de la Ciudad. Les pedí sus credenciales y me las negaron. Durante la semana que estuve luchando para que me levantaran la clausura me enteré que eran los inspectores Sr. A y Sra. B

Cuando se presentaron el 20/12 me dijeron que tenía la habilitación suspendida. Les pregunté por qué y no me contestaron. Les supliqué que no me clausuraran el local porque era la semana MAS importante del año para las ventas, ya que era justo 5 días antes de la navidad. La inspectora me hizo una serie de preguntas leyendo de una lista: me pidió inspeccionar el baño, el matafuegos, el seguro de responsabilidad civil y del cartel, y unas cosas más. Me dijo «bueno tenés todo en orden». Se fueron del local.

En aproximadamente 15 minutos volvieron y me dijeron que iban a clausurar el local, por lo cual empecé a llorar y a rogarles que llamaran a alguien ya que debía ser un error porque no tenía nada fuera de regla y si me clausuraban el local iba a tener una pérdida más que importante en las ventas, dada la época del año.

Llamé a una persona conocida que sabe del tema y le dijeron que Villa Urquiza es una zona histórica y que no están permitidas las casas de golosinas (que es el negocio que tengo). Esta persona les dijo que se fijaran en una página de internet del propio gobierno que claramente dice que la zonificación de mi local es C3 y no PH como sostenían. Se negaron hacerlo. Llamaron a la policía, le dijeron a una cliente que estaba en el local comprando que el local estaba cerrado y me obligaron a bajar la persiana. En ningún momento me pidieron el libro de actas. Fue una de las peores experiencias de mi vida.

Esa misma tarde me presenté en las oficinas de Perón 2933, y me atendieron en faltas especiales unidad ##. Al muchacho que me atendió le expliqué lo que estaba pasando. Ni siquiera me miró; siguió escribiendo. Me dijo que tenía que volver al día siguiente a habilitaciones a las 8:30 hs. Volví a la mañana y me informaron que no tenía ninguna información en el sistema y que iba a tardar una semana en llegar. Le expliqué a la persona que me atendió que tengo un local lleno de mercadería perecedera y necesitaba trabajar. Me miró y no dijo nada.

Volví toda esa semana hasta el jueves 23, ya que el 24 no trabajaron los empleados de la ciudad. A la semana siguiente volví y todavía no tenían mi legajo. Finalmente el lunes 10, en informes, me dijeron que tenía que ir a faltas especiales y que volviera a las 14 hs. A esa hora fui a faltas especiales. Me dijeron que mi local estaba clausurado y que tenía que hablar con habilitaciones ya que ellos no tenían nada que ver.

Volví el martes 11 a las 8:30; me dieron un número para atenderme en habilitaciones pero me dijeron que atendían a partir de las 10 hs. A las 10hs me atendió un Sr. R. Me explicó todo y fue a buscar mi legajo. En el mismo había una nota firmada por Dra. A que decía «Visto los términos de la Disposición No. 5613/DGHP/2009 y la presentación realizada por el interesado donde manifiesta que el «distrito de zonificación es C3″, se remite para su conocimiento y prosecución de su correspondiente trámite». Firmada y sellada por Dra. A.

Me informó el Sr. R en habilitaciones que hubo un error y a las 14 hs. cuando abriera faltas especiales debería presentarles esta nota y allí me levantarían la clausura. A las 14 hs. volví a faltas especiales y me atendieron unas asistentes de la Dra. C, que el dia anterior me habían indicado que tenia que ir a habilitaciones. Le llevaron la nota a la Dra. que estuvo sentada en una oficina con al puerta cerrada. Vi por la pared de vidrio de la oficina de la Dra. que hizo unos movimientos con la cabeza y de repente la asistente salió y me dijo que no aceptaban esta nota. Pregunté por qué y me dijo que tenía que hablar con habilitaciones. Le pregunté a la asistente si podía hablar con la Dra. C, quien me dijo que no me podía atender porque estaba levantando una clausura. Le informé que no me iría de allí hasta que saliera la Dra. para atenderme y me dijo «OK hacé lo que quieras» y empezó a llamar otras personas para atenderlas. Finalmente la Dra. salió y le dije que necesitaba hablar con ella para que me dijera cómo resolver mi situación. Me dijo que la nota firmada por la Dra. A no le significaba nada y le pregunté qué tenía que decir una nota de ese estilo. Su respuesta fue «Eso me tenés que decir vos». Le pregunté si podía comunicarse directamente con habilitaciones para poder resolver esto y su respuesta fue «Yo no les voy a hablar, hablálo vos». Insistí ya que el escritorio de él está a menos de 50 metros de su oficina. Ni me miro; se metió en su oficina de vuelta, bajó la cabeza y me ignoró.

Empecé a exijir que alguien me ayudara. Vinieron unos agentes de seguridad que me acompañaron hasta abajo de vuelta a habilitaciones. Volví a hablar con el Sr. R y se ofreció hablar con la Dra. ya que ella se había negado a hablar con él cuando yo se lo pedí. Poco después bajó a planta baja donde yo estaba, para ayudarme, el Sr. S. El Sr. S se tomó el tiempo de escuchar mi caso y acompañó al Sr. R al box donde estaba la Dra. C para ver cómo podíamos resolver esta situación. Mientras tanto, el Sr. S me trajo el libro de quejas para que yo anotara todo lo que estaba pasando. En un rato el Sr. S me dijo que él y el Sr. R hablaron con la Dra. C y que estaban trabajando para levantar mi clausura ese día miércoles.

Esperé varias horas, hasta las 19:30 hs, para que me entregaran fotocopias de los documentos del levantamiento de la clausura. Pedí hablar con la Dra. C nuevamente. Me atendió con una muy mala actitud y le pregunté por qué no quería ayudarme, a lo que respondió «yo no me tengo que hacer responsable por un error de habilitaciones». Luego le pregunté por qué se negó a hablar con el Sr. R para tratar de solucionarme el problema. Su respuesta fue: «no es parte del procedimiento que tengo que seguir» y después insistió que ella fue la que habló con el Sr. R y que yo debía estar agradecido a ella por haberme hecho el favor. Mi contestación fue que la iba a denunciar por la forma en que me trato y me dijo fue que ella va a accionar legalmente contra mi si yo la denuncio por que hizo todo lo que tenía que hacer y que yo no la escuchaba cuando me quería explicar el proceso (a todo eso, nunca me había hablado nada, salvo por 2 frases). La Dra. C me dijo también que no le va a pasar nada si la denuncio, porque su récord es impecable.

Esperé que terminaran con los papeles y me dijeron que un inspector iba a ir a mi local a PRIMERA HORA a levantar la clausura. Estuve esperando desde las 8:00 hs en el local con la cortina cerrada hasta las 14 hs. para que viniera un inspector. No apareció nadie.

Llamé a la comisaría 39 para ver si les habían notificado que la clausura había sido levantada. Hablé 2 veces y no sabían nada del levantamiento.

A las 14 hs. me fui del local ya que todo este lío me había causado terribles picos de presión. Camino a la oficina del médico para ser atendido, me llamó el inspector S a las 14:20 para decirme que estaba frente al local para levantar la clausura. Me confirmó que estaba levantada y que me iba a dejar la constancia pegada a la cortina. Le pregunté si iban a informarle a la comisaría 39 del levantamiento y me dijo eso lo tenía que hacer yo mismo.

La AGC es la que tiene que hacer eso. Ya ni me sorprende que ni los mismos inspectores sepan los procedimientos. Toda esta odisea ha sido UN DESASTRE económico para mi personalmente y para mi negocio. El día de la clausura mucha gente que estaba alrededor de mi local vio lo que estaba pasando y la posterior clausura. Seguramente pensarán que yo cometí infracciones y no volverán a comprar nunca más en mi local. No hay palabras para esto. Es un ejemplo de la poca seriedad de este gobierno de la ciudad y la poca consideración para la gente, sobre todo porque estoy al día con TODO, IVA, ingresos brutos, cargas sociales, autónomos, obra social, alquiler, proveedores y ahora debido a esto, seguramente no voy a poder cubrir mis gastos fijos el mes que viene. Todo por un error del propio gobierno y a que NO ME HICIERON CASO en ningún momento.

Me decidí a poner mi situación en conocimiento público aparte de un juicio que voy a realizar.

Espero que en el Gobierno de la Ciudad estén satisfechos. Arruinaron un negocio que andaba bien y aportaba impuestos y dejaron a un comerciante y un residente de la Ciudad de Buenos Aires con una desconfianza TOTAL de todo lo que corresponda a la administración pública.

Netbooks Industriales

Como publiqué en el artículo anterior, una empresa argentina le está iniciando una causa en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia a Microsoft por supuestas prácticas de competencia desleal.

Cuando me puse a investigar quién era esta empresa Pixart, me encontré con la sorpresa de que son los proveedores de uno de los sistemas operativos que llevan las netbooks ClassMate Plan Bicentenario, en el cual se le proveen Netbooks gratuitamente a los estudiantes de los últimos años de los 1156 colegios técnicos del país.

Más allá de los argumentos morales de por qué está mal sacarle dinero a los pobres para subsidiar computadoras para los próximos votantes, voy a proceder a analizar la necesidad de tener a la empresa Pixart como parte del proyecto, ENCARECIENDO el producto que se está regalando.

Según su sitio web, en la iniciativa del plan para 250.000 netbooks “La inversión total será de 2.132.700.000 pesos, cifra que contempla el mejoramiento de las condiciones institucionales, pedagógicas y materiales. ”

Guau, ¡qué cifra! Si dividimos por el total de netbooks (prorrateando lo que se gastaría en acondicionar aulas y gestión) nos da que cada netbook sale $8.530,80. O sea que cada netbook EXO gratuita le estaría costando al Estado más de lo que salen dos MacBook Pro en Estados Unidos. El peor negocio de la historia. ¡Preferiría regalarle a cada uno de los chicos una Mac y guardar la diferencia en guita!

Después me encontré con una entrevista con uno de los gerentes de EXO, el proveedor del hardware, donde decía que el hardware le cuesta al Estado solamente $1000, así que supuse que el número del sitio web de Pixart era erróneo.

Encontré una nota en La Nación donde se habla de que el costo total del proyecto para 240.000 netbooks será de 323 millones de pesos, de los cuales 245,5 se gastarán en netbooks, 45,2 en modificaciones edilicias y hardware adicional y 32,3 en capacitación. Es un poco más razonable en cantidad de fondos, es cierto: $1022 por notebook teniendo en cuenta solo el software y el hardware y $1345 por netbook prorrateando todo el resto.

La guita para preparar cada escuela serán $39.100,00 e incluirá un servidor Linux, dos routers micronet inalámbricos y mejoras de un aula. Un disparate total.

Ahora bien, cada netbook viene con doble booteo: Windows y Rxart, el sistema operativo de Pixart.

Pino Solanas con su nieto y su netbook con Rxart
Pino Solanas con su nieto y su netbook con Rxart

Rxart está basado en dos distribuciones totalmente libres y gratuitas de Linux y, es vendido en el sitio web de la empresa a $90 por licencia o a U$S 19.90 si se paga a través de Paypal. Que alguien les avise a los del gobierno que sus proveedores están cobrando sus productos por un medio de pago NO HABILITADO en el país. O sea, un proveedor del estado está violando las propias regulaciones (y, probablemente, no esté pagando impuestos por eso).

La versión de Windows + Office es provista al gobierno por Microsoft por el impresionante precio de $12, o sea, menos de lo que te sale un sanguche de milanesa.

No pude encontrar el precio de mercado de la licencia Windows Starter OEM que Pixart dice que es extremadamente bajo y va contra la competencia, pero realmente dudo que sea menos de los $90 que están cobrando ellos por su Rxart. Pero supongo que será de unos U$S 30 o U$S 40 (120 o 160 pesos aproximadamente).

Tomando los números del artículo de La Nación y la entrevista al gerente de EXO, cada netbook cuesta:

Total: $1022

Hardware: $1000

Licencia Windows: $12

Por matemática, licencia de Rxart sería $10 por equipo, pero este es un número no confirmado, calculado por la aproximación de los valores de La Nación y los precios confirmados en la entrevista.

Lo que yo me pregunto es ¿Es necesario que, después del chiste de precio que pone Microsoft por su sistema operativo las computadoras incluyan Rxart?

Las opciones son simples:

a)  No. Por lo tanto Pixart estaría currando un total de $2.400.000.

b) Bueno, al ser una escuela técnica es bueno que los estudiantes se familiaricen con sistemas Open Source. Por lo tanto Pixart estaría currando un total de $2.400.000. ¿Ah, sí? ¿Por qué? Porque le ponen Ubuntu a las máquinas y sale absolutamente gratis.

Recordemos que son alumnos de Escuelas Técnicas. Si en el siglo XXI un alumno sale de una escuela técnica sin poder instalar uno o varios sistemas operativos en una netbook, claramente estamos ante un nuevo fracaso del sistema educativo. Porque ¿qué van a hacer si no con las netbooks? ¿Usar el msn y el facebook? ¿Qué objetivos tendría una computadora en el colegio si no es aprender a usar la computadora en sí? ¿Hacer copypaste de los artículos de Wikipedia para las clases de historia y geografía?

Ah, y además me olvidaba de los $27.000 que tiene cada uno de los 1156 colegios para capacitación. Estoy segurísimo que serviría para, por lo menos tres o cuatro cursos de operador Linux por colegio. ¿O qué van a enseñar los profesores de computación de una técnica? ¿Word y Excel?

Como  se puede ver, haciendo un análisis optimista del caso como el que hice, donde no llego a mencionar curros y mordidas, puede verse que la planificación central fracasa y naufraga, tomando las peores decisiones posibles.

Voy a plantear un escenario un poquito más liberal para conseguir lo mismo. Supongamos una familia muy humilde, que gasta $1000 por mes y se las arregla para mandar a su hijo a una técnica (muy difícil, yo fui a una técnica y todo te sale platita).En un año gasta $12.000, de los cuales $2.400 son de IVA.

¿Qué tal si se le devuelve un bono del IVA así puede tener no una, sino hasta dos computadoras iguales a las provistas por EXO?

Porque, a no mentirse, acá no hay ni una puta computadora gratis. Acá las familias que están en la indigencia están financiando tremendos negociado para los amigos o los tributadores. ¡Que encima después se dan el lujo de iniciarle una acción por competencia desleal a Microsoft! Esto ya es un chiste.

Links con la info:

http://www.pixartargentina.com.ar

http://www.infobae.com/economia/557940-101275-0-Ahora-Guillermo-Moreno-apunta-contra-Google-y-Microsoft

http://pixartargentina.com.ar/espanol/index2.html

http://pixartargentina.com.ar/classmate/plan.html

http://mhoyos.wordpress.com/2010/04/12/las-netbooks-del-bicentenario-informacion-y-datos-reales/

http://tecnicoslinux.com.ar/archives/1271/comment-page-1#comments

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1234999

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¡No puedo competir!

Estaba escuchando la radio el otro día y mencionaron que Pixart, una empresa argentina, junto con Guillermo Moreno y la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (guaaaauuuu, qué título) le estaban iniciando un juicio a Microsoft por “conductas anticompetitivas” pidiendo que se le aplique a la susodicha empresa una multa de $150 millones considerando «las pérdidas incurridas por Pixart, el beneficio obtenido por Microsoft y el que obtendría».

Aparentemente Microsoft bajó los precios de su Windows Vista Starter a una cifra casi irrisoria y los señores de Pixart dicen que eso hizo que disminuyera la oferta de su sistema operativo Rxart preinstalado en equipos vendidos en las cadenas como Frávega o Garbarino en los últimos años.

Antes que nada, voy a aclarar que soy un defensor constante del software libre, usuario de Linux como sistema operativo casi único durante mucho tiempo, hasta que las necesidades laborales me hicieron usarlo cada vez menos. Igualmente, cada tanto me viene genial cuando se destruye la máquina más allá de todo arreglo.

Muchas de las estrategias de negocios de Microsoft me parecen bastante guachas, como presionar a los fabricantes de hardware para que no hagan compatibilidad con XP y obligar “de hecho” a usar Vista, o los sistemas de presión que ejercen sobre los fabricantes de equipos, ofreciéndole un precio especial muy bajo por licencia, siempre y cuando ofrezcan Windows como único sistema operativo disponible. Esto es una apreciación personal y si bien yo haría negocios de forma distinta, acá se benefician todos: Microsoft vende su producto, el fabricante del equipo puede vender más barato su hardware listo para usar y el cliente obtiene una máquina con un sistema con el que está familiarizado.

¿Quién es Pixart? Pixart se ocupaba a fines de los 90’s de la distribución del producto “Corel Linux”, que luego fue discontinuado y pasó a llamarse Xandros. Xandros dejó de comercializarse en el país, pero la empresa le proveyó a Pixart el know how y la base para su Sistema Operativo Rxart, basado en distribuciones de Linux libres y gratuitas.

Luego de la devaluación de 2002 surgieron en las grandes cadenas de electrónica y electrodomésticos una serie de computadoras que eran clones armados en el país, todos con el mismo hardware, a los que le ponían un nombre de fantasía y las vendían con una apariencia de ser equipos más “profesionales”.

La diferencia cambiaria hacía que el precio de una licencia de Windows fuera muy alto, por lo que en varios de estos modelos de computadoras, se optó por poner sistemas operativos alternativos. Yo ví on-site Xandros y varios Linux distintos.

La realidad es que Frávega no le puede vender al público masivo una computadora para que después ellos le pusieran el sistema operativo. O sea, puede, pero la persona quiere ver el equipo funcionando o poder prenderlo y que funcione ni bien llega a la casa. Así que se vieron con la oportunidad de poner estos sistemas más baratos (o gratis) para poder vender máquinas dentro de todo baratas.

Obvio que a la semana el comprador llevaba la computadora a un local para que le pongan un Windows, porque no sabía qué hacer con ese Xandros. El nene no podía poner jueguitos, ni usar el msn Messenger y el office era un poquito distinto.

Pixart alega que la cantidad de computadoras vendidas con su sistema operativo fue disminuyendo por una política agresiva de baja de precios por parte de Microsoft.

Yo me pregunto ¿no tendrá que ver la inflación y el dólar planchado un poco en esto? En el 2002 era caro un Windows, en el 2010 ya no.

Y si Microsoft tiene una política de bajar los precios. ¿Esto no beneficia a los consumidores? ¿Cuál es el problema de darles a los consumidores el mismo producto que antes pero por menos plata? ¿No es eso lo que se busca siempre, que la mayoría de la gente lo pueda pagar?

La gente de Pixart, ¿habrá hecho estadísticas alguna vez de cuánto duraba su sistema operativo en estas computadoras?

Que Pixart acuse a Microsoft de competencia desleal es lo mismo que la panadería de la vuelta de casa acuse a Havanna de competencia desleal porque vende sus alfajores más barato que los alfajores artesanales de maicena y chocolate que tienen en el escaparate.

¡Eh, pero Microsoft tiene el monopolio de los Sistemas Operativos y así no se puede competir! Realmente no lo tiene.

Monopolio es tal situación en la cual alguna regulación impide la entrada de nuevos competidores en un cierto mercado.

Lo que sí tiene Microsoft es que laburó y subió la Barrera de Entrada del mercado a un nivel casi inimaginable. ¿Cómo lo hizo? Se metió en el 80 en el negocio de licenciar sus productos en vez de venderlos, popularizó su MS-DOS cuando casi no había otra cosa, no persiguió a la piratería de sus productos (yendo así a pérdida), hizo que las computadoras sean cada vez más fáciles de usar y, en el proceso, acostumbró tanto al usuario medio a sus productos que si le sacás las ventanitas no sabe qué hacer.

Y la realidad es que los que hoy lloran (internacionalmente, no me refiero a Pixart), en su momento en vez de competir y hacer algo mejor que el DOS o la pedorrada del Win 3.1, estaban todos mamando de la teta de Microsoft e IBM.

No la vieron venir y se quedaron cómodos hasta que fue muy tarde.

Pero ojo, hoy por hoy, si no querés pagarle ni un centavo a Microsoft, podés tener tranquilamente tu máquina con sistema operativo open source, con gráficas buenísimas y compatibilidad con toda herramienta “popular”.

¿Y qué conducta más anticompetitiva que regalar los productos? ¿Por qué no le pide Pixart al señor Moreno que bloquee el acceso a toda distribución de Linux? Eso sí que sería ir contra una conducta anticompetitiva.

Pero acá atrás hay otro asuntito, que va a quedar para un inminente artículo, que es que Pixart ES UN PROVEEDOR DEL ESTADO. Es el que coloca uno de los sistemas operativos de las netbooks ClassMate Plan Bicentenario, la iniciativa para regalarles netbooks a los 250.000 alumnos de los últimos años de las escuelas técnicas.

¿Está un proveedor del Estado en condiciones de hacerle una demanda a otra empresa por conductas anticompetitivas?

En cuanto a las netbooks del Estado, tienen tanto Windows como el Rxart de Pixart ¿Pueden acusar a Microsoft de conductas anticompetitivas acá? En el siguiente artículo analizo los números de esta iniciativa.

Y para los señores de Pixart: Señores, son unos inútiles que no pueden vender algo que encontraron gratis por ahí y, encima cuando no les sale su negocio imposible, van llorando para que le saquen plata a alguien que sí pudo hacer un negocio. Son lamentables.

Elogio al contrabandista

El siguiente texto fue publicado el 4 de noviembre de 2008 en Destructor de Mitos. Un sitio a cuyo autor agradezco porque junto a No me Parece fueron las primeras fuentes en Argentina donde veía reflejado esto de los «libertarians» de los cuales leía en internet y a quienes se asemejaba mi pensar.

Un espectro se cierne sobre el estado: es el espectro del contrabando. Contra ese espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias del viejo sistema social-estatal.

Los contrabandistas son personas que no esperan migajas de libertad, sino que toman lo que les corresponde y lo comparten con el resto.

El contrabandista simplemente ignora las imposiciones del estado. Hace de cuenta que este último no existe y, bajo las sombras, concreta lo que la voluntad del poderoso no quiere que exista.

Aduana
El aparato policial del Estado «cuida» las fronteras de los «peligrosos» contrabandistas.

El contrabandista es un verdadero liberal y, a la vez, un revolucionario de los pies a la cabeza.

Practica el libre-comercio más extremo, eludiendo todas las regulaciones, todos los impuestos y toda restricción.

Al mismo tiempo, su actividad es claramente revolucionaria, ya que erosiona las bases mismas del sistema social en vigencia. El contrabandista es el gran enemigo de los burgueses, porque toma su función pero desprendiéndose de la tutela estatal. Es un proletario que se ha cansado de serlo y quiebra todas las leyes para llegar al nivel del burgués. De ahí que los burgueses sean los primeros en extender el dedo acusador hacia el contrabandista. Son ellos, los burgueses, quienes no dejan de pedir el socorro estatal ante la «competencia desigual» del contrabando. Pero esas acusaciones son mentirosas, porque el contrabandista hace exactamente lo contrario: destruye la competencia desigual.

Cuando un estado cierra la economía o restringe de cualquier otra forma el comercio, lo que hace es desigualar. El estado regulador quita derechos a unos para hacerle la vida más fácil a otros (es decir, a las empresas protegidas). Y aquí aparece el contrabandista para equilibrar la situación, devolviéndole parte de sus derechos a los desposeídos y compitiendo contra los privilegiados. Ciertamente, el contrabando es ilegal, pero al mismo tiempo rebosa de justicia social.

El contrabandista puede ser considerado una suerte de comunista porque, además de enfrentar a la burguesía en su propio terreno, con su función da cumplimiento a la máxima “a cada cual según sus necesidades”. Aunque el Estado, los poderosos o la «sociedad burguesa» no lo quieran, el contrabandista provee a quien solicite su asistencia. ¿Se necesita tecnología extranjera prohibida? Ahí estará el contrabandista brindándola. ¿Alguien quiere drogas para ocultar su vida entre delirios? El contrabandista, amablemente, será su proveedor. ¿El clima de inseguridad hace que las familias requieran una protección adicional contra delincuentes? Las armas vendrán gracias al contrabandista. ¿Los automóviles importados son artificialmente caros debido a los altos aranceles? Los servicios de los contrabandistas harán que se ahorren miles de dólares.

También puede pensarse en el contrabandista como anarquista, porque tal como se dijo antes, le importa poco y nada el sistema estatal. De hecho, rendir tributo, es decir, pagar impuestos, no aparece entre sus necesidades. Y da así un golpe letal al Estado.

Pero a pesar de todos los beneficios sociales que prodiga, ser contrabandista no es fácil… porque estar en contra del estado (y de su maquinaria de violencia) no lo es. El contrabandista debe estar dispuesto a asegurarse la lealtad de sus asociados y contrapartes y también a vivir en las sombras. Si el Estado lo descubre, sus días como contrabandista acaban súbitamente (y, quizás, también sus días como individuo libre).

Por ello, el contrabandista debe ser duro y algo violento. Debe hacerse respetar e infundir miedo para evitar las traiciones. De ahí su mala fama.

No obstante, el contrabandista es un agente de cambio social. Es alguien que quiere algo e intenta concretarlo sin importarle la opinión ni la autoridad de los demás. Es alguien que no se conforma con el status quo y por eso trabaja afanosamente por una sociedad distinta. Por supuesto, a veces en forma inconsciente.

Aunque normalmente no se encuentra valorada, su función social es inestimable: es un límite real y permanente al poder dominante.

Todo aquel que quiera una sociedad diferente (sea liberal, socialista, anarquista o comunista) debería considerar a los contrabandistas como verdaderos héroes. Ellos son la avanzada del cambio, los peones que hoy se sacrifican para ganar el juego en el futuro.

Después de todo, ignorando leyes se hicieron y se harán mejores sociedades.

Si te gusto el post pueden llegar a interesarte estos links o libros (no existe traducción, versiones en PDF gracias al Partido Liberal Libertario):

Paternalismo estatal (II)

El video posteado el lunes de Gonzalo Blousson del PL me dejo con ganas de ciertos comentarios:

Régimen jubilatorio

ANSES

El monopolio y la imposición del ANSES nos impide a los trabajadores administrar nuestra propia jubilación y tener otras opciones.

El discurso me gusto, pero como yo ya estoy «contaminado ideológicamente» quise probar de enviarlo a amistades apolíticas a ver que opinión les producía. Resulta que agrado, pero de todos los ejemplos de paternalismo tratados el tema jubilatorio es el que les presentaba dudas. Me consultaron:

A cierta edad avanzada la actividad laboral se vuelve poco probable o no siempre posible, aun siendo producto de sus errores, ¿que pasa con quienes no tomaron la precaución del ahorro o planeamiento?

Tal vez lo que falto al discurso es esa respuesta para quienes los argumentos morales no son suficiente. Mas allá de la solidaridad como solución de tales casos lo importante que no se dijo es que ante la ausencia de un régimen jubilatorio compulsivo, sea el fraude tipo Ponzi actual o cuentas de capitalización obligatorias y definidas por los gobiernos (AFJP), eliminar la imposición no implica guardar billetes bajo el colchón, el mercado brindaría multitud de alternativas. Pocos de nosotros aceptaríamos el riesgo de una vejez en la pobreza extrema, nuestra voluntad misma buscaría seguros para cubrir este riesgo por eventualidades o mal planeamiento. Desde el almacenamiento en oro a inversión en acciones o distintas variantes combinadas (oro para cubrir las necesidades básicas con poco riesgo y el resto intentando una mejor rentabilidad), la sociedad por si sola mediante acuerdos voluntarios podría reemplazar a la imposición y al robo hoy presente.

Cinturón de seguridad y casco

Usá casco (gobierno de la ciudad)

El PRO superándose, no solo obligando al uso del casco, sino violando el derecho de propiedad si no se lo obedece.

Me llamo la atención en el video el repudio al uso obligatorio del cinturón de seguridad y casco, dado aún entre liberales uno se encuentra con opiniones en favor de tal regulación, no por «obligarnos por nuestro propio bien» como podría argumentar la derecha o la izquierda paternalista, sino porque algunos liberales lo justifican para «reducir el costo de la salud pública que se nutre de nuestros impuestos». Blousson aquí defiende bien la postura más libertaria tomando la regulación como un principio y llevándola al absurdo con ejemplos como que eso lleva a «prohibir los deportes de alto riesgo para aliviar nuestros impuestos».

Lo que quería era sintetizar el argumento en un párrafo aplicable a todos estos casos donde, en nombre de reducir el gasto público, algunos terminan apoyando una nueva restricción a nuestras libertades:

La existencia de un Estado de bienestar nunca puede ser motivo para nuevas violaciones a la libertad. Si se pretende reducir el robo hay que defenderse, no violar la libertad individual de un vecino como paliativo.

Paternalismo estatal (I)

La gente del Partido Liberal Libertario (PL) estuvo en evento de ¡Libertad Querida!. Aquí Gonzalo Blousson sobre paternalismo estatal:

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