InfiniGate

Sillon presidencial

¿Hay democracia?

Sospechado de haber utilizado recursos y agencias del estado para investigar opositores y encubrir dichas investigaciones, ante la posibilidad de una condena, Richard Nixon se vió obligado a abandonar su mandato presidencial. Varios de sus funcionarios de alta jerarquía fueron declarados culpables y sirvieron tiempo en prisión.

En 1992, Collor de Mello, presidente de Brasil, renunció a su cargo, luego de que el congreso iniciara un juicio penal en su contra, con acusaciones de corrupción, sobornos y tráfico de influencias.

Andrew Breitbart publicó en 2009 una serie de videos donde Hannah Giles y James O’Keefe se hacían pasar por una prostituta y un proxeneta, buscando asesoramiento en varias oficinas de ACORN para abrir un supuesto burdel con menores de edad. Aunque las pruebas eran circunstanciales, una investigación fue abierta sobre esta asociación que asesora sobre impuestos, salud y registro de votantes. Al mismo tiempo, la mismísima administración Obama decidió cortar inmediatamente todo financiamiento a esa entidad, por más que en su momento había recibido gran apoyo de la misma.

Recientemente, y muy en sintonía con el Watergate nixoniano, el IRS (agencia de recaudación de Estados Unidos) fue descabezado, luego de haber sido acusado de manipular sus investigaciones hacia personas y organizaciones vinculadas al Partido Republicano y el Tea Party. Obama y su administración están, sin embargo, en la cuerda floja y bajo amenaza de un posible juicio político, por esto y por utilizar la Patriot Act para perseguir a periodistas de Associated Press.

En todos estos casos (y en muchos más de las democracias republicanas modernas), ante la posibilidad de un escándalo con el uso de los fondos públicos, tanto los opositores como los partidarios eligieron soltarle la mano o retirarle el cuerpo a aquellos sobre los que caían las acusaciones, intentando preservar las instituciones y la legitimidad del estado y del gobierno.

Una república e, incluso, una democracia, parten del supuesto de que existen ciertas instituciones, que son de todos, que cumplen ciertas funciones ante las que todos somos iguales, y para las que los administradores son votados cada cierto tiempo por la ciudadanía. Se presupone, asimismo, de una cierta transparencia en el manejo de los fondos, dado que son extraídos por la fuerza.

El voto y la elección de los candidatos únicamente, no es la república. No es la democracia. Votar y elegir administradores es una parte, incluso secundaria de las mismas. No existe ninguna justificación para utilizar al estado para el afano, el robo y el enriquecimiento personal. Cuando tenemos indicios y pruebas (aunque sean circunstanciales) de que se utiliza al estado para afanar ¿importa realmente elegir quién va a estar al frente del afano? ¿Importa acaso que aquel que fue elegido en cierto momento termine el mandato? ¿O importa más preservar la legitimidad de esas instituciones?

Si, como se han llenado la boca hasta el hartazgo, la democracia es algo tan bueno y tan sagrado, no debería permitirse bajo ningún concepto que Pablo Escobar y su pandilla llegaran a ejercer el poder, y lo hicieran a su total antojo. Si la democracia es algo tan bueno y tan sagrado, hay que hacer uso constante de mecanismos que permitan preservarla impoluta y diferenciarla de los que temporalmente fueron elegidos para administrar la cosa pública y abusaron de sus facultades.

No podemos hablar de democracia cuando, luego de una investigación periodística donde hay fuertes indicios de que altos funcionarios (incluyendo dos presidentes) han perpetrado, junto con sus íntimos amigos y conocidísimos socios el más grande defalco que se haya conocido en el continente, no hay ningún juez actuando de oficio para allanar todos los domicilios de los implicados.

No existe ningún tipo de democracia cuando una simple consulta de las declaraciones juradas de los funcionarios de la actual administración y sus conocidos, revelan inexplicables y millonarios patrimonios.

¿Es democracia que todos los medios que reciben “pauta oficial” se dediquen a tratar de defender a la actual administración y a hacer operaciones de prensa sobre las investigaciones y los investigadores? ¿Incluso cuando gran parte del defalco se realizó aparentemente a través de la mismísima “pauta oficial”?

Se cuestiona a los comunicadores de las investigaciones y la credibilidad de los mismos, y si están peleados o no con la administración actual. Pero las pruebas y los indicios ya estaban todos ahí. No fue Lanata el primero en hablar de las bóvedas y el robo con la obra pública. Todos los que leíamos un poquito lo sabíamos. Lo había dicho el Turco Asís en 2005. Y sobre el enriquecimiento ilícito de funcionarios y allegados, la información revelada sale toda de declaraciones juradas y del Boletín Oficial. No se está discutiendo un supuesto patrimonio (que seguramente exista), sino que se está discutiendo sobre si lo que tienen declarado es posible o no. Toda gente que trabajó siempre en la administración pública o que empezó en la administración pública hasta que, inexplicablemente, se hicieron grandes empresarios con un capital inicial imposible. Tampoco se está discutiendo si tal persona maneja dineros del narcotráfico ni de actividades ilícitas: se tiene la absoluta certeza de que a licitaciones por obra pública se presentaban tres empresas del mismo dueño, que era amigo íntimo del presidente de turno (declarado por él mismo). Eso es un clarísimo tráfico de influencias y malversación de fondos públicos.

Si tenían bóvedas con efectivo o si manejaban el cash en bolsos y aviones, si se compraban casas y autos de lujo, o si hacían fiestas descoque, son meros detalles. Solamente por lo que ya está en los papeles habrían caído las administraciones de Nixon, De Mello u Obama.

Cualquiera que afirme que es todo una opereta de Magnetto, o que los que miran a Lanata están llenos de odio, o que no importa por “los logros del Modelo”, es alguien que no entiende la democracia, o no le interesa en lo más mínimo.

La única actitud moralmente correcta ante indicios como los presentados (testimonios, fotos, papeles, declaraciones juradas) es pedir que se aclare el asunto.

Los medios todos, deberían investigar el asunto para llegar a la verdad.

Los jueces y fiscales deberían estar peleándose por ver quién se queda con un caso tan importante en sus manos, y solicitar allanamientos de más o menos medio país, si tenemos en cuenta la cantidad de propiedades que compraron.

Los diputados de todos los colores políticos, dado que son los representantes de la gente de cada provincia, deberían estar exigiendo a gritos el Juicio Político de la señora presidente Cristina Fernández, así como de todos los funcionarios sospechados, dadas las irregularidades de sus declaraciones juradas como su cercanía a la pasada administración y a los otros implicados. Si de preservar la democracia se trata, las instituciones deben prevalecer antes que las personas y los mandatos. Bajo ningún concepto puede continuar una administración con tremendas sospechas, que en anteriores oportunidades se cargó a su propio Procurador Nacional para poder encubrir al vicepresidente.

Y bueno, las personas de a pié, más allá de que les guste Clarín o no, duden. Pero duden de todo, especialmente de aquellos que manejan fondos públicos. No se puede ser como Aldo Rico y pensar que “La duda es una jactancia de los intelectuales”. Les pueden haber metido el perro mientras se afanaban miles de millones de Euros. Qué le vamos a hacer.

Democracia y República requieren pactos de paz, honestidad y transparencia en el manejo de la cosa pública. Sin esas tres cosas, estamos ante un régimen pre-constitucional, donde el que tiene el poder hace lo que se le canta, sin consecuencias. Para eso, sinceramente prefiero una monarquía. Por lo menos ahí se podía hacer una revuelta contra la opresión alegando tiranía, y nadie te iba a discutir si había buenas propuestas o no.

Estados Unidos: una victoria entre la derrota

El triunfo del último martes de Barack Obama aclaró todas las dudas acerca de quien iba a liderar la nación más poderosa del mundo.  De hecho, esa era la única duda. Ya que en cuanto a las propuestas de los dos principales candidatos, el vencedor Obama y el republicano Mitt Romney, ofrecían versiones similares.  A ninguno de los dos realmente les molesta mantener abierto un campo de concentración en Guantanamo, las ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos norteamericanos en el exterior, sin proceso previo ni derecho a la defensa, el sostenimiento de un verdadero imperio con 900 bases militares en 130 países, la expansión del gasto público, el bombardeo de  Afganistán, Irak, Yemen, Pakistan, Libia, y tal vez de más países en esta nueva etapa, el apoyo a los manejos discrecionales de la Reserva Federal, más salvatajes a empresas con dinero de los taxpayers, más endeudamiento, la continuación con la guerra contra las drogas la gente que consume sustancias prohibidas. Ni hablar que la mayoría de estas políticas van en contra de la propia Constitución que deciden defender.

Sin embargo, a pesar de los problemas de la democracia, el martes último  tuvieron lugar dos importantes decisiones en los estados de Colorado y Washington: la aprobación de la re-legalización de la marihuana, por medio de una consulta popular. Es que los americanos, además de elegir presidentes, diputados y, en algunos casos, senadores, también pudieron votar a favor o en contra de diversas propuestas que promueven ciudadanos, y ONGs a nivel estatal.

La producción, distribución y venta de marihuana volverá a ser legal en Colorado y Washington.

La re-legalización de la marihuana para uso recreativo en estos dos estados, los primeros de la Unión, se dará bajo un estricto marco regulatorio, con altos impuestos, y la necesidad de obtener una licencia estatal para poder venderla. En otras palabras, el cannabis pasará a ser regulado de una forma similar al alcohol.

Definitivamente es un gran avance, aunque sea un primer paso. El gobierno de Obama ya indicó que va a continuar persiguiendo los delitos alcanzados por la  legislación federal anti-droga, como viene haciendo en los estados en que fue legalizado su consumo para uso medicinal (como es el caso de California, entre varios), y ahora para uso recreativo (como las propuestas recién aprobadas en Colorado y Washington) también. A pesar de esto, la re-legalización de la marihuana abre las puertas para un debate más profundo sobre la razonabilidad y la ética de la guerra contra las drogas.

¿Qué se votó ayer en Colorado y Washington? La enmienda 64 aprobada ayer en Colorado, contempla la eliminación de las penas por producir, distribuir y vender marihuana, bajo ciertas condiciones (licencia estatal, impuestos, edad mínima, etc.), similar a la de Washington. Es decir, a diferencia de lo que sucede en Holanda donde solamente la venta minorista (y con un máximo de 5 gramos por personas) esta legalizada, en estos estados la legalización alcanza a todas las etapas de producción y distribución.

Es verdad que este es solamente un primer paso, y uno muy pequeño, sin embargo, este resultado debe ser analizado con optimismo. Los procesos de transformación social no se dan de la noche a la mañana, por eso es relevante una serie de cambios, pues es probable que estemos ante la piedra fundamental de una nueva etapa en el debate sobre las drogas en Estados Unidos y a nivel mundial.

Cuando se comienza a abrir la puerta que permite más libertad, la propia fuerza de la iniciativa genera que en muchos casos el avance de la libertad sea imparable. Un claro ejemplo de esto lo podemos encontrar en ocurrido en Berlín en 1989. Los berlineses orientales ignoraron los controles de frontera y terminaron por derribar el muro apenas escucharon las primeras noticias de que las restricciones migratorias habían sido aliviadas.

Otro ejemplo de un proceso de transformación social es el caso de la esclavitud. La esclavitud era una institución muy arraigada en muchas sociedades. Su eliminación fue progresiva. En el caso inglés se comenzó aboliendo el comercio de esclavos y, 25 años más tarde, se terminó por desterrar por completa la esclavitud en Inglaterra. Los abolicionistas no se opusieron a un avance parcial como el de 1807, pero tenían claro cual era su objetivo final. En este sentido la frase del famoso abolicionista norteamericano William Lloyd Garrison es muy clara: «Insta a la inmediata abolición tan seriamente como podamos, lo haré, ¡ay! será gradual la abolición al final. Nunca hemos dicho que la esclavitud sería derrotada con un solo golpe; que debería ser, siempre vamos a luchar».

Volviendo al siglo XXI, ahora está en manos del gobierno federal optar por respetar los derechos individuales, o insistir con el fracaso de continuar promoviendo una política racista, que destruye familias, genera muertes absurdas y por sobre todas las cosas representa una flagrante violación a los derechos humanos.

Este es, sin dudas, el comienzo del fin.

ACTUALIZACIÓN:  En Reason explican con mas detalle en que consisten las propuestas aprobadas en Colorado y Washington. Mark Thornton también escribe sobre el tema para el Mises Institute. Acá, repasamos los efectos de la prohibición.

¿Esto era la democracia?

Desde que tengo uso de memoria, vienen hablando loas de la democracia, que es algo mágico que va a curar enfermedades, darle de comer a los pobres y generar una sociedad culta y erudita. También se escucha hasta el hartazgo de que hay que «democratizar» más los colegios, las fábricas, las familias, todo. Opinión y voto en todos los ámbitos de la vida. Aplausos por doquier, papel picado y ruido de vuvuzelas.

Sin embargo ¿quiénes son las personas más poderosas del país?

Axel Kicillof (ministro de economía «de hecho»): un nene bien, que en la vida se arremangó para laburar. Vivió toda la vida encerrado en una universidad, tanto «enseñando» como «investigando» sobre economía. Jamás salió a vender nada. No tiene ni una sola experiencia en cómo funcionan las compras y las ventas. Jamás tuvo que patear la calle para conseguir un cliente, porque recibió un constante público cautivo en sus cátedras. Luego, pasó a ser acomodado y asesor, representante del estado en Aerolíneas y de otras empresas afanadas. Este tipo que NUNCA RECIBIÓ UN VOTO es el que maneja arbitrariamente importantes decisiones económicas y de recursos, como los recién afanados en YPF.

Guillermo Moreno (secretario de comercio interior): un ferretero de provincia que toda su vida le vendió insumos al estado, muchas veces con factura X como Insfrán. El «hombre fuerte», apodado «poronga», se encarga de apretar empresarios (bah, les queda enorme el término «empresario»), ya sea para que pongan las tarifas que a él se le canta a los productos que a él se le cantan, para que manden energía eléctrica con sus generadores, para decirles qué se importa o qué no se importa, para decirles que cierren los restos de sushi y pongan parrillas o para simplemente decirles que se va a curtir a las esposas, porque a ellos ya se los curtió (hay que darle crédito en esta última, bastante cierta). Pistola sobre la mesa, guantes de box y gritos, maneja los destinos de una gran cantidad de personas. Nuevamente, este tipo NUNCA RECIBIÓ UN VOTO.

Ricardo Echegaray (Gerente de la AFIP): recibido de guardamarina, fue parte de aduanas, tuvo unos cuantos curros con Rudy Ulloa y Alicia Kirchner y pasó por varios lugares de la administración pública, desembocando en la ONCCA. Ahí le hizo un buen laburo recaudatorio a don Kirchner, ganándose un ascenso como jefe de la AFIP, desde donde hace los últimos trabajos sucios del gobierno. Este tipo que persigue opositores, que se queda con la mitad de la guita de todos y cada uno de los argentinos, que tiene acceso a la base de datos más grande y compleja del país, donde saben TODO lo que hiciste en materia económica, que decide si podés comprar dólares para salir del país o no, y que tiene la aparente habilidad discrecional para crear impuestos de la nada, NUNCA, PERO NUNCA RECIBIÓ UN SOLO VOTO.

¿Esto era la democracia? ¿Una señora a la que le arman una campaña linda (con la guita nuestra), la hacen aparecer bien en cámara y después digita a los chupamedias que más le gustan y les dá poderes discrecionales sin que haya la posibilidad de hacer nada? ¿Tipos que usa para escudarse de las decisiones que ella misma aprueba que hagan? ¿Tipos que no recibieron votos ni para presidir un centro de estudiantes?

Si esto es la democracia con la que tanto se llenaban la boca, saben qué pueden hacer con la misma, ¿no? Si, eso que están pensando.

Revivamos a Montesquieu y su idea de elegir a los gobernantes por sorteo, que peor no nos va a ir.

Montesquieu

No va mássssss. Negro el 18….¡ganador Tinelli presidente!

Democracia Bajo Fuego: El Valor de la Crítica

[Publicado originalmente en La Crisis es Filosófica – 26 de agosto de 2011 – Ver original]

Tiempo atrás nos referimos al problema que traía aparejado perseguir judicialmentea alguien por expresar sus ideas, pensamientos o sensaciones, por más abominables que éstos nos parezcan.

Poco después, Fito Páez vomitó insultos contra “la mitad de Buenos Aires” y levantó una polémica enorme por haber tratado mal a los votantes. ¿Cómo se permite semejante osadía? Sobre el asunto se escribieron artículos enteros descalificando sus dichos y criticando su actitud antidemocrática, por sobre todas las cosas. Aquí, en cambio, discutimos sus ideas.

Ahora bien, luego de las primarias, como ganaron los que no le gustan a la Sociedad Rural Argentina (pero sí a los artistas), quienes se llevaron el premio al exabrupto fueron sus representantes.

Hugo Biolcati sugirió que a los argentinos lo único que les interesa es tener un LCD y mirar a Marcelo Tinelli mientras que el país va camino al iceberg. Otro nuevo ataque de flanco hacia el supuesto egoísmo de los votantes, y hacia el elemento esencial de la democracia, “el pueblo”, los que votamos (que es distinto a “Los que Vivimos”).

Probablemente, como ya le pasó a Fito, Biolcati también reciba su correspondiente citación judicial. Pero, por las dudas, ya tiene una colección de críticas para entretenerse. El típico “gorila”, de parte de Aníbal Fernández, “lo peor de la Argentina” y “se le salió la chaveta” fueron algunas de las reacciones.

Así las cosas, lo que en la Argentina parece imperar es una serie de temas sobre los que nadie debe opinar distinto, o bien si lo hace, disimularlo lo más posible si no quiere ser investigado por la justicia, por el INADI, o demonizado por Clarín o “6, 7, 8” (según corresponda).

El problema con esta actitud es que impide llegar a mundos mejores. Si las expresiones de Páez o de Biolcati son atacadas con violencia y denostadas de manera que la próxima vez piensen dos veces antes de opinar sobre la “voluntad popular”, nos quedaremos sin voces críticas. Y las voces críticas son esenciales al mundo por dos cosas:

En primer lugar, si las críticas son erróneas, el hecho de que hayan salido a la luz, nos da la posibilidad de contrarrestarlas, de oponer nuestra teoría y reforzar nuevamente su valor.

Por el contrario, si las críticas son acertadas (y creo que nadie pensó en esta posibilidad), entonces estamos ante la posibilidad única de dar un nuevo debate, y de encontrar sistemas que satisfagan mejor las necesidades de todos.

En el año 1600 Galileo Galilei salvó su vida al confesar bajo presión que su teoría sobre el movimiento planetario era falsa. Sin embargo, la Tierra gira alrededor del Sol.

Probablemente no sean Biolcati ni Fito Páez los Galileos de nuestra era.

Pero que no queden dudas que la actitud de persecución y vilipendio de cualquiera que critique ciertos asuntos de nuestra vida pública es la garantía más grande de que si hay un Galileo dando vueltas, nunca lo vamos a conocer.

Elecciones: ¿Qué Elecciones?

[Publicado originalmente el viernes 29 de julio en La Crisis es Filosófica]

Todos sabíamos que el 2011 iba a ser un año electoral. Sin embargo, ahora nos vamos dando cuenta de lo que esto significa. Luego de la votación del 10 de julio, los porteños volveremos a las urnas este domingo 31. Quince días después, el 14 de Agosto, todos los argentinos tendremos que votar en las Elecciones Internas, Obligatorias y Simultáneas para Todos los Partidos. Finalmente, y luego de una breve pausa, volveremos a las urnas el 23 de Octubre para la elección nacional y, de haber Ballotage, una nueva elección nos espera el 20 de Noviembre.

Más allá de la cuestión política evidente que será resultado de todas estas votaciones, existe algo que también se alterará: naturalmente, la tranquilidad de tu domingo.

Es decir, si el domingo de la elección pensabas levantarte tarde (para eso están los domingos, ¿o no?), cuando vayas a votar, un rato antes o un rato después de comer, vas a darte cuenta que tenés quince o veinte personas en frente tuyo con lo que el deber cívico te va habrá costado entre 35 y 50 minutos de tu día. Si, en cambio, pensabas evitar la cola e ir temprano, la situación no mejorará mucho, ya que probablemente la evites, pero corras el riesgo de ser obligado a quedar como presidente de mesa. En ese caso, tu deber cívico te habrá costado casi 10 horas de tu día. Además del hecho que te levantaste temprano un domingo.

Agregado a todo esto tenés el lío de tránsito y autos en doble fila estacionados en la puerta de los colegios, justo en las calles más angostas de la ciudad; y el hecho de que, si querés “hacer las cosas bien”, tuviste que comerte horas de informativos televisivos y varias páginas de diarios para saber qué va a hacer cada candidato con tu pobre país. Y todo esto sin contar que el sábado a la noche no pudiste tomarte ni una cerveza ni ir a bailar a ningún lado por la veda electoral.

Ahora bien ¿Qué pasa con la gente que no tiene ganas de leer los diarios? ¿Qué pasa con los que sólo leen la parte de automóviles, o el suplemento de arte? ¿Qué pasa con vos, que estabas súper ilusionada con pasar un domingo de campo y te tenés que quedar en Capital porque el predio en Ezeiza no es a más de 500 kilómetros de modo que te exima de votar? ¿Qué pasa con los que sólo quieren ir a bailar y divertirse, y no les interesa si gana Cristina o gana Alfonsín porque -pase lo que pase- Crobar va a estar siempre abierto?

Finalmente ¿Qué pasa con aquellos que sí leen los diarios, que sí saben realmente lo que los políticos le van a hacer al país, y que por consiguiente quieren ahorrarse el trámite de colaborar con la destrucción de la nación?

En definitiva ¿es posible que «Las Elecciones» se opongan a nuestras elecciones? ¿Y llegado ese caso, qué elecciones son las que tenemos que valorar?

Creo que no hay mejor cosa que dejar, voilà, que cada uno decida.


Que siga el show

¿Para qué sirven las elecciones? Creo que la primera respuesta que se me viene a la cabeza es que las elecciones sirven para mantener el statu quo y que la gente viva la ilusión de que puede ser participe de un cambio, de influir en las decisiones que toman los que están al mando, y que de ellos depende el futuro. Una gran mentira.

No hay mejor ejemplo para demostrar eso que los comicios que se llevarán a cabo en pocas horas, este domingo, a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Si alguno me pregunta sobre las propuestas de los tres candidatos con mayor posibilidades de ganar, debo decir que de Macri ni siquiera tiene propuestas en su sitio web(pero ya sabemos que propone: aumento de impuestos, de regulaciones, legislación paternalista, etc.). Filmus y su síntesis de propuestas es un claro ejemplo del mito de la omnipotencia del estado, él al ganar la elección se convertirá en un superheroe y podrá resolver todos los problemas, lo único que hacen falta son más leyes y más ministerios. O por lo menos eso es lo que dicen sus propuestas. Pino Solanas, con sus 100 propuestas para la Ciudad, probablemente sea el candidato mainstream mas estatista de todos, tutto nello stato.

Los candidatos: todos iguales.

En definitiva, toda alternativa presenta en mayor o menor medida, un modelo donde se cree que con intervencionismo se pueden resolver todos los problemas que tiene la Ciudad, cuando en realidad, es la causa de los problemas.

¿Y qué queda para el resto? El candidato que según esta nota de Página/12 «se reivindica liberal», Ricardo Lopez Murphy, plantea sus propuestas sobre 9 temas diferentes. Desconozco que significa para Lopez Murphy ser liberal, sus propuestas, al igual que la de los otros candidatos analizados, ponen en el centro de la resolución de todos los problemas a la acción estatal, desde la financiación de forma arbitraria a determinadas expresiones culturales, hasta ofrecer créditos por costos debajo de la tasa de  mercado (ya sabemos las consecuencias de esto) . En definitiva, «el liberal» propone el mismo programa ofrecido por Filmus, Solanas y el que Macri esta ejecutando.

Pero ojo, como suelen decir, esta vez va a salir bien.

Las elecciones a jefe de gobierno, mejor dicho: las elecciones en general, no dan la posibilidad  de elegir entre alternativas diferentes. Si bien los distintos candidatos se critican en público, es todo parte de un circo. Sus programas políticos y sus ideas de cómo se debería gobernar son muy similares entre sí. Es que la democracia es algo más similar a un sistema para la perpetuidad del statu quo, y no una herramienta de cambio. La democracia, como decía Churchill, es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes. Mi esperanza: dejemos de conformarnos con lo menos peor, es hora de merecer algo mejor.

Addendum: El Cronista expone de manera sucinta las ideas económicas de los tres candidatos, que en su esencia, son de la misma naturaleza.

En lugar de indignarse, piensen

Publicado originalmente en No me parece – 22 de mayo de 2011

Por Jose Benegas

Indignados

Lo que ustedes reclaman como hijos mal atendidos es lo que toda la vida les hemos estado diciendo los que no creemos en el uso de la autoridad central para manejar a la sociedad que el Estado no puede dar. No son sus dirigentes los que han fallado, ellos han hecho exactamente lo que ustedes demandaban y así les fue.

Las viviendas, los empleos, las jubilaciones que ustedes quieren que les den, deben ser producidas. Una vez que escribieron en un papel todos los derechos y aspiraciones que tienen alguien tiene que venir y hacer eso que ustedes dicen que nacieron con el derecho a tener (y ahora lloran ante los que se pusieron a escribir papeles cada vez más lindos y fueron entronizados a los puestos de mando), se deben fabricar los ladrillos, y el cemento, extraer el hierro de la roca y convertirlo en vigas, enviarlo en camiones – que muchos fabricaron – y ponerlas en su lugar. Y hay que estudiar para saber cuál es ese lugar. Ustedes piden que otros escriban todos esos derechos que dicen tener y ellos lo hacen. Crean oficinas de derechos y escriben leyes por las que ustedes van a tener todo lo que necesitan. Pero todavía falta la instancia de ponerse a trabajar ¿Y saben qué? Háganse cargo porque la verdadera naturaleza de sus pretensiones es deleznable. Quieren que esa autoridad vestida de paternalismo utilice la fuerza contra otros para que esos ladrillos, vigas y camiones, esos conocimientos adquiridos con mucho esfuerzo para saber cómo hacer sus viviendas, todo eso sea hecho esclavizando a todos los que intervienen en el proceso. Claro, ya no usan látigos directamente en la obra, solo pasa el recaudador y les revisa las cuentas para ver de dónde apoderarse del fruto de su trabajo. Y ustedes están ahí para alentarlos, sin saber que siempre los que pagan son ustedes. Parece que hay justicia finalmente en el mundo. Ustedes reclaman y ustedes pagan porque están ahí al margen de una economía que como tiene que cargar con el peso de sus pretensiones autoritarias, debe tirar el lastre de los menos productivos ¡Adivinen quiénes son los menos productivos! Ustedes los que están en las carpas quejándose porque su crimen no paga.

No se disfracen más de “democráticos reales”, ustedes son colectivistas reales. En el colectivismo no hay democracia alguna porque el ciudadano no existe, solo la maquinaria. No falsifiquen sus intenciones, van a terminar con la poca libertad que sus deseos han dejado en pie.

No pidan que se vaya nadie, váyanse ustedes. Váyanse al carajo. O empiecen a pensar. Tiren sus libros y busquen otros. Traicionen a sus maestros y libérense de la Matrix o déjense de joder de una buena vez con tanto llanto.

Los intelectuales: el brazo ideológico del estado

Murray Rothbard, el libertario más destacado del S. XX, y refundador del movimiento con su libro «Hacía una nueva libertad. El Manifiesto Libertario.»  , hacía hincapié en el rol de los intelectuales [1] para sostener el poder estatal sobre  el pueblo, los intelectuales son al estado lo que en la Edad Media, el clero era a la  monarquía de origen divino. En su famoso ensayo «Anatomía del Estado» Rothbard explica la función de los intelectuales:

Para lograr tal consentimiento [del pueblo a ser sometido a la coerción gubernamental] la mayoría debe ser convencida por medio de la ideología de que su gobierno es bueno, sabio, al menos inevitable y ciertamente mejor que las alternativas concebibles. La tarea social fundamental de los «intelectuales» es promover dicha ideología entre la gente. Pues las masas de hombres no crean sus propias ideas, es más, ni siquiera piensan a través de ellas independientemente, sino que siguen pasivamente las ideas adoptadas y diseminadas por el cuerpo de intelectuales. Los intelectuales son, por lo tanto, los «formadores de opinión» en la sociedad. Y ya que precisamente lo que el Estado necesita desesperadamente es el moldeamiento de la opinión pública, la base de la antigua alianza entre el Estado y los intelectuales se hace clara.

La tesís rothbardiana sobre los intelectuales como puesto de avanzada del poder estatal se confirma a cada momento. Ante el fracaso masivo de la escolarización estatal (la educación desde el punto de vista del Estado ha sido un éxito, generaciones de jóvenes colectivizados y adoctrinados) que quedó en evidencia a partir del reclamo estudiantil del cual  hemos sido testigos las últimas semanas (para una nota aparte dejó el sinsentido de intentar resolver un problema ‘la educación estatal’ con la misma causa del problema ‘más educación estatal’) en la Ciudad de Buenos Aires, la piedra fundamental del régimen estato-céntrico, la escolarización estatal,  se vio amenazada por su ineficiencia.

Esta situación propulsó que la elite de intelectuales, que son las armas que tienen los dirigentes políticos para volcar sus ideas sobre la opinión publica, saliera a defender la escolarización estatal y compulsiva, de una manera desesperada para comenzar a ordenar las ideas ante el desconcierto de la gente.

Un ejemplo de esta conducta es el  artículo publicado el sábado en el Diario Perfil, titulado Como Hacen los Ricos, su autor se llama Julio Sevares, y como no podía  ser de otra manera se trata del típico vendedor de ideas de segunda mano (así es como Hayek llamaba a los intelectuales)[ver nota 1]. Costó conseguir su CV, de hecho no lo pude  obtener ni en la página del Centro de Estudios del cual figura como integrante ni en cualquier otra institución argentina, un simple esbozo pude encontrar en una oscura Red de Investigación mexicana donde figura, como era de esperar, su trayectoria como parásito adeternum de la UBA, siendo investigador y profesor en esa misma institución, figuran también algunas publicaciones académicas (y pseudo-académicas), ademas de ser, dato no meor, editorialista del diario Clarín. La conclusión a la que llegamos luego de conocer  sus hitos profesionales (lamentablemente no pudimos acceder a un CV completo) no es para nada sorprendente, Sevares ha vivido desde siempre gracias al sueldo que le paga el Estado (dinero que se obtiene mediante el robo institucionalizado), y no como hacen la mayoría de las personas, ofreciendo voluntariamente un servicios, o bienes.

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