De tacaños, egoístas y asquerosos

Me quedaron en el tintero (en el teclado) algunos comentarios respecto de la elección del último domingo, más bien sobre las repercusiones de la abrumadora victoria macrista.

La elecciones pasaron, ganó Mauricio Macri, y Filmus quedó lejos, a 20 puntos.  Solanas  quedó  más lejos todavía,  sin embargo el gran ganador fue una vez mas el germen estatista, acaparó el 99% de los votos, en los diferentes envasases que se presentaba. Lo comentábamos, estamos hipnotizados con espejitos de colores.

Bienpensante #1

Las  repercusiones de los bienpensantes a la victoria de Macri (o de Duran Barba)  no se hicieron esperar,  en la vanguardia de la intelligentsia encontramos a Fito Paéz, músico y a  Horacio Gonzalez, bibliotecario nacional y militante anti-Vargas Llosista, expresando su opinión.

La realidad es que los mensajes de ambos no se diferencian mucho, por un lado Paéz escribió en la contratapa de Página/12:

A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. […] Da asco la mitad de Buenos Aires. […] Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing…

Por su parte, en el mismo sentido, Gonzalez declaró:

El titular de la Biblioteca Nacional, el kirchnerista Horacio González, afirmó hoy que la ventaja que logró Mauricio Macri sobre Daniel Filmus demuestra que en la Ciudad de Buenos Aires se instaló una «ideología tacaña, particularista, defensiva y egoísta».

González apuntó además a un sector social de los porteños que considera que se «deben tener actitudes inamistosas, actitudes vinculadas al cercamiento»

Supngamos que Gonzalez y Paéz tienen razón, y el proyecto del avasallado Filmus proponía un mayor gasto del dinero de los contribuyentes en programas sociales, viviendas subsidiadas, ministerios para todos, etc. Supongamos que Filmus a diferencia de Macri iba a intentar reducir la desigualdad entre el norte y el sur (y que la desigualdad qua desigualdad es algo negativo). Supongamos todo eso, sea cierto, o no. A partir de estas suposiciones me pregunto si con sus declaraciones pretenden inferir que Filmus representa una ideología «generosa, caritativa y altruista».  Supongo que era su intención, veamos por qué esto no es así.

Bienpensante #2

El gobierno no es, ni puede ser, generoso ni caritativo. Solamente pueden serlo los individuos cuando voluntariamente optan por ceder parte de su propiedad en favor de alguien que la necesita, ese es el factor esencial de la caridad y la generosidad: la voluntariedad. En el caso del gobierno, no se trata de caridad, ni generosidad. Es en realidad distribución del botín que hace un ladrón, es el proceso donde se obtiene por la fuerza los recursos que fueron obtenidos anteriormente de manera voluntaria por los «tacaños, particularistas y egoístas». En otras palabras, se ha pervertido el lenguaje,  lo que ellos llaman generosidad y caridad es en realidad saqueo y robo. Orwell llamaba a esto doblepensar , y esto es un ejemplo de libro a esa categoría orwelliana.

Puede ser que Gonzalez  también tenga razón sobre aquellos que votaron a Macri,  egoístas y tacaños, que no conciben ser caritativos  con los más necesitados, y que como la oferta macrista contemplaba menos planes sociales (pero igual gasto público, impuestos, regulaciones, etc.) hayan optado por él. En ese caso, la pregunta que nos tenemos que hacer es, ¿quién logró que Buenos Aires se convierta en una ciudad, donde la mitad de sus habitantes puedan llegar a ser como los señalan el cantautor y el bibliotecario?

Carta Abierta: Tacaños, egoístas y asquerosos, al servicios del poder estatal.

La respuesta es clara. El resultado de nueve años de saqueo por parte de los gobiernos nacionales (8 años K y 1 duhaldista) han generado una actitud defensiva entre muchos de los votantes de Buenos Aires. Como decíamos recién, el discurso colectivista adoptado por el gobierno ha logrado el objetivo de tergiversar los conceptos, oponerse a lo que ellos llaman «generosidad y caridad» de los gobernantes, es en realidad oponerse a la relación parásito-ciudadano que plantea la lógica estatista. La verdadera generosidad, caridad y solidaridad no se demuestra en el acto electoral, o en el ámbito de la política, ellas solo pueden estar presentes en la sociedad civil, donde no existan interferencias del gobierno, es decir no donde no exista la agresión constante llevada adelante por la casta política.

Concluyendo, no quiero decir que Fito Paéz y Horacio Gonzalez tengan razón. Pero si suponemos que  sus acusaciones son verdaderas, el responsable de tal situación no es Macri, sino que el orígen de estas actitudes las podemos encontrar en el proceso de los úlitmos 9/28/65/95/201 años de expoliación al ciudadano. Si la gente percibió (equivocadamente a mi entender) que con Macri iba a ser menos saqueada que con el resto no es un argumento para criticar, más bien es la respuesta natural a una sociedad cuya generosidad, caridad y solidaridad fue ab0lida por decreto presidencial.

Que siga el show

¿Para qué sirven las elecciones? Creo que la primera respuesta que se me viene a la cabeza es que las elecciones sirven para mantener el statu quo y que la gente viva la ilusión de que puede ser participe de un cambio, de influir en las decisiones que toman los que están al mando, y que de ellos depende el futuro. Una gran mentira.

No hay mejor ejemplo para demostrar eso que los comicios que se llevarán a cabo en pocas horas, este domingo, a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.  Si alguno me pregunta sobre las propuestas de los tres candidatos con mayor posibilidades de ganar, debo decir que de Macri ni siquiera tiene propuestas en su sitio web(pero ya sabemos que propone: aumento de impuestos, de regulaciones, legislación paternalista, etc.). Filmus y su síntesis de propuestas es un claro ejemplo del mito de la omnipotencia del estado, él al ganar la elección se convertirá en un superheroe y podrá resolver todos los problemas, lo único que hacen falta son más leyes y más ministerios. O por lo menos eso es lo que dicen sus propuestas. Pino Solanas, con sus 100 propuestas para la Ciudad, probablemente sea el candidato mainstream mas estatista de todos, tutto nello stato.

Los candidatos: todos iguales.

En definitiva, toda alternativa presenta en mayor o menor medida, un modelo donde se cree que con intervencionismo se pueden resolver todos los problemas que tiene la Ciudad, cuando en realidad, es la causa de los problemas.

¿Y qué queda para el resto? El candidato que según esta nota de Página/12 «se reivindica liberal», Ricardo Lopez Murphy, plantea sus propuestas sobre 9 temas diferentes. Desconozco que significa para Lopez Murphy ser liberal, sus propuestas, al igual que la de los otros candidatos analizados, ponen en el centro de la resolución de todos los problemas a la acción estatal, desde la financiación de forma arbitraria a determinadas expresiones culturales, hasta ofrecer créditos por costos debajo de la tasa de  mercado (ya sabemos las consecuencias de esto) . En definitiva, «el liberal» propone el mismo programa ofrecido por Filmus, Solanas y el que Macri esta ejecutando.

Pero ojo, como suelen decir, esta vez va a salir bien.

Las elecciones a jefe de gobierno, mejor dicho: las elecciones en general, no dan la posibilidad  de elegir entre alternativas diferentes. Si bien los distintos candidatos se critican en público, es todo parte de un circo. Sus programas políticos y sus ideas de cómo se debería gobernar son muy similares entre sí. Es que la democracia es algo más similar a un sistema para la perpetuidad del statu quo, y no una herramienta de cambio. La democracia, como decía Churchill, es el peor de todos los sistemas políticos, con excepción de todos los sistemas políticos restantes. Mi esperanza: dejemos de conformarnos con lo menos peor, es hora de merecer algo mejor.

Addendum: El Cronista expone de manera sucinta las ideas económicas de los tres candidatos, que en su esencia, son de la misma naturaleza.

Macristina

[Publicado originalmente el 9 de junio de 2011 – La crisis es filósofica]

Hace poco más de un año, cuando inauguré mi blog con el artículo “La Boheme Vs. Kapanga” planteé la idea de que los progresistas (que festejaban el bicentenario con rock nacional) por un lado, y los conservadores (que conmemoraron el bicentenario con música clásica y la reapertura del Colón) por el otro, se diferenciaban sólo en la superficie pero compartían sus premisas filosóficas básicas. A un año de esa situación, ni la superficie los diferencia.

En el pasado, cuando Macri eligió reabrir el Colón para festejar los dos siglos de la Revolución de Mayo, no dudó en gastar millones de pesos cobrados a la ciudadanía porteña, para refaccionar un teatro que -si bien tiene características aparentemente únicas en el mundo- sólo disfrutan unos pocos.

En contraste, la Presidenta Cristina Fernández se inclinó por financiar actividades más populares como espectáculos de rock que acapararon la atención del público.

Sin lugar a dudas (y más allá que la reapertura del Colón también tuvo su público) los espectáculos de la 9 de Julio fueron mucho más masivos. No obstante, la diferencia entre los dos actos fue sólo superficial ya que, en ambos casos, los dirigentes no dudaron en utilizar dineros públicos, que son de todos, para financiar y proveer la música, el arte y los espectáculos que disfrutan sólo algunos.

Un año después, ni siquiera queda la hipocresía de la diferencia superficial.

Este sábado 11 de Junio, “Los Pericos” (una banda que lleva vendidos más de 2,5 millones de discos) darán un recital con entrada libre y gratuita en el marco de la inauguración del “Distrito Tecnológico” de Parque Patricios.

Así es, como si Steve Jobs, Bill Gates y Mark Zuckerberg hubieran sido productos de la exención impositiva y la planificación municipal, el Gobierno de la Ciudad decidió delimitar un área propicia para que se instalen las empresas “tecnológicas” y, para darse un poco de autobombo, regalarán a los presentes un espectáculo del grupo “Los Pericos”.

Ergo, la pregunta obligada es: ¿Por qué Los Pericos? ¿Por qué no Los Cafres, Nonpalidece, u Otro Mambo? ¿Qué han hecho Los Pericos para que los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires los premiemos con los 10.000, 20.000 o 100.000 pesos que cobrarán por su Show? ¿Quiénes son Macri o el Ministro de Cultura Hernán Lombardi para decidir que son ellos mejores que alguna alternativa similar? ¿O acaso se trata de todos pagándoles la fiestita particular a los funcionarios?

Cuando un productor musical elige una banda para financiarla y difundirla, generalmente trata de encontrar una que le guste a la gente. ¿A toda la gente? Sabiendo que eso es imposible, no busca que le guste a todos, pero sí a una cantidad suficiente de modo que pueda hacer un buen negocio. Como colateral, el buen negocio resulta en beneficio para él, para la banda y para todos aquellos que encuentren placer al escucharla.

Cuando el gobierno es el que decide el show del día, el proceso es distinto. En lugar haber un productor que apuesta por un grupo que tiene potencial, lo que hay es un funcionario eligiendo la banda que tiene más potencial electoral –es decir, una banda consagrada que no tiene ninguna necesidad de seguir creciendo. Nada que ver con el aclamado “fomento a la cultura”.

Más aún, cuando el gobierno es el organizador de este tipo de eventos, se termina dando una situación que deberíamos reprobar entre todos:

José, el almacenero del barrio, que muere por la música de Cacho Castaña, paga todos los meses el impuesto a los Ingresos Brutos. Si no tuviera que pagarlo, tendría más dinero disponible que podría destinar ala compra de un nuevo disco de Cacho, comprar un nuevo equipo de música para escuchar mejor los discos viejos, o bien, comprarse una computadora para bajarse de internet la discografía completa en formato mp3.

Sin embargo, el capricho del gobierno, disfrazado de “Agenda Cultural”, se mete en el bolsillo de José (y le impide escuchar a Cacho Castaña) para que un tercero, que José no conoce y a quien no le debe nada, disfrute de un espectáculo que nunca se ganó en base a su mérito, sino que accede a él porque Mauricio aprendió de Cristina que las bandas taquilleras te suben en las encuestas.

Sonreí, te estamos quitando la libertad

Que salir a la calle es peligroso no es ninguna novedad. Tampoco que los encargados de ciudar la vida de las personas de la agresión no hacen su trabajo correctamente. Pero las soluciones que podés llegar a aceptar mansamente, pueden jugarte en contra. Hay que pensar y no dejarse comprar por todo lo que reluce, que la mayoría de las veces oro no es.

Seguramente los que diseñaron este cartel pensaron en la cantidad de gente que simpatizaría con la medida y busca aumentar la imagen del partido gobernante en la ciudad (por qué los actos de gobierno se promocionan con los colores partidarios con el dinero de los ciudadanos es motivo para otro post). Realmente lo que piensen los que diseñaron este cartel me tiene sin cuidado.

Lo que me tiene muy preocupado, son todas las personas que sonrían al ver este cartel, pensando que es una buena medida para todos. Perder nuestra privacidad no es algo para festejar. Y como repetí en algún comentario en el blog, una cosa es cuando estas herramientas de poder son utilizadas por un gobierno afín, y otra cosa muy distinta es cuando son utilizadas por un gobierno opositor (y sobre todas las cosas, con pocos escrúpulos). Es por ello que poderes de esta clase no deberían ser encomendados a ningún gobierno.

Sonreí, te estamos espiando

Como señaló Benjamin Franklin  hace ya mucho tiempo:

Quienes renuncian a su libertad a cambio de promesas gubernamentales de seguridad, terminarán sin libertad ni seguridad.

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