Leer este post es perjudicial para su salud

Hace unas semanas estuve de viaje por Chile y si algo me impactó fueron las imagenes que contienen las cajas de cigarrillos en ese país para advertir al fumador de los males que genera el tabaco. Las fotos eran tan fuertes que para evitar verlas acostumbran a taparlas con algún cartón o papel. (acá una muestra de las menos impresionantes)

Para no quedarse atrás el Ministerio de Salud de nuestro país dispuso de cambios en el packaging de los cigarrillos, y ahora en Argentina también tendremos los atados decorados con fotos del mismo estilo. Fue a través del decreto 497/12 del Ministerio de Salud que ordena la inclusión de estas imagenes:

Los paquetes y publicidades gráficas de cigarrillos deberán incluir desde junio fotografías de impacto y nuevos textos sobre el daño que provoca en la salud el tabaquismo, enfermedad que en la Argentina produce más de 40.000 muertes anuales, según un decreto del Ministerio de Salud publicado ayer en el Boletín Oficial.

Los paquetes de cigarrillos, de ese modo, deberán incluir desde junio la frase «Fumar causa cáncer», entre otras establecidas por la normativa, en sintonía con las directivas de la Organización Mundial de la Salud y el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT). De ese modo, los paquetes y publicidades gráficas incluirán la imagen de un pulmón sano y otro de un fumador con trastornos de salud junto al lema «Fumar causa enfisema pulmonar», la foto de un pie engangrenado acompañado por la frase «Fumar puede causar amputación de piernas» y una radiografía torácica con una «mancha» de colillas de cigarrillo. Los diez mensajes que deberán contener los paquetes y publicidades están comprendidos en el decreto 497/2012, firmado por el ministro de Salud, Juan Manzur, y publicado en el Boletín Oficial.

¿Armas de destrucción masiva?

Sumarse a esta tendencia mundial es una consecuencia lógica en la pendiente paternalista que se ha embarcado la Argentina, tanto a nivel nacional, como a nivel de la Ciudad de Buenos Aires. Allá lejos quedó la ley 23.344 del año 1986 que comenzaba a regular la publicidad de tabaco y productos destinados a fumar, y que además en su primer artículo disponía que en el envase de los cigarrillos debería aparecer la ya clásica leyenda «Fumar es perjudicial para la salud». Este fue el primer resquicio abierto para que los funcionarios estatales comiencen a interferir en los hábitos, buenos o malos, de la gente, en materia tabaquica. El primer paso en la pendiente resbaladiza.

Haciendo un paréntesis, para comprender los alcances de aquella primera regulación, es preciso recordar como  comenzó  la ola del prohibicionismo de drogas en Estados Unidos. El Dr. Thomas Szasz en su  libro Nuestro Derecho a las Drogas (PDF; gentileza PL) esboza una historia sobre la prohibición de narcóticos en aquél país, que, casualmente, comienza con la introducción de una ley que obligaba a las farmacéuticas a publicar en etiquetas los ingredientes de los productos que vendía, la Food and Drugs Act de 1906 fue el cimiento de la política  prohibitiva del gobierno de Estados Unidos, fue la primera vez que en esta materia el estado se apartó de su rol de «protector de los derechos individuales» e incorporó un mandato a las empresas comercializadoras de estos productos. En opinión de Szasz:

[e]s innecesario prohibir la no divulgación de los componentes de los productos médicos (o de otros). Es suficiente con prohibir la divulgación falsa y castigarla a título de fraude, con sanciones penales tanto como civiles. En cuanto a la no divulgación, debería ser castigada por la mano invisible del mercado. [1]

Al igual que hoy con el tabaco, las primeras intromisiones estatales en las drogas ahora ilegales, se dio de forma inocua regulando simplemente algunos aspectos referidos a su envase y la exposición de los ingredientes de los productos. Pensar hoy en la prohibición total del tabaco en el corto plazo puede ser tildado como una exageración, en 1906 aquellos que pensaban que la Food and Drugs Act iba a tener como desenlace la prohibición de las drogas, también se los señalaba como exagerados.

Volviendo a la cuestión de actualidad, el Ministerio de Salud decretó que además de la incorporación de las imagenes aludidas anteriormente, se reemplace la tradicional inscripción «Fumar es perjudicial para la salud» por referencias especificas a enfermedades que pueden ser provocadas por el tabaco. Esta tendencia mundial a la que se suma Argentina, está sustentada por la teoría del soft paternalism, un paternalismo atenuado donde el estado ya no dictamina o prohibe conductas sino que las intenta guiar por lo que, según la consideración de los funcionarios a cargo, es el mejor obrar.

Sin embargo, Mario Rizzo, profesor de economía en NYU, tiene una visión diferente al respecto, tal como lo plantea en este artículo. En dicho artículo comienza por cuestionar la necesidad de incluir esas imágenes tan impactantes, además de la advertencia generalizada que ya existía en los paquetes:

¿Por qué fue percibido por algunos de que el suministro de información, incluso en el momento de la venta, no es suficiente? ¿Por qué debemos dirigirnos a la exhibición de imágenes dramáticas de eventos con bajas probabilidades de que sucedan. (La mayoría de las personas que fuman no terminan como las fotografías sugieren, y muchas personas que no fuman terminarán conectados a tubos de respiración, los tubos de alimentación y repugnantes procedimientos médicos en algún momento antes de morir.)

Fumar es más saludable que el fascismo.

Esto es, explica Rizzo, para combatir dos sesgos cognitivos en la toma de decisiones. El sesgo de optimismo y el sesgo de disponibilidad. El primero hace referencia a que sabiendo que hay un X% de probabilidad de contraer una enfermedad fumando, la persona cree que esa estadística no se le aplicará a él («esto a mi no me va a pasar»). El sesgo de disponibilidad consiste en el miedo y la estimación exagerada de la probabilidad de ser víctima de algún hecho cuando tiene un contacto reciente con un hecho. Por ejemplo, después de una noticia de una accidente aéreo mucha gente piensa que la probabilidad de morir en uno es mucho más alto que lo que un análisis estadístico podría arrojar.

A partir de estas dos variables se diseña las política de atacar el sesgo de optimismo («fumar causa cáncer») y el sesgo de disponibilidad (las imágenes que acompañan en el envase). En primer lugar, concluye Rizzo en base a investigaciones, el sesgo de optimismo está ausente en los fumadores (PDF; Cato Institute), los fumadores creen que las probabilidades de enfermarse por fumar son más altas que las reales. En segundo lugar, el sesgo de disponibilidad sólo tendrá éxito cuando el uso del cigarrillo se reduzca a un nivel mínimo.

Para terminar Rizzo descarta este aparente soft libertarian paternalism, que no es distinto del viejo paternalismo autoritario:

El «óptimo» no es  la toma de decisiones bien informadas por agentes morales autónomos. No son ni siquiera las verdaderas preferencias ocultas de la voluntad ilimitada del individuo. [El óptimo] es hacer lo que los paternalistas creen que deberías estar haciendo.

Las negritas son mías.

El nuevo avance paternalista, no es sorprendente si se tiene en cuenta el avance del «estado niñera», incompatible con una sociedad libre. No sólo estas políticas suelen fallar y hasta generar consecuencias indeseadas, si no que interfieren con decisiones personales, que no afectan a terceros, y pretenden dictar los estilos de vida ajenos. Dejando en manos de funcionarios, en este caso del Ministerio de Salud, como los agentes morales de lo que está bien y lo que está mal y de lo que debe ser la conducta promedio del ciudadano. Nada muy distinto a la Comisión para la Promoción de la Virtud y laPrevención del Vicio de Saudí Arabia.

Un paso positivo y aconsejable en materia de  prevención podría ser que los legisladores impulsen una ley que advierta a la población sobre el peligro que existe en confiar cualquier decisión sobre la vida de los demás a un político.

===

[1] SZASZ, Thomas. Nuestro derecho a las Drogas. P. 82. Ed. Anagrama.

Represalias

Escasas horas después de que se anunciara la intervención y futura expropiación de YPF, comenzaron a surgir noticias referidas a las represalias que tomarán el gobierno de España, la Unión Europea, y algunos de sus ciudadanos. Estas van desde dejar de comprar productos argentinos, o poner barreras arancelarias extra, hasta prohibir la entrada de personas argentinas en locales españoles.

Nacionalismo / Xenofobia

Cartel "Queda prohibida la entrada a argentinos"

En sintonía con los liberales de España, desde este blog repudiamos el atropello a la propiedad privada y a los contratos, y ahora también debemos repudiar estas represalias, por dos motivos:

1 – El estado español, a través de estas prohibiciones o impuestos, está perjudicando a productores y trabajadores argentinos que tranquilamente pueden estar en contra de la expropiación de YPF.
2 – Como consecuencia de esto, los ciudadanos españoles tendrán que pagar estos mismos productos más caros (ya sea por el porcentaje extra de los impuestos, o por el natural aumento de los precios al disminuir la oferta si se impide la entrada de los bienes). Cereza sobre el postre: Cristina Kirchner admite que el proteccionismo perjudica a los consumidores. 

Este tipo de represalias son las mismas que proponía Guillermo Moreno queriendo prohibir la importación de productos ingleses, al negarse el gobierno británico a tener el debate por la soberanía de las Islas Malvinas, y tienen el mismo calibre de idiotez: al inglés promedio no le importa o no tiene opinión formada acerca de de quién deberían ser las islas.

Al englobar a toda una población dentro de la bolsa “Argentina” o “España”, los individuos se pierden en la multitud y se generan este tipo de situaciones. El historiador Parker T. Moon, ya en 1930, destacó muy acertadamente el uso falaz de un sustantivo colectivo como «nación»:

Cuando utilizamos la palabra «Francia», pensamos en esta nación como una unidad, una entidad. Al decir: «Francia envió sus tropas para conquistar a Túnez», no sólo conferimos unidad sino también personalidad a un país. Las mismas palabras ocultan los hechos y hacen de las relaciones internacionales un drama fascinante en el cual se personaliza a las naciones como actores y se olvida con demasiada facilidad a los hombres y mujeres de carne y hueso que son los verdaderos actores. […]
Si no tuviésemos una palabra como «Francia» […] entonces podríamos describir la expedición a Túnez con mayor precisión; por ejemplo: «Unos pocos de esos 38 millones de personas enviaron a otras 30 mil a conquistar Túnez». Esta manera de describir la realidad sugiere inmediatamente una cuestión, o, mejor dicho, una serie de cuestiones. ¿Quiénes son esos «unos pocos»? ¿Por qué enviaron a los 30 mil a Túnez? ¿Y por qué éstos obedecieron? Los imperios no son construidos por «naciones» sino por hombres. El problema que enfrentamos consiste en descubrir en cada nación a los hombres, a las minorías activas que están directamente interesadas en el imperialismo y luego analizar las razones por las cuales las mayorías pagan el costo y luchan en la guerra que necesita la expansión imperialista.

(Parker, Thomas Moon. Imperialismo y política mundial. Nueva York, Macmillan, 1930, p. 58)

Repsol y la propiedad privada


Kirchner y Brufau, CEO de Repsol, en los viejos buenos tiempos.

Los liberales por definición son (somos) defensores de la propiedad privada, ya sea porque consideran que la propiedad es un derecho inherente a las personas, o porque respetar los derechos de propiedad tiene como resultado un mayor bienestar para la sociedad, el concepto de defensa de la propiedad privada es un punto en común que comparten los liberales de todas las ramas. Las diversas ramas del liberalismo no son ni más ni menos que diferentes interpretaciones de qué es la propiedad y que derechos tiene uno sobre ellas, pero todas ella son atravesadas por ese concepto de la propiedad privada.

Sin embargo, esto no quiere decir que la propiedad privada sea un valor absoluto a defender, sin importar el contexto, la historia, o cualquier otra circunstancia relacionada con aquél derecho de propiedad en particular. Los liberales, en palabras de Rothbard, no defienden cualquier tipo de propiedad privada, si no la propiedad justa: 

     Thus, we cannot simply say that the great axiomatic moral rule of the libertarian society is the protection of property rights, period. For the criminal has no natural right whatever to the retention of property that he has stolen; the aggressor has no right to claim any property that he has acquired by aggression. Therefore, we must modify or rather clarify the basic rule of the libertarian society to say that no one has the right to aggress against the legitimate or just property of another.

La expropiación de YPF, sin ninguna duda se trata de un atropello de los derechos de propiedad de Repsol, el único socio expropiado, cuyas consecuencias, a pesar de lo que digan desde España, serán duras para la empresa. Aún más duras son para los argentinos, ya que este tipo de acciones generan inseguridad entre aquellos dispuestos a invertir en el país y generar riqueza. Me corrijo, no es que anteriormente existía un clima de seguridad para las inversiones, pero la expropiación  de YPF, en términos políticos,  está un escalón más arriba que el ya habitual intervencionismo estatal. Ni hablar de las consecuencias prácticas de una petrolera estatal, que incluye casi segura escasez de combustibles y deficits millonarios.

Guillermo Covernton, profesor de economía en la UCA Rosario, en su análisis de la expropiación publicado por ESEADE describe la misma de la siguiente manera:

«Están robándole a una persona privada, a un civil cualquiera, argentino o extranjero, detalle que no hace ninguna diferencia, un activo que ha comprado genuinamente, pagando por él con el fruto de su trabajo, con sus ahorros, o con capital tomado a crédito, y que debe devolver a los ahorristas que se lo confiaron»

¿Está Covernton en lo correcto al calificar a Repsol como un civil más? Adelanto la respuesta: no.

El estado cuando cobra impuestos, expropia, impone regulaciones, y toda actividad intervencionista en general, está de alguna forma u otra violando propiedad privada, el cobro de impuestos es la más alevosa y la que algunos liberales la consideramos una actividad criminal, similar a un robo. No importa, como diría Covernton, si se trata de un civil argentino o extranjero, o de un grupo de personas que deciden asociarse para desarrollar una actividad económica, una expropiación es un robo, incluso si la empresa es indemnizada: el ladrón que te roba todo y te deja $100 para un taxi no deja de ser ladrón.

No obstante, Repsol no es simplemente un civil argentino, o extranjero, o una sociedad comercial que se desarrolla en el mercado. Repsol, desde que puso pie en Argentina no pensaba desarrollarse como un participante más del mercado. Desde el vamos el proceso de adquisición de YPF fue turbio, y posteriormente Repsol no fue víctima de la intervención estatal, si no más bien un estrecho aliado de los sucesivos gobiernos incluso este, el expropiador. Repsol es una empresa non-sancta.

Esta idea no implica apoyar una expropiación a Repsol, pero pone las cosas en su lugar. Repsol antes, durante y después de la adquisición de YPF tuvo manejos pocos claros, y como ex-empresa estatal, privilegios del gobierno español. La expropiación no va a reparar esos desmanejos, por eso no hay tengo ningún tipo de interés en defenderla. Ofrecer como principal razón para oponerse a la expropiación es que Repsol es una simple víctima del estado tampoco es adecuarse a la realidad, la legitimidad de la propiedad de Repsol sobre YPF es dudosa.

El punto fundamental por el que la expropiación es perjudicial es las consecuencias respecto de la incertidumbre que genera invertir en la Argentina, la administración de justicia, el respeto por el cumplimiento de los contratos, y la propiedad privada. En este caso no hay ninguna víctima, Repsol se ha visto beneficiada durante años de favores estatales y hoy le aplicaron algo de su propia medicina.

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Chivo No Expiatorio

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Justicia para...¿todos?

Como todos saben, desde QueNoTePisen bancamos toda iniciativa que pueda llevarnos a tener un poquito más de libertad, que tienda a una sociedad abierta, evolutiva y libre o que nos ayude a convertir al leviatán estatista en un inofensivo caniche toy (que el día de mañana podamos mandar a volar).

Hace un tiempo se formó la agrupación Bloque Constitucional, que participará en las elecciones del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. En la misma participan varios amigos de la casa como Diego Goldman y entre sus propuestas está la colegiación voluntaria, que eliminaría el existente monopolio para ejercer la profesión. Como siempre, el Status Quo está usando las palancas del poder para complicarle la existencia y la participación a esta nueva propuesta que amenaza los curros y el poder de unos cuantos que responden tanto al oficialismo como a la llamada «oposición».

Así, sin más, les presento algunas palabras de los protagonistas:

El 24 de Abril, los abogados tienen por primera vez la oportunidad de votar por la colegiación voluntaria

Actualmente los abogados están obligados a pertenecer al CPACF para poder trabajar en la Ciudad de Buenos Aires, por una ley nacional que regula sobre una cuestión que la Constitución atribuye a la jurisdicción local.

La agrupación Bloque Constitucional formalizó su presentación con la consigna de propiciar una reforma legislativa para que los abogados puedan elegir libremente si desean colegiarse y contribuir al sostenimiento del Colegio Público. Las listas están encabezadas por: Daniel Rybnik (Presidente), Ricardo Mihura Estrada (Tribunal de Disciplina) y María Blanco Peña (Asamblea de Delegados).

Hasta que se consiga ese cambio legal, Bloque Constitucional propone bajar la matrícula anual a valores mínimos y eliminar el bono de derecho fijo que hoy se paga para iniciar o contestar cualquier acción judicial. Daniel Rybnik confía en que “la colegiación voluntaria nos beneficiará a todos, abogados y justiciables”.

El CPACF tiene la responsabilidad de controlar la matrícula y ejercer el poder disciplinario sobre los abogados, sin embargo, sus funciones actuales se desviaron ampliamente de sus competencias legales a punto tal que tiene un jardín de infantes, una agencia de viajes, otorga préstamos, tramita la licencia de conducir, el pasaporte, el DNI y muchas otras prestaciones solventadas con el aporte compulsivo de sus miembros.

Bloque Constitucional es la única agrupación que propone la colegiación voluntaria y el cumplimiento estricto del mandato legal. Todas las otras listas planifican hacer crecer las prestaciones y servicios a cargo del CPACF a costa de los matriculados y de la población a la que se le encarece el acceso a la justicia.

En las próximas elecciones de autoridades, los abogados podrán elegir cortar las cadenas con el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal para poder ejercer la profesión. “Somos la única lista que compite para defender la libertad y el bolsillo de los abogados. La apatía electoral favorece a los que se disputan el manejo de la caja”, señaló Daniel Rybnik.

En el día de hoy, la justicia electoral resolvió hacer lugar a la medida cautelar solicitada por Bloque Constitucional de suspender las elecciones del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal hasta tanto se permita su participación en el proceso de subsanación de impugnaciones y oficialización de listas de acuerdo al régimen legal vigente.

Acto seguido, los apoderados de Bloque Constitucional y candidatos Daniel Rybnik y Ricardo Mihura Estrada se presentaron ante el Consejo Directivo del Colegio para solicitar se fije una nueva fecha para el acto eleccionario, a efectos de poder cumplir con los pasos y plazos previstos en el Reglamento Electoral.

Sorpresivamente, la Junta Electoral del Colegio resolvió dar por oficializadas sin más trámite las listas presentadas por Bloque Constitucional bajo el Nro. 61 y otorgar plazo hasta este lunes 23 para presentar los sobres con las boletas y los 5 fiscales generales, en desmedro del cumplimiento de la normativa electoral de la institución.

De esta manera, la agrupación Bloque Constitucional -Lista 61- podrá participar del acto eleccionario del Colegio del 24 de Abril próximo y dar a conocer su propuesta de libre colegiación, reducción de la matrícula anual y eliminación del bono de derecho fijo.

Pasadas las palabras de los participantes, vemos como, una vez más, se utilizan los resortes del poder para, primero, tratar de impugnar a los promotores de la libertad en la participación de los comicios y, luego, cuando eso fracasó, aprovechar los tiempos y las cajas existentes para dificultar al máximo posible la participación.

Así que, si sos abogado y creés en La Ley, pero la de Bastiat, no la de los parásitos sentados en bancas regulando tu vida, acercate a poner un votito por la libertad. Paso a paso.

Aceite de Roca YaPeFu

AsterixBlackGold

Kiciloff buscando petróleo en Chubut.

Después de «Vienen por el agua», «Los fondos buitres» y «La Fuga (de capitales), la productora cinematográfica Nac&Pop nos trae su último éxito: «Se llevan el petróleo se llevan».

Qué review difícil, tantas cosas por escribir sobre el asunto YPF que no sé ni por dónde empezar. Voy a citar a un kirchnerista, el ex secretario de energía Cameron que, en un informe del 2003 resumió en algo así como «Jamás en la historia de Argentina se había sacado tanto petróleo como en los 90s ni había habido tantas inversiones en energía». ¿Qué cambió en todo este tiempo para que hoy haya problemas con los hidrocarburos?

Primero que nada, se intervino el mercado del petróleo, con el estado controlando el precio al que deben venderse los barriles de crudos y los combustibles en el surtidor. Una clara medida dedicada a poder emitir papelitos con el signo pesos por un lado y hacer «como que no se note la inflación» por el otro. ¿Qué genera esto? La oferta se contrae, dado que no conviene invertir para vender por volumen ni nada. La demanda aumenta hasta las nubes (la nafta está barata en comparación con los otros bienes y servicios, así que todo el mundo sale con el auto). Esta práctica lleva, a la larga, a la escasez, como puede verse en el libro  «4000 años de controles de precios y salarios».

Es así que se consumieron las reservas de gas, que se tuvo que importar, así como también fuel oil para las generadoras de ciclo combinado existentes en el país. Es más, varias empresas que tienen sus propios generadores fueron llamados reiteradas veces por Guillote para apretarlas con que manden electricidad a la red (fuente de primera mano).

Pero volvamos un paso atrás. ¿De quién es el petróleo? Según la constitución, el Estado es dueño de todo el subsuelo y minerales que haya, y es el que puede decidir qué se hace con el mismo. O sea que, YPF o no YPF, Repsol o no Repsol, EL PETRÓLEO YA ES DEL ESTADO. Lo que hace el estado, que es totalmente inútil para cualquier tipo de emprendimiento, es concesionar la extracción del petróleo a distintas empresas que tienen un poquito más de idea que los burócratas sobre petróleo, extracción, ganar plata, etc. A cambio de esto, las empresas le pagarán una (suculenta) cantidad de dinero al estado, ya sea por barril extraído, o un fee general por los derechos. Así vemos que no importaría quién saca el petróleo (YPF, Shell, Esso o Pepito) ya que está pagando por el mismo (por lo que tengo entendido, principalmente a las provincias).

Claro que, si te ponen un precio máximo a lo que podés vender la nafta en el surtidor, vas a tratar de agarrar el producto que sacaste de abajo de la tierra (para los estatistas, NO, el petróleo no aparece mágicamente en tanques y refinerías por más que queramos) y llevártelo al lugar donde mejor te pagan, o sea a donde más billetes verdes por barril te pongan. Y si a lo largo del tiempo el estado pone restricciones de a dónde podés mover las lechugas, saca arbitrarias leyes sobre negocios e infla la moneda sin control ¿Vas a mover un dedo para encontrar y sacar más petróleo? ¿Vas a hacer inversiones millonarias? ¿O vas a sacar todo lo que puedas de los pozos y máquinas que ya tenés, no sea cosa que a un loquito se le ocurra cortarte el chorro?

Y ya llegando a hace un par de años atrás, a la «Argentinización» de una parte de YPF en las manos de Eskenazi se hizo de una forma bastante turbia. Eskenazi pagó por las acciones que compraba con los futuros dividendos que le iban a pagar esas mismas acciones. Es una absoluta locura. Es como que yo le diga a google que me dé acciones, que se las pago con lo que ellos mismos van a ganar en el año. Se me cagan de risa en la cara. ¿Por qué Repsol aceptó ese trato? Tal vez porque cierto individuo del sur, con gran poder, les dijo «muchachos, o le dan las acciones a mi amig…digo, a un argentino, o no les dejo girar dividendos al exterior». Eso en mi barrio solía llamarse COIMA, pero bueno, tal vez estoy un poquito chapado a la antigua y ahora significa otra cosa.

Hoy no hay nafta en las estaciones de servicio y no alcanzan los hidrocarburos para generar la energía eléctrica necesaria, y para esto último hay que importar (por esto Moreno rompe las pelotas con la balanza comercial y el superavit afanado de dólares que el estado usará para pagarlos). ¿Quién es el culpable del faltante? ¡Los noruegos! Digo…¡esos malvados conquistadores españoles, que vienen a llevarse nuestras riquezas, y a invadirnos con su fea bandera roja y amarilla! Claro, no hicieron las inversiones suficientes para sacar más aceite de roca ¿Intervenir el mercado y destruir los precios no tendrán algo que ver? ¡NO! Hay unos extranjeros malos que siempre están pisoteando al mejor país del mundo, no dejándolo alcanzar su potencial.

¿Qué es lo mejor que podemos hacer para tener nafta en los tanques y luz eléctrica en nuestras casas? ¡Expropiamos YPF de los malos y la ponemos en manos de La Cámpora! Ahora sí, el petróleo va a brotar del suelo, va a ir mágicamente por los aires y se va a meter en los camiones cisterna, en los tanques de las refinerías, se va a procesar solo y va a llegar a los tanques de nuestros autos, colectivos y camiones a sólamente unos centavos. La falta de inversiones por inseguridad jurídica se soluciona, justamente, expropiando empresas. Quién lo hubiera dicho…

¿Alguien se acuerda de cómo andaba YPF cuando era del estado en los 80’s? Resumo un par de puntos, como para refrescar la memoria de los vejetes e introducción para los más jóvenes:

– Las estaciones de servicio daban lástima, eran una mugre total, tenían todas las mangueras por el piso, un peligro para la seguridad.

– Los empleados se afanaban la nafta, de acuerdo a su posición. El que servía el surtidor se afanaba un par de bidones, el que manejaba un camión y los supervisores se afanaban de a 500 litros.

– Te mezclaban la nafta súper con común y agua. Te destrozaba el motor y había que ir al mecánico cada dos por tres. (Hay escasez de mecánicos en el país y los autos nuevos son mucho más sensibles a estas cosas que antes…me pregunto qué pasará cuando vuelvan a hacer lo mismo).

– Se afanaban las herramientas, insumos, pilcha, lo que sea que no estuviera empotrado en el piso (y algunas cosas empotradas también), total «no es de nadie».

– En cada cajón de cada burócrata había un curro.

– Proveedores del estado y gerentes sobrefacturaban, diferían remitos y facturas y hacían todo tipo de artimañas para afanar guita de los contribuyentes, lo cual era mucho más fácil en un ambiente inflacionario como el de esos años.

– Había como 25.000 empleados, cuando sólo se necesitaban alrededor de 5.000.

O sea, gran cantidad de personas usaban YPF para poder tener un nivel de vida muy superior a lo que les permitía lo que en realidad producían. Total, pagaban los expoliados por los impuestos.

¿Por qué se vuelve a la YPF del estado?

Por tres motivos:

1 – Para usar la recaudación de ventas de la compañía para pagar los hidrocarburos que hay que importar, por lo menos por uno o dos añitos hasta que se funda (total, después vemos).

2 – Para volver a acomodar a esa gran cantidad de ñoquis y parásitos que «laburaban» o proveían al estado en los 80’s, vividores vitalicios de los contribuyentes.

3 – Tapar el escándalo de Boudou, Sumbutrule y Ciccone con una dosis de Nacionalismo. Como dijo Chiarutinni «En Argentina, el nacionalismo SIEMPRE garpa».

¿Qué hace la mayoría de la sociedad?

Festeja como si se hubiera ganado el mundial. Insulta y maldice a los españoles mientras entran a patotear a las oficinas de la empreas De Vido y Kiciloff (¿cuántos puestos ocupa el muchacho este? ¿Cobra un sueldo de gerente por cada uno este señor que es Marxista? ¿Sabrá que ocupando cargos, según su ideología, es un burgués vividor de los trabajadores?). Llora y festeja por la «recuperación» de la empresa para «el país».

¿Se puede ser tan, pero tan pelotudo y tan, pero tan xenófobo? ¿Se puede tener una mentalidad tan infantil o adolescente? Parecen nenes de jardín haciendo cantitos del estilo «Salita verde se la come, salita naranja se la dá».

La verdad que importa tres pepinos la nacionalidad del tipo que nos vende el petróleo, así como importa tres pepinos la nacionalidad del que nos vende una manzana, un auto o una computadora. Después los mismos que están cantando puteadas contra los españoles se rasgan las vestiduras cuando alguien dice, por ejemplo, «boliviano de mierda». Claro, eso es xenofobia y discriminación, pero putear a un español, a un brasilero o a un yanqui por el lugar donde nacieron no. Incongruencia pura.

El «autoabastecimiento» es algo trivial en un mundo globalizado. Lo que importa es simplemente poder realizar los intercambios necesarios, de lo que sea, para poder adquirir la nafta necesaria. Dado que  el petróleo es un commodity, el precio es el precio a nivel mundial. Para pagarlo más barato y que no haya faltantes, alguien tiene que poner la diferencia. Si lo hace el estado, te la está cobrando por otro lado con impuestos e inflación.

Por su parte, los gobernadores de las provincias petroleras, también tuvieron un pifie gigante. Salieron a aplaudir con los trapos, a salir en la foto con la reina y, cuando leyeron el proyecto vieron que, donde antes recibían regalías de 100 por la extracción de petróleo ahora van a recibir 49 y 51 el gobierno nacional, se dieron cuenta de que se tienen que pegar un tiro. O chupar más todavía las medias del estado nacional.

«Ahora YPF es nuestra, de todos los argentinos». Si no sos uno de los que tiene sueldo de YPF, uno de los proveedores o uno de los que afana ahí, es tuya para los gastos nomás. ¡A pagar se ha dicho, muchachos! A pagar más sueldos de la Cámpora, a pagar doble o triple a los contratistas, a pagar toda la reposición de insumos y herramientas afanadas…

Repsol es otro que se tiene que joder. Pagó una gran coima para jugar con las reglas de una patota y una mafia. ¿Y todavía se extraña que después le afanen lo que queda? Uno más que se fagocita el monstruo estatista. Lo que hay que preguntarse es: Si a una multinacional le puede pasar lo que le pasó ¿qué queda para la pequeña empresa o para la persona de a pié?

Y bueh, qué le vamos a hacer. El nacionalismo garpa. Agitando un trapo celeste y blanco se puede hacer cualquier cosa, pero CUALQUIER COSA, que casi 40.000.000 de personas te van a aplaudir, te van a pagar y te van a pedir por favor que…(la corto ahí porque mi vieja lee el blog).

Tristemente, sería tan, pero tan fácil tener «autoabastecimiento» y nafta barata en los surtidores: no expropiar / afanar, no inflar la moneda, permitir que el que gana plata la lleve a donde se le cante Y SACARLE EL 50% DE IMPUESTOS QUE EL QUE VA A CARGAR NAFTA PAGA EN EL SURTIDOR.

Pero claro, todo eso no da votos ni caja. Y hay que vivir la vida del burócrata ¿vió?

Voto argentino

Una vez más comprobamos que la mayoría de los habitantes de las fronteras que definen el territorio argentino no están preparados para elegir representantes democráticamente por medio del voto. Quedó más que claro cuando la «elegida» gritaba en un acto «vamos por todo, vamos por todos» y era vitoreada por una multitud de asistentes, tanto arriados como gratuitos, al mismo.

Elegir democráticamente a los que van a ocupar cargos públicos es solamente posible si, previamente, están absolutamente definidas las funciones a ejercer y los límites que dichos cargos tendrán. ¿Qué sentido tiene elegir a alguien que tendrá discrecionalidad sobre lo que puede hacer con nuestras vidas y con nuestros derechos? Eso se llama MONARQUÍA, y por esa, prefiero no votar. Hace no más de 200  o 250 años las cosas estaban mucho más claras y eran mucho más evidentes: te conquistamos por la fuerza y tributás como súbdito. Hoy un simulacro de elección también te hace súbdito. Súbdito de una manga de parásitos que vivió toda su vida del estado con su «profesión» de políticos que, mientras te afanan, te dicen que es por tu propio bien. Súbdito de un par de empresaurios amigos del monarca de turno que te fuerzan a «elegir» sus productos pedorros y carísimos mientras ellos viven en Puerto Madero. Súbdito de los empleados de esos empresaurios, esos que se «protege» por ser «trabajo argentino» (improductivo y carísimo, pero claro, es nuestro). Súbdito de los gremios. Súbdito de TODOS los empleados estatales. Súbdito de todos los votantes que reciben subsidios personales.

¿Qué beneficio tiene elegir cuál es la facción que te va a saquear? Solo tiene beneficios (por lo menos, temporales) para todos aquellos que quedan del lado de adentro de la facción, y están esperando morder algo (tal vez un carguito en Aerolíneas, un puestito en la municipalidad, o una flamante oficina en la recientemente robada YPF). Sin República, la democracia es un acto vacío y, hasta me animaría a decir, vomitivo, donde los únicos que tienen algo por ganar son los parásitos.

La administración del estado no debería ser distinta de la administración de nuestro edificio. Me imagino que si la administración que votamos para nuestra casa empieza a cobrar las expensas de forma arbitraria, subírselas a unos y bajárselas a otros, le empieza a dar guita al del 1C, mete a vivir una familia de su elección en tu depto y pone un policía en la puerta a ver con qué productos entrás y salís, terminás a las piñas con el administrador y lo terminás echando a patadas. Hay cosas por las que no se vota. Uno vota un administrador para que recaude la  guita necesaria para mantener los lugares comunes y se encargue de que esas actividades se lleven a cabo y nada más.

Bueno, eso mismo tiene que hacer la administración del estado. Ver dónde va un semáforo, limpiar la vereda, alguna oficina para un trámite de esos inter naciones y no mucho más. Quién se encarga debería ser casi irrelevante.

En una falsa democracia, o sea, una democracia fuera de una república, el poder ejercido es ilegítimo. No debe ser obedecido bajo ningún concepto. Es, simplemente, la banda mejor organizada, agitando un trapo celeste y blanco, con un montón de empleados zombies vitoreando y haciendo de falsa legitimidad. Municipios, provincias, legisladores, AFIP, sindicatos, cámaras empresarias…todas oligarquías que quieren que te arrodilles y rindas pleitesía. Si vas a hacerlo, que sea porque te apretaron, te obligaron y te resististe, no porque te compraste el cuentito del «país». Es la única forma de desenmascarar la agresión.

Clint_Eastwood

Get Out...

¿Qué hacemos con nuestros parientes, amigos y vecinos que votan y bancan el saqueo estatista? Si lo hacen por naive e inocentes, no tengo una respuesta muy clara. Lo que sí, hay que pensar que más de 70 años de experiencia en choreo y fracaso estatista deberían haber hecho que aprendan algo. Ahora…con los acomodaticios que están atrás del curro o atrás del cargo, cada vez estoy más convencido de que hay que hacer la gran Eastwood y decirles «Get out of my property» (get out of my life too.).

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Sushi matavacas

A pesar de ser una comida muy normal en oriente, barata y muy popular en diversas culturas (suele ser más barato que almorzar un bife en varios lugares del mundo, no necesariamente orientales), en Argentina es visto como algo snob, reservado para yuppies y personas de alto nivel económico. Aún así, el sushi, como otras comidas y costumbres orientales, supo construir un nicho de consumo y consiguió cierto éxito en la sociedad.

sushi mata

¿Desde 1984? ¡Por supuesto!

El freno a las importaciones lo impactó directamente, porque varios de los insumos que se utilizan en la preparación del mismo (algas, salsa y salmón), son importados y, como sabemos, para nuestro beneficio, el estado está en guerra con los productos importados, así podemos tener una vida plena y feliz.

Salió la información de que una cadena de restaurantes de este tipo de comida, Sushi Club, logró conseguir una audición con el lord Moreno, donde le explicaron que tenían casi 50 restaurantes, alrededor de 450 empleados y que las restricciones les estaban haciendo imposible seguir con el negocio. La respuesta fue la siguiente:

«¿Cuántos restaurantes tienen? ¿48? La solución es fácil: de ahora en más, 48 parrillas! Al argentino no le gusta el sushi, le gusta el asado».

Primero me pregunto ¿quién carajo es Moreno para saber qué le gusta a 40.000.000 de personas?

Y después, la pregunta obligada es ¿se da cuenta este ignorante de lo que propone?

Supongamos que hay dos grupos de amigos que se juntan a comer todas las semanas:

Grupo A: muchachos de clase media, que tienen por casi único gusto / lujo, hacer un asadito el sábado a la noche y tomar unos vinos.

Grupo B: muchachos de clase media / alta que disfrutan ir a un restaurant de sushi una vez por semana.

Supongamos también, que la economía está compuesta por una vaca y X cantidad de kilos de sushi, ambos suficientes para proveer a ambos grupos de sus comidas semanales.

La movida de M0reno ELIMINA POR COMPLETO la existencia del sushi. Ahora tenemos una economía que tiene UNA SOLA VACA.

Sin tener la posibilidad de comer sushi, el Grupo B opta por el asado, porque otra no les queda. Así, tenemos a dos grupos compitiendo por el mismo recurso. El carnicero, propietario de la vaca, tipo con calle y ningún gil, se da cuenta al toque del aumento de la demanda, aumentando así el precio. ¿Hasta cuándo va a aumentar el precio? Hasta llegar al precio que el Grupo B esté dispuesto a pagar.

El Grupo B tiene ingresos más altos que los del Grupo A, por lo tanto serán ellos los que definan el precio del asado. El Grupo A podrá optar por pagar el nuevo precio más elevado (relegando algún otro tipo de consumo que tenían) o por quedarse sin asado.

¿Podría Tito el carnicero aumentar la oferta de vacas? Podría, pero como ya dijimos, no es ningún gil. Pudiendo ganar más trabajando lo mismo que antes, no va a elegir ninguna otra opción. Es un tema de incentivos. Además, generar el doble de vacas que antes, toma un tiempo considerablemente mayor al tiempo de consumir los insumos existentes. ¿O acaso cree Moreno que va a haber nuevas vacas instantáneamente por arte de magia?

Es así como un cavernícola con palos es el responsable de que el Grupo A, al que alega estar tratando de «defender», se terminó quedando sin algo que disfrutaban mucho. Lo más triste del caso es que, muy probablemente, los miembros de ambos grupos estén chochos con las atrasadas ideas de que «importar es malo y exportar es bueno».

Y no olvidemos: TODA MOVIDA EN EL PLANO DE IMPORTACIONES Y EXPORTACIONES QUE HACE ESTA MANGA DE SIMIOS SÁTRAPAS, ES PARA TENER LOS DÓLARES PARA CUBRIR EL DÉFICIT EN EL MERCADO ENERGÉTICO QUE ELLOS MISMOS DESTRUYERON. Por cierto, cada nicho que se traba, impide o destruye ACHICA LA ECONOMÍA, o sea, hace que existan menos bienes y servicios disponibles para la misma cantidad de gente y demanda. ¿Quién piensan que va a tener más posibilidades de hacerse de esos recursos, «los que más tienen» o «los que menos tienen»? ¿Y quiénes se van a quedar sin nada?

Advertencia para los cybergurkas / estatistas básicos antes de que salten con algo como «el sushi es para la gente de guita y bla bla bla»: Dentro de el Grupo B debe haber unos cuántos pertenecientes a La Cámpora y otros miembros de la facción que detenta el poder, y tienen campos, departamentos en Puerto Madero y otros bienes de lujo.

Advertencia 2, para los mismos básicos: Es lo mismo la nota tanto para el Sushi Club, como si hubiese sido el Club de la Milanesa, el Club de la Comida China o el Club de la Tarta Pascualina.

Los dos árboles

La idea de los árboles como representación de ideas políticas parece que fue popular durante algún tiempo. Ya el ensayista y filósofo Henry David Thoreau expresaba esta idea en su famosa frase «Hay miles cortando las ramas del mal por cada uno que está asestando golpes a la raíz». Tiempo antes Thomas Jefferson, redactor de la Constitución de Estados Unidos y Presidente de ese país, había escrito: «¿Qué significan unas cuantas vidas perdidas en un siglo o dos? El árbol de la libertad debe de vez en cuando ser regado con la sangre de patriotas y tiranos. Es su abono natural.»

Más acá, tomando la tradición libertaria de Thoreau, varios activistas han apelado a la analogía  del árbol para presentar sus escritos. Larry Reed, hoy presidente de la pionera FEE, publicó una serie de ensayos bajo el título «Striking the root», otro destcado sitio web, Strike-the-root, toma su nombre de la analogía botánica del hijo pródigo de Concord, Massachusetts, el mencionado Thoreau.

El árbol del estatismo

En algún momento, apenas sucedida la muerte del ex-presidente Kirchner, el actual gobierno tomó como estrategia promover un discurso en el que se presentaba a las políticas e ideas, que dicen defender, como propuestas motivadas por el amor y la felicidad, propuestas constructivas , en contraposición del odio y la destrucción que proponen desde la opo y la corpo. El punto de partida, y tomada como referencia hasta el día de hoy, fue la frase que alguna vez repitió Kirchner, «que florezcan mil flores» decía Él. De esta   emulaba a Mao Zedong que apeló a otra analogía bótanica para lanzar la terrible «Revolución Cultural«.

Si continuamos con esta linea de identificar ideas árboles, por ejemplo, tendríamos por un lado el arbol de la libertad, y por el otro el árbol del estatismo, kirchnerista en este caso, que dicen construir sus defensores. Estos árboles serían abismalmente diferentes.

Si vamos a identificar las ideas políticas con los árboles, el arbol de la libertad y el arbol del kirchnerismo, o el estatismo que esté de turno, serían abismalmente distintos, es más, no podríamos saber cuán distintos serían.

El árbol de la libertad

Por un lado, tenemos el árbol del estatismo, un árbol que no existe, ya que aquellos que dicen construirlo pretenden mantener el control absoluto sobre como debería ser ese árbol, altura, cantidad de hojas, flores, ramas, cada atributo tendría su propio ministerio ¿Dónde se ha visto un árbol así? Ni los japoneses lo han logrado.  El Ministro de los Troncos calcularía que el ancho del tronco sea adecuado para el proyecto que está encabezando, el Ministro del Color evaluaría si el verde de las hojas es el deseado por su jefe (o jefa), el Ministro de la Altura va a estar midiendo todos los días el progreso del arbol y cortando aquellas ramas que excedan la altura planificada. Por supuesto, un árbol sometido a tantas vejaciones diarias para contentar a un puñado de personas termina por morir. Un arbol como el que el estatismo quiere construir sería imposible, tan imposible como el control estatal total de la economía.

¿Y cómo sería el árbol de la libertad? No lo se. Sería imposible saber como sería aquél árbol, así como es imposible saber como sería cualquier árbol, o cualquier desarrollo de la sociedad en libertad, donde la innovación y la iniciativa está puesta a disposición de satisfacer las demandas de los demás.

Volviendo al estatismo, sin dudas existe cierta perversión en la idea de que ellos expresan la «felicidad, el amor, la construcción, la inclusión». Pocos han podido notar, no por algún tipo de maldad, si no más bien por la incapacidad de mirar un poco más allá de lo obvio, que detrás de cada propuesta política que emerge desde el ente estatal, o que proponen aquellos defensores de la intervención del estado, está todo lo contrario a lo que dicen sostener. No es el amor o la construcción lo que defienden, si no más bien, la agresión. Defienden la exclusión, o en otras palabras, la noción de que un grupo de personas sabe más que el resto como para dirigir la vida de ellos. Defienden la idea de que no todos son capaces de aportar a la construcción de una sociedad libre, si no que un grupo de excluídos (que han sido excluidos, en su gran mayoría, por políticas de carácter similar a las que proponen) deba depender parasitariamente de otro, sin poder ofrecer nada a cambio.

Es importante tener en cuenta la racionalidad de las acciones que toman y defienden y que luego, algunos jóvenes confundidos creen que son rebeldes al apoyarlas, para desnudar el verdadero accionar del estatismo, sea kirchnerista o sea de cualquier otra forma o color.

Protecciones

Sin ningún problema, desde su iPhone, diseñado en Cupertino, Californa, el vicepresidente, Amado Boudou, defendió el otro día por Twitter la política de autarquía al estilo Corea del Norte que se está llevando adelante en este país, a través de este tweet:

La política de proteccionismo es un hecho en Argentina, y se ve reflejada en precios, góndolas y ganancias de los empresarios. A diferencia de lo que ha explicado la teoría económica de los últimos 250 años, a partir de la Ley de Asociación de Ricardo, para el gobierno de Cristina Férnandez, y sus fieles esbirros de la talla de Giorgi, Moreno y el propio Boudou, apelar a la teoría mercantilista que predominó entre los siglos XVI y XVIII en Europa es el camino a seguir.

No podemos negar que el proteccionismo protege, sin embargo, lo que protege estás políticas arbitrarias son cosas muy diferente a lo que vociferan con palabras presuntuosas desde palcos los «defensores del proyecto nacional y popular», mientras los periodistas oyen atentamente sin preocuparse de que no pueden, nunca, realizar alguna pregunta.

El proteccionismo, en primer lugar, protege a algunos empresarios de la competencia extranjera. Al prohibir que se importen productos del exterior el ámbito donde tiene que competir un empresario pasa de ser mundial, a ser limitado solamente a un sector del globo, la República Argentina, un territorio demarcado arbitrariamente, como cualquier país del mundo. De esta forma, al haber menos competencia, se producen dos efectos positivos para estos empresarios que no dudan en defender las políticas proteccionistas: puede elevar los precios, porque no tienen competencia, y al mismo tiempo elevan sus márgenes de ganancias. El proteccionismo es una redistribución de la riqueza desde los sectores productivos y competitivos hacia los sectores parasitarios. 

Cuando se implementan políticas proteccionistas, surgen empresas que de tener que competir en un mercado libre no podrían existir, ya sea por una cuestión de costos, de tecnología disponible, know-how, o lo que sea. Cuando se abre una empresa, ésta demanda mano de obra, además de otros factores de producción, como bienes de capital.  Pero ¿es positivo esto? El trabajador que fue contratado por esa empresa, contestaría que si. Sin embargo, salvo para esos nuevos empleados, y para el empresario que ahora tiene una fuente de generación de ingresos a costa de que sus consumidores se ven privados de acceder a la competencia, esta nueva empresa es perjudicial. Es perjudicial porque ocupa factores escasos, como son los trabajadores y los bienes de capital, y los destina a una actividad que no produce riqueza, más bien les genera un perjuicio.

Como vimos hasta ahora, el proteccionismo ofrece mayores precios para los consumidores, mayores márgenes de ganancias para algunos empresarios y además desperdicia recursos escasos que podrían ser destinados a otras actividades productivas. Pero hay mas.

También hay empresarios que se ven perjudicados por el proteccionismo imperante, son aquellos que dependen de algún insumo proveniente del extranjero, así se ven frustradas oportunidades de abrir nuevos emprendimientos, o de continuar emprendimientos ya existentes. ¿De dónde salen aquellos puestos de trabajo que «genera» el proteccionismo? Acá ya podemos contar algunos.

Finalmente, no podemos dejar de mencionar al hombre olvidado, aquel que debe pagar más por productos que, en un mercado libre, pagaría menos. Ese hombre, o mujer, está obligado a destinar una mayor parte de sus ingresos en menos productos, y en consecuencia, su nivel de vida baja, pudiendo acceder a un menor número de facilidades. Mucho peor es para aquellos que se encuentran en los márgenes, y que los incrementos de precios no solamente significa consumir menos de otras cosas, si no, dejar de consumir.

Los argumentos a favor del proteccionismo suelen ser básicos y emocionales, pero carentes de cualquier lógica económica, de ser tan beneficiosa la aplicación de este tipo de políticas, cada provincia, municipio, barrio, manzana, cuadra o familia,  debería adoptar el proteccionismo, y de esta manera, asegurar los puestos de trabajo, y la superioridad de la industria provincial/municipal/barrial/manzanal/cuadral/familiar, según sea el caso.

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¿Quién sanciona a Movistar?

El gobierno nacional anunció con bombos y platillos que próximamente se sancionará a la empresa de telefonía celular Movistar, que el día lunes sufrió un desperfecto técnico y dejó sin servicio a casi 15 millones de personas.

En coherencia con la linea argumental del gobierno de no desperdiciar oportunidad para señalar la importancia de la intervención estatal, y la grandeza del gobierno frente al sector privado, el ministro de Planificación Julio De Vido hizo las siguientes declaraciones:

De Vido consideró que «hoy marcamos el camino y dimos absoluta claridad de que el Estado no va a permanecer pasivo cuando se afecta la prestación de un servicio que involucra a 18 millones de usuarios de telefonía móvil y otros tantos que tuvieron problemas con la fija» y adelantó que «los números de la multa se conocerán en los próximos días, cuando concluyan los trabajos técnicos».

Hay varios interrogantes que surgen a partir de las declaraciones de De Vido, y que deberían ser analizados. Está claro que el gobierno ha aprovechado la oportunidad de que el falló el servicio de Movistar para ponerse del «lado de los desprotegidos, los débiles que no pueden hacer nada ante semejante multinacional» como se dijo durante el día. El Secretario de Comunicaciones, Lisandro Salas, habló de una «desprotección por parte de la empresa» hacia los usuarios.

Sin embargo, todas estás declaraciones no hacen más que confirmar de forma categórica la ignorancia de los funcionarios acerca de como funciona el mercado, o en todo caso la intención de transmitirle y fomentar en la gente la dependencia total del Estado siguiendo el concepto básico del fascismo «todo dentro del Estado, nada fuera del Estado, nada contra el Estado».

La sanción en este caso no va a provenir por parte del estado, si no que son los consumidores o usuarios los que pueden sancionar cuando Movistar, o cualquier otra empresa, falla en su servicio y no está a la altura de sus expectativas. El gobierno, sancionando a Movistar, no estaría defendiendo derechos individuales, como se suele decir que es su función fundamental, si no interfiriendo en un arreglo voluntario entre dos partes

Hasta el momento la empresa anunció algunas bonificaciones:

Según informó la empresa telefónica, «en la próxima factura se bonificará el día completo del abono», y a quienes utilicen el servicio prepago «se extenderá el vencimiento del crédito por 48 horas más», según reveló Ramón Ponce Gil, director Corporativo de Comunicación e Imagen del Grupo Telefónica.

En diálogo con radio Mitre, el directivo comunicó los primeros resarcimientos.

Además, según informó la compañía en un comunicado, le extenderá la vigencia del crédito por 48 horas, a aquellos clientes que tuvieran recargas con vencimiento el lunes dos de abril.

Por otra parte, todos los clientes Movistar podrán enviar SMS gratis durante los 4 días de Semana Santa a todo el país (de jueves a domingo).

Desigualdad. Por último, un argumento utilizado muy a menudo para defender este tipo de acciones, es la idea de que existe un desequilibrio en el poder de negociación entre la gran empresa multinacional, con una gran estructura, y el usuario particular que carece de cualquier tipo de poder de negociación. Esto, en principio, es verdad. Sin embargo, los que apelan a este argumento sufren de miopía al no poder observar todos los factores que están involucrados en la relación de Movistar y sus clientes. El poder, lo tienen los 16 millones de afectados, de los que depende Movistar para ser rentable,  además de la presión que existe por parte de los competidores que pueden capitalizar este error de la compañía española, y atraer nuevos clientes.

En conclusión, este tipo de situaciones nos demuestra que los mercados desregulados no existen, las alternativas que se pueden presentar son dos: por un lado un mercado regulado por un puñado de funcionarios que deciden que empresas deben sobrevivir y cuales deben dejar de ofrecer sus servicios, y que apliquen sanciones quien sabe con que criterio. Por el otro lado, un mercado regulado por los consumidores, que con sus decisiones diarias sobre como asignar sus ingresos, pueden castigar muy duramente a aquellos que no están a la altura de sus expectativas.

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