Novedades en QUENOTEPISEN

La primera, más que obvia, el diseño, que con el tiempo iremos mejorando algunas cuestiones todavía a prueba. Todos los días se encontraran con el artículo principal en la home, y a la izquierda podrán acceder a los últimos artículos. Para ver artículos mas viejos pueden clickear en últimos artículos, o en artículos anteriores.

Junto con el cambio estético hicimos algunas modificaciones al funcionamiento del blog. Mantenemos los posts habituales a los que están acostumbrados de leer casi todos los días, y agregamos una nueva sección de microblog, un sub-blog dentro de QNTP.net que será destinado a la difusión de noticias con breves comentarios, recomendaciones de artículos, posts cortos de uno dos párrafos, videos, es decir, serán posts más al paso de los que, esperemos, tendremos muchos cada día. Con esta nueva sección además, incorporaremos nuevos bloggers para mantener actualizado el microblog, además de los que ya conocen.

Esto no es todo, próximamente habrán más novedades.

Gracias por leernos.

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Moreno, en defensa de los consumidores

Se armó un pequeño revuelo el día de ayer con la modificación de una resolución que dispone que el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, tiene derecho a dar de baja a las asociaciones de consumidores del registro, cuya inscripción les otorga ciertas facultades para interponer acciones colectivas en materia de derechos del consumidor, función fundamental de estas asociaciones.

«El napia», defensor de los consumidores

Las Asociaciones de Consumidores, tal como existen hoy inscriptas en un registro y con ciertos privilegios de representación de consumidores, son en realidad, una consecuencia más del pensamiento estatista que perdomina.  Varias veces desde acá hemos protestado acerca de las posturas que han tomado este tipo de asociaciones que en la práctica son manifiestamente anti-consumidores.  Señalabamos a Susana Andrada, de ADECUA,  en contra de los descuentos o en contra de las liquidaciones,  acciones que no se entiende que sean para proteger al consumidor. Otro de los representantes de los consumidores es Héctor Polino, eterno socialista, desde Consumidores Libres se suma a la opinión que los consumidores deben ser «protegidos de las empresas», usando la maquinaria de coerción estatal.

Estas agencias no surgieron ni de forma aislada, ni espontáneamente, el surgimiento de estas asociaciones coincide con el desarrollo del derecho del consumidor en Argentina, una rama del derecho coherente con el desprecio y desconocimiento sobre el funcionamiento de un mercado libre en el que se establecen este tipo de legislaciones.  En definitiva, en vez de ser ONGs que defienden a los consumidores, como se presentan, son en realidad lobbyistas para regular el mercado, eliminar la competencia (en nombre de la «defensa de la competencia») y recaudar con las multas, que sean destinadas a la «educación del consumidor».

Para los distraídos, las disposiciones legales referidas a la defensa del consumidor surgieron en plena década menemista, una  causa más para refutar al débil argumento que el neoconservador Carlos Menem, era un liberal.  La esencia de esta legislación es la desconfianza en los mecanismos que ofrece un mercado libre a la hora de proteger a los consumidores ante abusos de las empresas,  además de la exclusión de los mecanismos ordinarios para acceder a un tribunal. De ahí a que promuevan multas extraordinarias, por más que la misma empresa se ocupaba de resarcir a sus clientes.

¿Y cuáles son esos mecanismos que ofrece el mercado? En primer lugar, presuponemos la existencia de un mercado libre, es decir sin interferencia alguna para poder ingresar a competir (como pueden ser requisitos legales arbitrarios, regulaciones especiales, autorizaciones, fijación de precios, requisitos de nacionalidad de los accionistas, etc.), en ausencia de un mercado libre, los consumidores quedan expuestos a los arreglos entre empresas y el estado, para beneficio de ambos dejando verdaderamente desprotegido a los consumidores al estar frente a empresas que no tienen la necesidad de competir. Este último supuesto, el corporativismo, es el sistema que rige en Argentina desde hace mucho tiempo.Solamente en un mercado libre los consumidores se encuentran protegidos, especialmente por la existencia de la competencia sin restriccones.

Una vez bajo un mercado liberado, las empresas deberán competir sin trabas por obtener la excelencia en el servicio, satisfaciendo a su demanda. Aquellas que no lo hagan, no respeten los contratos, o que ofrezcan mercadería en mal estado, terminarán quebrando por no respetar al consumidor. No estamos diciendo nada nuevo, el consumidor con sus decisiones decide todos los días premiar y castigar a las empresas de acuerdo a lo que ofrecen y a sus conductas, en sus elecciones diarias, tal como señaló Ludwig von Mises:

La economía de mercado no saboteada por los arbitrismos de gobernantes y políticos es incompatible con la existencia de señores feudales y poderosos caballeros que mantenían sometido al pueblo mediante tributos y gabelas y celebraban alegres banquetes mientras los campesinos habían de conformarse con las migajas. La economía basada en el lucro hace prosperar a quienes supieron satisfacer las necesidades de las personas de manera mejor y más baratas. Sólo c0mplaciendo a los consumidores es posible enriquecerse. Los empresarios pierden su dinero en cuanto dejan de invertirlo en aquellas empresas que mejor atienden la demanda del público. En un plebiscito donde cada centavo confiere derecho a votar, los consumidores a diario deciden quiénes deben poseer y dirigir las fábricas y los comercios. El control de los factores de producción constituye una función social sujeta a confirmación o revocación por los consumidores soberanos.

Las asociaciones no se limitan a no tener ningún sentido, por el contrario, con las regulaciones y campañas que impulsan, como la fijación de precios, «acuerdo de precios», boicots, etc.,  su impacto en las regulaciones y leyes de la materia en cuestión termina por generar pérdidas en el comercio para intentar cumplir estás nuevas formas de dirigir al mercado.

Dicho esto, la conclusión  es que esta nueva acción del gobierno lo único que hace es ir contra organismos que surgen a raíz de la posibilidad de lucrar con legislación referida a «derechos del consumidor», funcionarios y defensores del consumidor son especímenes de una misma categoría, los rent-seekers. La particularidad de este caso es que al Secretario de Comercio no le gustaba que las ONGs de consumidores difundieran la cifra real de la inflación, es decir esta reforma no fue motivada por si las asociaciones cumlpen o no su finalidad, si no por una cuestión política totalmente ajena a sus funciones.

Por último, no creo que haya que enojarse por la situación de esas asociaciones, ya que desde el primer momento fueron concebidas como excusa para regular, regular y regular. Andrada, Polino y el resto de los «defensores del consumidor» son cómplices y la consecuencia del modelo estatista, incluso de la inflación por la que ahora son castigados de difundirla. Si en este caso la amenaza de Moreno se hace efectiva y les hace perder la personería jurídica , solo estarían recibiendo lo que durante toda su vida pidieron: más estado.

Palabras más, palabras menos, sos un idiota.

El otro día mientras descansaba en casa, me llama mi hermana por teléfono avisándome que en TN estaban cubriendo la protesta realizada por el Partido Liberal Libertario, en la cual vendieron dólares en la calle Florida. Más allá de la nota en sí, luego se pusieron a leer un folleto entregado en la calle, en el cual hicieron un Nolan Chart para saber la filiación política de la gente.

Recorté partecita del video sacado de la misma página de TN:

Palabras Más Palabras Menos, sos un tarado

Cuando se ponen a leer el Nolan Chart, empiezan a reírse al decir que es muy bizarro el folleto. Por ejemplo, al hablar de la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad, o que los ciudadanos deben poder gestionar su propia jubilación. Lo que Zlotowiazda y Tenembaum están diciendo entre líneas, es básicamente que sos un idiota. Es decir, para ellos, la obligatoriedad del cinturón de seguridad o el casco no haría falta, porque ellos son más inteligentes que el resto y les resulta obvio que se deben usar. Pero como todos los demás son unos incapacitados para razonar, es importante que se imponga una norma como esta. Además malinterpretan el mensaje pensando que en el PL están en contra del uso del cinturón de seguridad o del casco. Pero esto no es así, hay muchas alternativas a una ley impuesta desde el congreso, como puede ser que te lo exija tu compañía de seguro so pena de no indemnizarte en caso de accidente.

Con el tema de la jubilación pasa algo parecido. Casi seguro, y más sabiendo que se la pasan haciendo análisis político-económicos Zloto y Tenembaum  deben tener el camino a su retiro más o menos encaminado. O sea, la jubilación estatal bien gracias; me juego la computadora en la que estoy escribiendo que no es la única fuente de ingresos que tendrán, y que de hecho ahora están formando una cartera de inversiones de diferente tipo con la cual podran vivir en serio en su vejez y no depender de las migajas que te tire el estado futuro. Pero de nuevo, los demás son imbéciles e idiotas, y como no les da la cabeza como a ellos para pensar en su futuro, les mienten diciendo que no se van a tener que preocupar, para después agarrarse la cabeza cuando llegue la hora de la verdad. Te dan un paracaídas que no abre, y te tiran del avión. Podrían educar un poco, dar opciones de jubilaciones, asesorar en inversiones a largo plazo, pero no, eso es para ellos, los inteligentes. Para la gente de a pie, a mendigar al gobierno de turno. Deberían advertirle a los conductores del programa que tener un salvavidas de plomo pensando que funciona es peor que no tener nada. El primer caso te hace confiar y olvidarte del tema. Con la segunda opción, vas a tener que usar parte de tu tiempo para prever un accidente y cómo salvarte o sufrir los menores daños posibles.

Por otro lado no veo por qué están en contra por ejemplo del postulado que pide que no se regulen los contenidos de radio y televisión. Me imagino que ellos ya estarán pensando cómo acomodarse con el AFSCA el día que TN no les de más espacio o que la señal tenga que ser liquidada por la ley de medios. Lo mismo pasa con las empresas y los subsidios. Pensé que gente de pensamiento tan sensible con la pobreza no estaría de acuerdo con subsidiar empresas con dinero de impuestos que paga la gente que apenas tiene para comer.

Si bien caen en los lugares comunes en los que cae comunmente el progresismo local, el mensaje subyacente es siempre el mismo. Lo que Hayek denominaba la Fatal Arrogancia. Ellos saben mejor que nadie lo que es bueno para ellos y para el resto, pero los demás son incapaces. Los demás se tienen que conformar con el plan B que ellos pensaron. No te tienen que dar la opción de tener tu propio plan, no, eso es para ellos y una elite elegida.

Por supuesto que esto nunca te lo van a decir. ¿Cuánto puede durar hablando una persona cuyo discurso es tal que considera a los demás como inferiores que deben obedecer y dejarse llevar por una elite? Esta arrogancia la tienen también los legisladores que prohíben la sal, el alcohol, que ponen horarios de salidas, etc. Pero de nuevo, ¿cuánto durarían sus carreras políticas si dijeran abiertamente en las campañas que te van a tratar de imbécil?

Por mi parte no tengo más que palabras de felicitación y aliento para la gente del PL, que se animó a salir a la calle a enfrentar a la policía y a los inspectores de AFIP para defender los valores de la Constitución de 1853.

Como dijo alguna vez Mohandas Ghandi:

«Primero te ignoran, después se ríen de ti, luego te atacan, entonces ganas.»

 

 

El peligro de la escuela

 La escuela tal como hoy la conocemos es peligrosa, desde cualquier punto de vista que se la mire. Esta puede sonar una declaración radical y contraria al sentido común, sin embargo un análisis detenido sobre esta institución nos lleva a esa conclusión determinante. La escuela como institución moderna tiene sus orígenes en el S. XIX, en Prusia, posteriormente instaurada como modelo en gran parte de los países considerados geográficamente Occidentales.

¿Escuelas o Prisiones?

Ideado por Federico, El Grande, el proceso de escolarización, compulsiva a partir de ese momento, fue diseñado en vistas de dos objetivos totalmente contrarios a la educación en una sociedad libre: por un lado, enseñar a obedecer ordenes para tener ciudadanos listos para la guerra, por el otro, generar personas acostumbradas a la realización de tareas sencillas, mecánicas y repetitivas, tal cual lo necesitaban las empresas que surgían en plena Revolución Industrial.

Poco ha cambiado la escuela de Federico, El Grande a la actual. Desde la disposición de los bancos, a la división de los alumnos por una cuestión tan arbitraria como la edad,  hasta la duración del año escolar, la obligatoriedad y la siempre odiada «tarea para casa».  Domingo F. Sarmiento fue el responsable de traer este sistema a la Argentina, a través del sistema escolar que predominaba, y predomina, en Estados Unidos.  [Para más sobre este análisis de la educación, escribimos acá y acá]

Sorprendentemente, el diario conservador La Nación, en dos semanas publica dos notas que nos sacan del letargo al que  nos acostumbra la corrección política, especialmente en un país al que nadie le gusta salirse de la norma, y nos ofrece una visión alternativa a la educación que se aparta de la clásica fórmula «más presupuesto, maestros más preparados, 180 días de clase».

La primera nota, publicada la primer semana de junio, es una entrevista al sociólogo español Mariano Fernández Enguita, que se torna interesante por el sólo hecho de cuestionar una cuestión sacralizada por estos lares, la obligatoriedad de la escolarización. No se trata de un alegato por una reforma radical al sistema actual pero abre la puerta para una mejora:

-¿Cómo describiría los efectos no deseados de la obligatoriedad de la enseñanza?

-No es que yo esté en contra de que la enseñanza sea obligatoria, pero hay que tener en cuenta los costos. Cada vez tenemos a la gente más tiempo escolarizada y esto genera tensiones cuando la experiencia no es gratificante para el alumno, cuando no cree en lo que se ofrece a cambio o cuando la relación con sus compañeros no es buena. La escuela es un lugar donde la gente está muy próxima y el ego de docentes y alumnos está muy expuesto. Los crímenes en las escuelas son casos extremos, pero el acoso escolar no es tan anecdótico y puede hacer muy siniestra, negativa y dura la experiencia de una persona. Otro problema de la escuela tal cual como funciona hoy es que tiene un público cautivo. Es decir que es como una olla a presión que tiende a explotar. No es difícil ver esto, pero a veces no queremos mirarlo. Mientras nosotros discutimos si escuela privada, pública, religiosa o laica el tipo de escuela que más crece es la escolarización en casa, es decir, la no escolarización.

La segunda nota, publicada el domingo 10 de junio, se pregunta en su título Educarse sin ir a la escuela, ¿es posible? La pregunta está mal si se refieren a las escuelas actuales. «¿Hay otra manera?», debió decir. Esta nota aborda la experiencia de una familia decepcionada con el sistema educativo estatal (de gestión pública y de gestión privada) que decidió educar a sus hijos en casa:

Corina y sus hermanos -Santiago de 8; Sofía, de 5, y Timoteo, de 3- se levantan «relajados» y, a las 9, se instalan en el living de su casa, en Pilar, con los libros y cuadernos de la materia que les corresponda y bajo la mirada y guía de su madre, Silvina Kerr. Una escena similar se vive a diario en la casa de la familia De Peu, en Belgrano, donde Stacy conduce el estudio de sus hijos Charlie, de 10 años; William, de 9, y Nathaniel, de 7, según la currícula de quinto, cuarto y segundo grados que rendirán como alumnos libres a fin de año en una escuela pública.

 Mientras que la opinión de Constanza Mazzina, de Libertad y Progreso, da una pauta de por donde empezar a analizar este fenómeno:

En el país, para cumplir con la obligatoriedad de la enseñanza los padres pueden elegir entre establecimientos gestionados por el Estado o por privados, cuya estructura es la misma. En este contexto, Constanza Mazzina, investigadora de Eseade y coordinadora del área educativa de la fundación Libertad y Progreso, considera que la educación en la casa es una opción interesante «en un marco que desmonopolice y desregule la oferta escolar y permita la verdadera competencia entre sistemas educativos».

Sin embargo, no todas las opiniones son iguales, como es el caso de Ana Carballo:

Ana Caraballo, psicopedagoga de la consultora Caraballo & Segat, que implementa el programa de coaching estudiantil desde hace ocho años, afirma: «La escuela en casa impide la posibilidad de compartir con pares diferentes momentos y actividades, competir y, entre otras cosas, aprender a convivir con las diferencias»

Cuando uno lee cosas como esta, donde un chico pierde un testículo por una «actividad entre pares», o que un alumno le rompe la nariz a otro, o que chicas acosadas por tener buenas notas, no parece ser el ambiente ideal que uno quiere para que sus hijos establezcan sus lazos sociales.

Una alternativa a la escuela, y a la educación en casa, son los sistemas alternativos educativos, uno de ellos el diseñado por María Montessori, donde el niño se maneja en un ámbito de libertad y responsabilidad. Un camino que aún no ha sido recorrido en Argentina, siendo que en el país apenas existen tres establecimientos que adhieren a este método pedagógico.

Isabel Paterson, tenía su opinión formada acerca del sistema educativo, sobre el cual decía: «no puede haber un poder más arbitrario que el de tomar a los hijos de sus padres, enseñarles lo que sea que las autoridades hayan decretados, y le expropien a los padres los fondos para ello… Un sistema educativo obligatorio, financiado por impuestos, es el modelo completo de un estado totalitario». Por esto, es necesario, mientras no sea viable el desmantelamiento de la educación estatal, favorecer alternativas quecompitan, oficialmente o desde la clandestinidad, con el actual sistema, sea Montessori, homeschooling o unschooling para ofrecerle a los chicos una mejor calidad de vida.

– Karen de Coster recomienda ver el documental «The War on Kids» sobre el tema.

– Stefan Molyneux y Stephan Kinsella conversan acerca de libertarian parenting, en Freedomain Radio.

Guarda con la manifestación

Turba Iracunda

¡Caceroleo y Antorchas!

Manifestarse masivamente en contra de la administración actual del estado puede parecer muy bonito, una victoria del pueblo y traer la sensación de que «las cosas están cambiando».

Hay que tener cuidado, porque muchas veces no se entiende cuáles son las causas subyacentes de los problemas que llevan a esas crisis y manifestaciones, y se termina en una situación mucho peor.

Quejarse contra la corrupción sin entender que «La ocasión hace al ladrón» y que solo puede haber corrupción, coimas y enriquecimiento de los funcionarios si el estado tiene la potestad de inmiscuirse en todo tipo de relaciones voluntarias y económicas de las personas, no va a solucionar nada. Hoy están Boudou y De Vido, y mañana estarán otros haciendo lo mismo.

Quejarse por la inflación y no entender que es sólo por culpa del estado que te fuerza a usar sus papelitos pintados y que en unas pocas décadas la moneda (bueno, «moneda» es un término que le queda GIGANTE a cualquier billete que emita el estado argentino), está condenado a caer una y otra vez en hiperinflaciones y devaluaciones.

Quejarse de que los representantes responden al oficialismo del gobierno central y no a sus provincias y municipios, pero no exigir la demolición total de la AFIP y que la recaudación impositiva se haga a nivel municipal o provincial, es no entender nada de nada. El que maneja la caja, maneja las voluntades de los que están en su nómina. Lo dijo De La Boetié en el 1500 y pico y ya es hora de que lo vayamos entendiendo: Si no tenés la posibilidad de echar a patadas a tu empleado estatal cuando no cumple con su trabajo, estás totalmente frito.

Quejarse por el multimedios oficialista y por los propagandistas oficiales que van a prepotear a las manifestaciones y no exigir que el presupuesto de pauta oficial sea ABSOLUTAMENTE CERO, no va a eliminar nunca a la prensa adicta que existe en el país desde los 40’s.

Quejarse de que no te dejan importar un remedio pero creer que poner restricciones aduaneras va a «fomentar la industria nacional» y no darse cuenta de que esa arbitrariedad es solo una oportunidad para lobbystas y políticos berretas y nacionalistas, y que lastima de forma casi irrecuperable la verdadera industria nacional, te condena a vivir en un país que atrasa 50 años.

Quejarse de que no hay libertad, pero defender la  «educación pública», a través de la que ya sabés que los políticos y propagandistas utilizan para adoctrinar niños y jóvenes (por parte de la derecha en gobiernos de facto, por parte de la izquierda en la actualidad), tratando de imponer su visión del mundo como única, es un mero acto de hipocresía.

Y así podría seguir toda la tarde.

Manifestarse contra el estado pidiendo más estado, no va a funcionar. Así fue en 2001 y se pasó de un estado ineficiente y corrupto a un estado diez veces más ineficiente, diez veces más corrupto, que pisotea la Constitución cada vez que puede, patotero, generador de resentimientos sociales y que con su aparato clientelista de gasto infinito hizo desperdiciar el mejor momento histórico de circunstancias por las cuales todo el país podría haberse beneficiado.

Acordate que:

– Usan tu plata para enriquecerse, enriquecer a sus amigos y enriquecer a sus testaferros.

– Usan tu plata para comprar medios y decirte que sos un inútil, golpista, mal tipo, egoísta, forro, sin conciencia social, dictador amigo de Videla.

– Usan tu plata para adoctrinar a tus hijos y sobrinos y para que sean ovejitas y esclavitos.

– Usan tu plata para financiar todo tipo de subsidios individuales que les generan votos, y con esos votos te dicen «Como tenemos más ovejas que pusieron papelitos en una caja, te tenés que joder».

– Usan tu plata para decirte cómo hacer tu negocio, cuánto comprar, cómo producir, cómo vender, cuántos empleados tener, cuánto pagarles y si podés o no echarlos.

– Usan tu plata para que un patotero y una patotera te digan qué podés comprar y qué no y obligarte de hecho a comprarles a sus amigos a precio vil.

– Usan tu plata para apretar gente, en especial a comerciantes y empresarios con los que vos tenías una relación de intercambios pacíficos.

– Usan tu plata para decirte si podés o no salir del país, si podés obtener los medios monetarios para hacerlo o, si los conseguiste en el mercado negro, para tildarte de criminal y mandarte los perros.

Manifestate y acordate que todos estos tipos SON TUS EMPLEADOS. Y que el día que TUS EMPLEADOS te dicen QUÉ HACER y CÓMO VIVIR mientras te exigen que les entregues tu guita para que ellos hagan todo lo contrario y vivan como reyes, estás completemente en el horno. SOS UN ESCLAVO.

Manifestación con rebelión fiscal.

Baratito el Dólar, baratito!

Capitán Cavernícola

Guillote en la búsqueda justiciera de los verdes

Don Aníbal hizo declaraciones donde dijo que lo mandaron a Guillote Moreno a obligar a los dueños de las cuevas a vender el dólar paralelo a 5,10.

¿Puede ser alguien ser tan, pero tan hijo de puta para pensar que la gente puede ser tan, pero tan boluda de creerse una idiotez tan grande?

Los precios son solamente información acerca de la disponibilidad de los bienes y servicios y la preferencia de los consumidores sobre los mismos. Se expresan en términos del bien «moneda», porque fue lo elegido hace varios miles de años para subsanar las limitaciones del trueque. Por ejemplo, a través de los precios podemos saber la relación entre las tostadoras y los tomates, cuánto hay de cada uno y cuánto más quieren las personas uno que el otro. No es una información totalmente objetiva y tiene mucho de intuitivo, de conocimiento tácito y disperso. El sistema de precios es, como ya dijimos antes, el sistema de información más complejo que existe en el mundo.

Que desde el estado digan que el dólar «oficial» vale $4.50, cuando la cantidad de operaciones de compraventa son cero, no es un precio. Es simplemente un número escrito por un burócrata en una pizarra. (Bueno, no es exactamente cero. Simplemente el estado expropia los dólares de exportaciones a $4.50 y le entrega dólares a unos pocos elegidos a esa misma tarifa).

Decir que el dólar paralelo «tiene que estar a $5,10» es no entender el problema y, en definitiva, no saber lo que es un precio. Es lo mismo que decir «en la aldea hay 5 tostadoras y 100 tomates», cuando en realidad hay 2 tostadoras y 800 tomates. Pueden repetirlo en los medios oficiales. Pueden usar perros e inspectores para que la gente no cambie tomates por tostadoras. Pueden mandar a «patotita» Moreno y su banda a cagar a palos a todos lo que digan lo contrario, hasta que griten de dolor «HAY 5 TOSTADORAS Y 100 TOMATES!!!!», solamente para que les dejen de pegar y desaparezca el dolor físico (bien Orwelliano esto). Pero eso no va a cambiar nunca la realidad de la cantidad de tomates y tostadoras que hay, ni las preferencias de los consumidores.

Hasta el viernes, el dólar salía $5.92 en las cuevas. Supongamos que las maniobras del uso indiscriminado de la fuerza y el patoteo funcionan y los sitios y algunas cuevas digan que sale a partir de hoy $5.10. ¿Va a haber disponibilidad de dólares a esa tarifa? ¿Qué impediría que José Cueva se siente sobre los dólares y no opere ni una venta a ese precio? ¿Algún ciudadano va a ir a vender sus dólares a ese precio? ¿O van a esperar todos a que reviente? Y de vuelta a la idea original: Si no hay ninguna operación a $5,10 ¿puede eso considerarse un precio?

Por cierto, lo que pasará es que se instalarán las SuperCuevas, lugares donde los dólares aparezcan al precio de mercado (muy superior a los $5.92 del viernes, por supuesto), pero a ellas sólo podrán acceder personas de muchísimo dinero y bien conectadas. Lo que se dice un secreto a voces.

Una vez más, el garrote será usado para que los que menos tienen se vean obligados a quedarse en pesos y pagar el impuesto inflacionario.

Chocar la K-lesita

Es increíble cómo hicieron estos tipos para, con el mayor viento en popa de los últimos 60 años (el altísimo precio de la soja y otras commodities), armar semejante debacle económica en el país, y dividir a la sociedad en K y anti-K.

Epopeya a la hecatombe

Epopeya a la hecatombe

Empecemos por el principio: el Estado argentino tiene un problema crónico, y es que gasta más de lo que recauda. Esto se puede financiar-subsanar de 3 formas: aumentando los impuestos, endeudándose, o emitiendo moneda (con la inflación que esto conlleva).

Nestor Kirchner, en su mandato, optó por este último recurso. Cuando la inflación se empezó a descontrolar, recurrió a cuatro medidas: manipulación de las estadísticas del INDEC, precios máximos, subsidio a las tarifas de servicios y control del tipo de cambio desde el Banco Central. Todo para que la inflación “no se note”. ¿Qué consecuencias trajeron estas medidas?

Control del tipo de cambio: con la inflación y el dólar anclado, la industria nacional perdió competitividad con el exterior, al elevarse los sueldos, precios de materias primas y costos fijos locales.
Subsidios al consumo + precios máximos: ese es el resumen de la Política Energéti-K. Al estar la energía barata, no hay un incentivo para que la gente sea austera en su consumo. Al tener los precios de venta de la energía un tope por debajo del precio de mercado, no hay incentivos para que las empresas exploren en busca de nuevos yacimientos, o inviertan en mejor infraestructura. Consecuencia: aumento exponencial de la cantidad de dinero destinada a los subsidios. Una bomba de tiempo.

Ahora, para emparchar esta situación generada por ellos mismos, y tapar el agujero fiscal, primero intentaron aumentarle los impuestos al campo, sin éxito.
Luego confiscaron los fondos de las AFJP.
Posteriormente, para intentar acomodar el desajuste en la balanza comercial producida por este dólar subsidiado, decidieron poner controles en la aduana, empeorando aún más la situación de la industria nacional (porque, como sabemos, prácticamente todos los procesos requieren de algún insumo importado).
Después, al seguir siendo atractivo (ahora para los ahorristas) el dólar artificialmente barato, procedieron a imponer las restricciones a la compra de divisas, controles en la frontera y agencias de viaje, etc..
Luego confiscaron el 51% de YPF, para quedarse con sus activos.
Ahora no tienen para pagarle a las provincias los fondos que les corresponden. Scioli, cómplice de la gestión, decide nuevamente intentar aumentarle los impuestos al campo.

¿Corregir el problema desde su origen? Jamás. El Banco Central sigue imprimiendo pesos a lo loco (en 2011, la masa monetaria se expandió un 38% respecto del año anterior) y el gobierno sigue gastando más de lo que recauda.

Esta es, en resumidas cuentas, la gestión K (sin mencionar el capitalismo de amigos, la corrupción, el colapso de las instituciones republicanas, los desastres en la gestión de empresas públicas y semi-públicas, el deterioro del sistema educativo, etc.). El resto es solamente la retórica del relato, propaganda oficialista y medidas demagógicas para mantener a la población mirando para otro lado.

El estado de servidumbre

Hace dos años, motivo de un viaje al exterior, y coincidiendo con la pérdida de mi billetera  dos días antes del viaje(tarjeta de crédito, incluida), opté por comprar Traveller’s Cheques de American Express, de ese modo podía reponerlos en caso de perderlos, y me despreocupaba de andar con una cantidad importante — para mi  — de dólares en la valija. La operación fue sencilla. Un mediodia de mayo me dirigí a una sucursal del Banco Galicia y compre con mis dólares, los cheques de viajero en cuestión, sin ningún problema.

Hace unos meses, mientras intentaba ordenar algunos cajones, me llevé la sorpresa de encontrarme 100 dólares en cheques de viajero de aquél viaje que me habían sobrado, y que olvidé que todavía los tenía.  Que afortunado,  me dije a mi mismo, haberme cruzado con 100 dólares que pensé que ya no tenía. En realidad — me daría cuenta después —  me había encontrado el comprobante de mi esclavitud.

Pueden decir que se trata de una exageración, pero cómo llamar a un régimen donde mis acciones, y mis interacciones con los demás, se ven sometidas a la autorización de alguien que la única distinción conmigo es que se cree que por  haber sido elegido (elegida, en este caso) en un proceso electoral se convierte en el amo de todos los demás.  Hasta puede ser que digan que haya un papel que convalide ese poder, sepan disculpar pero yo no consentí nunca en convertirme en un esclavo de lo que las mayorías decidan, y si me dice que «este es el sistema» no cuenten conmigo para convalidarlo.

Volvamos a las oficinas de American Express. Soy el único en la fila de la ventana para hacer gestiones relativas a los Traveller’s Cheques, el guardia me dice «están hace 40 minutos», hoy en Argentina,  es más sencillo realizar un transplante de corazón que hacer cualquier operación que involucre dólares. Llegó mi turno, era hora de recuperar los 100 dólares que había cambiado en 2010, era una trámite simple yo le daba los dos papeles que firmaba American Express, y ellos me daban el papel verde, el mismo proceso, pero a la inversa, de lo que había hecho hace dos años. No iba a ser tan sencillo.

Mi primer problema fue que no tenía mi credencial de esclavo. O como dice la ley que impuso la obligatoriedad del DNI, mi  «Identificación, registro y clasificación del potencial humano nacional [PDF], que después de haberlo perdido no me tomé la molestia de recuperarlo. A pesar de tener conmigo el registro de conducir, la credencial de la facultad, y la credencial de un club, todas ellas con foto, nombre y número de documento, pero nada de eso sirve, el DNI o nada.

El segundo problema fue que de haber podido cobrar mis 100 dólares, el Banco Central obligaba a American Express a entregarme pesos, es decir, me pesificaron los dólares. En cualquier otro país del mundo al que vaya, a cambio de los cheques de viajero tienen que cumplir lo que dice el papel: «Pay this cheque to the order of  _____________ «. En Argentina no me pagan lo que dice el cheque (U$S 50), me dan   pesos, y a un cambio desfavorable: 4,34 cuando el dolar paralelo se encontraba a 5,75. Mal negocio para mi, excelente negocio para el Banco Central.

Esta estafa promovida por el Banco Central, y a la que American Express no le importa ser cómplice (continúa vendiendo estos cheques), es una muestra más de situaciones que se dan todos los días, en las que no se puede realizar ninguna acción que escape el control del estado. Los Traveller’s Cheque de American Expreess, que sólo pueden ser cobrados contra presentación del DNI, y por un valor muy inferior a lo que figuran en la cara del cheque, son un comprobante muy claro del momento que  vivimos.  Que no es como diría Hayek, un «camino a la servidumbre», si no más bien ya nos encontramos en un estado de servidumbre, y lo consiente la gran mayoría, todos los días, todo el tiempo.

Bienvenidos a 1984.

10 Años

Un tipo labura toda su vida, juntando y guardando cada día un poquito, por si acaso llegara a necesitarlo después.

Un grupo de bandidos que viven de parte de lo que le roban a este hombre, para realizar actividades que ensalzan su existencia y les permite vanagloriarse como «salvadores» y «humanitarios», no contentos con lo que le sacan, deciden que encima van a endeudarse, dejando como garantía los futuros robos a ese y otros hombres honestos.

Pero con eso tampoco les alcanzó. Al no poder pagar sus deudas y, apretados por otras mafias aún más grandes, se apropiaron de todo lo que este hombre había guardado día tras día, bajo el pretexto de que «es la única forma de salvar al país». Si bien le decían al señor que él todavía era dueño de su ahorro, no podía disponer del mismo. Me pregunto para qué carajo quiere ser dueño de algo uno, si no es para disponer de eso cuando, como, donde y con quien se le canta.

Y llegó el día que este hombre necesitó de esa riqueza que, sacrificadamente, se había negado en gastar cada día, por las dudas de algún imprevisto. Horacio García Blanco necesitaba un transplante de riñón urgente y tenía todo arreglado para irse a España a realizarse la operación. Pero ese monstruo imaginario llamado estado, a través de su sicaria la jueza María Carrión de Lorenzo, decició que no era un justificativo suficiente para que esta persona reclamara su propiedad. Ante el recurso de amparo presentado, decidió, como si fuera suya, entregarle sólo el 10% de los dineros que tenía en el Banco Privado de Inversiones. A un tipo que tenía que ir todos los días a hacerse diálisis. A un tipo que necesitaba un riñón con suma urgencia.

Por cierto, mientras tanto, se procedía a la pesificación de las deudas de empresarios amigos, que se habían endeudado más de la cuenta y mucho más allá de sus posibilidades, como el Grupo Clarín.

Una semana después del fallo (hace exactamente 10 años), el cuerpo de Horacio no soportó más y, justamente, falló, mientras se encontraba decaído y triste, habiendo sido dejado de lado e ignorado por todos los medios periodísticos y compañeros con los que había compartido una vida de carrera profesional.

Eso es lo que sos para «el estado» al final del día: un numerito, una cuenta de banco. A ningún burócrata le importa la vida ni la historia de nadie, mientras no lo ayude a sus objetivos políticos.

María Carrión de Lorenzo, una vergüenza que una persona despreciable como usted haya llegado a tener el cargo de «juez», una vergüenza si una sola vez en su vida pronunció la palabra «justicia», porque no tiene la menor idea de lo que significa. Un verdadero asco de persona.

Horacio García Blanco (1937-2002), una vícitima más que hay que contabilizarle a la maquinaria del uso indiscriminado de la fuerza.

horaciogarciablanco

In Memoriam.

Voluntariado obligatorio en la UBA

Rubén Hallú, rector de la Universidad de Buenos Aires, anunció que entra en vigencia la resolución 520-10, sobre trabajo solidario. En Clarín escriben:

Desde el año próximo, los alumnos de la UBA tendrán que cumplir trabajos solidarios antes de recibir su diploma. Así lo anticipó ayer el rector de la universidad, Rubén Hallu. Se trata de una nueva estrategia pedagógica que pretende articular actividades de aprendizaje y servicio.

Siguiendo estos lineamientos, el proyecto que fue aprobado por el Consejo Superior indica que los estudiantes que ingresen a cualquiera de las 13 facultades de la UBA desde 2013, durante el ciclo académico tendrán que cumplir un mínimo de horas obligatorias de educación solidaria relacionadas con su carrera.

El rector precisó en una entrevista con DyN que “deberán cumplir un mínimo de 40 horas obligatorias de trabajo comunitario o educación solidaria a lo largo de la carrera y relacionado con los conocimientos adquiridos”, que aplicarán en “zonas vulnerables”.

Rubén Hallú, veterinario, Rector de la UBA, esclavista

¿Serán libertarios los que votaron resolución? Es que este no es otro ejemplo más de como la posibilidad de imponer es tentadora, si se tiene ese poder a disposición. Hoy mas que nunca está vigente la frase de Harry Browne que decía que «El problema no es el abuso de poder, si no el poder de abusar.»

Rubén Hallú, con este anuncio se pone en el papel de villano de cualquier novela de Ayn Rand, y decreta que la solidaridad será obligatoria. Por supuesto que el concepto de solidaridad obligatoria resulta una contradicción en términos. La característica más relevante de una acción solidaria, entendiéndola como una acción destinada a la ayuda de otros, es el carácter voluntario en el que se realiza, de otra forma el trabajo contra la voluntad de uno en beneficio de un tercero se asemeja a la esclavitud.

Claro está que las 40 horas exigidas desde el próximo año para que los alumnos reciban su titulación distan mucho de las terribles condiciones de los esclavos, aunque no son tan distintas las justificaciones. En el caso de unos, la inferioridad del hombre negro (que no era considerado hombre, sino sub-humano) haciendo trabajos para el superior hombre blanco. Hoy,  las personas que se suponen se encuentran mejor instruidas obligadas a trabajar con los más necesitados.

El trabajo comunitario per se, no es algo criticable, siempre y cuando surja de la voluntad individual. En una sociedad libre, y tal como lo ha demostrado la historia, ante la ausencia del asistencialismo estatal, han surgido iniciativas voluntarias para paliar las necesidades de los más vulnerables, sin afectar su futuro potencial mediante medidas contraproducentes. Ejemplos varios acerca de esto se encuentran en el libro «En defensa de los más necesitados» [PDF]  de Benegas Lynch (h) y Krause o «From Mutual Aid to Welfare State» de David T. Beito

Lo que se propone en la UBA no es  novedad, sino una implementación más gráfica de lo que viven  los argentinos sometidos a diario a situaciones mucho más escandalosas, como es trabajar la mitad de cada día, o de cada año, para poder pagar impuestos y que ese dinero, en su inmensa mayoría, lo terminen recibiendo otros (principalmente políticos).

Finalmente, y no menos importante, es resaltar que el trabajo comunitario ya existe en la UBA, a través de las opciones que ofrecen diferentes agrupaciones y centros de estudiantes, para que aquellos interesados en participar de aquella experiencia  puedan inscribirse. En mi facultad de abogacía, se puede ir a las villas, al Centro Universitario de Devoto, a diferentes centros de consulta gratuitos, y ahí contribuir algo más a la sociedad.

Otro enfoque del mismo lo tema lo hicieron las organizaciones de estudiantes (que no casi estudian) se manifestaron en contra, dijo el presidente de la FUBA:

Alejandro Lipcovich, uno de los dos presidentes que tiene la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), le dijo a este diario que “están disfrazando de solidario el trabajo gratuito de los estudiantes. Es una idea que empezó con el menemismo y que en la era kirchnerista se intensificó como nunca antes”. Lipcovich, del Partido Obrero, fue contundente: “Rechazamos de plano esta medida y vamos a iniciar una campaña con movilizaciones y presentaciones para denunciar lo que está ocurriendo”.

El probable eterno estudiante Lipcovich, tiene algo de razón, si es que se obligará a los alumnos cumplir su trabajo voluntario en empresas, una razón para oponerse. No obstante, la misma razón para oponerse existiría si este voluntariado obligatorio deba cumplirse en ONGs, organizaciones sociales, el gobierno, la mafia (entre estas dos últimas no hay mucha diferencia), o cualquier lado que imaginen. La clave del asunto es identificar si se trata de una imposición o no. Por eso mismo, podemos decir que el otro presidente de la FUBA (si, hay dos!) está equivocado:

Igal Kejsefman, el otro conductor de la FUBA –pertenece a la agrupación estudiantil La Mella– fue más puntual en las críticas: “No estamos en contra del espíritu de la iniciativa. Acordamos con que la UBA debe cumplir una función social, pero estamos en contra de la normativa. Nosotros en su momento exigimos que fuera más acotada y que el trabajo solidario sólo se pudiera cumplir en ONG’s y organizaciones sociales. En cambio, tal como fue aprobada, cabe la posibilidad de que los estudiantes tengan que ir a trabajar a cualquier empresa con fines de lucro que tenga convenio con la universidad para cubrir la pata de responsabilidad social de esas compañías”.

El argumento de Kejsefman va de mal en peor.

Por último, está el argumento de que se justifica el «trabajo solidario forzado» porque constituye una forma de que el alumno le devuelva a la sociedad todo lo que dió (i.e: educación universitaria). Este argumento tiene varias falencias. En primer lugar, el alumno de la UBA también paga impuestos, su familia lo hace, y financia la universidad. En segundo lugar, en ningún lado figura como condición de ingreso a la UBA la «devolución a la sociedad», así y todo olvidan que el egresado de la UBA al final, termina «devolviendo a la sociedad» lo que la UBA «le dió», ofreciendo sus servicios profesionales, poniendo a disponibilidad de sus conocimientos, y una mayor competencia en su sector.

Esta nueva resolución es una oportunidad única para que todos los estudiantes de la UBA que defiendan los principios de una sociedad libre, se comiencen a organizar y empezar a romper la hegemonía que ha tenido, históricamente, el colectivismo en esa casa de estudios.

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