Un llamado a la acción: resistencia no violenta

[El día de ayer se publicó este post pero hubo problemas técnicos que dificultaron su visualización, esta será la versión definitiva]

«En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad como persona, ninguna tiranía puede dominarle»

Gandhi

Dictadura:
3. f. Gobierno que, bajo condiciones excepcionales, prescinde de una parte, mayor o menor, del ordenamiento jurídico para ejercer la autoridad en un país. 4. f. Gobierno que en un país impone su autoridad violando la legislación anteriormente

— Real Academia Española

Dictadora:

1. m. y f. En la época moderna, persona que se arroga o recibe todos los poderes políticos extraordinarios y los ejerce sin limitación jurídica.

— Real Academia Española

Resistencia no-violenta en China

En momentos donde el aumento del nivel de fascismo del gobierno es inocultable, han proliferado varios grupos anti-kirchneristas desde los cuales empiezan a circular textos e imágenes criticando al actual gobierno. Lejos está esto de generar algún efecto en las acciones del gobierno, o en la opinión pública.

La realidad es que las redes sociales han contribuido a la primavera árabe por el hecho de que ya había con anterioridad la voluntad para llevar a cabo acciones concretas. Compartir fotos, textos, o hacer comentarios en redes sociales no genera ningún impacto en las estructuras del poder.

Hay que reconocer que existen varios obstáculos para pasar de la acción virtual a la acción real. El primero es el desconocimiento sobre qué hacer, qué acciones son necesarias para pasar de una expresión de disconformidad a lograr un efecto concreto en la realidad. El segundo está relacionado con el primero, la falta de organización. Llevar adelante una organización destinada a cumplir un objetivo concreto es difícil, es necesario reunirse, destinar tiempo a la organización misma para luego pasar a la acción, las distancias y las obligaciones de cada uno dificultan la posibilidad de organizarse, y en última instancia cierta desconfianza que genera reunirse con un grupo de desconocidos que quién sabe que fines tiene.

Para evitar estos problemas y alentar el paso importante, fundamental y el único que sirve de la computadora a los hechos, compilamos un listado de propuestas para comenzar un proceso de resistencia no-violenta frente al proceso del kirchnerismo de seguir acotando cada vez más los derechos fundamentales.

El siguiente listado es para valientes, para aquellos que no dudan de la justicia de su causa, y de que están dispuestos a sacrificar la comodidad del escritorio de la computadora por la consolidación en la realidad de sus acciones. Una importante advertencia, no todas las acciones enumeradas aquí son conformes a la ley pero como dijo Thomas Jefferson «Cuando la injusticia se convierte en ley, la rebelión se convierte en deber.»

El éxito de esta iniciativa depende de la difusión de estos conceptos, y la concientización masiva de que solamente acciones concretas  y dirigidas a un objetivo determinado generan un impacto en la realidad.

Mecanismos directos de resistencia no-violenta

Pueden enviar más ideas por e-mail o en los comentarios. El conjunto de iniciativas comprende métodos de presión social y presión económica.

  • Hostigamiento no violento: molestar e incomodar a funcionarios en lugares públicos (restaurantes, bares, clubes, en la calle, etc)
  • Comprar en lugares donde no entreguen factura, o solicitar que no hagan factura.
  • No emitir facturas.
  • No realizar las retenciones aquellos sujetos obligados por la ley.
  • No colaborar ante las exigencias de la AFIP a la hora de hacer compras que requieren la entrega de datos personales. Por ejemplo, cuando solicitan nombre y apellido para compras de mas de mil pesos (incluso en efectivo), el origen de los fondos en otras operaciones. Pedir con el gerente y asentar un reclamo en el libro de quejas. Poner en situación incómoda a los que ejecutan las ordenes del gobierno.
  • Operar en efectivo de ser posible para salir de la esfera de control de la AFIP.
  • No sintonizar canales donde se está transmitiendo la cadena nacional.
  • Boicotear el consumo de productos de empresas que promueven regulaciones, proteccionismo y reciben orgullosamente prebendas.
  • Operar en el mercado negro.
  • Hacer simulaciones en contratos de compraventa de inmuebles que permita establecer libremente las condiciones del mismo.
  • Promover la idea de cortinazos.
  • Organizar protestas de forma rutinaria, en un mismo lugar, sin importar el numero de asistentes.
  • Retiro masivo de depósitos de bancos estatales (Nación, Provincia, etc.)
  • Ante verdadera amenaza de fraude no presentarse a votar.
  • Renuncia masiva de empleados estatales, o huelga.
  • No cooperación con investigaciones policiales dudosas, o la aplicación de leyes injustas (ley de antiterrorismo, ley de abastecimiento, etc.)
  • Sobrecargar sistemas administrativos con falsas denuncias y falsos requerimientos.
  • No obediencia por parte de agentes de seguridad, jueces, ejercito, etc.
  • Bloqueo de salida de funcionarios de su lugar de trabajo.

Como dije antes, esperamos sus colaboraciones para ampliar la lista, y sus experiencias para alentar a otros a sumarse a la resistencia no violenta.

Material Recomendado

Gene Sharp – De la dictadura a la democracia: Un sistema conceptual para la liberación [PDF]

Gene -Sharp – 198 métodos de acción no-violenta

Robert Helvey – Sobre el conflicto no-violento estratégico [PDF]

Gene Sharp – La lucha política no-violenta [PDF]

Como empezar una revolución [Video]

Material adicional

Étienne de la Boétie – Discurso de la servidumbre voluntaria  [PDF]

Henry David Thoreau – Desobediencia civil

Murray Rothbard – Anatomía del Estado

Agradezco a todos los que aportaron ideas para el listado, y aguardamos la llegada de nuevas propuestas.

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AFIP sin límites

Que la Administración Federal de Ingresos Públicos, la agencia recaudadora de impuestos ahora devenida en policía política,  no respeta ninguna de las garantías constitucionales, ni los derechos que reconoce la Constitución Nacional, no es ninguna novedad para nadie que sea habitual lector nuestro, sin embargo lo que puede llegar a sorprender es que la propia AFIP en un comunicado oficial reconociera esta actitud que mantiene frente a los límites al poder que le impone la Constitución. Así fue, la AFIP afirmó en un comunicado de prensa blanqueando ante la sociedad que no encuentra limitación alguna en ninguna norma legal, incluida la Constitución Nacional. Al mismo tiempo, reconoció que el único límite que tiene para adentrarse en la vida de la gente es el grado del avance tecnológico  de vigiliancia, para mantener bajo su control las actividades de los ciudadanos:

La medida se enmarca dentro de los tres pilares en los que se apoya la nueva estrategia de fiscalización de la AFIP: la utilización al máximo de la tecnología disponible, la explotación centralizada de la información y los controles tanto “ex-ante” como en línea de las operaciones.

Comando General de la AFIP

La impunidad que existe entre los funcionarios del gobierno actual es de tal magnitud que no dudan en reconocer que no hay limites. Esta no es la primera vez que sucede, en su momento el predecesor de Axel Kiciloff y actual diputado de la nación, Roberto Feletti, sostuvo que «ganada la batalla cultural contra los medios, y con un posible triunfo electoral en ciernes, no tenés límites», otro más que no tenía vergüenza en admitir su desprecio por la Constitución.

Esto no es una novedad, la sola idea de que exista un «proyecto nacional y popular» en contraposición al nombre que suelen recibir las presidencias, que es el de «Administración», deja establecido que se apartan sin problemas del proyecto constitucional, para adoptar uno propio que no comprende de límites. El triunfo de las facciones, diría James Madison. Al mismo tiempo hay que hacer una aclaración, esto no es exclusividad de este gobierno, más bien es una patología crónica de cada uno de lo gobiernos que hubo en el país, desde tiempos inmemoriales.

Como hasta los que ostentan el poder lo admiten, la Constitución Nacional es letra muerta. Peor aún, los jueces encargados de testear la constitucionalidad de las leyes, en la mayoría de los casos, abandonaron ese objetivo en un contexto donde una decisión contraria a la voluntad del poder ejecutivo puede repercutir en su carrera judicial. La cantidad de denuncias acumuladas para ser resueltas en el Consejo de la Magistratura ponen a los jueces al vilo de la destitución, así perdiendo cualquier tipo de independencia cuando tienen que entender en las causas que les importan a sus verdugos. Además de estos mecanismos, el gobierno ha reforzado su dominio sobre el Poder Judicial, a través de determinados jueces adictos. El primer ejemplo de esto es el juez federal Norberto Oyarbide, en cuyo juzgado recaen, como si fuese automático, todas las causas sensibles al gobierno nacional.

La manera en la que se ha promovido la negación de los límites que impone la Constitución nos lleva a pensar si realmente vale la pena darle relevancia a la Constitución vigente, y gastar valiosos recursos en este asunto.

Para algunos estas conductas pueden ser indicios de que con una Constitución que avale claramente sus acciones, se radicalizaría el estado policial y planificador de la economía,  y acciones hoy inconstitucionales podrían ser legitimadas por una modificación del texto. Otra lectura de la misma situación puede llevarnos a la conclusión que la importancia del contenido de una Constitución es menor del que se cree, ya que en la práctica en ningún período de la historia la Constitución funcionó como limitación a los poderes del estado, y desde cada gobierno se instrumentaron diversas  maniobras para sobrepasar los frenos y contrapesos. Darle un supuesto carácter de «temporal» al impuesto al cheque, o el impuesto a las ganancias, la delegación de poderes y las leyes de emergencia económica, son algunos de los ejemplos de los recovecos legales que encontraron para violar la Constitución. Ni hablar de las otras medidas que alevosamente, y bajo ningún disfraz, ignoran el coto al poder que supone la ley suprema.

Mientras en la AFIP sueñan con utilizar el poder máximo que les permita rastrear e investigar a cada ciudadano como si fuesen los directores de The Truman Show, los políticos oficialistas buscan allanarle el camino a la nueva policía política disfrazada de agencia recaudadora de impuestos, para que sin freno alguno, puedan decir claramente, y avalados por la ley, «vamos por todo».

El dilema está planteado, la inevitabilidad del crecimiento del estado parece un hecho, y la futilidad de las constituciones parece otra realidad. Solo resta por decidir, si conviene luchar para defender un librito que ha sido ignorado durante 159 años, o si es preferible exponer las conductas inmorales del estado y esperar a que la gente se canse de ser parte del rebaño, y no solo diga basta, sino que haga algo para detenerlos.

El adoctrinamiento de La Cámpora, y de todos los demás.

El espacio principal de la tapa del domingo de La Nación  está dedicado a un tema que fue comentado por varios medios durante la semana. Se trata de los programas de la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia que están siendo implementados por integrantes de la agrupación kirchnerista «La Cámpora», y cuyo contenido está basado en la novela gráfica «El Eternauta» de Hector Oesterheld y Francisco Solano Lopez.

Según la propia agrupación los talleres consisten en lo siguiente:

Luego, se reunieron en 3 grupos de talleres con tres compañeros moderadores para comenzar con la actividad participativa de discusión y debate sobre las distintas situaciones e incógnitas que deberían resolver para tomar la decisión acertada. La discusión fue enriquecedora, ya que los chicos supieron entender que su participación en la toma de decisiones del grupo era necesaria e importante para poder resolver los problemas y afrontar las adversidades, priorizando el bienestar del conjunto.

Para finalizar, realizaron la puesta en común amalgamando el aprendizaje del texto disparador con la necesidad de comprender y valorar al sistema democrático cómo ámbito de desarrollo para la persona humana. Poniendo énfasis no solo en la importancia de la democracia en tanto y en cuanto modelo para la toma de decisiones, sino también para lograr el máximo bienestar y la prosperidad de un conjunto de personas vinculados por la pertenencia a un mismo territorio, a una misma cultura, a una misma escuela, también reflexionaron sobre los valores intrínsecos de la democracia como forma de vida en común y el ejercicio pleno de libertades y derechos. Así, trayendo a colación momentos de nuestra historia nacional, debatieron sobre el derecho a la libre expresión, a la salud, a la educación y a la vivienda, la inclusión social e igualdad ante la ley, sobre el valor de preservar las instituciones y la importancia de tener soberanía política para poder tomar nosotros mismos nuestras propias decisiones en función del bienestar general.

La descripción que hacen los integrantes de La Cámpora en su blog no parece ser algo que pueda a llegar a despertar críticas entre la llamada oposición. Las notas de nacionalismo, xenofobia y colectivismo, son un factor común en casi todos los partidos políticos. Estos talleres, que se vienen realizando desde el año 2011, y que ahora desembarcaron en la Ciudad de Buenos Aires, tienen una característica especial que comenta Laura Serra en su artículo del día domingo en el diario La Nación:

 Los integrantes de la agrupación juvenil kirchnerista concurren con sus banderas y símbolos partidarios a las escuelas para coordinar los talleres. En esos encuentros se invita a los alumnos a debatir y a tomar decisiones sobre asuntos públicos desde la lógica de un juego, cuyo personaje central es el héroe de la historieta El Eternauta, creada por Héctor Oesterheld y Francisco Solano López. El Eternauta es el ícono que identifica a los militantes de La Cámpora, que reemplazaron el rostro original por el de Néstor Kirchner.

Esto fue lo que realmente movió el avispero. La utilización de símbolos partidarios en una actividad supuestamente neutral. La aparición la agrupación kirchnerista con banderas y símbolos partidarios es, en opinión de muchos, lo que separa a la enseñanza del adoctrinamiento.

Si bien el tema tomó cierta relevancia en los medios, entre los políticos las respuestas fueron diversas. Hermes Binner, ex-candidato a presidencial por el Frente Amplio Progresista, una especie de kirchnerismo paralelo que se dice «opositor», celebró esta situación  al considerar positivo que «los jóvenes de la secundaria tienen cada vez más participación en política».

El apoyo de Binner a este programa llevado adelante por La Cámpora no es de sorprender, sus ideas son afines a las del kirchnerismo, y en lo único que varían es en la forma de presentarlo. Más allá de su apoyo, el santafesino confunde la participación de los jóvenes en la política, que no es algo ni bueno ni malo per se, con la utilización de los jóvenes en la política, un rasgo característico en los regímenes fascistas donde los ejemplos abundan. El caso paradigmatico, aunque más extremo que el actual proyecto de la agrupación liderada por Máximo Kirchner, es el de las Juventudes Hitlerianas, sin uniforme y con un enfoque más intelectual que militar, tienen objetivos similares. Aquellos tenían como misión «entrenar a futuros ciudadanos del Reich y soldados que sirvieran fielmente a la Alemania nacional-socialista cuando fueran adultos», los locales buscan solidificar el relato e impulsar futuros jóvenes K. La tradición de las Juventudes Hitlerianas, la Organización de la Juventud Nacional de Grecia, el Frente de Juventudes español, la Opera Nazionale  Balilla italiana, se repite en La Cámpora, y podría agravarse si se consolida la idea del diputado Dante Gullo de crear un Ministerio de la Juventud, algo que hasta el momento solo tiene carácter de Dirección, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

Desde otro lado, la diputada Patricia Bullrich, señaló que los talleres, en realidad, se tratan de «espacios de adoctrinamiento kirchnerista» y en consecuencia intentará citar al Ministro de Educación, Alberto Sileoni, para que responda algunas preguntas en el Congreso, referidas a este programa.

Bullrich está  mejor orientada que su colega opositor Hermes Binner, sin embargo el árbol le tapa al bosque. Cuando los integrantes de La Cámpora dejan las aulas y vuelven a sus puestos en la ANSES, Aerolíneas Argentinas, YPF, y el resto de las oficinas que ocupan en el leviatán argentino, el adoctrinamiento en las escuelas sigue, y a la diputada de Unión por Todos parece importarle poco el tema.

El adoctrinamiento diario en las escuelas está a cargo de una organización mucho más poderosa que La Cámpora, con un presupuesto más importante, y sin embargo no llama la atención como cuando se delega esta tarea en una agrupación determinada. El Ministerio de Educación fija los contenidos que deben estudiar los millones de alumnos en el sistema educativo, y no sólo eso, desde allí aprueban o rechazan metodologías de enseñanza más modernas que la actual cuyo origen encontramos en la Prusia de Federico El Grande.

Es positivo que la sociedad empiece a cuestionar las prácticas despreciables en los colegios, donde el adoctrinamiento es tan alevoso que no se puede negar bajo ningún concepto (excepto el caso de los idiotas útiles como Binner). No obstante, la posibilidad de extinguir este tipo de prácticas está lejos, muy lejos. Hasta que no se hagan análisis más profundos sobre las causas de los problemas, y se los ataque de raíz.

Si como decía Mises, el intervencionismo genera más intervencionismo, en el caso de la educación, el adoctrinamiento legal genera más adoctrinamiento.

ACTUALIZACION: Martin Krause realizó el año pasado un lucido análisis sobre «El Eternauta», acá. Recomiendo su lectura.

Cerrar la AFIP

Mañana Martes 7 de Agosto a las 13.00, el Partido Liberal Libertario va a clausurar la AFIP una vez más para festejar que se terminaron de pagar los impuestos al estado. Invitan a todo el mundo a participar de esta sana actividad, donde habrá fajas de clausura para todos y micrófono abierto para decirle a los chorros lo que tengas ganas.

Vení, bailá!

El lugar: La sede de la AFIP en Hipólito Yrigoyen, a pasitos de Plaza de Mayo. Donde esté el quilombo, mandate!

Evitas de oro

Interesante propuesta del Partido Liberal Libertario:

El Partido Liberal Libertario consideró que el lanzamiento del billete de $ 100 en homenaje a Eva Duarte de Perón es simplemente una cortina de humo para dejar de lado el debate sobre la inflación y centrarse en nimiedades como las figuras históricas de los billetes. Como ya ha expresado recientemente, el PL propone evitarnos el estéril debate sobre a quién poner y a quién no, tanto en billetes «homenaje» como en potenciales billetes de mayor denominación.

Gonzalo Blousson, presidente del PL, manifestó que «no tenemos que caer en la trampa de discutir acerca de que figura histórica estará en los billetes que se emitan. Acá hay que hablar de la inflación, y como con esta nueva serie podrán, con la excusa de homenajear a Eva Perón, aumentar el ritmo de emisión monetaria, cuyos efectos se terminan reflejando en una disminución mucho más rápida del poder adquisitivo de la moneda y un aumento en el costo de vida».

«Si el gobierno quiere verdaderamente homenajear a Eva Perón no lo debería hacer en un billete que pierde un 30% de su valor anualmente, más bien deberían garantizar su respaldo en oro. Es decir, que por cada billete que se emita con la cara de Eva Perón, el Banco Central posea una equivalencia fija de oro en sus reservas, y que el billete sea convertible en ese metal» propuso Blousson.

Desde el PL recomendaron que cada nuevo billete tenga como respaldo 4 gramos de oro, de esta forma guardará relación con el valor que tenían $ 100 en 1952, año de la muerte de la homenajeada.

Con la propuesta de la agrupación liberal, el «Peso Evita» sería mucho más valorado por la gente al ser un instrumento para protegerse de la inflación, ya que no se vería afectado por la expansión de la oferta monetaria. Así existiría la opción de una moneda confiable para el ahorro, que no perdería su valor como lo hace el peso.

«Si bien nuestra propuesta para terminar por completo con la inflación es otra, adoptando esta iniciativa los argentinos al menos podrán estar protegidos de la emisión descontrolada», concluyó Blousson.

El PL propone derogar el curso forzoso del peso y con ello eliminar el Banco Central, evitando entonces imponer en intercambios y contratos a una moneda en la que la ciudadanía no confía. De esta forma los argentinos no nos veríamos expuestos a la constante pérdida del poder adquisitivo de nuestros salarios, cuya causa se encuentra en la necesidad de los gobiernos de contar con un financiamiento rápido, fácil y encubierto, para solventar su gasto público.

Alianzas sin futuro

Ser libertario en este mundo estatista es estar la mayoría de las veces en minoría, especialmente a la hora de compartir nuestra visión del mundo con los demás, explicar nuestro proyecto de sociedad libre, y en general en toda discusión política. Sin embargo, tremenda soledad disminuye cuando hacemos zoom en algunas áreas y encontramos aliados específicos que sin ser libertarios son defensores de la libertad en sectores determinados. Ejemplos hay muchos, los que quieren legalizar las drogas, los que defienden el derecho a portar armas, los padres preocupados por la educación en casa (homeschoolers), los homosexuales que prefieren anular el matrimonio estatal, los comerciantes agobiados por las regulaciones, y un largo etcétera. La posibilidad de trabajar conjuntamente con las agrupaciones que  se oponen a la interferencia del gobierno en sus aréas de interés es una gran herramienta para lograr avances concreto en el camino para lograr una sociedad libre.

Desafortunadamente, a diferencia de lo que sucede en otras partes del mundo, en Argentina este tipo de organizaciones son escasas. No porque haya poco compromiso por parte de la sociedad civil, sino porque las organizaciones que surgen en Argentina y que aparentemente están para defender los derechos individuales, en realidad los desprecian tanto como los que los violan y apelan a una selección sesgada sobre que derechos defender y cuales no.

El primer caso que encontramos es la Asociación por los Derechos Civiles (ADC),  a pesar de que indican que están comprometidas con la defensa de los derechos constitucionales, una breve visita a su sitio web nos muestra como en realidad se trata de una asociación destinada a promover una mayor intervención del estado en diferentes áreas y no una defensa de los derechos individuales como si sucede en otros países. La libertad de expresión y la tolerancia religiosa son tal vez las dos causas afines a las que se dedica la ADC, un numero bastante bajo en comparación con lo que sucede en otras partes del mundo. Un caso paradigmatico de este tipo de asociaciones es la American Civil Liberties Union (ACLU) que desde 1920 han demostrado un compromiso más serio en la defensa de los derechos individuales, especialmente libertad de expresión, en famosos casos como la marcha del Partido Nazi Americano en la comunidad de Skokie, Illinois. A pesar de su tendencia hacia la izquierda, la ACLU demostró ser madura y defender los derechos de aquellos que no piensan como ellos, y que incluso se oponen a toda su obra.

Otro caso que podemos mencionar es el de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) que en vez de adoptar una postura imparcial como lo hacen en Copblock, decide priorizar aspectos ideológicos de su línea marxista en vez de presentar una organización seria dedicada a monitorear casos de abuso y brutalidad policial. Otra demostración de la inmadurez en la participación de la sociedad civil para controlar este tipo de acciones.

Entre las asociaciones destinadas a promover la legalización de las drogas, el problema es similar. Si bien se puede coincidir en algunas cuestiones fundamentales, organizaciones como la Asociación de Reducción de Daños de Argentina o la revista THC, se rehúsan a adoptar como posición la existencia de un mercado libre de drogas, y hacen especial hincapié en la necesidad de que junto a la legalización el estado implemente un «Plan Nacional de Información, Prevención, Asistencia y Reducción de Daños que aborde la realidad del uso de drogas, los consumos problemáticos y las adicciones, Público, Universal y Gratuito» como dice en el sitio web de ARDA.

Por suerte, no todas las organizaciones comparten estás características. Un caso para destacar es la Asociación de Legítimos Usuarios y Tenedores de Armas de la República Argentina (ALUTARA) que ha defendido de forma consistente los derechos de tenedores y usuarios de armas, sin importar la orientación ideológica de sus miembros.

A pesar de la penosa situación de las ONGs en cuanto a la falta de un compromiso consistente con la defensa de los derechos individuales en su campo de acción, no es imposible la colaboración con estas asociaciones en cuestiones muy puntuales con la suficiente necesaria para no terminar siendo cómplices de la promoción de la violencia estatal. Sin embargo, aquellos libertarios que tienen intereses particulares en determinadas áreas y ven a las ONGs que mencionamos como espacios donde no tienen cabida, por tratarse en realidad de grupos ideológicos con una agenda concreta para promover la agresión como método de resolución de conflictos, entonces queda una sola cosa por hacer: emprender. La salida es generar nuevas ONGs que estén dedicadas a promover la libertad en un sector en particular pero para todos, y no solo para aquellos que se adecuan a sus intereses políticos.

El más bueno de todos

[Publicado originalmente en La Crisis es Filosófica el 20 de julio de 2012 – Ver post original]

En la carrera para ver quién es el político más bueno, simpático y amable, el último paso lo ha dado el vecino porteño Mauricio Macri.

 El último proyecto buenista del PRO es la inauguración del “Paseo de la Historieta”, una “iniciativa que forma parte de Construcción Ciudadana y Cambio Cultural, una unidad de proyectos especiales que depende de Jefatura de Gabinete de Ministros” que consiste en la realización de un recorrido de esculturas que representan a clásicos de la historieta nacional, como Isidoro Cañones (que para los chicos de hoy representa tan poco como He-Man) o Mafalda. Todos buenos y simpáticos.
Además de las esculturas, como todo se hace en nombre de las propiedades curativas del arte[1], el camino estará decorado con murales pintados por “reconocidos artistas” y “señaléticas en luminarias que guiarán el camino”.
Hasta aquí todo maravilloso. Los niños no entenderán nada, pero seguro que los padres de alguna generación podrán encontrarle algún disfrute al paseíto, sobre todo dado que la “entrada” es gratuita.
Ahora bien, ¿no se detuvo Mauricio a pensar todas las cosas que podrían hacerse con el dinero que va a destinar al Paseo de la Historieta? Alguno pensará que es mejor invertir en hospitales que en decorar de una manera más alegre –y cultural, por supuesto – los espacios públicos de la Ciudad. Pero pensemos en otra cosa: ¿qué tal si ese dinero nunca hubiera sido manejado por el ministerio?
Es decir, si al municipio le sobran unos billetes y por tanto decide gastarlo en un divertido y amigable paseo de la historieta, ¿por qué no mejor devolverlo al lugar de donde lo tomó en primer lugar, el bolsillo de los ciudadanos?
¿Pensará Macri que de no existir su “intermediación”, el buenazo museo no existiría? Y si este fuera el caso, ¿quiénes son él y sus ministros para juzgar mejor que nosotros qué hacer con el dinero que ganamos?
¿O es acaso que si él devolviera el dinero a la gente y se privara de realizar sus simpáticos proyectos no podría ampliar su aparato y clientela política con lo que tendría que empezar a pagar de su bolsillo la imagen de canchero-pro-cultura-popular que quiere difundir?

Alguna vez lo comentamos, la lógica macrista no es distinta a la lógica de los Kirchner en estos temas.

Por un lado, creen que ellos (personas de carne y hueso igual que nosotros) son los más aptos para decidir cómo gastar o invertir aquello que ganamos con nuestro trabajo.
Por el otro, ambos aprovechan que la mayoría de los ciudadanos paga impuestos para financiar todo tipo de campañas que son puramente políticas, de corto plazo y que no sirven para nada (en serio, ¡para nada!) más que para aumentar su propia imagen en las encuestas.
Por suerte, a menudo, ni siquiera eso consiguen.

[1] “Construcción Ciudadana y Cambio Cultural, una unidad de proyectos especiales que depende de Jefatura de Gabinete de Ministros, y que fue creada con el objetivo de generar políticas públicas que fortalezcan la identidad y el sentido de pertenencia, promuevan la participación ciudadana y el ejercicio de valores comunes, y fomenten el respeto por las normas de convivencia, con el fin de lograr cambios culturales para una mejor calidad de vida de todos los que viven y transitan la Ciudad.”http://www.buenosaires.gov.ar/noticias/paseo-de-la-historieta

Vivir con lo nuestro (II)

En este artículo explorábamos la ridícula idea de la autosuficiencia dentro de un país. Vamos a seguir trabajando sobre la idea del proteccionismo, tomando ahora otro enfoque.

El argumento proteccionista dice que cerrar las fronteras —a través de barreras arancelarias, cuotas de importación, o directamente prohibiciones—es beneficioso, porque fomenta el desarrollo de la industria local.

Divide y vencerás

Sin embargo, si hacemos un análisis histórico, podemos ver que las fronteras son totalmente accidentales. Si una batalla hubiese tenido un desenlace distinto, quizás Uruguay formaría parte del territorio argentino, o Formosa y ciertas zonas de Brasil seguirían perteneciendo a Paraguay (si resultaba victorioso en la Guerra de la Triple Alianza), o el gobierno argentino tendría soberanía sobre las Islas Malvinas.

El argumento proteccionista, si pretende resistir un análisis, debería funcionar sin importar la distribución geopolítica del momento. ¿Qué pasaría entonces si hubiese habido una guerra civil, y el país estuviera atomizado en lo que ahora son las provincias?

Nos despertamos en una provincia —ahora país— cualquiera de la Patagonia, con la intención de ir a desayunar y leer el diario. Nos encontramos con que el diario es más caro, porque el papel está hecho con caña de azúcar, que se cultiva y procesa en Jujuy. Como, por las condiciones climáticas, es imposible producirlo en la Patagonia, no queda otra que importarlo, pagando los impuestos correspondientes. También “nos desayunamos” el hecho de que el desayuno subió de precio. La opción a, café con leche y medialunas, requiere de café importado (de Brasil, México, Colombia, etc., porque la pequeña producción de Chaco, Corrientes, Misiones y Salta apenas alcanza para autoabastecerse), ahora también leche importada de la zona pampeana, y harina y manteca importadas de la misma zona para hacer las medialunas. Para endulzar el café, también tenemos que importar azúcar. La opción b, tostado de jamón y queso con exprimido de naranja, subió de precio también. El pan se hace con harina proveniente de la pampa, al igual que el queso. El jamón podría ser local, pero sería más caro igualmente, porque los cerdos son alimentados con maíz y soja principalmente, que ya sabemos de dónde vienen. Las naranjas se producen en su mayoría en Tucumán, así que el jugo está más caro también.

Enfilamos para la facu o la oficina en Capital Federal (que es parte del país Buenos Aires), puteando porque el bondi aumentó, ya que para fomentar la producción de petróleo local se le agregaron impuestos a la nafta que viene de la patagonia[1]. Nuestros insumos tipo cuaderno están también más caros, porque ahora el ciclo productivo cruza dos fronteras hasta llegar a la librería: el papel se produce en Jujuy, y se transforma en cuadernos en la planta Ledesma de San Luis.

Abrimos el local en Entre Ríos, y ponemos la radio de fondo. ¡Cómo extraño escuchar Los Redondos! Con las nuevas regulaciones, tiene que sonar un 70% de música nacional en todas las emisoras. Te tiene que gustar el chamamé, sino vas muerto.

Hacemos el break para almorzar en Mendoza. La milanesa con papas fritas aumentó jodido, porque solo el 10% de los animales que se consumen son criados en la provincia-país (¿¿por qué carajo no hay vacas en Punta de Vacas??). Pero bueno, ¡estamos ayudando a la ganadería local! Todo sea por la patria. Y las papas vienen casi todas de Balcarce. Si para el postre queríamos, como antes, una fruta que venga del Valle de Río Negro, cagamos, porque en cada bendita hectárea de la provincia estamos cultivando uvas, y no hay espacio para otras frutas. ¡Uvas serán, pues!

Reanudamos la jornada laboral en la fábrica del conurbano. Cayeron las ventas de autos, porque nos vimos obligados a aumentar los precios. La aduana le puso trabas al aluminio que viene de Aluar en Puerto Madryn, Chubut, y lo estamos pagando casi un 100% más caro. ¿Cuánto falta para que abran una planta de producción acá en Buenos Aires? Y menos mal que los de Aluar sacan la energía de la represa de Futaleufú, que está en la misma provincia-país, imaginate lo caro que estaría el aluminio si aparte tuvieran que importar esa cantidad de kiloWatts. El quilombo lo tenemos nosotros; el Parque Industrial no se auto-abastece ni por casualidad, y el comprar energía “de afuera” también contribuye al aumento de precio de nuestros productos.

Un cortecito para el mate. ¡Cómo aumentó la yerba! ¿Tanto les cuesta a los dueños de los campos bonaerenses generar artificialmente un clima subtropical para cultivar yerba mate? Digo, así no hay que importarla de Misiones. Y bueno, también ahora el alfajor Havanna, por más que sea más caro, es “la que va”, porque no les vamos a dar el gusto a los vecinos de consumir alfajores santafecinos.

Menos mal que hoy es viernes, y el plan acá en Córdoba es ir a comer a un restaurant y después ir al cine. Mi menú favorito aumentó también, porque por un lado está difícil criar merluza en agua dulce y hay que importarla (garpando el 50% de impuesto que se le puso, cuya recaudación se destina en subsidios para fomentar la crianza en piletas de agua salada acá), y por el otro ahora hay que pagar el impuesto a los vinos que vienen de San Juan y Mendoza. El plan b era la empanada salteña, pero como no quiero que me tilden de “cipayo vendepatria” por querer extranjerizar nuestras costumbres culinarias, no lo pido. Y el cine, últimamente, una cagada. Antes todas las pelis venían de Buenos Aires o directamente de Hollywood o Europa, pero como pusieron una cuota máxima de películas foráneas en las salas, para ayudar al cine local, tenemos que conformarnos con la pedorrada que se filma acá. ¿Cuántas pelis con la banda sonora hecha por La Mona Giménez nos vamos a tener que bancar?

Nos vamos a dormir en La Pampa, pensando en el laburo que tenemos que hacer mañana en la casa que nos estamos construyendo: hay que terminar de poner el piso nuevo, que desgraciadamente nos salió el doble de caro porque hubo que importar los céramicos de Zanón, en Neuquén. Lo bueno es que cuando terminemos hacemos el asadito para festejar. Vaca va a tener que ser, porque el forro del Guillermo Moreno pampeano no nos deja pasar el cordero patagónico por la aduana.

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[1] Y este arancel afecta a toda la producción agrícola, altamente dependiente del petróleo, encareciendo por partida doble los productos alimenticios, que tienen que volver a cruzar la frontera para volver a la Patagonia.  

El estado de la basura

Publicada originalmente por Juan Manuel Drangosch en la web del Partido Liberal Libertario

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La discusión respecto de la basura ha sido sobre si la maneja el Estado nacional o el Gobierno de la Ciudad. ¿Y sí no la maneja el Estado?

Basura. Es. Basura.

Uno de los temas candentes en la agenda del gobierno porteño es el problema de la basura. Históricamente ha sido el Estado el encargado de la recolección de residuos en las grandes ciudades, con lo cual nos pondremos a pensar un poco por fuera de la caja estatista, para encontrar soluciones de mercado a este problema.

Primero examinemos cómo funciona el sistema actual: el municipio hace una licitación, en donde una empresa (o varias, si dividimos la ciudad por zonas) es elegida y se hace cargo de la concesión del servicio. El dinero para pagarle a la empresa proviene del impuesto ABL, que está relacionado con el valor de la propiedad y no con la cantidad de basura producida por el inquilino.

 

  • Problema número 1: si existiese un ciudadano que no produce un sólo gramo de basura, también está pagando por el servicio.
  • Problema número 2: no hay un incentivo económico para generar menos desechos. El ciudadano que recicla, reutiliza o es más ecológico a la hora de elegir el packaging de los productos que consume, paga el mismo importe que el que produce basura indiscriminadamente.

Prosigamos. La basura acumulada por la empresa se dirige a una planta de procesamiento, donde es comprimida para ocupar menos espacio. A continuación se la envía a un basurero o relleno sanitario. Este terreno es propiedad del Estado, y su ubicación fue asignada arbitrariamente por los funcionarios de turno. El subsuelo bajo ese basurero también es de propiedad pública.

  • Problema número 3: los asentamientos cercanos a los basurales sufren las externalidades negativas[1] de los sectores de la sociedad que produjeron la basura.
  • Problema número 4: los ríos subterráneos o napas freáticas arrastran la contaminación, afectando el agua de los pozos cercanos e incluso los mares y ríos a mayores distancias.

Ahora analicemos cómo podría lidiar una sociedad libre con estas mismas situaciones. Para ello es necesario definir los derechos y responsabilidades de los ciudadanos. Por suerte esto es muy sencillo: alcanza con reconocer que somos dueños de nosotros mismos, del fruto de nuestro trabajo, y de los bienes y propiedades adquiridos con éste.

Uno puede comprar y acumular cosas que entren en su propiedad. Nadie le impide juntar basura en el patio (aunque ¿quién querría vivir así?). Sin embargo, el límite también lo pone el mismo derecho: no puedo tirar basura en el patio del vecino, porque eso sería una invasión a su propiedad, y por lo tanto una violación a sus derechos individuales.

Entonces, ¿qué hacemos con la basura? Por un lado, mucha gente quiere reciclar, y casi la totalidad de la población es consciente de que a mediano y largo plazo es el único camino posible, pero no empieza a hacerlo porque faltan incentivos y no están dadas las condiciones para que sea algo sencillo. Por el otro, existe una demanda de desechos recuperables (se manifiesta en la existencia del “oficio” de los cartoneros). La pregunta que hay que hacerse es: ¿qué pasaría si no fuese el Estado el que se hace cargo de la basura, y tuviesemos que pagar el costo real de disponer de nuestros residuos?

Una empresa privada con el mismo funcionamiento que el sistema estatal sería imposible, porque:

  • a – el precio sería mucho más elevado que el actual, ya que el terreno utilizado para verter los residuos perdería su valor económico en un tiempo muy corto, y sería mucho más rentable destinarlo a otras actividades.
  • b – la cantidad de juicios por contaminación/invasión de las propiedades aledañas haría quebrar a las empresas (recordemos que también el subsuelo y el agua que corre por debajo serían privados. Si el basural quema la basura en lugar de enterrarla, la invasión sería aérea y enfrenta los mismos problemas).

Por lo tanto, las empresas de recolección que surjan estarían obligadas, por el marco jurídico, a darle otro destino a los residuos. Podría haber empresas que:

  • a – cobren el precio real de disponer la basura mezclada, y cobren un precio con descuento si desde la casa o el consorcio se entrega la basura separada (supongamos en papel/cartón, vidrio, plástico, metal, residuos orgánicos, basura electrónica).
  • b – se lleven la basura gratis en caso de estar separada, porque el negocio lo harían vendiéndole esos residuos a las plantas de reutilización.
  • c – le compren la basura separada a los clientes, para reciclarla ellos mismos.

Estas son sólo algunas de las soluciones que podría dar el mercado. Las posibilidades son infinitas. El método de prueba y error es el que nos dirá qué sistema es el mejor, y la Ley de oferta y demanda es la que va a decir qué tan rentable es la basura, y si preferimos perder 10 minutos diarios en separarla o gastar una fortuna al mes para que otro se haga cargo. Y la sociedad misma, conociendo estos costos, sería la que premie y castigue a las empresas que tomen las decisiones correctas a nivel packaging y distribución.

Ejemplos exitosos de negocios de este tipo hay muchos. Uno de ellos es el caso de TerraCycle, donde el joven empresario Tom Szaky se hizo millonario fabricando un fertilizante 100% ecológico, hecho mediante lombrices que se alimentan de restos de comida (en un principio provenientes de las cafeterías y restaurantes cercanos a la Universidad de Princeton, ahora a nivel global).

Como liberales libertarios creemos que el rol del Estado es abrir el juego a la creatividad y la capacidad emprendedora de los ciudadanos. Un plan de acción que podría tomarse es:

Suspensión del funcionamiento de los basureros en un plazo de, por ejemplo, 5 años.
Exención impositiva total a las pequeñas, medianas y grandes empresas del rubro recolección/procesamiento de residuos.
No podremos saber el resultado, pero tendremos la certeza de que no vamos, como ahora, a estar obligados al fracaso.

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[1]     Las externalidades son efectos indirectos de las actividades de consumo o producción, es decir, los efectos sobre agentes otros que el originador de tal actividad, y que no funcionan a través del sistema de precios.

El fracaso de la Constitución

«Cualquier hombre comete errores, pero solo los idiotas persisten».  Este sabio consejo de Cicerón debería ser una advertencia para aquellos liberales que adhieren a la religión llamada «Constitucionalismo», está religión tiene como idea principal que las constituciones son fundamentales para proteger la libertad de las personas y acotar el poder indiscriminado que tienen los gobiernos.  Yo también confiaba en que una Constitución y un poder judicial independiente eran suficientes para garantizar la paz y la libertad de la sociedad, sin embargo insistir en esa premisa es la negación de la realidad.

No es de perdedor admitir que estábamos equivocados y que debemos buscar una solución superadora que restringa realmente el poder de acción de los gobiernos.

«Las Bases», de Alberdi. Parte de la historia

La historia de las constituciones se remonta al S. XII. El primer documento que representó un freno al poder de la realeza fue la Carta Magna de 1215, desde ese momento y hasta la actualidad han surgido centenas de documentos que tenían como objetivo lo mismo, garantizar que el poder político sea utilizado en defensa de los derechos individuales, y que no se preste a abusos. Tal vez el experimento constitucional más exitoso fue la Constitución de Estados Unidos, receptando toda la influencia de los contractualistas liberales (a través de los famosos Federalist Papers) , y de Montesquieu para diseñar su forma de gobierno. Incluso ellos no están exentos del fracaso constitucional.

En Argentina, a la hora de redactar la  Constitución, se tomó la sabia decisión de escuchar al liberal Juan Bautista Alberdi y adoptar, aunque con algunas modificaciones claves, su proyecto de Constitución esbozado en su famoso trabajo Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina , que a su vez estaba inspirado en la Constitución de California, cuyo contenido era similar a la Constitución de Estados Unidos.

Hoy, a 159 años de la sanción de la Constitución argentina, y 223 años de la entrada en vigencia de la Constitución americana, podemos afirmar que el proyecto constitucional de ambos países ha fracasado.  No creo que sea necesario ahondar en el asunto, La Nación y el New York Times ofrecen evidencia abrumadora que sostienen la afirmación. Ni hablar de las modificaciones que sufrió la Constitución nacional posteriormente.

Por más que exista cierto romanticismo por parte de algunos liberales para con la Constitución de 1853, es hora de afrontar la realidad y aceptar que desde su modificación en el año 1888, la Constitución argentina dejó de ser una causa liberal. Más aún, defender la Constitución tal como está redactada hoy es promover intervención del estado en cada uno de los aspectos de la vida de la gente. Claros ejemplos podemos encontrar en la  incorporación del art. 14 bis, de la reforma de 1957, y la modificación de1994, a partir de la cual se incluyen en nuestra Constitución algunos tratados internacionales, el Pacto de Derechos Economicos, Sociales y Culturales tal vez el mejor ejemplo, que agregan al texto constitucional toda una generación de derechos que solamente hablan de una mayor intervención del estado.

Es verdad que frente a constituciones modernas como la de la Ciudad de Buenos Aires, la Constitución nacional sigue siendo una joyita, y que  una reforma llevada adelante por el gobierno actual, sólo puede significar empeorar la situación actual. Pero más allá del contexto en el que estamos, los liberales debemos reconocer que un proyecto guiado por la Constitución ha fracasado.

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