El Dios costoso del artículo 2

Hace un par de días en una conversación típica de mi grupo de amigos en pleno Happy Hour, empezamos a hablar sobre el Estado y la Iglesia. Volví a casa y empecé a chusmear algunos números y demás yerbas.

Primero me topé con el artículo 2 de la Constitución Nacional:

El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano.

¿Qué implica que no haya separación del Estado e Iglesia? Básicamente parte de los recursos del gobierno son destinados a financiar a esta entidad. ¿Por qué católico apostólico romano y no judío-ortodoxo? ¿Para qué seguir manteniendo esta tradición costosa? El grueso de los fondos de la Iglesia provine del Estado, o mejor dicho: de los impuestos de agnósticos, ateos, evangelistas, testigos de Jehová, mormones, etc. ¿Es justo?

Durante su primer gobierno, a Juan Domingo Perón se le ocurrió la brillante idea de que las escuelas públicas obligatoriamente deberían impulsar la enseñanza de la religión católica y además subsidió los salarios de los docentes de estas escuelas. Los subsidió con impuestos de agnósticos, ateos, evangelistas, testigos de Jehová, mormones, etc. Así, sumamos una partida de gasto más en el presupuesto. Sumamos transferencias de fondos públicos potencialmente malversables.

Sin embargo, esto no fue para nada suficiente y para forjar aún más la tradición vinieron los militares y sancionaron un par de leyes que engordaron las partidas del gasto destinadas al sostenimiento del culto. A saber:

  • Ley 22.162: se le otorga a los Curas Párrocos o Vicarios Ecónomos de Parroquias situadas en Zonas de Frontera una asignación mensual. Y no contento con esto, agrega que los recursos que el cumplimiento de esta ley demande se tomarán de las Rentas Generales.
  • Ley 21.950: con esta ley también le dimos una asignación mensual a los Arzobispos y Obispos con jurisdicción sobre Arquidiócesis, Diócesis, Prelaturas, Eparquías y Exarcados del Culto Católico Apostólico Romano.
  • Ley 21.540: se le otorga a los Arzobispos y Obispos con jurisdicción sobre Arquidiócesis, Diócesis, Prelaturas  o Exarcados del Culto Católico Apostólico Romano, y el Vicario Castrense para las Fuerzas Armadas otra asignación mensual cuando cesen en sus cargos por cuestiones de edad o invalidez. Esta asignación mensual es una jubilación de privilegio.
  • Ley 22.950: el gobierno nacional se compromete a dar otra asignación mensual a los clérigos que contribuyan a la enseñanza en los Seminarios Mayores.
  • Decreto 1.991/80: les pagamos los pasajes para cuando viajan al exterior y dentro del territorio de Argentina.

Hoy en día existe en Argentina un Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto (MREC). ¿Y qué tienen que ver las relaciones exteriores con el culto? En fin, la cuestión es que así como tenemos ahora un lindo Ministerio de Deporte en la Provincia de San Luis, descubrí que también tenemos una simpática Dirección General del Culto Católico que depende de la Secretaría de Culto. La pregunta es: ¿cuánto nos sale mantener la tradición del culto católico apostólico romano? Entrá en la Oficina Nacional del Presupuesto y seguí estos números… En el año 2003 se presupuestó para la Secretaría de Culto una totalidad de $13.777.037. Si a eso le sumamos lo que se previó destinar para las actividades centrales del Ministerio del cual depende esta Secretaría, despilfarraron un total de $121.435.620. No contentos con estos gastos, a la década también la ganó la Secretaría de Culto que para el año 2013 le presupuestaron $62.826.000; es decir, un 356% más que en 2003. Nuevamente, si adicionamos lo presupuestado para que funcione esta dependencia del MREC, el gobierno nacional gastará un total de $676.244.685; un 456% superior a lo presupuestado hace diez años. Y eso sin contar que como además gastan más de lo que presupuestan, no sería para nada extraño que al comienzo del ejercicio que viene se observen un par de millones más en cada una de estas cifras.

Y esto sin contar los beneficios adicionales de los que gozan las instituciones inscriptas en la Secretaría de Culto. Exenciones impositivas, donación de terrenos que recibieron del Estado Nacional. ¿Podés creer además que la Iglesia recibe más subsidios que otras instituciones públicas? Juro que he escuchado decir muchas veces: «Pero la Iglesia paga los servicios de gas y luz». Pero cristiano, ¡menos mal! Lo único que faltaba entonces era que además le financiemos los gastos de luz y gas. Vamos… ¡Despertate argentino!

¿Es realmente necesario que el Estado impulse de esta forma el culto católico apostólico romano? ¿Por qué lo hace? ¿Por qué debe subordinarse a esta religión? Si es por una cuestión de tradición, ¿por qué no volvemos a incorporar el servicio militar obligatorio? ¿Por qué no derogamos la ley de matrimonio igualitario o la ley de divorcio? Si realmente las personas quisieran que el culto católico apostólico romano se mantuviera a lo largo del tiempo, podrían ellas mismas sostenerlo. Además, ponete a pensar un rato, sos católico apostólico romano y a tu religión la bancan con impuestos los agnósticos, ateos, evangelistas, testigos de Jehová, mormones, etc. ¿Y la moral? Si te gusta ser católico buscá la manera de sostener tu religión con tus propios medios, no esquilmando el bolsillo del otro.

Si bien hoy en día debería darse prioridad a la resolución de otros problemas como por ejemplo el control de precios que los perros kirchneristas comandados por Moreno está llevando a cabo, la excesivo abuso de la máquina de imprimir billetes de Mecha, la malversación de fondos públicos, etc., no debería pasarse por alto que estos recursos liberados, junto a otros destinados al mantenimiento irracional de tradiciones en el siglo XXI, podrían directamente ser ahorrados. Dejemos de engordar los gatos del Estado.

Tradición.

Menos corazón, más razón. 

Mantenete por tus propios medios.

Mantenete por tus propios medios.

El Estado somos todos

Está en boca de muchos decir, cuando uno se queja de malos manejes del Estado, la frase “pero el Estado somos todos”.

 

Yo no estafé a varias generaciones con falsas promesas de jubilación.

Yo no imprimo billetes sin respaldo, robándole el poder adquisitivo a los que están en manos de mis conciudadanos.

Yo no le robo cerca del 50% de su sueldo a mis compañeros trabajadores.

Yo no adoctrino a tus hijos con un sistema que fue pensado hace más de 150 años para formar soldados y empleados industriales.

Yo no mandé a pibes de 18 años a morirse en una cruzada quijotesca contra uno de los mejores ejércitos del mundo.

Yo no le transpasé al pueblo las deudas de los empresarios amigos que se habían endeudado en la timba financiera.

Yo no arrasé con varios pueblos originarios para expandir el territorio nacional.

Yo no le di esas tierras conquistadas a 344 familias aristócratas amigas del poder.

Yo no convertí el campo en un monocultivo de soja, con la aplicación de retenciones y prohibiciones.

Yo no hice desaparecer el pan blanco en 1952.

Yo no meto en la cárcel a los que eligen meter en sus cuerpos ciertas plantas o sustancias sin afectar a nadie más.

Yo no obligué a todas las generaciones hasta los 90’s a hacer el servicio militar obligatorio.

Yo no construí obras que benefician solamente a algunos empresarios o sectores afines, con la plata de los contribuyentes.

Yo no confisqué las jubilaciones de gente que había optado por irse del sistema piramidal estatal a uno un poco menos peor.

Yo no le impuse a mis conciudadanos un corralito para que no pudieran retirar sus ahorros.

Yo no le pesifiqué las deudas a mis empresas amigas 3 a 1, mientras los ahorros de la gente se pesificaban 1 a 1.

Yo no le impido a mis conciudadanos establecer relaciones comerciales mutuamente beneficiosas con el exterior.

Yo no persigo a los espacios de arte independientes con leyes obsoletas, habilitaciones absurdas e inspectores corruptos.

Yo no censuré a la prensa, ni a la música, ni a la literatura.

Yo no reprimí las protestas sociales.

Yo no metí presos a mis rivales políticos.

Yo no desaparecí a 30.000 personas durante la última dictadura.

 

Por todo eso y más, “el Estado somos todos” las pelotas.

 

Son éstos.

Son éstos.

Contradicciones

Amigo de mis viejos, peronista de toda la vida, y ahora kirchnerista. A favor del régimen. Sin embargo, la última que hizo fue ir a Paraguay y comprar en Ciudad del Este infinidad de repuestos y chucherías para celulares, y meterlos de contrabando en el país, para que su negocio siga funcionando.

Papá de un amigo, Kirchnerista a viva voz. Se va de vacaciones con la flia. a Nueva York, tarjeteando a más no poder, para poder pagar con dólares al cambio oficial.

Amiga, anti-K. Putea porque paga casi 1.000 pesos de impuesto a las ganancias trabajando en relación de dependencia. Cuando le digo que el PL propone eliminar el impuesto a las ganancias (que hasta la reforma del 94 era inconstitucional), dice que no lo quiere eliminar, sólo quiere que levanten el mínimo imponible. Claro, para no ser ella quien lo paga.

Otra amiga anti-K: está de acuerdo con que los boliches no puedan vender alcohol después de las 5 de la mañana y cierren a las 6 por ley, así la gente tiene esa horita para ponerse sobria y a- no hagan quilombo sonoro que molesta a los vecinos, b-estén en condiciones de manejar de vuelta a su casa. Fin de semana siguiente: se vuelve a su casa manejando borracha.

La ley esta bien para todos, menos para mí.

Primer amiga anti-K, de vuelta: está de acuerdo con que por ley no se pueda fumar en bares y boliches. Sin embargo, no tiene problemas en fumar en cierto boliche que frecuentamos, en el que evidentemente tienen coimeado a algún inspector, porque fuma todo el mundo (salvo los no-fumadores como yo, que vamos igual porque tiene onda).

Misma amiga (no es que la tenga de punto, es que tengo muy fresca una charla): está totalmente en contra de que se legalicen las drogas, pero cada tanto se fuma un porro.

 

Hay veces que pienso que el mundo no tiene solución.

¿No deberíamos ser coherentes con las ideas que pregonamos? Creo que es el único camino hacia una sociedad virtuosa.

Los invito a compartir más contradicciones que los toquen de cerca; hoy estoy con ánimos masoquistas.

Sin respeto.

Una de las (incoherentes) críticas que recibió la marcha del 13S es la de qué eramos un grupo de bien acomodados de clase media – bien vestidos – llenos de odio, agresión, insultos y hasta deseos de cárcel y muerte hacia ciertos funcionarios públicos.

No me sorprende, ni me molesta que desde el kirchnerismo salgan con estas vacías acusaciones a pretender acallar las voces de la libertad que se están erigiendo por fin en este país. Pero me duele y me deja perpleja que desde los propios «caceroleros» pretendan desmentir esto, validando esas críticas a la vez que se muestra una continuidad de la sumisión, al menos en el aspecto discursivo.

Quiero ser muy clara. Por supuesto que estamos enojados, calientes, saturados, HARTOS de que nos pisoteen y nos tomen de pelotudos. Por supuesto que vamos a insultarlos, exigirles que atiendan nuestras demandas, y que nos respeten. No se pude pelotudear a un pueblo durante tantos años y pretender no generar odios, rechazo y un sinfín de sentimientos negativos.

 

La presidente es una enferma, cínica, hija de puta que habla de democracia cuando sus acciones son absolutamente autoritarias. Que se llena la boca con mentiras, estadísticas inventadas, índices de pobreza inexistentes. Ignora la constitución nacional, ley sagrada si las hay, y hasta pretende reformarla para quitarle su espíritu de libertad. Nos amenaza por cadena nacional al mismo tiempo que nos ignora. Se cree ama y señora del país, dueña de nuestras vidas y de nuestros destinos. Nos impide progresar, trabajar, crecer, vivir, aprender…

Nos tienen arrinconados, Moreno, Boudou, Echegaray, y todos sus secuaces. Nos impiden transitar libremente por el mundo, comerciar, comprar y vender como nos plazca, nos condenan a la miseria, a vivir angustiados, a no saber si volvemos vivos a casa, a tener que agradecer que «solo nos robaron y no nos hicieron algo más», a pagar más del 50% de nuestros bien merecidos sueldos para mantenerlos a ellos y a todo su aparato de propaganda nazi (sí! nazi!! si usan las técnicas de Goebbles a una perfección inimaginada por él mismo), y a mantener el asistencialismo que está destruyendo las bases que construyeron este país con trabajo, esfuerzo y mérito.

Nos obligan a corrompernos o a ser sometidos, nos toman el pelo, nos asfixian con medidas cada día más restrictivas, nos tienen vigilados como si fuésemos criminales, criminalizan las acciones más normales cómo comprar monedas extranjeras o disentir con el gobierno.

Destruyeron por completo la República, con una ausencia de poderes independientes que no tiene precedentes. No hay justicia, no hay jueces capaces de hacerle frente al avasallamimento de los derechos individuales. No hay legisladores que se precien de representar al pueblo. Hacen las leyes a su antojo, la mayoría bien inconstitucionales por cierto. Gobiernan para ellos mismos, ni siquiera para la mitad del país que los votó. Y lo hacen todo bajo la bandera de una democracia que ni siquiera es nuestro sistema de gobierno vigente. Argentina es una REPÚBLICA, en la que el estado de derecho, es decir, el gobierno de la LEY, debería primar por sobre cualquier persona que ocupe un cargo público.

Nos han quebrado en dos bandos, en los que la ausencia de diálogo es ensordecedora, genera impotencia absoluta no poder disentir sin discutir, no poder presentar alternativas, no ser escuchado, no ser representado, no ser respetado.
Las minorías esta doblegadas a obedecer los caprichos de las supuestas mayorías, que no son más que clientes de este gobierno corporativista. Nos llenan la cabeza de boludeo nacionalista, apelando a un orgullo xenófobo de qué algo producido en territorio argentino tiene más mérito vaya uno a saber porqué… Pero la realidad es que la industria nacional no crece, porque como todo en el relato, es un verso más.

Gobiernan de palabra en todo lo relativo a la libertad, la prosperidad y la igualdad ante la ley, deshaciendo con sus controles y regulaciones todo lo que dicen defender.

Y esta lista podría seguir eternamente. No tiene nombre lo que nos están haciendo. Nos están quitando la dignidad, nos están esclavizando, nos están exprimiendo y oprimiendo.

¿Y pretenden que salgamos a la calle a protestar educadamente? Después de años de sufrir su cinismo y su sadismo, sus faltas de respeto, sus abusos, sus caprichos. No. Por supuesto que no. No les debemos ningún respeto, y no nos debemos ninguna represión en las formas en que reclamamos lo que nos corresponde y estos vándalos nos robaron.

Son unos hijos de puta, y queremos que nos dejen de pelotudear. No hay otra manera de decirlo. Somos pacíficos en las protestas. Somos republicanos en los métodos. Pero no nos exijan (no nos exijamos!) ser «educados» en las palabras. Nuestros carceleros, represores, opresores, no merecen respeto, no merecen nuestra educación. Merecen todos y cada uno de los insultos que se pronuncian hacia ellos. Y nosotros merecemos poder putearlos en paz. Este es el resultado de años de sometimiento. Ahora: orgullosos, dignos, con la cabeza levantada, putiémoslos sin dudarlo! Hasta que entiendan que hasta acá llegaron, que ahora les decimos BASTA.

Monopolio de la Bondad

¿En qué momento ocurrió en este país que solo el gobierno, tiene el monopolio de la bondad? ¿Desde cuándo no ser oficialista es tener una maldad intrínseca?

Impera en «el relato» y en el discurso reinante esta afirmación que nadie parece estar cuestionando, de que tan solo con agregar el adjetivo «social» a toda palabra que utilizan (responsabilidad social, justicia social, inclusión social) se declaran los únicos y verdaderos defensores de los intereses del pueblo.

El debate de ideas y político será en vano, hasta que primero podamos recuperar para nosotros mismos la defensa de el bien común, y del bienestar para la mayor cantidad de personas posibles.

Que no estemos de acuerdo en las formas de lograrlo, no implica que no tengamos objetivos igual de nobles (asumiendo que todos quienes se adjudican esta bondad realmente tuvieran esas intenciones, cosa que dudo, pero en la cual no voy a ahondar hoy). No permitamos que se adjudiquen para sí el monopolio de la bondad, tienen suficientes monopolios ya.

¡Que la crisis la paguen los corporativistas!

Todos vimos los carteles de los partidos de izquierda con la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas” posteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en 2008. Y constantemente está en las conversaciones, blogs y documentales la idea de que “el sistema capitalista está en crisis”.

Algo de cierto hay en esa afirmación: el sistema está en crisis. Pero… ¿ese sistema es el Capitalismo? La situación actual apesta más a corporativismo, fascismo y socialismo que a capitalismo laissez-faire.

Alberto Benegas Lynch indaga en el asunto:

Izquierda Desunida

Te pongo la foto de la Izquierda, a la derecha del post.

“[…] Veamos las diez recomendaciones que constituyen los pilares políticos del marxismo. Sin ánimo de analizarlos y criticarlos aquí, solamente señalemos los correspondientes capítulos:

Primero: reforma agraria, la cual apunta a la expropiación directa pero admite pasos sucesivos, principalmente a través de la política fiscal e incluso la cambiaria. La política cambiaria puede aparecer como de relación remota con la reforma agraria pero, igual que que las llamadas retenciones e impuestos a la exportación, al reducir el valor del producto exportado se perjudica principalmente a los productores marginales, con lo que se achica la frontera agropecuaria.
Segundo: el establecimiento de impuestos progresivos.
Tercero: impuesto a la herencia, apuntando finalmente a la abolición de la misma.
Cuarto: ejercer opresión sobre los disidentes del régimen a traves de los más diversos canales y procedimientos.
Quinto: centralización de la moneda y el credito en manos de un banco nacional.
Sexto: estatización de empresas, con prioridad en las áreas de comunicación y transporte. El séptimo y el noveno puntos se refieren a la planificación de las áreas agricola y manufacturera (industrial).
Octavo: establecimiento de ejércitos industriales (sindicatos), sobre la base de la adhesión obligatoria.
Décimo: educación pública, obligatoria y gratuita.

Si analizamos estos diez puntos del Manifiesto Comunista observamos que, en mayor o menor grado, todos los países del mundo libre los han llevado a la práctica. He ensayado ante diferentes auditorios la lectura de ese decálogo —sin decir que se trata del Manifiesto Comunista— e indagado acerca del origen del documento. En muchos casos, tanta es la infiltración marxista y tal es la dosis de socialismo adoptado, que aquellos puntos aparecen como la plataforma de un partido político “moderado”. Sin embargo, se trata —nada más y nada menos— de los consejos del marxismo para producir el colapso de la sociedad libre. Éste es el corazón del marxismo. Es la receta en cápsula, y no podemos decir que Marx y Engels no eran marxistas.”

– Alberto Benegas Lynch, Liberalismo para liberales, Editorial Emecé, 1986.

Que la crisis la paguen los que la generaron; es decir: políticos, banqueros, lobbystas y empresarios amigos del poder.

Homenajes de mal gusto

Ingenioso y transgresor.

Anotar a cuatro atletas argentinos que competirán en las Olimpíadas Londres 2012 en una competencia de atletismo en Malvinas. Infiltrar a dos directores estadounidenses y filmar una publicidad de estas personas entrenando bajo el slogan de «Para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino». Es casi como si Boca se infiltrara en el Monumental a entrenar, una semana antes de jugar el clásico en la Bombonera. Casi.

Me parecería interesante si hubiese sido una idea de los propios atletas, de alguna agrupación de deportistas o de una agencia para publicitar algún tipo de producto como ropa, calzado, bebida (Por cierto, la agencia es la misma que hace las publicidades de Quilmes y díganme si no parece un aviso destinado a una publicidad para esa cerveza…imagínense «Quilmes, sponsor oficial del equipo argentino» al final).

Pero no. Al final del aviso, la leyenda dice «Homenaje a los caídos y ex combatientes. Presidencia de la Nación Argentina».

Yo no soy nacionalista, pero por un rato voy a asumir que lo soy, y que creo que el reclamo por Malvinas es justo, y que creo que estuvo bien tratar de reclamar por la fuerza «nuestro suelo». El homenaje que la actual administración hace a los valientes soldados y caídos consiste en:

1 – Hacer que cuatro deportistas olímpicos mientan a la hora de decir para qué ingresaban a Malvinas (si bien es cierto que la posta de la maratón la corrieron, ocultaron sus intenciones de filmar un spot político).

2 – Pagarle a dos directores americanos, para que no fueran evidentes las intenciones de que se iba a filmar propaganda.

3 – Filmar bastante ocultos la propaganda. Mínimo sin aclararselo a las correspondientes autoridades. (Si, ya sé que filmar no viola el Principio de No Agresión, pero en este análisis juego de mínimo estatista y hay que pedir permiso antes de filmar…y más en otro país).

4 – No decirles, supuestamente, a los participantes que se trata de una Propaganda de la administración de turno y no de una publicidad cualquiera.

5 – Contratar para este homenaje a una agencia parte de un holding del «malvado imperio inglés».

La verdad, que como homenaje me parece un asco total. ¿Filmar algo a escondidas y mintiendo es un homenaje a los que combatieron valientemente? ¿Por qué mejor no iban, orinaban y escupían en las tumbas? Ahí está, a simple vista cómo homenajea una banda de saqueadores inescrupulosos y bandidos a los que dice «querer y proteger». El homenaje es ir a tocarle la oreja a Inglaterra, cual pibe jodón de sexto grado, con el único fin de conseguir rédito político interno, o sea, idiotas útiles agitando una banderita y poniendo votos. Es nacionalismo de jardín de infantes.

Repito lo que dije en mi anterior artículo: Si creen que así va a prosperar algún tipo de reclamo, la están pifiando muy feo.

Por cierto, un legislador de las islas, Ian Hansen, respondió al spot con las siguientes palabras: «Nosotros determinamos nuestro futuro y no vamos a ser prepoteados por el gobierno argentino, ni mediante sus intentos de dañar nuestra economía, ni mediante su constante falsificación de la verdad, ni mediante propaganda barata e irrespetuosa como esta. Es muy decepcionante ver el deporte manoseado de esta manera, cuando suele vérselo como un medio para la unidad. Parece un acto de desesperación llegar a esta bajeza.»

Pago por ver UN legislador argentino defender así a su provincia ante los abusos del ejecutivo nacional mientras les están sacando los derechos petroleros.

Y para los que están borrachos de bandera, que no tardarán en venir a llamarme cipayo, vendido vendepatria, andate del país, bla bla bla, les planteo lo siguiente:

¿Qué dirían ustedes, todos los funcionarios del legislativo y la mismísima reina si la selección de fútbol inglesa filmara un spot entrenando enfrente de la Casa Rosada, enfrente del Congreso, a lo largo de Av. de Mayo y 9 de Julio y a través de Av. del Libertador con remeras de «The Falklands Are English Territory» y pusieran al final del aviso la leyenda «Como les vamos a romper el orto en nuestra casa, venimos a hacer la pre-temporada a la suya. Aviso oficial del Palacio de Buckingham y el Gobierno Inglés»?

La curda de bandera se paga, luego de un enorme baldazo de agua fría, con una larga y dolorosa resaca. Espero que tengan lista una superproducción de Alikal.

Resaca

¿Alguien me puede recordar qué hice los últimos ocho años?

Hipocresía al palo

Hague y Castro

Fight!

La «flamante» embajadora Alicia Castro, le tendió una emboscada al canciller británico William Hague durante una conferencia de prensa sobre derechos humanos. Le preguntó sobre Malvinas y lo increpó diciéndole “¿Está usted listo para el diálogo? ¿Daremos una oportunidad a la paz?».

Qué pedazo de basura humana hipócrita. No le queda otro calificativo.

Un gobierno faccioso que no da conferencias de prensa y que no contesta una sola pregunta de la prensa se da el lujo de mandar a uno de sus sicarios a emboscar al canciller de otro país que, por cierto, estaba contestando preguntas. ¿Y después quieren que el mundo tome en serio a Argentina? Ojalá que después de esto se empiece a tratar el tema y echen al país de una patada del G-20. Que empiece a haber consecuencias para las acciones que esa manga de fascinerosos está teniendo.

La mina esta viene de un país donde el vicepresidente acusado de tráfico de influencias, de desvío de fondos públicos, de tener testaferros y de otra cantidad de cosas, no contestó una sola pregunta de la prensa…y sigue en su cargo. Viene de un país donde en más de 5 años de administración, la presidente dió una sola conferencia de prensa, bastante limitada por cierto. Viene de un país donde el ex presidente nunca jamás contestó una sola pregunta sobre dónde están los fondos de Santa Cruz de sus años de gobernador allá en el sur.

Por cierto, las preguntas:

«¿Está usted listo para el diálogo?». Que la banda que tiene como bandera el «Tenemos el 54% de los votos, hacemos lo que queremos», que ha comprado, coimeado y apretado medios, periodistas y opositores tenga el descaro de hablar de diálogo es, cuanto menos, un chiste.

«¿Daremos una oportunidad a la paz?». Que una tipa cuya jefa, la señora reina dijo hace muy poquito (y fue tomado como slogan) «Vamos por todo, vamos por todos», se anime a hablar de paz me da, cuando menos, ganas de vomitar. Pero qué tipa hipócrita hasta para los estándares de los progres.

Una idea para los políticos del resto de los países cuando sean cuestionados por alguno de estos payasos, para los empresarios cuando Moreno o la Giorgi los citen para una reunión, para el ciudadano de a pié cuando la AFIP le pregunte de dónde sacó la plata:

«Ustedes no tienen ninguna autoridad moral para hacer ni una sola pregunta. Cállese la boca y empiece a contestarle a la prensa. Hasta que eso pase, no pienso decirle un carajo».

Jugarla de matón fronteras adentro y de víctima afuera es un acto de una bajeza moral tremenda. Como escribió Benegas alguna vez: «Queda feo ser agresor y llorón».

De la pésima estrategia que es tratar de apretar a Inglaterra para que devuelva las islas después de que se hizo una guerra y se perdió, ni voy a escribir. Si quieren que las Malvinas nunca sean parte de Argentina y ni siquiera sean un territorio independiente, sigan así que va a salir fenómeno. Y a los argentinos de a pié les digo que, cada vez que les muestran una banderita, es porque les están por insertar el mástil.

Fascismo Nacional y Popular

De este tema ya se habló muchísimo en el blog (ver «Fascismo Inconsciente» y «Carta a mis amigos progres…» ), pero nunca está de más volver al tema para dejarlo bien en claro.

Perón era fascista. En sus viajes a Europa estudió el fenómeno, lo suficiente como para saber que el poder político se podía construir desde la Secretaría de Trabajo, cargo que pidió explícitamente al participar del golpe de Estado que derrocó a Ramón Castillo en 1943. Por algo son tantas las similitudes entre la «Doctrina» justicialista y la Carta del Trabajo Italiano.

Aunque, aclaremos algo: Perón no fue realmente el culpable, sino que montó el aparato electoral justicialista sobre el Estado Corporativista-Fascista instalado en la década del ’30 (los pilares: abandono del patrón oro y adopción del patrón aire, creación del Banco Central, instauración del impuesto a las ganancias).

A continuación, un extracto del documental «Permiso para pensar» (1989), dirigido por Eduardo Meilij.
Todo el documental es imperdible, por la particularidad de ser una recolección y compaginación de propaganda y de noticieros de la época del primer Peronismo, a fin de que el espectador saque sus propias conclusiones. Está completo en su web oficial, o en videos de YouTube desde este post.

Este fragmento en particular fue para mí lo más chocante de todo el documental.

«Nosotros tenemos en este momento casi 4-5 millones de estudiantes… de gente que estudia. Que si no votan hoy, votan mañana, no hay que olvidarse.

Tenemos que irlos convenciendo de que hagan la escuela primaria. Yo le agradezco mucho a las madres, que ya le enseñan a decir «Perón» antes que decir «papá». Es ya demasiado eso, pero…

Para la primera parte de esta acción individual es imprescindible el adoctrinamiento. La escuela primaria constituye entonces el primer escalón de captación y del adoctrinamiento de la futura ciudadanía al movimiento justicialista. Esta exigencia impone al personal de preceptores, maestros y profesores una profunda identificación con los postulados de la doctrina, a fin de que la juventud, al iniciarse en el estudio de los derechos ciudadanos, se encuentre identificada con la doctrina nacional.»

– Juan Domingo Perón

Fuente: http://www.permisoparapensar.com.ar

¿Pro-mercado o pro-empresa?

Mauricio Macri se define como lider de la primer fuerza política pro-mercado y pro-empresa en más de 80 años, según cable diplomático del 2006 difundido por Wikileaks:

”We are the first truly pro-market, pro-business political force in nearly 80 years of Argentine history that is ready to assume power.”

Las acciones de Macri, posteriores a este cable, desmienten cualquier tipo liderazgo pro-mercado por parte de su espacio político, sin embargo podemos considerarlo uno más de los tantos gobiernos pro-empresa que nos gobernaron en los últimos 80 años.

Ser pro-mercado y pro-empresa es algo muy diferente, y ser ambas al mismo tiempo es algo imposible.

Una política pro-mercado esta orientada a  mejorar el funcionamiento de los mercados, esto es, eliminando aquellas distorsiones creadas por políticas anteriores como pueden ser: controles de precios,  protecciones arancelarias, regulaciones varias, subsidios a empresas, leyes anti-monopolio, etc.  Como verán se apunta a permitir la libre competencia, eliminar barreras de entrada y de salida, y poner a todos los players bajo las mismas reglas de juego, sin privilegio alguno.

Una política pro-empresa, por otra parte, son muchas de las políticas que estamos acostumbrados a criticar todos los dias desde este y otros espacios. Un ejemplo son las medidas tomadas desde la Secretaría de Comercio que benefician a empresas en particular, verdaderos privilegiados, en desmedro del resto de las empresas, sectores, y la sociedad en general.  Por eso podemos decir que Guillermo Moreno, Mauricio Macri, Cristina Kirchner, y Carlos Menem han sido políticos pro-empresa, la introducción de restricciones a la competencia, la inclusión de nuevas regulaciones que terminan generando consecuencias indeseadas, o la creación de verdaderos monopolios legales (ya sean formales o no) son todas políticas pro-empresa que deben ser desterradas.

Mientras tanto, los mercados libres serán siendo solo un deseo.

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