Posted by Al Verdi on 14 julio 2011 in Artículos, artículos anteriores | 5 comments
Me quedaron en el tintero (en el teclado) algunos comentarios respecto de la elección del último domingo, más bien sobre las repercusiones de la abrumadora victoria macrista.
La elecciones pasaron, ganó Mauricio Macri, y Filmus quedó lejos, a 20 puntos. Solanas quedó más lejos todavía, sin embargo el gran ganador fue una vez mas el germen estatista, acaparó el 99% de los votos, en los diferentes envasases que se presentaba. Lo comentábamos, estamos hipnotizados con espejitos de colores.
Bienpensante #1
Las repercusiones de los bienpensantes a la victoria de Macri (o de Duran Barba) no se hicieron esperar, en la vanguardia de la intelligentsia encontramos a Fito Paéz, músico y a Horacio Gonzalez, bibliotecario nacional y militante anti-Vargas Llosista, expresando su opinión.
La realidad es que los mensajes de ambos no se diferencian mucho, por un lado Paéz escribió en la contratapa de Página/12:
A la mitad de los porteños le gusta tener el bolsillo lleno, a costa de qué, no importa. […] Da asco la mitad de Buenos Aires. […] Gente con ideas para pocos. Gente egoísta. Gente sin swing…
Por su parte, en el mismo sentido, Gonzalez declaró:
El titular de la Biblioteca Nacional, el kirchnerista Horacio González, afirmó hoy que la ventaja que logró Mauricio Macri sobre Daniel Filmus demuestra que en la Ciudad de Buenos Aires se instaló una «ideología tacaña, particularista, defensiva y egoísta».
González apuntó además a un sector social de los porteños que considera que se «deben tener actitudes inamistosas, actitudes vinculadas al cercamiento»
Supngamos que Gonzalez y Paéz tienen razón, y el proyecto del avasallado Filmus proponía un mayor gasto del dinero de los contribuyentes en programas sociales, viviendas subsidiadas, ministerios para todos, etc. Supongamos que Filmus a diferencia de Macri iba a intentar reducir la desigualdad entre el norte y el sur (y que la desigualdad qua desigualdad es algo negativo). Supongamos todo eso, sea cierto, o no. A partir de estas suposiciones me pregunto si con sus declaraciones pretenden inferir que Filmus representa una ideología «generosa, caritativa y altruista». Supongo que era su intención, veamos por qué esto no es así.
Bienpensante #2
El gobierno no es, ni puede ser, generoso ni caritativo. Solamente pueden serlo los individuos cuando voluntariamente optan por ceder parte de su propiedad en favor de alguien que la necesita, ese es el factor esencial de la caridad y la generosidad: la voluntariedad. En el caso del gobierno, no se trata de caridad, ni generosidad. Es en realidad distribución del botín que hace un ladrón, es el proceso donde se obtiene por la fuerza los recursos que fueron obtenidos anteriormente de manera voluntaria por los «tacaños, particularistas y egoístas». En otras palabras, se ha pervertido el lenguaje, lo que ellos llaman generosidad y caridad es en realidad saqueo y robo. Orwell llamaba a esto doblepensar , y esto es un ejemplo de libro a esa categoría orwelliana.
Puede ser que Gonzalez también tenga razón sobre aquellos que votaron a Macri, egoístas y tacaños, que no conciben ser caritativos con los más necesitados, y que como la oferta macrista contemplaba menos planes sociales (pero igual gasto público, impuestos, regulaciones, etc.) hayan optado por él. En ese caso, la pregunta que nos tenemos que hacer es, ¿quién logró que Buenos Aires se convierta en una ciudad, donde la mitad de sus habitantes puedan llegar a ser como los señalan el cantautor y el bibliotecario?
Carta Abierta: Tacaños, egoístas y asquerosos, al servicios del poder estatal.
La respuesta es clara. El resultado de nueve años de saqueo por parte de los gobiernos nacionales (8 años K y 1 duhaldista) han generado una actitud defensiva entre muchos de los votantes de Buenos Aires. Como decíamos recién, el discurso colectivista adoptado por el gobierno ha logrado el objetivo de tergiversar los conceptos, oponerse a lo que ellos llaman «generosidad y caridad» de los gobernantes, es en realidad oponerse a la relación parásito-ciudadano que plantea la lógica estatista. La verdadera generosidad, caridad y solidaridad no se demuestra en el acto electoral, o en el ámbito de la política, ellas solo pueden estar presentes en la sociedad civil, donde no existan interferencias del gobierno, es decir no donde no exista la agresión constante llevada adelante por la casta política.
Concluyendo, no quiero decir que Fito Paéz y Horacio Gonzalez tengan razón. Pero si suponemos que sus acusaciones son verdaderas, el responsable de tal situación no es Macri, sino que el orígen de estas actitudes las podemos encontrar en el proceso de los úlitmos 9/28/65/95/201 años de expoliación al ciudadano. Si la gente percibió (equivocadamente a mi entender) que con Macri iba a ser menos saqueada que con el resto no es un argumento para criticar, más bien es la respuesta natural a una sociedad cuya generosidad, caridad y solidaridad fue ab0lida por decreto presidencial.
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