Posted by Al Verdi on 31 diciembre 2010 in artículos anteriores | 5 comments
Este post sería de mas fácil lectura si los responsables de subir la transcripción de los discursos a la web hacen su trabajo.
El último día del año tenía un post pensado para despedir el 2010 y darle la bienvenida al 2011, lo dejamos para dentro de un rato. Sobre lo que sí trata este post es sobre el saludo de fin de año de CFK. No suelo enfocarme en criticar a políticos determinados porque el problema no es la persona sino la estructura que ocupa esa persona y lo que cree que es posible hacer desde ahí, pero como es el último dia del año y el discurso me resultó molesto, vamos a hacer una excepción.
El DSM-IV es la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, un documento editado por la Asociación de Psiquiatría Americana donde se encuentra bien descripto los diversos trastornos mentales. Existen muchos de ellos, sin embargo hay uno en particular que esta presente, en diversas intensidades, en todos los jefes del poder ejecutivo, el narcisismo.
El DSM-IV nos dice lo siguiente acerca de este trastorno:
Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatia, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados).
2. está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios.
3. cree que es «especial» y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status.
4. exige una admiración excesiva.
5. es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas.
6. es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas.
7. carece de empatia: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
8. frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él.
9. presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
Este desorden, que afecta fuertemente a la presidenta, queda en evidencia en mensajes como los de ayer, en el saludo de fin de año difundido ayer mediante la cadena nacional (un buen tema para algún post futuro).
- CFK cuando se vestía de colores, antes de adoptar el papel de viuda compungida eterna.
Ni bien comienza el discurso sale a la luz la primer carácteristica que enumera el DSM-IV respecto del narcisismo. El grandiosos sentido de autoimportancia se expone a la hora de mencionar todos «sus logros históricos «, cuando un análisis objetivo de la realidad demuestra que más que gracias a su gestión, se dieron a pesar de su gestión. En cambio, otros supuestos logros, son en realidad signos de preocupación, como por ejemplo la explosión del consumo (un indicativo de que nadie apuesta al largo plazo, o como se dice popularmente «pan para hoy, hambre para mañana).
Después de enumerar los records habidos y por haber, pasa a hablar del plano personal. ¿Es realmente necesario que mencioné como fue este año para ella? Su vida personal es poco importante como para que sea necesario mencionar algún aspecto de ella en una cadena nacional y encima que lo haga auto-referenciandose. No fue votada por tener una excitante vida personal de la que estamos ávidos por conocer, de eso estamos seguros.
Más adelante destaca el «esfuerzo colectivo de todos los argentinos», como responsables del crecimiento del país, ahí tiene razón, o en parte. Es el esfuerzo individual de cada uno de los argentinos para poder evadir controles gubernamentales, regulaciones, e impuestos, los que logran que la economía todavía mantenga cierto dinamismo, el esfuerzo es para saltear las trabas que pone el gobierno a la generación de la riqueza, y no un esfuerzo destinado a seguir las directivas de la Viuda en Jefe.
A la hora de dar lastima es cuando se introduce la parte más preocupante del discurso, el comienzo del proceso de
deificación de Nestor Kirchner al que se hace alusión de la siguiente manera «en algún momento cuando esten brindando en sus casas a las 12, les pido que se acuerden de él, porque él tuvo mucho que ver, puso mucho de su fuerza, de su vida personal y familiar […] me comprometo a redoblar el esfuerzo como lo hacía él«. En ese momento el discurso se puso verdaderamente místico. Un veradero culto a la personalidad donde el ex-presidente recién fallecido se convierte en un ejemplo a seguir, y su presencia es recordada a cada momento.
Lo peligroso de esto, no es solo una radicalización en el personalismo (que ahora se transforma en un culto a la personalidad), sino que la deificación de figuras políticas (sea Perón, Alfonsín, Ilia, o quien sea) obliga a abandonar un debate racional basado en argumentos lógicos y lo lleva al ámbito de lo paranormal (y allí es donde estamos estancados hace 70 años).
Un comentario final y una sugerencia. Es insoportable el tono y las expresiones de CFK a la hora de hablar, nos trata como si todos fuesemos Sam, y además debería leer los discursos o usar un teleprompter para poder expresar de manera clara, precisa y concreta una idea.
Los deseos para un «muy muy mejor» (CFK dixit) 2011, en el próximo post.
Comentarios recientes