Lamento informarle que usted es pobre

No conozco la situación interna de Bolivia, pero a muchos bolivianos que hasta hace algunos días accedían a combustible subsidiado a un precio muy por debajo del internacional la realidad les tocó la puerta y se enteraron que no eran tan ricos como parecía. El gobierno, gracias a miles de millones de pesos bolivianos en subsidios, mantenía la ficción de un combustible barato que además repercutía en precios mas bajos de todas las industrias, en especial del transporte y los alimentos.

Perfil.com nos informa más sobre el tema:

El Gobierno de Bolivia anunció un aumento de entre el 57% y el 99% en el precio de los principales combustibles, que estaba congelado hace siete años. La medida para «consolidar el modelo productivo» provocó rechazo entre los transportistas, que iniciaron una huelga por tiempo indefinido.

Bajo el nombre de «nivelamiento de precios con los precios internacionales» el decreto 748 reajusta los precios de combustibles distorsionados por el gobierno, las razones las da el Presidente de YPFB (YPF Bolivianos) acá:

El presidente de YPFB, Carlos Villegas, dijo en conferencia de prensa que el bajo precio interno desalentaba la producción de líquidos, de los cuales el país es deficitario, por lo que se decidió subirlo en consonancia con el alza de los combustibles.

«Hasta el momento las empresas reciben sólo 10 dólares por barril (después de impuestos), estando el precio a nivel internacional en 80», justificó el funcionario.

¿Por qué a vos, argentino, te debería interesar eso? Porque tarde o temprano en Argentina se va a vivir una situación similar, las condiciones están dadas para que eso suceda.  Hoy estamos viviendo apagones en la Ciudad de Buenos Aires por la distorsión generada producto de las tarifas eléctricas fijadas por el gobierno, hoy podemos viajar barato en colectivo y subte, por los subsidios que el estado nacional, como si estuviesen haciendonos un favor, nos avisa en cada boleto. Las naftas escasean, hoy por un paro en el sur, sin embargo los controles de precios (ya liberados hace unos dias) hubiesen agravado la escasez.

Vivimos en un país de fantasía, donde la gente se está endeudando a 2 años para comprar un LCD, una heladera o un microondas  y esta féliz, pero su felicidad solamente está apoyada en sobre un castillo de naipes, una gran ficción insostenible en el mediano plazo, y muy frágil en el corto plazo (una disminución en el precio de la soja, o una sequía son la brisa para derribar ese castillo) y, junto a una inflación que en el 2011 se va a acelerar con  al gasto adicional típico de año electoral (que lo van a financiar expandiendo la oferta monetaria), los elementos para el cóctel  explosivo están en la mesa, uno de estos días realidad va a tocarnos la puerta con una notificación en la mano: «Lamento informarle que usted es pobre, bienvenido a la realidad». No es 1989, ni es 2001, es un nuevo ciclo de la Argentina sin rumbo.