Power to the people

Más de una vez se ha expresado en este blog  nuestras ideas sobre el Estado, las políticas impositivas y la inmoralidad de iniciar la fuerza sobre una persona o su propiedad.

Hoy voy a proponer ir un paso antes y es, solamente, invertir la pirámide de cómo se recaudan los impuestos.

En la actualidad, la mayoría de los impuestos son recaudados por la AFIP y el ANSES: IVA, Ganancias, Bienes Personales, Importacion, Exportación, Retenciones, etc. Este dinero se concentra en manos del Estado Nacional, que luego coparticipa una parte a las provincias, que a su vez distribuirán una parte en los municipios. También hay una pequeña cantidad de impuestos provinciales y municipales.

Para una “República Democrática, Representativa y FEDERAL” esto no es de mucha ayuda. Las personas eligen a sus representantes de los tres poderes a nivel local, regional y nacional, pero los recursos con los que se mantendrá la estructura estatal están en las manos, únicamente, del Estado Nacional.

Esto, junto con la posibilidad de que el Estado Nacional administre una cantidad de fondos de manera totalmente arbitraria y sin rendirle cuentas a nadie es muy perjudicial para el federalismo y para la democracia.

Y dado que los “representantes” se llenan la boca hablando de los milagros de la democracia y cómo la democracia es lo mejor que le pasó a la humanidad, voy a hacer unos planteos a ver si pueden ser congruentes con los mismos:

Democráticamente elegimos a un representante regional (gobernador) cuyas ideas políticas son opuestas o tienen grandes diferencias con las del representante nacional (presidente) y que la totalidad del poder legislativo nacional.

Los recursos del Estado, pagados por las personas, se convierten entonces en un arma de fuerza y presión de los gobiernos nacionales sobre los provinciales y los locales.

No te sigo. ¿Cómo es esto? Fácil. Todos los recursos van a parar a las arcas nacionales. A fin de que la administración regional fracase, el gobierno nacional podría:

a) Entregarle los fondos provinciales más tarde de lo que se los necesita.

b) Cambiar, mediante la legislatura, la cantidad de fondos que le corresponde a cada provincia y dejar a los gobernadores de partidos contrarios con una cantidad de fondos desproporcionada respecto de lo que recauda.

c) Entregar fondos a provincias de su partido a fin de que subsidien ciertas industrias en perjuicio de una provincia vecina de la oposición.

Claramente nadie puede defender a la democracia y no estar de acuerdo con que si la gente votó a ciertos representantes regionales, éstos deben ser respetados por el gobierno nacional y éste no puede organizar algún tipo de “golpe institucional” o “desestabilizar “ a los gobiernos provinciales. Esto es justamente lo que sucede cuando toda la guita está en una gran bolsa que administra un grupo de personas.

Para evitar golpes y desestabilizaciones, se propone que los impuestos sean cobrados y administrados directamente en los municipios. Dado que seguridad, justicia, obras públicas, salud, educación y asistencia social son administrados localmente, tiene todo el sentido del mundo que los recursos para financiarlos sean también recaudados localmente.

A su vez, los municipios le enviarían una parte de los recursos a sus provincias, para todo lo que no puede hacerse localmente: rutas y autopistas provinciales, obras de energía, etc. Y las provincias tributarían también al Estado Nacional para lo que no se puede hacer regionalmente: comunicación de rutas provinciales, justicia de niveles superiores, relaciones internacionales, etc.

Por un lado, esto generaría responsabilidad sobre las personas que recaudan y administran los impuestos. Si tu intendente te está cobrando 30% de IVA y tu ciudad está llena de pozos, chorros que entran y salen y los juicios entre privados tardan siglos, se junta una turba iracunda de vecinos y va a pedirle explicaciones al mencionado señor. Y nunca puede tener una excusa de que “no hay fondos / no me mandaron la plata / esto lo tiene que hacer el Estado Nacional”.

Asimismo, cada municipio podría administrar y generar políticas fiscales para beneficiar a su población: bajar impuesto a las ganancias, subir el mínimo no imponible y dar excenciones impositivas para algunos tipos de industria a fin de que se radiquen inversiones en la zona. Ni que hablar de bajar el IVA, por lo menos en algunos productos, haciendo que las personas con menos recursos sufran menos sus efectos.

Descentralizar el dinero reduce el poder que tienen los “gobernantes” sobre las personas. Una intendencia que asfixie a las personas con impuestos para eternizarse en el poder con clientelismo, simplemente perderá a los ciudadanos que más riqueza generan. Se mudan todos a la ciudad de al lado a 60Km y listo.

También se reduce el poder que gobernadores y presidentes tienen sobre los intendentes. Ahora la bolsa está en las otras manos, así que el gobernador depende de los intendentes y tiene que portarse muy bien y llevar una buena gestión si quiere tener los recursos. Y exactamente sucederá lo mismo con la presidencia. Si las tres provincias que más aportan tienen importantes negocios con Brasil y al presidente de turno se le ocurre por capricho cortar las relaciones, trabar las aduanas o lo que sea, las personas no tienen más que presionar a sus intendentes, que presionarán a sus gobernadores, que presionarán al presidente para que se deje de romper o no hay mas guita.

¿Y qué pasa si las provincias se ponen de acuerdo y “desestabilizan” al Estado Nacional?

Dado que la mayoría de los servicios y organización están en la base de la pirámide, no habría casi razones para hacer algo así. Y si hubiera alguna movida, tendría que ser organizada por las provincias, donde tendría que ser organizada por los municipios, donde tendría que ser organizada por las personas. Y si las personas no están de acuerdo con sus representantes, porque, por ejemplo, se vuelven locos y quieren romper relaciones con todos los países, tienen todo el derecho a removerlos. Por eso el país es una Democracia representativa.

¿Y qué pasa cuando una provincia tiene una catástrofe como inundación, sequía o mala cosecha?

Primero y principal, podría bajarse la cantidad de impuestos que se recaudan, para paliar la crisis sobre los sectores más necesitados. Después, podrían pedirse préstamos a otras provincias o municipios que justo hayan tenido superavit o que tengan políticas de ahorro de algún tipo. O préstamos a privados, o pago adelantado de impuestos con una quita a futuro o lo que sea necesario. Las posibilidades son infinitas.

¿Y esto no debilitaría al Estado?

Personalmente no entiendo bien cuál es el sentido de tener “un Estado Fuerte”, salvo para combatir a algún ejército extranjero que venga a expropiar o esclavizar a las personas.

Por otro lado, no necesariamente sería un Estado Débil. Tal vez habría algunos municipios que provean servicios de calidad con los impuestos y la gente los acepte, y otros que privaticen gran cantidad de cosas porque así ven sus ciudadanos que es lo mejor. Así, además de ser fuerte, la organización se vuelve extremadamente flexible, cualidad muy útil para tiempos de crisis.

Seas anarquista, liberal libertario, liberal clásico, conservador, progre o socialista, no podés negarte a hacer la prueba de algo así. Si tu ideología es la mejor para las personas, las ciudades que más se acerquen a ella evidentemente serán las más prósperas y el resto las irán copiando.

Así que, como decía Lennon “Power to the People”, que cuando se le dio el poder a un grupito chiquito así le fue al mundo.

Un vistazo a los derechos

El abuso de la palabra «derechos» para denominar a cualquier exigencia social por parte de los que exigen la satisfacción de esas demandas, los medios y los políticos sólo genera confusión y degenera el significado de lo que es un derecho. Antes que nada quiero dejar algo bien en claro, que tener una casa, o alimento todos los dias, no sea un derecho no quiere decir que no sea una situación deseable. El problema de crear derechos frente a una necesidad, es que la no satisfacción de ese supuesto derecho deja de ser una situación indeseable o lamentable y se convierte en una «injusticia»  y para remediarla se apela a la llamada «justicia social», que en la práctica se puede observar mediante la transferencia violenta de recursos del sector privado al sector estatal para que luego este último decida como redistribuirlos.

Esta confusión tan importante es uno de los pilares del paradigma populista y por eso para debilitarlo no sólo es necesario demostrar como esa redistribución termina siendo perjudicial para el que iba a ser beneficiado sino como ciertas demandas nunca pueden ser derechos y la defensa de estas posiciones implica la defensa de la utilización de medios inmorales para intentar alcanzar los fines propuestos.

El siguiente texto es una pequeña introducción a los derechos desde un punto de vista liberal:

Un derecho es un reclamo universalmente defendible.

Por ejemplo, cuando digo «toda persona tiene derecho a su cuerpo.» lo que estoy verdaderamente dando a entender es: «todo el mundo tiene un derecho universalmente defendible a su propio cuerpo».  Y lo que estoy queriendo decir con eso es que es «una proposición lógicamente coherente decir que todos los seres humanos en todos los lugares en cualquier momento que es agredido tienen un derecho a hacer valer la propiedad sobre sus propios cuerpos frente al agresor».

Se trata de una proposición lógica coherente y por lo tanto una proposición completamente válida. No se enfrenta a contradicciones internas. Esto funciona exactamente de la misma manera con la proposición «tengo derecho a mi propiedad».

Con este método también podemos probar fácilmente proposiciones tales como «la salud es un derecho humano fundamental». Esta proposición, leída con mayor precisión, intenta decir lo siguiente  «todo ser humano enfermo tiene derecho a los recursos de otro ser humano para curar su propia enfermedad». Esto podría traducirse en: «todos los seres humanos enfermos tiene un derecho universalmente justificable a los recursos de otro ser humano para curar su propia enfermedad». O se podría decir que «todos los seres humanos enfermos pueden hacer valer de manera universal y violenta sus derechos a los recursos de otro ser humano para curar su propia enfermedad».

Esta proposición, a diferencia de las primeras,  se enfrenta a varios desafíos importantes:

  1. Al introducir la palabra «enfermo», uno ha abandonado el reino de la universalidad. Decir que «sólo un ser humano enfermo tiene un derecho universalmente justificable …» es una declaración inherentemente contradictoria. Un criterio universal significa  que es aplicable a todos los seres humanos en todo momento y en todos los lugares, no sólo para ciertos humanos con ciertas condiciones.
  2. Otro problema es que ya hemos demostrado anteriormente que todo ser humano tiene derecho a su propiedad y, en particular a su cuerpo. Incluso si la introducción del término «enfermedad» era válida, la proposición anterior no se sostiene, ya que es lógicamente contradictorio decir que una persona tiene el derecho de su cuerpo y su propiedad, pero al mismo tiempo otra persona  tiene derecho al cuerpo de esa misma persona o sus bienes. Así pues, para seguir con la proposición que nos ocupa, primero habría que refutar la validez de la, hasta ahora valida,  teoría de la auto-propiedad y los derechos de propiedad.
  3. Otra posibilidad sería la de eliminar el término «enfermo» de la propuesta con el fin de recuperar su universalidad. Pero el problema con esto sería que la proposición sería «todo ser humano tiene un derecho universalmente exigible sobre la propiedad y partes del cuerpo de otra persona». Esta propuesta, sin embargo, es equivalente con la del robo, que sufre de contradicciones lógicas internas.  Si uno tenía un derecho exigible sobre la propiedad o el cuerpo de otro que podría ser ejercido de manera violenta, entonces esta persona nunca tendría un derecho defendible sobre los bienes obtenidos, sin embargo el único objetivo de robar era afirmar la propiedad sobre esos bienes, de esta manera la proposición es invalida.

Sin duda, la invalidez moral de la afirmación de que hay un derecho a la salud exigible de ninguna manera desalienta a la validez de otras proposiciones éticas posibles, que no impliquen el uso de la fuerza para cumplir dicho objetivo, por ejemplo «es universalmente preferible a aliviar el sufrimiento de las personas que lo necesitan».

Che, algunas razones para aplaudir

Me causa gracia como a raíz de las pintadas realizadas por alguna persona que quiso darle su impronta, y su lectura, a las cosas que hizo el Ernesto Guevara se arme tanto quilombo. ¿Acaso la pluralidad de voces no forma parte de las bases de este sistema?

Evidentemente, el chiste tuvo eco como por ejemplo: ElArgentino.com, Minutouno.com, Telefe Noticias, Terra, País 24.

A parte de responsabilizar a los que hacemos este blog por los escritos, que es tan poco serio como responsabilizar a Alfonsín, a Nestitor o cualquier otro pokèmon si alguien escribe su nombre en una pared o estatua. No alcanzándoles con eso, imputan la responsabilidad al Partido Liberal Libertario porque, claro, 30.000 personas pueden manifestarse espontáneamente en colectivos naranjas viajando «por pura casualidad» con punteros a acompañar a Nestitor post-mortem y eso fue todo «orden espontáneo» pero un flaco no puede manifestar su opinión con aerosoles, eso ya forma parte de un plan macabro… hipócritas.

De cualquier manera, aprovechando que muchos caen acá para ver qué onda, me pareció oportuno tirar unas lineas para explicar por qué alguien que respeta la vida, la libertad y la propiedad privada – es decir, un liberal – repudiaría a un personaje como Guevara.

El Che

Entre otros a maniatados, a indefensos, a inocentes, a ñiños...

Asesino: para nosotros, los liberales, la vida es un valor que debe conservarse como una de las tantas conclusiones del principio de no-agresión. Más allá del análisis principista, si hay un flaco que va por el mundo matando gente en pos de un ideal, sin importar las virtudes de ese ideal, es reprochable. Si a eso le sumamos que, junto a los “culpables” asesinaba a personas inocentes o a quienes se vieron envueltos en las líneas de Batista por necesidad, para subsistir (muchos de ellos menores de edad), sólo cabe concluir que allí donde fue trajo muertes evitables y, en muchos casos, inconducentes con los valores que el mismo pregonaba.

Castigos sin juicios, fusilamientos arbitrarios o por puro gusto, son algunas de las tantas actitudes reprochables del “Che”. Francamente no importa la bandera que levante, cualquier persona orientada a imponer su modelo o su ideal mediante las armas es un enemigo de la libertad.

Pensamiento único: el “Che” pregonaba una educación centralizada y directa que buscase imprimir en las personas las bases necesarias para poder alumbrar a su mentado “Hombre Nuevo”. Este individuo debía anteponer el “bienestar social” antes que sus preferencias personales para poder ser considerado un “revolucionario”. Claro que con esto surgen los clásicos debates de estar persiguiendo un término vacío de sentido y manipulado por el establishment de turno como es “bienestar social”. Término a partir del cual se pretende imponer a las personas una determinada visión o valoración de las cosas a costa de su libertad.

Mc Guevara o Che Donalds

¿Mc Guevara o Che Donalds?

Aquellos que no pensaban como el “Che”, aquellos que sostenían otros valores, era pausibles de ser sacrificados en nombre de “La Revolución”, guardando poca diferencia con las purgas en motivo de raza u orientación política que sostuvieron personajes como Stalin o Hitler. Sumemos a eso el hecho de que se trató de un homófobo que perseguía, encerraba y ponía a realizar trabajos forzosos a personas por tener una orientación sexual determinada… bue, creo que los hechos hablan por si solos.

Estatista centralizador: Ernesto Guevara, como socialista que era, consideraba que era capaz de tomar mejores decisiones que el resto de las personas. Así desempeñó su cargo como presidente del Banco Nacional de Cuba y también como ministro de Industria. En ambos realizó un trabajo tan malo que terminó siendo literalmente rajado por Fidel – cerró el ministerio – y, por vergüenza, eventualmente Guevara renunció a su ciudadanía cubana.

Consideraba que debía haber un estado que decidiese por las personas, evidenciando su creencia de que hay personas de primera y de segunda. Y que unas tienen derecho a esclavizar a otras por medio del aparato gubernamental.

Pinte una estatua

Ayude a la economía Nac&Pop, ¡pinte una estatua!

Marca comercial: el personaje es inflado por las ventas que produce antes que por las cosas que hizo. Así como Keynes recibió un fortísimo apoyo de los aparatos de propaganda alemán para adquirir notoriedad y poder reivindicar retroactivamente los desastres económicos causados por el estatismo que habrían de llevar al mundo a la Segunda Guerra Mundial; vastos sectores han aprovechado la idealizada imagen del che, desproveyéndola de sentido pero aprovechándola para estampar remeras y vender boinas.

El éxito del «Che» se debe al capitalismo mucho más que a sus ideas. El consumo irreflexivo, eso contra lo que Guevara luchó, es lo que paradójicamente lo mantiene vivo. Y, para variar, la falta de memoria colectiva permite que se expíen los crímenes y desatinos de este tipo de personajes nefastos.

Por violar los derechos de propiedad, libertad y la vida,  creo que cualquier liberal puede afirmar que al “Ché” no hay nada que festejarle. A parte, este es un típico caso de deterioro de las cosas a causa de lo que se conoce como «la tragedia de los comunes».

Y si se gasta guita de nuestros impuestos para rendirle culto o construirle estatuas, bueno, lola.

PD: para ofrecerle rigor histórico a las acusaciones de cortarle las piernas con una amoladora, este blog ni existía por aquel entonces. Y, además, no sé de qué se quejan si este tipo de cosas hace que ¡»aumente el empleo»!

Yo no fui

En el portal Rosario3.com publican una noticia sobre escrache en el monumento al Che Guevara:

Noticia en Rosario3.com

Noticia en el portal Rosario3.com.

Según indica la misma este sitio es parte de las inscripciones sobre el bronce de la imagen del homofóbico y racista promotor de dictaduras, fusilamientos, estatismo, presos políticos y centralización del poder. Ante ello, no podemos dejar pasar la situación y agradecemos musicalmente a los autores de la inesperada pero bien recibida inscripción o escrache:

El peligro de la marihuana

El domingo se publicó en La Nación, un artículo sobre el uso de marihuana y otras y drogas entre la población local. Bastante objetivo, la mayor parte del artículo fue dedicado a las estadísticas:

Esa [Observatorio de Políticas Públicas en Adicciones] oficina del gobierno porteño realizó un sondeo entre 1000 personas de entre 15 y 35 años; para el 44% de los consultados, la marihuana es la droga del momento, incluso en los lugares de diversión nocturna.

«La moda se identifica por el costo y accesibilidad de las drogas; también, por su uso difundido y su alto nivel de aceptación social. Sorprendentemente, cuando se hace referencia al consumo de marihuana, se dice que es la droga de moda porque es legal», se afirmó en el documento presentado por el observatorio porteño.

El artículo, afortunadamente, deja de lado cualquier tipo de alarmismo típico de este tipo de notas en la tribuna de doctrina, sin embargo en la población en general, y en los lectores del diario de Mitre en particular, suelen alarmarse por el peligro que está expuesto gran parte de la juventud, consumidora de drogas.

Y tienen razón, consumidores (sean adictos, habituales o sociales) están expuestos a severos peligros al consumir drogas, pero no por el consumo mismo, el peligro más grande al que hoy en día están expuestos los jóvenes son derivados de la prohibición. La clandestinidad del mercado de las drogas  genera que información a la que estamos habituados de obtener en los productos legales sea difícil de obtener y se este mas desprotegido frente a diversas situaciones, principalmente respecto de dos características:

1. Calidad. Los narcotraficantes carecen de una marca, de una estructura empresarial, o de una sucursal o un telefono al cual acudir ante alguna duda o inconveniente, esto genera un gran desincentivo a la hora de establecer una reputación o prestigio para con los clientes. Si Coca-Cola, Pepsi o Halls ofrecieran productos adulterados perderían millones de clientes e indefectiblemente quebrarían por la responsabilidad que tienen frente a los daños cometidos por su negligencia, en cambio, los productores y distribuidores de drogas no padecen de estos problemas y en consecuencia la sustancia es adulterada con otras sustancias mas baratas y nocivas que la que uno cree estar contando.

Casos: La gran mayoría de las muertes por consumo de éxtasis no se dan por la sustancia propiamente dicha (MDMA), sino por las adulteraciones, realizadas desde fábrica, con otras sustancias como DXM, o la falta de responsabilidad de los usuarios (deshidratación o sobrehidratación) o mezclas con otras drogas.

2. Dosis. Relacionado con el punto anterior, la inexistencia de un mercado libre no genera los incentivos adecuados para que se de una estandarización en la presentación de las diferentes sustancias para poder tener una noción acerca de la dosis que se está ingiriendo, de ahí a que el riesgo de sobredosis aumente exponencialmente con políticas prohibicionistas. El mercado ha encontrado las presentaciones adecuadas para cada producto, botellas de  1.5 L (y no de 3 como en otros países), aspirinas con el contenido especificado, pack de caramelos o chiles de 6 unidades, sin embargo en 1 gramo de cocaína, o una pastilla de éxtasis, nadie puede determinar su contenido o la potencia, porque, como decíamos antes, no existe incentivo (ni mecanismo) alguno para brindar mas información en el mercado negro.

Estos son dos de los muchos efectos negativos (comercialización de venenos, aumento de la inseguridad, establecimiento del crimen organizado, etc.)  que tiene la prohibición de las drogas. Los defensores de la prohibición podrán estar llenos de buenas intenciones (se suele decir que «el camino al infierno esta plagado de buenas intenciones») pero por mas que lo nieguen, más de 100 años de prohibicionismo a nivel mundial han demostrado el fracaso de esa política para combatir el consumo de drogas.

Economía del faltante

Martín Gonzalez Eiras escribió un post conciso explicando la economía de los faltantes de combustible en las últimas semanas:

Se ve que durante los noventa (el segundo gráfico comienza en 1947) el petróleo en el mundo tuvo una tendencia decreciente alcanzando su mínimo histórico en 1998 para trepar desde ahí hasta su máximo histórico en 2008 (actualmente está a valores corrientes cerca de 80 USD el barril). O sea que a pesar de señales de precios que incentivarían la producción y la exploración, en el país la producción (y la exploración) se redujeron.

Esto no es un enigma pues es bien sabido que el gobierno cuando no prohibió la exportación de combustibles la desalentó mediante la aplicación de retenciones móviles. Además el “conflicto distributivo” entre productores y refinadores sobre el precio interno, al generar incertidumbre adicional, desalienta la producción y exploración así como también la inversión en capacidad de refinación.

En este clima hostil a las inversiones no es sorprendente que en el país no se construya una nueva refinería. Con su vocación dirigista hace cuatro años este gobierno intentó obligar a las petroleras a construir una en Comodoro Rivadavia, con costo proyectado de USD 2200 millones (en parte financiada por las AFJP, según informaba en esta nota La Nación). Según Canton:

El proyecto quedó en la nada cuando las petroleras plantearon que preferían hacer cada una su propio plan de inversión. Pero los números demuestran que, al menos hasta ahora, esos planes no han fructificado tanto como para quebrar la tendencia: el país aún produce menos nafta que 10 o 20 años atrás.

Se puede leer completo acá.

A propósito del faltante de billetes, Rodrigo Sbarra, comenta en el mismo post:

De todas formas viene bien aclarar que el “faltante” no es porque somos un pais pujante.

Es como decir que no hay billetes porque crecimos tanto que la demanda de dinero demuestra el amplio poder de consumo. Hagamos billetes de $200 y $500 y vas a ver como se termina el problema.

España y el humo

Leyendo sobre  de la implementación de una estricta ley en España, que prohíbe a los dueños de bares, restaurantes y hoteles decidir si permiten o no fumar en sus establecimientos imponiendo una prohibición absoluta sobre el cigarrillo, me encontré con dos imágenes que me llamaron la atención:

Este cartel, valiente y sensato, se podía leer en la puerta de una parrilla en Marbella. (vía blogbis)

El otro contiene un mensaje contundente:

Para terminar, Guillermo Dupuy explica por qué esta ley debe ser repudiada:

Tal y como advertían los liberales clásicos, uno de los muchos y muy lamentables resultados de la proliferación de pseudoleyes y mandatos intervencionistas es que las leyes genuinas, las que están destinadas a preservar la libertad de los ciudadanos, lejos de ser respetadas por todos, tienden a perder credibilidad ante semejante «inflación» legislativa. Cuando el orden jurídico, llamando a ambas «leyes», da un tratamiento similar a la proscripción del tabaco, por poner un ejemplo, que a la prohibición de invadir propiedad ajena, es de esperar que la gente pierda el respeto a la ley, pensando que es simple convención que nos imponen los que ahora ocupan el poder, en lugar de algo que en realidad se debe cumplir ahora y siempre.

La «ley» que acaba de entrar en vigor y que prohíbe fumar en cualquier centro privado abierto al público, violando así tanto la libertad de los consumidores como la propiedad de los hosteleros, es un buen ejemplo de ello. Al Gobierno, sin embargo, sólo le importa que sus mandatos de ingeniería social se acaten y, para ello, incluso ha animado a los ciudadanos a que delaten a los ciudadanos que los incumplan. La pretensión de convertir a cada ciudadano en un chivato, en un delator al servicio del poder, lejos de alentar «comportamientos cívicos», tal y como pretende Leire Pajín, es una pulsión característica de los regímenes totalitarios. Menos mal que este ataque a los derechos de propiedad, que el Gobierno acaba de perpetrar con la excusa de la salud pública, no incluye las viviendas de los ciudadanos; en caso contrario nos vemos a Doña Leire instando a los niños a delatar a sus padres, tal y como hacían los jemeres rojos para extirpar cualquier actitud «contrarrevolucionaria».

Leer artículo completo

Ni estado Ni sociedad

Sergio Berensztein escribe:

Quizás lo más lamentable sea que el fracaso brutal y rotundo del Estado traiga aparejado la neutralización de los esfuerzos puntuales y ejemplares de organizaciones de la sociedad civil, grupos religiosos, proyectos de responsabilidad social empresaria o incluso individuos, que con pasión y entrega se involucran en las zonas y/o en los temas más complejos, para suplir – al menos parcialmente – la ausencia y la apatía de las autoridades supuestamente competentes.

Es en parte lo que decíamos acá, cuando la sociedad espera que el estado se ocupe de determinados problemas, y éste no hace nada, o fracasa en su intento de hacerlo, o termina asfixiando cualquier esfuerzo privado para atacar la problemática.

Lo importante, terminar con la falsa idea de que cuando hay un «estado ausente» se está frente a un gobierno de tendencia liberal, cuando en realidad se está presente ante un estado presente y fracasado. En una sociedad libre nadie espera nada del estado, por lo tanto no podría estar ausente, y en respuesta a los problemas que se generan, son las personas,  con verdadero compromiso y motivación las que intentaran, por diversos medios, solucionarlos.

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