¡La AFIP te desea un feliz día del niño!

Estaba navegando por la web de la AFIP tratando de ver como resolver un problema que me habían generado y me encontré con esto:

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) secuestró en Salta más de 10 mil prendas de vestir, ropa de blanco, calzado, ropa interior y juguetes por un valor aproximado de 574 mil pesos.

Los procedimientos se realizaron en el paraje “El Naranjo”, ubicado en la ruta nacional N° 34 a 170 kilómetros al sur de la ciudad de Salta. Las prendas eran transportadas en varios vehículos: un camión, una combi, una camioneta, tres autos particulares y un taxi.

De este modo el personal aduanero, que en estos parajes suele apostarse en caminos alternativos para obligar a pasar por el puesto de control a los vehículos que toman una senda apenas iluminados con linternas para ser inadvertidos, evitó que la mercadería en infracción ingrese al circuito comercial perjudicando el comercio legal.

Y me preocupé. Porque muchas de estas más de 10 mil prendas y juguetes iban a ir a personas que iban a poder comprar productos a un menor precio para regalársela a chicos. Y esto me hizo llegar a una simple conclusión económica:

A mayor intervención, menos felicidad.

Entonces me pregunto: «¿qué festejan estos hijos de puta?». Festejan que un montón de personas van a tener que pagar más por obtener las mismas cosas? ¿Festejan que un montón de chicos cuyos padres no pueden acceder a regalos en negocios «en blanco» no le puedan dar nada a sus hijos? ¿O que un montón de gente no pueda acceder a la posibilidad de comprar ropa nueva, a dormir en una cama con sábanas limpias y enteras?

Francamente me preocupa cuando en este país se festejan pelotudeces de este tipo que ponen en evidencia que este modelo, que este sistema, lejos de ayudar y favorecer a los consumidores (léase personas) sólo trabaja para favorecer a los empresarios funcionales o amigos del gobierno.

La AFIP les desea un feliz día del niño, sin regalos, obvio.


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La Matanza: digna de su nombre

Para aquellos que tenemos a algún familiar o conocido, o para quienes siguen las noticias, sabemos que la Matanza es un «Lugar complicado». El gobierno, en concreto el Ministerio de Seguridad bonaerense ya se desentendió en términos prácticos del tema. Esta zona registra uno de los mayores índices de peligrosidad del país y sus vecinos (trabajadores y comerciantes) ya están armados.

José Sánchez, uno de sus directores, dijo: «Es un lugar muy complicado. Obviamente, no podemos garantizar el delito cero en una zona tan compleja». Intentando lavarse las manos, Sánchez apuntó a otro lado: «Gran parte de los reclamos están dirigidos al municipio». ¿Para qué te pagamos Sánchez? ¿leíste la Constitución Nacional? ¿podés tirarle el fardo al municipio cuando TU SUELDO se paga con dinero que la nación le roba a los municipios, que después le da a la provincia y que después NO VUELVE al municipio? Me parece que no corresponde.

La Municipalidad de La Matanza, dentro de su limitada capacidad operativa (tanto en término económicos como intelectuales) colocó cámaras de seguridad que, según los vecinos, no sirven. Cuando al ministro Ricardo Casal se le preguntó si estaba al tanto de que, ante la creciente inseguridad, un grupo de comerciantes se armó para defenderse de los delincuentes?. El Ministro respondió que no tenía idea y que para él, eso estaba mal.

Para sonreir tenés que estar vivo :D

Días después, el ministro Casal anunció un plan de desarme para reducir la tenencia de armas de fuego en manos de la población a cambio de dinero. O sea, se le paga a la gente por desarmarse por vulnerabilizarse, por volverse dependiente de un órgano que no da respuestas y que está DEJANDO QUE SE MUERA LA GENTE. Perdón, miento, no deja PROMUEVE las muertes al reducir las capacidades defensivas de los vecinos. Se usa el dinero de todos para desarmar a los civiles, crear dependencia y NO DAR soluciones.

«La verdad es que cada vez que pasa algo le importa una m… a ninguno -se quejó el dueño de la casa de electrodomésticos-. ¿Para qué pusieron cámaras, si un día le robaron a un comerciante que está al lado de donde pusieron una, y nunca vino nadie?«

Esta es sólo otra muestra de como el gobierno usa tu dinero para fines contrarios a los que dice sostener. En vez de protegerte te desarma (ataca la consecuencia, no la causa). En vez de liberar las fuerzas de la economía, se ponen más trabas y se subsidian a quienes no aportan valor a la comunidad.

Esta es la lógica del gobierno que quita de circulación a una persona que ofrece primeros auxilios, sin título, por no haber hospitales. O que clausura negocios sin habilitación que proveen bienes y servicios a la comunidad porque las regulaciones impiden estar en regla y poder operar. La misma lógica que te obliga a «contratar en blanco» y te pone exigencias monetarias y un sistema perverso que te apunta a la cabeza desde el primer momento.

Cuando las mentiras del gobierno fallan, y la realidad se impone es interesante ver como la sociedad civil reacciona. Podemos esperar que cada vez haya más gente armada, que se armen formas de coordinar la seguridad en la comunidad y que hasta se armen grupos parapoliciales (sean empresas de seguridad privadas o agrupaciones vecinales) que salgan a garantizar la seguridad de la comunidad.

Más allá que uno pueda disentir con los modos y los criterios de aplicación de «justicia», cuando el gobierno fracasa la sociedad civil no puede quedarse quieta. Tu supervivencia depende de ello.

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(CONVOCATORIA) TODOS CONTRA 678 – Para que se deje de financiar con nuestros impuestos

NOS ENCONTRAMOS TODOS ESTE JUEVES A PARTIR DE LAS 19:30 HS (nos vamos a quedar hasta las 21) EN LA PUERTA DE CANAL 7 PARA MANIFESTARNOS EN CONTRA DE ESTE PROGRAMA FASCISTA FINANCIADO CON NUESTROS IMPUESTOS!

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SE TERMINO LA MENTIRA. EL OFICIALISMO VA A SABER QUE NO SON LA UNICA VOZ. SI SE QUIEREN EXPRESAR LIBREMENTE QUE LO HAGAN, PERO QUE NO NOS OBLIGUEN A FINANCIARLOS CON IMPUESTOS.

TRAE UN CARTEL QUE DIGA «SI NO QUERES PAGAR CON TUS IMPUESTOS A LOS FACHOS DE 678, TOCÁ BOCINA» (o la consigna que te guste).

Sumate al evento en http://www.facebook.com/event.php?eid=204887889532065

CONVOCA: QUENOTEPISEN.NET (http://quenotepisen.net/)

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Recordando a un puto lindo, un liberal intuitivo

En un breve homenaje a una de las personas más coherentes que ha dado el pensamiento argentino, los invito a comprender el contraste.

Carta de Fernando Peña a la Presidente de la nación
Liberalismo o peronismo

Mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país… Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.

Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada.

Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.

Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó.

Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel.

Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.

Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.

Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él.

De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.

Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.

Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no.

La saluda cordialmente,

Fernando Peña

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Para los que abandonaron la torre de marfil

Estas líneas van dedicadas a todos los liberales que día a día se animan a decir lo que piensan y traen un poquito más de un luz a un mundo al que aún acecha la sombra de la violencia dirigista.

La torre de marfil de Rafael Barret

Lástima es que se metan a escribir los que no saben, y mayor lástima que abandonen la pluma los que podrían con fruto manejarla. El inepto, a fuerza de trabajar, se hace menos inepto. A fuerza de caminar, aunque sea a ciegas, algo alcanza. Los tropezones le guían; los fracasos le enseñan, y en todo caso, resta el recurso de no leerle y de negarle la circulación y el aliento. Pero el talento ocioso disminuye, y no hay defensa contra los daños que causa su esterilidad. El necio charlatán nos fastidia; el sabio que calla, nos roba.

Estos avaros de su inteligencia, estos traidores a su fama, se dividen en dos clases. Los unos pretextan que el oficio de las letras es criadero de pobres, y prefieren lucrar en un rincón. Con tal de cenar, renunciarían a concluir el Quijote. Los otros, enredados en su pureza, dicen que se preparan, que aún es tiempo, y que de no producir cosas notables, mejor es no producir cosa alguna.

La defección de los primeros no es tan calamitosa como la de los segundos. Debemos desconfiar de los que no estiman bastante su carrera. Entre escribir y ser ricos, eligieron ser ricos. Demostraron que no merecían ser escritores. Nacieron verdaderamente para picar pleitos o para vender porotos o, lo que es peor, para mandar. No lloremos demasiado la fuga de los infieles al arte que se acomodan con el destino de un Rotschild, y llamemos a la torre de marfil donde se encierran los indecisos:

-¡Salid! Perfumemos los pies en el rocío de los campos. Descubramos lo que el monte oculta. Viajemos.

-Nuestra torre es muy bella.

-No hay cárcel bella.

-Estamos cerca del cielo.

-¿De qué os servirá lanzar al cielo vuestra simiente, si no cae a tierra? Sólo la humilde tierra es fecunda.

-El polvo nos asfixia. El pataleo de la plebe nos da asco. El sudor de la soldadesca hiede. La realidad mancha y aflige: es fea.

-Porque no sois bastante agudos para penetrar su hermosura. El mundo os abruma, porque no sois bastante fuertes para transformarlo. Os parece oscuro y triste, porque sois antorchas apagadas.

-En cambio, nos entregamos al maravilloso resplandor de nuestros sueños.

-¿Qué valen vuestros sueños, si no los comunicáis? Hacedlos universales y los haréis verídicos. Mientras los guardéis para vosotros, los tendremos por falsos.

-Nuestras ideas solitarias baten sus alas en el silencio.

-Ideas de plomo, incapaces de marchar diez pasos. Alas de gallina. De los muros de vuestra torre de marfil, nada se desprende, nada parte. Decoráis vuestro egoísmo: bostezáis con elegancia. Complicáis vuestra inutilidad. Prisioneros del humo de vuestra pipa, confundís la filosofía con la toilette, el genio con la pulcritud. Tomáis la timidez por el buen gusto; envejecéis satisfechos de vuestros modales. Alejados de la ciudad, nadie os busca, porque nadie os necesita. Sois muy distinguidos: os distingue vuestra debilidad. Desdeñáis, pero ya se os ha olvidado.

-El presente nos rechaza tal vez, por no doblegarnos a sus exigentes miserias. Nos refugiamos en el pasado. Somos los eruditos de la tumba. En nuestras salas, vagan los tintes tenues de los venerables tapices. La claridad discreta de las lámparas de bronce arranca un noble relámpago sombrío a las armaduras milanesas, y en la paz nocturna sólo se oye el pasar de las rígidas hojas de pergamino bajo nuestros dedos pálidos, donde brilla un sobrio y denso sello antiguo.

-Os refugiáis en el pasado, como muertos que sois. Si estuvierais vivos, os refugiaríais en el porvenir. Desenterrad en buena hora, mas no cadáveres. Resucitad a los difuntos o dejadlos tranquilos. ¿Para qué traer su podre al sol? Ya que tanto afán tenéis de frecuentarlos, id vosotros a ellos: huid a la región de eterna sombra. Mas si os decidís a vivir con nosotros, vivid de veras, no en simulacro; vivid en vida y no en muerte. Respirad el aire de combate común y empezad vuestra propia obra.

-La queremos perfecta. La perfección a que aspiramos nos paraliza. Apenas trazamos una línea, nos detenemos, porque la reputamos indigna de nuestro ideal. Lo perfecto o nada.

-¡Suicidas! Lo primero y lo último y lo perfecto es vivir. Esa perfección es una forma del egoísmo. Ansiáis lo perfecto, es decir, lo acabado, lo intangible, aquello en que nadie colabora ya, aquello a que nadie llega, lo que aparte y humilla, lo que os eleva y aísla, el mármol impecable y frío, la torre de marfil. Por aparecer perfectos según vuestros patrones del minuto, os inutilizáis y mentís. Atentáis a la secreta armonía de vuestro ser, destruís en vosotros y alrededor de vosotros, la misteriosa, exquisita, salvaje belleza de la vida.

Sobre lo perfecto está lo imperfecto. Sobre la augusta serenidad de las estatuas, hay que poner nuestros espasmos y nuestros sollozos y nuestras muecas de criaturas efímeras. Lavad vuestra alma, encontradla y dadla toda entera, con sus grandezas y con sus bajezas, con sus fulgores sublimes y con sus tinieblas opacas, con sus cobardías y hasta con sus monstruosidades. Libertaos de vosotros mismos y os salvaréis y nos salvaréis a nosotros. Habréis aumentado la sinceridad y la luz del universo. Abrid la mano del todo, ¡oh sembradores! Que no quede en ella un solo germen.

Los quiere,

Buz

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Promo Libre

Hoy mientras caminaba por el subte yendo al trabajo, agarré un Diario La Razón y me puse a ver la nota de tapa. Leí la volanta… y paré de caminar: «Me siento libre cuando puedo elegir de todo». La nota (o publicidad, da igual) hacía alarde de cómo «respondiendo a la necesidad y al pedido de los consumidores, todos los medios de pago están disponibles», y la promo amplía «sos libre para elegir cómo pagar», «sos libre porque tenés más de un día para venir», «sos libre para elegir los productos en promoción». En síntesis, la libertad «vende». Y, paradójicamente, es comprada porque nunca le fue tan bien a Carrefour como con esta promo.

Pero qué pasó con el mito de los formadores de precios? Con esos monstruos viles y egoístas que quieren perjudicar al pobre trabajador? Y la inflación? Y Candela?

En competencia, las empresas pueden sacar este tipo de promos que no hacen más que incentivar la baja de precios y satisfacer mejor a los consumidores. En competencia el trabajador, el consumidor, es libre y se beneficia por un grupo de empresarios que luchan entre sí para satisfacerlos mejor. En libertad, el consumidor es el rey.

Hoy, Carrefour, con su Promo Libre, me robó una sonrisa. Obvio que no les voy a comprar, porque tengo un chino a 2 cuadras y gracias a las exenciones fiscales que tienen y que venden marginalmente, probablemente siempre sean una mejor opción, pero no puedo menos que aplaudir de pie el hecho de que basen una campaña en la libertad, en darle el poder al consumidor y que, en consecuencia, les vaya bien.

No hay medida del gobierno que pueda siquiera acercarse a los beneficios que genera la inventiva comercial. No seas ganso, cuando compres, si querés cuidar tu bolsillo, Elegí Ser Libre.

Che, algunas razones para aplaudir

Me causa gracia como a raíz de las pintadas realizadas por alguna persona que quiso darle su impronta, y su lectura, a las cosas que hizo el Ernesto Guevara se arme tanto quilombo. ¿Acaso la pluralidad de voces no forma parte de las bases de este sistema?

Evidentemente, el chiste tuvo eco como por ejemplo: ElArgentino.com, Minutouno.com, Telefe Noticias, Terra, País 24.

A parte de responsabilizar a los que hacemos este blog por los escritos, que es tan poco serio como responsabilizar a Alfonsín, a Nestitor o cualquier otro pokèmon si alguien escribe su nombre en una pared o estatua. No alcanzándoles con eso, imputan la responsabilidad al Partido Liberal Libertario porque, claro, 30.000 personas pueden manifestarse espontáneamente en colectivos naranjas viajando «por pura casualidad» con punteros a acompañar a Nestitor post-mortem y eso fue todo «orden espontáneo» pero un flaco no puede manifestar su opinión con aerosoles, eso ya forma parte de un plan macabro… hipócritas.

De cualquier manera, aprovechando que muchos caen acá para ver qué onda, me pareció oportuno tirar unas lineas para explicar por qué alguien que respeta la vida, la libertad y la propiedad privada – es decir, un liberal – repudiaría a un personaje como Guevara.

El Che

Entre otros a maniatados, a indefensos, a inocentes, a ñiños...

Asesino: para nosotros, los liberales, la vida es un valor que debe conservarse como una de las tantas conclusiones del principio de no-agresión. Más allá del análisis principista, si hay un flaco que va por el mundo matando gente en pos de un ideal, sin importar las virtudes de ese ideal, es reprochable. Si a eso le sumamos que, junto a los “culpables” asesinaba a personas inocentes o a quienes se vieron envueltos en las líneas de Batista por necesidad, para subsistir (muchos de ellos menores de edad), sólo cabe concluir que allí donde fue trajo muertes evitables y, en muchos casos, inconducentes con los valores que el mismo pregonaba.

Castigos sin juicios, fusilamientos arbitrarios o por puro gusto, son algunas de las tantas actitudes reprochables del “Che”. Francamente no importa la bandera que levante, cualquier persona orientada a imponer su modelo o su ideal mediante las armas es un enemigo de la libertad.

Pensamiento único: el “Che” pregonaba una educación centralizada y directa que buscase imprimir en las personas las bases necesarias para poder alumbrar a su mentado “Hombre Nuevo”. Este individuo debía anteponer el “bienestar social” antes que sus preferencias personales para poder ser considerado un “revolucionario”. Claro que con esto surgen los clásicos debates de estar persiguiendo un término vacío de sentido y manipulado por el establishment de turno como es “bienestar social”. Término a partir del cual se pretende imponer a las personas una determinada visión o valoración de las cosas a costa de su libertad.

Mc Guevara o Che Donalds

¿Mc Guevara o Che Donalds?

Aquellos que no pensaban como el “Che”, aquellos que sostenían otros valores, era pausibles de ser sacrificados en nombre de “La Revolución”, guardando poca diferencia con las purgas en motivo de raza u orientación política que sostuvieron personajes como Stalin o Hitler. Sumemos a eso el hecho de que se trató de un homófobo que perseguía, encerraba y ponía a realizar trabajos forzosos a personas por tener una orientación sexual determinada… bue, creo que los hechos hablan por si solos.

Estatista centralizador: Ernesto Guevara, como socialista que era, consideraba que era capaz de tomar mejores decisiones que el resto de las personas. Así desempeñó su cargo como presidente del Banco Nacional de Cuba y también como ministro de Industria. En ambos realizó un trabajo tan malo que terminó siendo literalmente rajado por Fidel – cerró el ministerio – y, por vergüenza, eventualmente Guevara renunció a su ciudadanía cubana.

Consideraba que debía haber un estado que decidiese por las personas, evidenciando su creencia de que hay personas de primera y de segunda. Y que unas tienen derecho a esclavizar a otras por medio del aparato gubernamental.

Pinte una estatua

Ayude a la economía Nac&Pop, ¡pinte una estatua!

Marca comercial: el personaje es inflado por las ventas que produce antes que por las cosas que hizo. Así como Keynes recibió un fortísimo apoyo de los aparatos de propaganda alemán para adquirir notoriedad y poder reivindicar retroactivamente los desastres económicos causados por el estatismo que habrían de llevar al mundo a la Segunda Guerra Mundial; vastos sectores han aprovechado la idealizada imagen del che, desproveyéndola de sentido pero aprovechándola para estampar remeras y vender boinas.

El éxito del «Che» se debe al capitalismo mucho más que a sus ideas. El consumo irreflexivo, eso contra lo que Guevara luchó, es lo que paradójicamente lo mantiene vivo. Y, para variar, la falta de memoria colectiva permite que se expíen los crímenes y desatinos de este tipo de personajes nefastos.

Por violar los derechos de propiedad, libertad y la vida,  creo que cualquier liberal puede afirmar que al “Ché” no hay nada que festejarle. A parte, este es un típico caso de deterioro de las cosas a causa de lo que se conoce como «la tragedia de los comunes».

Y si se gasta guita de nuestros impuestos para rendirle culto o construirle estatuas, bueno, lola.

PD: para ofrecerle rigor histórico a las acusaciones de cortarle las piernas con una amoladora, este blog ni existía por aquel entonces. Y, además, no sé de qué se quejan si este tipo de cosas hace que ¡»aumente el empleo»!

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