Des igualdad de géneros
Vomita en un comunicado la Legislatura Porteña lo siguiente, respecto a una caricatura de Cristina Fernández realizada por Hermenegildo Sabat:
«Esta imagen fuertemente sexista y misógina, constituye un acto de violencia simbólica contra la mujer prohibido por la ley 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollan sus relaciones interpersonales»
«La violencia contra las mujeres se exterioriza de diversas formas, unas veces de forma física y directa, y otras de forma simbólica e indirecta. La caricatura de la Presidenta constituye un acto de violencia simbólica que, a través de patrones estereotipados y de signos, transmite y reproduce la dominación naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad. Por tanto, no solo afecta a la Presidente sino a todas las mujeres».
En un mismo acto ataca al borde de la censura la libertad de expresión (y de prensa), al tiempo que insulta una vez más a la inteligencia de sus representados, que somos quienes les pagamos el sueldo. (Ni hablar del tremendo insulto que es para las personas que sí padecen violencia física.)
Al parecer seguimos con la incongruencia de pretender defender los derechos de la mujer a costa de la igualdad ante la ley; lo que sea que eso signifique. A diferencia de defender los derechos del hombre, o sencillamente derechos individuales. Pero ni como liberal, ni como mujer, ni como ser humano racional puedo entender que continuemos con esta ilegalidad de darle más derechos a las mujeres en nombre de defender una igualdad de género, que de movida están aceptando que no existe puesto que todas sus leyes y dichos parten de la premisa de que la mujer ES débil y debe tener protecciones extra por ese hecho.
La igualdad de género, es tan posible como la igualdad de condiciones. Es decir, no existe. No es posible. Somos anatómica, genética, y emocionalmente diferentes. Hasta hay algunos que argumentarán psíquica o psicológicamente diferentes. Pero la realidad es que la única igualdad que importa es la igualdad ante la ley. Esa que nos niegan constantemente otorgándonos derechos «extra» sólo por haber nacido del género femenino.
No, gracias. Paso.
Dicho esto, vamos al hecho puntual. ¿Una caricatura metafórica constituye violencia simbólica hacia las mujeres? ¿Esta gente no se detiene nunca a pensar? Si se hubiese realizado la misma caricatura pero sobre Sabatella, o Moreno, o cualquier otro integrante del tan «nefasto» género masculino, ¿que dirían entonces? O mejor aún, si la caricatura hubiese sido realizada por una mujer, ¿sería entonces violencia de género o misoginia?
Como siempre, estas pseudo leyes que pretenden defender y proteger a la mujer, terminan con interrogantes ridículos e imposibles de descifrar.
Dejen de legislar desigualdades, si tanto les preocupa la causa de la violencia doméstica, ocupen el dinero en ayudar a las mujeres y hombres que realmente lo sufren a diario.
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