No puedo superar esta idea de la educación compulsiva como «igualadora de oportunidades». Hoy estaba charlando con mis compañeros de trabajo, uno muy ligado al gobierno nacional, otros no tan felices con el status quo, pero sin embargo, todos convencidos de que sin educación estatal, compulsiva, homogénea, trituradora de individualidades y creatividad, no tenemos futuro como país ni como humanidad.
Y creo que es un círculo vicioso, la educación misma que nos ha adoctrinado nos impone la creencia de que sin ella las personas son inferiores a quienes la reciben. Permítanme disentir con tremenda afirmación.
Basta citar el ejemplo de los creadores de Amazon, Google y Wikipedia para entender el impacto que una metodología de estudio pensada desde el individuo puede brindarnos.
Debemos entender que el modelo educativo actual tiene más de dos siglos y ha quedado absolutamente obsoleto en una era en que desde chicos aprendemos a usar intenet, wikipedia y demás comodidades del mundo 2.0, un maestro ya no tiene monopolio alguno del conocimiento, y nosotros mismos podemos generar nuestro camino hacia el aprendizaje.
Las metodologías de estudio alternativas que han surgido, son muchas, y dejan en evidencia que no es necesario homogeneizar para educar, mucho menos imponer una serie de contenidos que a alguien sentado en un escritorio de burócrata, le parecieron los adecuados para formar académicamente a las personas.
Si queremos asegurar la igualdad de oportunidades, si realmente nos interesa ayudar a los que menos pueden valerse por sí mismos hoy en el mundo, habrá que empezar por valorar la diversidad, respetarlos, escucharlos, entenderlos y exigir una reforma sustancial de la educación (comenzando por quitarle el monopolio de la misma al estado). Definitivamente no alcanza con que un papel diga que la educación actual es obligatoria.
Ilya Somin, profesor de derecho de la George Mason University, propone que el 1 de mayo, internacionalmente reconocido como el Día del Trabajador, sea un día para recordar a las víctimas del comunismo. Esta es su justificación:
El Día el Trabajador empezó como un feriado para socialistas y activistas de los sindicatos, no solo comunistas. Pero con el pasar del tiempo, la fecha fue tomada por la Unión Soviética y otros regímenes comunistas y utilizada como una herramienta propagandística para promover sus regímenes. Sugiero, en vez de eso , utilizar la fecha como un día de conmemoración de las millones de víctimas de esos regímenes. El Libro Negro del Comunismo, una autoridad sobre el tema, estima que murieron entre 80 y 100 millones de personas en total, una cifra mayor de las muertes causados por todas las tiranías del siglo XX, sumadas. Tenemos, adecuadamente, un Día de Conmemoración del Holocausto. Es igualmente apropiado conmemorar las víctimas de la otra gran tiranía totalitaria del siglo XX. El Día del Trabajador es el día que más oportuno. Sugiero que el Día del Trabajdor sea convertido en el Día de las Víctimas del comunismo
La principal alternativa al 1 de mayo es el 7 de noviembre, aniversario del golpe comunista en Rusia. Sin embargo, esa elección puede ser interpretada como un recordatorio enfocándose exclusivamente en la Unión Soviética, ignorando las igualmente horrendas matanzas masivas en China, Cambodia, y otros lugares. Por eso, el primero de mayo es la mejor opción.
Roderick Long, filósofo y profesor en la Auburn University en Alabama, contesta la propuesta manifestando un punto de vista diferente:
El hecho de que regímenes comunistas hayan intentado cooptar el Día del Trabajador no es una justificación para intentar imitarlos en una segunda intento de cooptación . El Día del Trabajador fue concebido, y aún lo sigue siendo, como una celebración de los movmientos obreros en general, y no de los carniceros de Krondstadt. El feriado es conmemorado en todo le mundo: no los ahora ni ha sido nunca una celebración de un régimen comunista.
Creo que Shawn en los comentarios (acá y acá) da en el clavo cuando describe «el intento de mezclar el Día Internacional del Trabajo con los crímenes de los gobierno y no con las luchas de los individuos, convierte a la efeméride de los trabajadores en un día de duelo» haciendo así «un falso paralelismo entre luchas populares y crímenes del estado»…
También: Si vamos a recordar a las víctimas del estado el 1ro de mayo, seguro que los mártires de Haymarket tienen un derecho de precedencia.
Todos vimos los carteles de los partidos de izquierda con la consigna “que la crisis la paguen los capitalistas” posteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos en 2008. Y constantemente está en las conversaciones, blogs y documentales la idea de que “el sistema capitalista está en crisis”.
Algo de cierto hay en esa afirmación: el sistema está en crisis. Pero… ¿ese sistema es el Capitalismo? La situación actual apesta más a corporativismo, fascismo y socialismo que a capitalismo laissez-faire.
Alberto Benegas Lynch indaga en el asunto:
Te pongo la foto de la Izquierda, a la derecha del post.
“[…] Veamos las diez recomendaciones que constituyen los pilares políticos del marxismo. Sin ánimo de analizarlos y criticarlos aquí, solamente señalemos los correspondientes capítulos:
Primero: reforma agraria, la cual apunta a la expropiación directa pero admite pasos sucesivos, principalmente a través de la política fiscal e incluso la cambiaria. La política cambiaria puede aparecer como de relación remota con la reforma agraria pero, igual que que las llamadas retenciones e impuestos a la exportación, al reducir el valor del producto exportado se perjudica principalmente a los productores marginales, con lo que se achica la frontera agropecuaria. Segundo: el establecimiento de impuestos progresivos. Tercero: impuesto a la herencia, apuntando finalmente a la abolición de la misma. Cuarto: ejercer opresión sobre los disidentes del régimen a traves de los más diversos canales y procedimientos. Quinto: centralización de la moneda y el credito en manos de un banco nacional. Sexto: estatización de empresas, con prioridad en las áreas de comunicación y transporte. El séptimo y el noveno puntos se refieren a la planificación de las áreas agricola y manufacturera (industrial). Octavo: establecimiento de ejércitos industriales (sindicatos), sobre la base de la adhesión obligatoria. Décimo: educación pública, obligatoria y gratuita.
Si analizamos estos diez puntos del Manifiesto Comunista observamos que, en mayor o menor grado, todos los países del mundo libre los han llevado a la práctica. He ensayado ante diferentes auditorios la lectura de ese decálogo —sin decir que se trata del Manifiesto Comunista— e indagado acerca del origen del documento. En muchos casos, tanta es la infiltración marxista y tal es la dosis de socialismo adoptado, que aquellos puntos aparecen como la plataforma de un partido político “moderado”. Sin embargo, se trata —nada más y nada menos— de los consejos del marxismo para producir el colapso de la sociedad libre. Éste es el corazón del marxismo. Es la receta en cápsula, y no podemos decir que Marx y Engels no eran marxistas.”
– Alberto Benegas Lynch, Liberalismo para liberales, Editorial Emecé, 1986.
Que la crisis la paguen los que la generaron; es decir: políticos, banqueros, lobbystas y empresarios amigos del poder.
Anotar a cuatro atletas argentinos que competirán en las Olimpíadas Londres 2012 en una competencia de atletismo en Malvinas. Infiltrar a dos directores estadounidenses y filmar una publicidad de estas personas entrenando bajo el slogan de «Para competir en suelo inglés, entrenamos en suelo argentino». Es casi como si Boca se infiltrara en el Monumental a entrenar, una semana antes de jugar el clásico en la Bombonera. Casi.
Me parecería interesante si hubiese sido una idea de los propios atletas, de alguna agrupación de deportistas o de una agencia para publicitar algún tipo de producto como ropa, calzado, bebida (Por cierto, la agencia es la misma que hace las publicidades de Quilmes y díganme si no parece un aviso destinado a una publicidad para esa cerveza…imagínense «Quilmes, sponsor oficial del equipo argentino» al final).
Pero no. Al final del aviso, la leyenda dice «Homenaje a los caídos y ex combatientes. Presidencia de la Nación Argentina».
Yo no soy nacionalista, pero por un rato voy a asumir que lo soy, y que creo que el reclamo por Malvinas es justo, y que creo que estuvo bien tratar de reclamar por la fuerza «nuestro suelo». El homenaje que la actual administración hace a los valientes soldados y caídos consiste en:
1 – Hacer que cuatro deportistas olímpicos mientan a la hora de decir para qué ingresaban a Malvinas (si bien es cierto que la posta de la maratón la corrieron, ocultaron sus intenciones de filmar un spot político).
2 – Pagarle a dos directores americanos, para que no fueran evidentes las intenciones de que se iba a filmar propaganda.
3 – Filmar bastante ocultos la propaganda. Mínimo sin aclararselo a las correspondientes autoridades. (Si, ya sé que filmar no viola el Principio de No Agresión, pero en este análisis juego de mínimo estatista y hay que pedir permiso antes de filmar…y más en otro país).
4 – No decirles, supuestamente, a los participantes que se trata de una Propaganda de la administración de turno y no de una publicidad cualquiera.
5 – Contratar para este homenaje a una agencia parte de un holding del «malvado imperio inglés».
La verdad, que como homenaje me parece un asco total. ¿Filmar algo a escondidas y mintiendo es un homenaje a los que combatieron valientemente? ¿Por qué mejor no iban, orinaban y escupían en las tumbas? Ahí está, a simple vista cómo homenajea una banda de saqueadores inescrupulosos y bandidos a los que dice «querer y proteger». El homenaje es ir a tocarle la oreja a Inglaterra, cual pibe jodón de sexto grado, con el único fin de conseguir rédito político interno, o sea, idiotas útiles agitando una banderita y poniendo votos. Es nacionalismo de jardín de infantes.
Repito lo que dije en mi anterior artículo: Si creen que así va a prosperar algún tipo de reclamo, la están pifiando muy feo.
Por cierto, un legislador de las islas, Ian Hansen, respondió al spot con las siguientes palabras: «Nosotros determinamos nuestro futuro y no vamos a ser prepoteados por el gobierno argentino, ni mediante sus intentos de dañar nuestra economía, ni mediante su constante falsificación de la verdad, ni mediante propaganda barata e irrespetuosa como esta. Es muy decepcionante ver el deporte manoseado de esta manera, cuando suele vérselo como un medio para la unidad. Parece un acto de desesperación llegar a esta bajeza.»
Pago por ver UN legislador argentino defender así a su provincia ante los abusos del ejecutivo nacional mientras les están sacando los derechos petroleros.
Y para los que están borrachos de bandera, que no tardarán en venir a llamarme cipayo, vendido vendepatria, andate del país, bla bla bla, les planteo lo siguiente:
¿Qué dirían ustedes, todos los funcionarios del legislativo y la mismísima reina si la selección de fútbol inglesa filmara un spot entrenando enfrente de la Casa Rosada, enfrente del Congreso, a lo largo de Av. de Mayo y 9 de Julio y a través de Av. del Libertador con remeras de «The Falklands Are English Territory» y pusieran al final del aviso la leyenda «Como les vamos a romper el orto en nuestra casa, venimos a hacer la pre-temporada a la suya. Aviso oficial del Palacio de Buckingham y el Gobierno Inglés»?
La curda de bandera se paga, luego de un enorme baldazo de agua fría, con una larga y dolorosa resaca. Espero que tengan lista una superproducción de Alikal.
¿Alguien me puede recordar qué hice los últimos ocho años?
La «flamante» embajadora Alicia Castro, le tendió una emboscada al canciller británico William Hague durante una conferencia de prensa sobre derechos humanos. Le preguntó sobre Malvinas y lo increpó diciéndole “¿Está usted listo para el diálogo? ¿Daremos una oportunidad a la paz?».
Qué pedazo de basura humana hipócrita. No le queda otro calificativo.
Un gobierno faccioso que no da conferencias de prensa y que no contesta una sola pregunta de la prensa se da el lujo de mandar a uno de sus sicarios a emboscar al canciller de otro país que, por cierto, estaba contestando preguntas. ¿Y después quieren que el mundo tome en serio a Argentina? Ojalá que después de esto se empiece a tratar el tema y echen al país de una patada del G-20. Que empiece a haber consecuencias para las acciones que esa manga de fascinerosos está teniendo.
La mina esta viene de un país donde el vicepresidente acusado de tráfico de influencias, de desvío de fondos públicos, de tener testaferros y de otra cantidad de cosas, no contestó una sola pregunta de la prensa…y sigue en su cargo. Viene de un país donde en más de 5 años de administración, la presidente dió una sola conferencia de prensa, bastante limitada por cierto. Viene de un país donde el ex presidente nunca jamás contestó una sola pregunta sobre dónde están los fondos de Santa Cruz de sus años de gobernador allá en el sur.
Por cierto, las preguntas:
«¿Está usted listo para el diálogo?». Que la banda que tiene como bandera el «Tenemos el 54% de los votos, hacemos lo que queremos», que ha comprado, coimeado y apretado medios, periodistas y opositores tenga el descaro de hablar de diálogo es, cuanto menos, un chiste.
«¿Daremos una oportunidad a la paz?». Que una tipa cuya jefa, la señora reina dijo hace muy poquito (y fue tomado como slogan) «Vamos por todo, vamos por todos», se anime a hablar de paz me da, cuando menos, ganas de vomitar. Pero qué tipa hipócrita hasta para los estándares de los progres.
Una idea para los políticos del resto de los países cuando sean cuestionados por alguno de estos payasos, para los empresarios cuando Moreno o la Giorgi los citen para una reunión, para el ciudadano de a pié cuando la AFIP le pregunte de dónde sacó la plata:
«Ustedes no tienen ninguna autoridad moral para hacer ni una sola pregunta. Cállese la boca y empiece a contestarle a la prensa. Hasta que eso pase, no pienso decirle un carajo».
Jugarla de matón fronteras adentro y de víctima afuera es un acto de una bajeza moral tremenda. Como escribió Benegas alguna vez: «Queda feo ser agresor y llorón».
De la pésima estrategia que es tratar de apretar a Inglaterra para que devuelva las islas después de que se hizo una guerra y se perdió, ni voy a escribir. Si quieren que las Malvinas nunca sean parte de Argentina y ni siquiera sean un territorio independiente, sigan así que va a salir fenómeno. Y a los argentinos de a pié les digo que, cada vez que les muestran una banderita, es porque les están por insertar el mástil.
Primero de Mayo, aniversario de la olvidada Constitución de 1853.
Ya se ha impuesto en la agenda oficial la «necesidad» de reformar la constitución existente. Está bien que es una constitución ya medio mentirosa y populachera, pero republicanísimos de excelencia como Diana Conti quieren la famosa «Cristina Eterna», con ángeles tocando músicas celestiales alrededor y una luz de sabiduría embebiéndola. Y fue esta mismísima Conti la que, recientemente dijo que había que reformar la constitución porque está basada en una «matriz liberal».
¿Qué tipo de constitución quieren si no es una liberal? La constitución es liberal o no es. O está para defender los derechos individuales de las personas ante la arbitrariedad del poder de turno o su existencia es absolutamente irrelevante. ¿Qué quiere que diga la constitución propuesta por Conti? Supongo que algo como «El estado está para manejarlo todo y podrá decidir a voluntad sus facultades, obligaciones y manera de financiamiento. Y cada X tiempo arriará ovejas a meter papeles en una cajita».
Para eso es preferible no tener ninguna constitución. Sería mucho más honesto decir «Acá nosotros tenemos los palos y se hace lo que la familia / facción / clan / banda organizada gobernante quiere. Y no hay ninguna constitución». Por lo menos las cosas estarían mucho más claras, tal cual lo estaban en las antiguas monarquías («El rey tiene los soldados», «el rey está ahí por decisión de Dios», «El rey ES Dios», de acuerdo a la sociedad correspondiente). Pero claro, toda esta gente está ahí para poner un velo de legitimidad en un clarísimo despotismo estatista. Por cierto, personas como Diana Conti y demás progres vomitan al solo pensamiento de las monarquías constitucionales existentes, tildando de retrógrada la existencia de las familias reales (que en realidad están simplemente de adorno).
En fin, como diría el abogado de Núñez Carmona, estaría bueno que «se saquen la careta».
Una cosa positiva que traería el sinceramiento del despotismo, sería el cierre del congreso y echar a las patadas a una cantidad enorme de idiotas útiles que vienen hace rato autosatisfaciéndose y teniendo fantasías eróticas con un estado mágico y maravilloso, aún a pesar de no tener ni un solo resultado exitoso en 70 u 80 años. Así por lo menos sufrirían en carne propia lo que le pasa al ciudadano de a pie, en lugar de estar calentitos en un despacho escribiendo idioteces y fantasías mientras cobran jugosos sueldos. Para déspotas, prefiero buenos déspotas y no una manga de inútiles que se la pasan diciendo que hacen todo «por tu propio bien».
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