Todos somos Sam

I am Sam (2001) es una pelicula que se enfoca en la relación entre Sam Dawson (Sean Penn), un adulto con una capacidad intelectual de un chico de 7 años y su hija (Dakota Fanning) que  recién cumplió 7 años y ya es más inteligente que su padre. La trama de la película analiza la relación entre el padre y la hija, y posteriormente la lucha del padre por mantener la tenencia de su hija  frente a los intentos del estado, los llamados servicios sociales, de separarlos.

La película muestra como los representantes del estado inician un juicio para determinar la capacidad de Dawson de criar a su hija que, si todavía no lo había hecho, pronto lo superaría en términos de coeficiente intelectual. La pregunta sobre la que basaban su argumento los representantes de ‘servicios sociales’ era:  ¿Es lo mejor para la nena ser criada por su padre o debería ser entregada a una familia sustituta?

Sam y su hija.

La película es muy emotiva y un fiel reflejo de como actúa el gobierno, dicen que hacen algo por el bien de la hija, mientras hacen sufrir a un padre y a su hija separandolos, el film es muy recomendable. En síntesis, no sólo es una historia de amor entre padre e hija, sino la lucha que entablan ambos, junto a su abogada,  Michelle Pfeiffer, contra el gobierno y el derecho de un padre y su hija  a decidir por ellos mismos que es lo mejor para ellos.

La pelicula es un gran testimonio de como funcionan la mayoría de los gobiernos, y la lógica de los funcionarios que los integran. Muestra como un grupo de hombres y mujeres arrogantes se atribuyen el poder de decidir que es lo mejor para la vida de los demás, no te dan un consejo ni  una sugerencia.  Son ordenes, es una sola orden aplicada a todos por igual, en primer lugar asumiendo que cada individuo tiene la misma personalidad y la misma escala de valores, y en segundo lugar poniéndose ellos en un escalón por sobre los demás, como si supiesen algo que el resto no lo conoce.

Parar un segundo y ponerse a pensar estas cosas lleva a hacernos muchas preguntas . ¿Qué facultad especial tienen los políticos para decidir que es lo mejor para uno? ¿Son sus vidas perfectas como para tener la autoridad para hacerlo? E incluso si sus vidas fuesen perfectas ¿la vida debe ser para todos igual? El gobierno (este y cualquier otro que hayamos tenido), aunque muchas veces no nos demos cuenta porque ya lo internalizamos, influye en cientos de decisiones que tomamos y nos anula cualquier capacidad de decisión. Decide donde podemos fumar y donde no, que cosas podemos comprar de manera libre, que cosas tenemos que pedir un permiso para comprar, y que cosas no podemos comprar, como tenemos que administrar nuestro sueldo (nos obligan a destinarle una parte a la salud, otra para la jubilación (aunque la usen para cualquier cosa después), nos dicen a que hora tenemos que entrar a un boliche, y a que hora salir, nos dicen que le tienen que y donde le tienen que enseñar a nuestros hijos, y un largo etcétera.

Explican, enseñan, cuentan, relatan, ordenan, y no saben NADA.

Al final, todos somos Sam, nos tratan como si no tuviésemos la capacidad de pensar, analizar y decidir, como si alguien les pidió que nos salven de nuestras equivocaciones (como si pudiesen detectarlas), lo peor de todo es que la gran mayoría se deja abusar, y otros tantos que están al tanto de esto se dividen entre complices (los que aman ser las ovejitas del pastor) y los que están disconformes con la situación pero que en el fondo les gusta ser abusados por qué no hacen nada para cambiar la situación.

¿La alternativa? Vivir en libertad, y asumir las consecuencias de nuestros actos, asumir el control de nuestras vidas y dejar que otro decida por vos que es lo mejor para vos, sea el otro un dictador, o una mayoría, reconocer que alguien tiene derecho a tomar decisiones sobre nuestros asuntos es admitir que somos seres inferiores, esclavos, o súbditos de alguna clase, de algún superhombre, o de los sabios.

¿Cómo? Exigiendo que se nos respete, levantando nuestra vos cuando una nueva ley del congreso se sanciona con el objetivo de limitar cada vez mas nuestras opciones, cuestionando la legitimidad de los ministros, secretarios  y cualquier otro funcionario que con su habitual tono soberbio nos diga que hacer, o que dejar de hacer. Difundiendo estas ideas, plantando semillas de la libertad en la mayor cantidad de gente posible, para poder en un futuro dejar de ser ovejas de un rebaños, siervos del señor feudal y poder desarrollar plenamente nuestras aptitudes como seres humanos libres.

«Nosotros»

Muchas veces los políticos apelan a la primera persona del plural para referirse a sus acciones («Nosotros»), esto lo hacen bajo la premisa de que «el estado somos todos.» Lo que intentan lograr es  generar cierta empatía con el ciudadano común que se pone contento de formar parte de un proceso positivo, se siente incluido, es por eso que muchas veces cuando los políticos amparan su accionar en el slogan el «estado somos todos» las acciones que implican el uso de la fuerza contra cierto grupo, o el otorgamiento de privilegios a determinado sector suena bien.

Adaptemos una situación cotidiana a la «realidad política»

Asaltamos un restaurante en Vicente López

El hecho sucedió poco después de las 22.00 de anoche, cuando armados  con pistolas ingresamos  al restaurante «Aristóbulo», ubicado en las calles Virrey Liniers y Aristóbulo del Valle, y  amenazamos a unos 15 clientes y cinco empleados para que nos entregaran dinero y otros objetos de valor,

Fuimos mesa por mesa recogiendo dinero, teléfonos celulares, tarjetas y relojes de los comensales, y después hicimos lo propio con el encargado de la caja registradora y nos llevamos una gran suma de dinero.

Tras consumar el robo huimos a bordo de un rodado no identificado, mientras el dueño del local radicó la denuncia en la comisaría 1a de Vicente López.

Con el botín compramos netbooks para todos los chicos de la escuela Nro. 1 de Gonzalez Catán.

Como lo hacemos TODOS se le da un carácter de legitimidad, incluso los propios comensales se están robando a ellos mismos, igual que «yo» me prohibí comprar alcohol por mi propio bien

Si lo hicimos todos, esta bien, o no? Como te sentís de formar parte de ese proceso? Es impactante ver la realidad de esta manera, pero es la mejor manera de mostrar de que se trata el proceso político: de quién tiene el uso de la fuerza, y a quienes se va  a beneficiar con él.

Algunas preguntas

Si caminando por la calle una persona que no te conoce te afirma que sabe que es lo mejor para tu vida, y que debería poder planificartela por tu propio bien, y el de la sociedad, ¿qué hacés? Yo lo ignoro por loco y sigo caminando.

Si caminando por la calle un persona que no te conoce te afirma que sabe que es lo mejor para la vida de decenas de personas, y que debería poder planificarlas  por su propio bien, y el de la sociedad, ¿qué hacés? Supongo que seguiría caminando, y le avisaría a alguien que esta persona tiene sus facultades mentales alteradas y necesita ayuda.

Supongamos que un extraño te afirma que sabe que es lo mejor para 40 o 50 millones de personas, y que deberían dejarle diseñar los planes de sus vidas por su propio bien, y el de la sociedad,  ¿qué hacés? Yo te voy a dar la respuesta, lo votas, lo llamas «político» y lo seguís, lo defendés, y esperas que sea él o ella el que sea elegido para aplicar el plan.

En conclusión, en cualquier otra circunstancia estarías siguiendo a un demente, a un loco, pero cuando una persona afirma lo mismo que el loco pero lo aplica para millones, parece lógico lo que dice, cuando un mero detenimiento para analizar la situación nos arroja que su afirmación es completamente absurda, y que nadie mejor que vos mismo sos el indicado para tomar las decisiones.

¿ Cuáles son los mecanismos para que los políticos puedan lograr que los veas como su salvación, o como los únicos preparados para resolver los problemas que se presentan?

Varios, pero definitivamente, la educación pública es uno de los factores determinantes, para que se pueda impregnar a la gente de estas ideas.

Para terminar, una frase del fallecido Murray Rothbard en alusión al tema:

Cada individuo debe tener libertad, debe tener su espacio para formar, probar y actuar de acuerdo a sus propias decisiones, en busca del desarrollo de su personalidad. Debe ser, al fin y al cabo, libre para poder ser plenamente humano.

Peligro: xenofobia institucional

La xenofobia, nos dice la RAE, es «Odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros», un sentimiento bastante despreciable, pero que si predomina entre las esferas del poder, no solo es despreciable si no que es peligroso.

Que un ministro haga una propuesta xenofóbica  es  lamentable, y una señal que debe mantenernos alerta, este tipo de ideas siempre fueron perjudiciales para cualquier  sociedad, su implementación siempre llevó a un desenlace  trágico.

Me refiero, a la incipiente idea de prohibir, o regular estrictamente,  la venta de tierra a extranjeros. No es necesario escribir mucho acerca del tema, la manera más eficiente de derribar cualquier tipo de proyecto de este estilo es el argumento legal, sin necesidad de entrar en discusiones filosóficas o de política. Tan sólo tenemos que recordar algunos artículos de la Constitución Nacional:

Artículo 20.- Los extranjeros gozan en el territorio de la Nación de todos los derechos civiles del ciudadano; pueden ejercer su industria, comercio y profesión; poseer bienes raíces, comprarlos y enajenarlos; navegar los ríos y costas; ejercer libremente su culto; testar y casarse conforme a las leyes. No están obligados a admitir la ciudadanía, ni a pagar contribuciones forzosas extraordinarias…

Artículo 28.- Los principios, garantías y derechos reconocidos en los anteriores artículos, no podrán ser alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio

No queda mucho mas para escribir.

El mito de la inflación “buena”

«Comprometiendose a una política inflacionaria o deflacionaria un gobierno no promueve el bienestar general, el bien común, o el interés de toda una nación. Solo favorece a uno o varios grupos del país a expensas de otros grupos y es imposible de saber por adelantado que grupo se verá favorecido por las medidas deflacionarias o inflacionarias  y en que medida» – Ludwig von Mises

Hugo Moyano declaró que la inflación que tenemos es beneficiosa:

«Hay una inflación bastante controlada», indicó Moyano, quien puntualizó que «los principales defectos de una economía son la hiperinflación, la deflación y la depresión». En cambio, destacó que «la inflación actual está controlada y facilita la movilidad social».

No es la primera vez que tenemos que escuchar esto, probablemente el mas recordado desde la llegada de la democracia es el ex-presidente Alfonsín que nos sugería que «un poco de  inflación es bueno», algunos meses después ese «poco»  se convirtió en «mucho» y todos sabemos como termino esa historia.

Mucho más acá en el tiempo, la ex-ministra que guardaba dinero en el baño (solo se exponía a  bañaderas y no a  salideras), decía al órgano del gobierno, Página/12, lo siguiente:

Necesariamente debemos pasar por una inflación un poquito más alta que la deseada, pero es eso o la paz de los cementerios.

Lo que planteaba Felisa era un falso dilema, muchas veces después de la inflación mas alta que la deseada llega la paz de los cementerios.

Declaraciones así hay muchas, Viviani, el «representante» de los taxistas, también dijo algo similar. Sus representados no deben pensar lo mismo.

Cuando existe una duda sobre economía, como se habrán dado cuenta, todos los caminos conducen al gran Henry Hazlitt, el mejor divulgador de economía que tuvo la escuela austríaca. Esta vez vamos a consultar «Lo que deberías saber de la inflación» (en inglés disponible online acá) ¿qué tiene pare decirle a Felisa, Hugo, y el resto de la banda inflacionista?

Tampoco parecía comprender Slichter [profesor pro-inflación de Harvard al que crítica Hazlitt en este capítulo]  como la inflación ejerce su magia transitoriamente. Lo hace sólo mientras los precios aventajan a los costos (principalmente de los salarios). Después , la restauración en perspectiva o el aumento de los márgenes de utilidades pueden derivar en un aumento de la producción y de la ocupación. Pero todo se termina una vez que los trabajadores se dan cuenta del juego, y los salarios y otros costos empiezan a subir con más rapidez que los precios. Los apósotles de la inflación permanentemente (inflación «lenta conmtinuada») son aquellos que creen que los obreros se les puede engañar permanentemente.

[…]

Un gobierno no puede planear un aumento «gradual» de los precios, porque si la gente sabe, pongamos por caso, que los precios estarán 3% mas altos el año que viene, hará subir los precios inmediatamente. Si los acreedores saben que el poder adquisitivo del dinero se les pide en préstamo hoy se va a depreciar un 3% dentro de un año, agregarán un 3% al interés que hubieran exigido de no mediar esta circunstancia; de manera que en cambio de prestar, digamos, al 5% lo harán al 8.

Lo mas gracioso de todo esto, que mientras el Prof. Slichter defendía una inflación del 2% o 3%  anual, en Argentina Moyano y Cia. defienden una inflación del 25% o 30% anual, la maquina de la inflación ya parece funcionar por inercia.

A ningún país le resulta difícil poner en marcha su inflación, pero la mayoría de ellos encontraban que políticamente era casi imposible detenerla.

Re Educarnos

El otro día estaba escuchando el programa de radio «Perros de la Calle» en Radio Metro, donde estaban entrevistando en el estudio al ministro de economía Amado Boudou.

Admito que no le presté atención todo el tiempo, pero sí me llamó mucho la atención un mensaje que dejó en el contestador telefónico una oyente, que decía algo así como: «Señor ministro de economía, trabajo de …. y hace …. meses que no me aumentan el sueldo, le pido que por favor que no tarden en tomar alguna medida para aumentar los salarios». Y ese pedido quedó rebotando en mi mente hasta el día de hoy. Me quedé pensando qué triste es la educación y el mensaje que recibimos a diario, al punto que una persona llegue a pensar que su vida depende enteramente de un político, como si viviésemos (o tuviéramos que hacerlo) en una economía centralizada. Desde el colegio, y de ahí en adelante, nos comienzan a bombardear con información errónea cuando no abiertamente falaz, de modo que llegamos a nuestra adultez pensando que nuestro salario depende de una medida u orden de un ministro, y llegamos a mayores rezando porque a los gobernantes de turno se les ocurra aumentarnos la jubilación, cuando nos obligaron toda nuestra vida a entregar gran parte de nuestro trabajo que nunca nos devuelven.

Párrafo aparte merece la actitud del ministro, sosteniendo lo mal que estaba la situación de la oyente, donde por meses no le aumentaban el salario. En un país con una economía medianamente estable, no haría falta que cada determinada cantidad de meses nos aumentaran el sueldo (si no tengo en cuenta aumentos de productividad, ni horas extras o incentivos que quieran darnos nuestros empleadores), dado que los precios en dicho mercado se mantendrían estables a lo largo del tiempo. El hecho de que Boudou haya insinuado lo injusto de la situación, es un blanqueo del proceso de inestabilidad y aumento constante de precios que vivimos y que luego falsean mediante el indec y el bombardeo desde todos los medios oficiales.

El camino es largo y difícil, pero lo importante es que nos encomendemos la tarea que da título al post. Re-educarnos, y ayudar a re-educarse a los demás. A romper con las mentiras que los planes oficiales de estudio nos inculcan a lo largo de nuestra educación formal. No importa que compartas o no nuestro punto de vista, lo principal es que te des cuenta de hasta dónde llega la manipulación y poder desprenderte de ella. Cuando estés con amigos, o en familia, en el trabajo, y alguien esgrima un argumento de este estilo, demostrale lo equivocado del razonamiento. Hacele notar lo triste de la situación, de no estar en control de nuestra propia vida. Si todos hacemos un poquito diariamente en nuestro fuero íntimo, las cosas seguramente serán diferentes. Instá a los tuyos elegir entre tomar la píldora roja o la azul, y, esperemos, terminen eligiendo la roja.

Makri

Franco Macri, padre de Mauricio, se sincera en una entrevista con La Nación:

Desde el punto de vista del afecto, obviamente lo votaría a Mauricio. Desde el punto de vista de la racionalidad, lo voto a Kirchner.

No es ilógico que Macri Sr. apoyara a Menem en tiempos de Menem, y a los K en tiempos K. Es razonable que los vote si van a mantener el actual socialismo light. Ya lo dijo Cristina:

que fundamentalmente [el estado] también interviniera fuertemente porque está comprobado que el mercado no es un buen asignador de recursos; el mercado puede producir recursos, pero la regulación de su asignación, su contralor y su vigilancia, sobre todo en el sector financiero, son responsabilidades ineludibles por parte del Estado.

Pero esto no lo cree solo Cristina, es un mal generalizado entre todos los políticos, que  se creen con el poder de asignar los recursos de manera «eficiente. Es por eso que mientras su criterio de «eficiencia» sea que los recursos sean asignados a pseudoempresarios como Macri, entonces nunca va a dejar de ser razonable para ellos votar a los que ostenten el poder en ese momento para seguir recibiendo los beneficios de ser amigo del asignador.

Cris y Fran, Cris y los pseudoempresarios, una historia de amor.

El otro Paul

Aprovechando la fama del Pulpo Paul, les presentó (aunque muchos de ustedes ya lo deben conocer) al ex-pre-candidato a Presidente de Estados Unidos por el Partido Republicano, Ron Paul:

El pequeño libertario

Los resultados a la vista

Parece que mi llamada a la acción tuvo su efecto.  Luego del post de Ross Bard y otro de quien escribe apareció publicada en La Nación una carta en el mismo sentido:

Día del Piropo

Se­ñor Di­rec­tor:

«En una carta de esta sección del 4 de julio el lector Gustavo Colla comenta el vergonzoso comportamiento de los legisladores que debatieron acerca de la aprobación de un proyecto de ley para cristalizar el Día del Piropo.

«Considerando las actividades habituales de la Legislatura, que consisten en alzas de impuestos, regulaciones excesivas, limitaciones a los derechos individuales, obstáculos para nuevos emprendimientos, la aprobación de obras monumentales que se pagan, pero no se concretan, entre otras, que los legisladores se dediquen a promover el Día del Piropo, el Día del Perro Callejero y el Día de la Parrilla no debería ser criticado por la ciudadanía, sino que debería representar alivio por un día sin nuevas leyes que emanen de ese órgano.»

Tomás Adalzzi
tomassadalzzi@gmail.com

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