Fascismo inconsciente

«El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo. Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado». Benito Mussolini.

Algunos libertarios tenemos la costumbre de andar tildando de «facho» no solo al clásico estereotipo de la derecha, sino también a quien se califica a si mismo de «izquierda» y que desconoce con que argumentos le asignamos su etiqueta acusatoria predilecta.

Soy un cerdo fascista

Logrando que el facho se reconozca como tal.

Para que él comprenda, empecemos tomando de Wikipedia que entendemos por fascismo:

El proyecto político del fascismo es instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista, mientras su base intelectual plantea una sumisión de la razón a la voluntad y la acción, un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas que conduce a la violencia contra los que se definen como enemigos por un eficaz aparato de propaganda, un componente social interclasista, y una negación a ubicarse en el espectro político (izquierdas o derechas), lo que no impide que habitualmente la historiografía y la ciencia política sitúen al fascismo en la extrema derecha y le relacionen con la plutocracia, identificándolo algunas veces como un capitalismo de Estado, o bien lo identifique como una variante chovinista del socialismo de Estado.

Veamos que dice la enciclopedia Britannica:

Filosofía de gobierno que hace hincapié en la primacía y la gloria del Estado, la obediencia incondicional a su líder, la subordinación del individuo a la autoridad del Estado, y la represión de la disidencia.

Por último, la enciclopedia Columbia:

Filosofía totalitaria de gobierno que glorifica al Estado y a la Nación y asigna al Estado el control sobre todo aspecto de la vida nacional.

Hoy en Argentina poco queda de la izquierda internacionalista o incluso librecambista como alguna vez personificó Juan B. Justo. Sino que la izquierda aquí es típicamente estatista, populista y nacionalista. Reconocible también en su economía dirigista, corporativismo, mezcla del Estado con el partido y con el gobierno, propaganda personalista, fuerte rol del Estado en la vida social de los individuos, proteccionismo, y para no ser repetitivo, identificable en cada uno de los resaltados en negrita en las descripciones enciclopédicas de fascismo.

Vemos en las definiciones que el típico «zurdo estatista argentino» comparte varias de las características, sin importar sus nexos con la derecha. Mostremos sus coincidencias, no dejemos pasar la oportunidad de que el mismo se reconozca en su opresivo ideario.

El legado de Kirchner

La gente del Partido Liberal Libertario (PL), al igual que nosotros aquí, ha escrito una nota sobre el legado del fallecido Nestor Kirchner. Se las incluyo:

Con la desaparición física del ex presidente y hombre fuerte de la actual gestión los medios de comunicación en general y la clase política dieron cátedra a la opinión pública acerca de las virtudes del supuesto estadista fallecido.

Respetando los días de luto que decretó Cristina Fernández y esperando un tiempo prudencial por respeto a su familia y allegados, el Partido Liberal Libertario en la presente repasa los hechos fundamentales del modelo defendido por el matrimonio Kirchner desde hace siete años. Muchos de los mismos son defendidos y calificados como virtuosos por el oficialismo y algunos otros lamentablemente no son advertidos por la oposición que ideológicamente no tiene grandes diferencias con el modelo actual.

Kirchner: un país en serio

Kirchner previo a obtener el poder que permitió su opresivo legado.

De la misma manera que la política general del Frente para la Victoria, en cierta manera fue responsable de la formación del PL como fuerza política representante de un grupo de ciudadanos defensores de los valores republicanos que desde hace un año advirtieron que las libertades básicas corrían peligro por una gestión gubernamental de orientación fascista, ante la reivindicación del modelo por parte de varios sectores el partido no podía permanecer en silencio. La nueva agrupación política liberal realiza esta manifestación obligada por su declaración de principios en un momento que la República hace lectura sobre su pasado reciente para proyectar su futuro.

A continuación repasamos algunos de los hechos característicos del kirchnerismo violatorios a la Constitución Nacional y altamente perjudiciales para los argentinos en general, de a pie y sin vínculos con el Estado:

  • Superpoderes: con la excusa de que han sido utilizados en el pasado los legisladores oficialistas, a los que la Constitución denomina explícitamente como «traidores a la patria» en medio de lo que ellos mismos describieron como una bonanza económica ofrecieron como tributo el manejo de parte del presupuesto al Poder Ejecutivo abriendo camino a la discrecionalidad total de los fondos públicos.
  • Corrupción: el caso Skanska, las valijas bolivarianas, los bolsos de dinero en los baños de despachos oficiales pasaron los últimos siete años inadvertidos por un gobierno que se dedica a modificar funcionarios de segunda línea que dicho sea de paso continúan relacionados con organismos subsidiarios del Estado. Mientras continúa la retórica noventista asociando la corrupción a un gobierno que terminó hace diez años (del mismo partido y que ellos acompañaron hasta el final), Argentina ve como el chofer del ex presidente se convierte en un empresario de medios y hasta realiza una oferta por Telefe.
  • Inflación: no conformes con todos estos años que tuvieron de mayoría automática en el Congreso para votarles el presupuesto a medida y los posteriores superpoderes que los dejaban asignar recursos a gusto y antojo cada día, el matrimonio presidencial, alejado del rol que la Constitución deposita en los mandatarios, hizo uso del Banco Central, tanto para pagar deuda con reservas como para emitir billetes para afrontar los gastos del Estado. Si la emisión tuvo lugar en momentos de superávit fiscal cabe advertir la posibilidad de que ante un escenario menos favorable en la recaudación el gobierno substituya los ingresos con emisión monetaria incrementando aún más los índices de inflacionarios y sus negativas consecuencias sobre los ahorros y salarios de la población. La noticia de que se importarán desde Brasil billetes de cien pesos, como la novedad del posible billete de doscientos (en un nuevo uso de los festejos del bicentenario) no hace más que alertar sobre la política monetaria kirchnerista. Como si el perjuicio de la inflación no fuera lo suficientemente grave, en su delirio prepotente, dirigista y deshonesto el gobierno intentó revertir la situación de la peor manera: instaurar controles de precios y falsificar los índices del INDEC, persiguiendo a comerciantes y destruyendo una herramienta institucional Argentina de gran reconocimiento en todo el mundo.
  • Proyecto político fascista: si bien existen diferentes grados y formas del fascismo hay un primer paso que sin dudas es el denominador común de todas las aventuras totalitarias: la mezcla del Estado con el partido y con el gobierno. Cuando la sociedad no distingue entre las instituciones del Estado, quienes las representan en un momento determinado y el partido que llevó a las personas a esa tarea representativa, estamos ante un principio indiscutidamente fascista. Los slogans, el nombre del mandatario en la obra pública, la mezcla de los colores e identificaciones en una creciente publicidad oficial son muestras claras de este fenómeno. Cabe destacar la funesta influencia que esta forma de hacer política tiene sobre otras fuerzas políticas sin principios claros: el gobierno del PRO en la Ciudad de Buenos Aires que surgió como una alternativa al kirchnerismo ha sido un fiel reflejo del mismo en este aspecto.
  • Presión impositiva: defendiendo un modelo de «redistribución» (lo que significa que las relaciones libres entre las personas no determinarán los ingresos que quedarán en mano del favor del burócrata) el gobierno depositó a nuestro país como uno de los más castigados por los impuestos en todo el mundo. Mientras que el modelo redistribucionista sigue sin reducir los índices de pobreza en Argentina cada vez es más difícil atraer inversiones y crear empleo real.
  • Consejo de la Magistratura: la modificación en la formación inicial del consejo, cuyos grupos formantes carecían de quórum propio por una nueva versión dominada por el kirchnerismo se trató sin dudas de un avance sobre otro poder independiente del Estado.
  • Confiscación de ahorros jubilatorios: sin hacer la pregunta que creemos fundamental sobre la obligatoriedad y regulación de los fondos de pensión privados, a partir de que el Congreso votó por unanimidad la posibilidad del traspaso de los fondos jubilatorios al sistema de reparto, la estatización forzosa se trató lisa y llanamente de un robo para la corona bajo la peligrosa premisa que el Estado es el mejor administrador de los recursos individuales.
  • El engaño de Aerolíneas: luego del predecible fracaso de la versión privada de la Aerolíneas Argentinas monopólica, en lugar de ofrecerle a los habitantes del país y del mundo vuelos económicos y competencia desregulando la oferta aerocomercial, el gobierno estatizó la empresa que hasta el día de hoy es mantenida por descomunales subsidios por parte de la población, cuya mayoría no tiene acceso a comprar un pasaje.  Cabe destacar que las mismas autoridades destacaron que durante este año las pérdidas serán de 400 millones de dólares y que durante el año que viene las mismas serán «sólo» de 200. Estos subsidios, como tantos otros a empresas privadas, violatorios del principio de igualdad ante la ley, ocurren impúdicamente mientras se veta desde el Ejecutivo el 82% móvil para los jubilados argumentando que no existen suficientes recursos.
  • Clientelismo político y económico: hasta 2003 nuestro país era testigo de la compra de votos en los lugares más pobres del territorio. Lamentablemente era común ver como sectores políticos se aprovechaban de las necesidades más básicas de muchas personas para conseguir rédito político. Este fenómeno clientelista desde la aparición del kirchnerismo en la escena nacional ha sido llevado a los ámbitos empresarios con subsidios y prebendas como también a gobernaciones, intendencias, sectores sociales y bancas legislativas de una manera antes nunca vista. Lo que hasta hace unos años era un escándalo como los sobres en el Senado, hoy está absolutamente blanqueado: los fondos estatales sirven de botín político para alineamientos hacia el Poder Ejecutivo.

No fue la intención del partido elaborar un documento político con motivo del fallecimiento del líder del Frente para la Victoria, pero ante reiteradas fervientes reivindicaciones del modelo por parte del oficialismo y las sorprendentes alabanzas políticas de la oposición, nos era imprescindible manifestarnos en un momento clave de la política nacional en defensa de nuestras ideas, ausentes en el parlamento.

Si bien el Partido Liberal Libertario mantiene más diferencias que las enunciadas en la presente, no se trata ésta de una manifestación política ideológica sobre las cuestiones que nos separan del proyecto del oficialismo. La finalidad de la misma no es más que, como mencionamos anteriormente, hacer una lectura apegada a la Constitución Nacional sobre el proyecto político que creemos es indispensable modificar de inmediato para el porvenir de la República.

Fuente: http://www.partidoliberal.org.ar/home/index.php/articulos/46-general/163-el-legado-de-kirchner

Folleto para un estatista

Gracias a Stefan Molyneux y a la traducción de Freedomain Radio en Español nos llega este folleto para un clásico estatista. Al igual que me paso a mi, seguramente muchos lectores se sentirán identificados como una de las partes de este intercambio ficticio.

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Desenmascarando la agresión

Algunos de nosotros vemos en el inicio del uso de la fuerza al enemigo de la libertad. Creemos que la agresión de muchas medidas de gobierno esta a la vista de todos, pero no, solo nosotros la estamos viendo. Si el inicio de violencia fuese visible por todos el debate sería muy distinto, la gente normalmente se pone del lado contrario a las posturas violentas, muy pocos avalarían la agresión plenamente visible ante una persona pacífica.

El problema está entonces en que la violencia del Estado sea reconocida aún bajo un camuflaje como «fútbol para todos» y un lenguaje propio que la esconde.

El puercoespín es un animal exclusivamente defensivo. Ante un ataque expone y sacude sus púas para repeler la agresión.

Veamos en 2 personas con posiciones opuestas como desenmascarar la agresión de una de ellas.

Individuo A: Respeto tu derecho a no estar de acuerdo conmigo. ¿Coincidís en hacer lo mismo conmigo?
Individuo B: Si.

Individuo A: Como respeto tu derecho a no compartir mis opiniones o posiciones, esto implica jamás ejerceré la violencia hacia vos para forzarte a las mismas. ¿Coincidís en hacer lo mismo conmigo?
Individuo B: …

La duda llegará a B, si respeta el derecho de A a pensar distinto entonces no podrá obligarlo a hacer lo que B quiere. Probablemente tendrá que responder «si», abrir su billetera y aportar a la AFA y su «fútbol para todos» el solo. Por un momento habrá notado la violencia y lo autoritario que estaba siendo en su visión.

Si B responde «no» queda en evidencia que mientras A acepta cualquier posición de B, B no acepta cualquier posición de A. Es una persona que toma una actitud intolerante, no cree en la igualdad de derechos y esta afirmando no tiene reparos en usar la violencia para imponer sobre otros sus opiniones o formas de vida. Ya no es quien no lo pensó a fondo o no vio las implicancias de la medida, sino que su actitud hace sospechar que podría no tener problema alguno en ser dictador si su capacidad o ambición lo permitiera.

Esta manera de encarar el dialogo podemos adaptarla a casi cualquier medida que pudiendo ser individual y voluntaria, es impulsada de manera colectiva y compulsiva, sea solventar Aerolíneas Argentinas, emprender una guerra en Irak o promover subsidios. La extraje de Stefan Molineux en el New Hampshire Liberty Forum.

El primero en sacar un arma es quien pierde la batalla de las ideas, jamás seremos esos. Intentemos otros sean conscientes que lo están siendo diariamente.

Ver al tributo como un botín

Considerando a un automóvil como un bien propio legítimamente adquirido gracias a mi sudor, tiempo, habilidad y esfuerzo, mediante libre intercambio voluntario con su fabricante, y que dicho fabricante utilizó la misma operatoria con sus proveedores y empleados:

  1. Una persona me roba automóvil mediante violencia (coacción).
  2. 100 personas me roban automóvil bajo amenaza de violencia (coerción).
  3. 1.000 personas votan sobre si robarme automóvil bajo amenaza de violencia y por mayoría deciden afirmativamente.
  4. 100.000 personas votan sobre si robarme el dinero equivalente al costo de un automóvil bajo amenaza de violencia y por mayoría deciden afirmativamente, pero me permiten participar de la votación y me brindan una bicicleta a mi y a un tercero.
  5. 1.000.000 personas votan sobre si hacerme tributar el equivalente al costo de automóvil bajo amenaza de violencia y por mayoría deciden afirmativamente, pero me permiten participar de la votación y me brindan un servicio no solicitado a mí y a todos los individuos.

Dado el último ítem es equivalente a situaciones vividas en un Estado actual, ¿en que momento lo moralmente reprobable se convierte en moralmente virtuoso?

Taxation is theft

¿El tributo es robo?

Con esto no pretendo nos pongamos a debatir que tanto tributo es aceptable o si es o no posible una sociedad sin ellos, pero si que mediante la razón veamos su naturaleza violenta y que entonces miremos con otros ojos a políticos cuando sin culpa pretenden subir nuestros impuestos.

Los burócratas en ocasiones intentan mostrar virtud en el tributo con mensajes como «por una cultura tributaria», pero son ellos mismos los que reconocen la naturaleza violenta de su acciones al denominar a sus operativos como «torniquete fiscal» (ejemplo de ARBA también aplicable a la AFIP).

Y no alcanza con criticar a la corporación política, no siempre es para sus bolsillos. Esta en nosotros darnos cuenta que cuando solicitamos al Estado nos subsidie o brinde un bien o servicio «gratis», si tiramos de la soga en el otro extremo encontraremos a otro individuo que siendo pacífico es violentado, y que fue nuestro pedido el que provoco la agresión o amenaza de ella.

Poner a la violencia como norma institucional mediante impuestos y aún no poder eliminarla debería avergonzarnos como sociedad. No debemos olvidarlo, menos aún promoverlo.

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