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Usuarios vs. Adictos
Hace algunas semanas recibimos una invitación para ir a un “debate acerca de la despenalización de las drogas”. Más allá de que fue un vil engaño, porque se trató de un monólogo acerca de las consecuencias del abuso de sustancias desde el punto de vista médico-psiquiátrico, lo que me llevé de positivo salió de las inquietudes que anotaba uno de mis compañeros pero que nunca pudo preguntar por no existir el tan publicitado debate.
“Usuarios vs. Adictos”, había apuntado.
Hoy, leyendo el libro The Tipping Point de Malcolm Gladwell me crucé con unos números que pueden sorprender a cualquiera:
El approach absolutista para pelear contra las drogas se basa en la premisa de que experimentación equivale a adicción. No queremos que nuestros niños sean expuestos jamás a la heroína o la marihuana o la cocaína, porque pensamos que el atractivo de estas sustancias es tan fuerte que incluso la mínima exposición es todo lo que se necesita. Pero, ¿conocemos las estadísticas de experimentación con drogas ilegales? En la Household Survey on Drug Abuse de 1996, el 1,1% de los encuestados dijeron que habían usado heroína al menos una vez. Pero sólo el 18% de ese 1,1% la había usado en el último año, y solo el 9% la había usado en el último mes. Ese no es el perfil de una droga particularmente pegadiza. Las cifras para la cocaína son incluso más llamativas: de aquellos que alguna vez probaron la cocaína, menos del 1% —0,9%— son usuarios regulares. Lo que estas estadísticas nos dicen es que la experimentación y el abuso son dos cosas totalmente distintas. […]
De hecho, la cantidad total de gente que parece haber probado cocaína al menos una vez nos dice que la necesidad entre los adolescentes de intentar cosas peligrosas es casi universal. Es lo que los adolescentes hacen. Así es como aprenden acerca del mundo, y la mayoría de las veces—99,1% de los casos con cocaína— esa experimentación no conduce a que suceda nada malo. […] Lo que deberíamos hacer, en vez de luchar contra la experimentación, es asegurarnos de que ésta no tenga consecuencias serias.
Gladwell, Malcolm: “The Tipping Point”. Capítulo 7, sección 6.
Volvamos a afirmar los dos argumentos liberales acerca de las drogas y la prohibición:
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Argumento moral: cada uno es dueño de su propio cuerpo para hacer lo que quiera con él, siempre y cuando no agreda a terceros ni a su propiedad.
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Argumento utilitarista: la prohibición, además de fallar totalmente en la lucha contra la drogadicción, es la que genera las mafias del narcotráfico, trayendo violencia e inseguridad.
Con lo cual, podemos concluir que la llamada “Guerra contra las drogas” es inmoral, inefectiva, costosa, y hace más daño que bien. ¿No tiene más sentido que, en lugar de criminalizar el consumo y la producción, se destinen esos recursos a tratar al pequeño sector de los usuarios que no puede manejar su adicción?
No Walter, la gente tiene derecho a experimentar la vida y a asumir los riesgos que crea conveniente, pero tambien son los unicos responsables de sus actos y las consecuencias de estos y no tienen derecho a socializar los costos de sus decisiones. Si hay libertad hay responsabilidad.
David, fijate que dije «destinar esos recursos». En ningún momento aclaré que esos recursos fueran estatales, ni que se extrajeran a la fuerza del resto de la ciudadanía.
Ese «esfuerzo» que hace la sociedad indirectamente a través del pago de impuestos y asignación forzosa a la policía, podría canalizarse a través de ONG’s en campañas de prevención o ayuda a los adictos. El «recurso» entonces, sería el tiempo voluntario que eligen dedicarle las personas que están en contra del uso de las drogas.
Igual, incluso si esa plata todavía saliera del Estado, es el primer paso en la dirección correcta… primero despenalizar, luego tratar a los adictos que lo requieran, después cuestionarse el financiamiento compulsivo. Al menos terminaríamos con la violencia e inseguridad, y habría menos razones para que se corrompa la policía…
Me gusta su enfoque gradualista, la gente tiene la cabeza muy quemada por la propaganda estatista, si uno propone algo muy abrupto, se espantan y se cierran ante cualquier argumento. Noto por su nome de plume que usted es dado a «defender lo indefendible», lo felicito.
Yo no comparto el enfoque gradualista. Convengamos que legalizar la produccion y venta de drogas es en si misma una accion audaz, no gradualista (gradualista es despenalizar el consumo).
El verdadero motivo por el que apoyamos la legalizacion es el etico, no utilitarista. Porque todos sabemos que el consumo va a subir (aunque la violencia baje).
Por lo tanto, si ya aplicamos la etica hay que aplicarla entera. No solo para una parte. Sino da la sensacion que para vos los drogadictos son «pobre gente» a la que hay tenerle lastima y no gente adulta capaz de tomar sus propias decisiones y responsables por ellas.
Y si realmente son gente «pobre» a la que hay que ayudar, ayudemoslos directamente evitando que caigan en la trampa de la adiccion.
Ademas del problema etico, esta incongruencia deja como resultado que a pesar de nuestras intenciones, en lugar de ayudar a los adictos terminamos incentivando a la adiccion. Logrando quizas ayudar en el corto plazo pero empeorando en el largo. Y eso es lo peor que podemos hacer con los adictos, desde el punto de vista utilitarista.
Por ultimo, porque pensar que enviando el mensaje de que los drogadictos son pobre gente a la que estamos obligados a ayudar se nos facilitaria eliminar su financiamiento compulsivo en algun momento? Uno tenderia a pensar todo lo contrario…
Después de lo que hicieron en Uruguay, me parece que me voy tener que meter el gradualismo de a poquito por el traste.
Viste Nico? «Gradualmente» el estado quiere tener en el monopolio del narcotrafico y despues «encargarse» de la rehabilitacion de los adictos. Otra vez el leviatan engullendo todo lo que se mueve. De guatemala a guatepeor. La libertad es total o no la es.
A tus «marchas» va CHERASNY. Say no more.
Vaya, que argumentazo. La verdad, es que con genios como «nico» no sé por qué nos va tan mal. Y hasta sabe una frase en inglés.