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El Estado somos todos
Está en boca de muchos decir, cuando uno se queja de malos manejes del Estado, la frase “pero el Estado somos todos”.
Yo no estafé a varias generaciones con falsas promesas de jubilación.
Yo no imprimo billetes sin respaldo, robándole el poder adquisitivo a los que están en manos de mis conciudadanos.
Yo no le robo cerca del 50% de su sueldo a mis compañeros trabajadores.
Yo no adoctrino a tus hijos con un sistema que fue pensado hace más de 150 años para formar soldados y empleados industriales.
Yo no mandé a pibes de 18 años a morirse en una cruzada quijotesca contra uno de los mejores ejércitos del mundo.
Yo no le transpasé al pueblo las deudas de los empresarios amigos que se habían endeudado en la timba financiera.
Yo no arrasé con varios pueblos originarios para expandir el territorio nacional.
Yo no le di esas tierras conquistadas a 344 familias aristócratas amigas del poder.
Yo no convertí el campo en un monocultivo de soja, con la aplicación de retenciones y prohibiciones.
Yo no hice desaparecer el pan blanco en 1952.
Yo no meto en la cárcel a los que eligen meter en sus cuerpos ciertas plantas o sustancias sin afectar a nadie más.
Yo no obligué a todas las generaciones hasta los 90’s a hacer el servicio militar obligatorio.
Yo no construí obras que benefician solamente a algunos empresarios o sectores afines, con la plata de los contribuyentes.
Yo no confisqué las jubilaciones de gente que había optado por irse del sistema piramidal estatal a uno un poco menos peor.
Yo no le impuse a mis conciudadanos un corralito para que no pudieran retirar sus ahorros.
Yo no le pesifiqué las deudas a mis empresas amigas 3 a 1, mientras los ahorros de la gente se pesificaban 1 a 1.
Yo no le impido a mis conciudadanos establecer relaciones comerciales mutuamente beneficiosas con el exterior.
Yo no persigo a los espacios de arte independientes con leyes obsoletas, habilitaciones absurdas e inspectores corruptos.
Yo no censuré a la prensa, ni a la música, ni a la literatura.
Yo no reprimí las protestas sociales.
Yo no metí presos a mis rivales políticos.
Yo no desaparecí a 30.000 personas durante la última dictadura.
Por todo eso y más, “el Estado somos todos” las pelotas.
Son éstos.
Todo muy bien. Pero lo de los 30 mil desaparecidos es mentiroso. Ni en el libro de la Conadep se habla de esa cantidad. Hubo desaparecidos sí, pero los estudios varían entre 5 mil a 9 mil más o menos, lo que no deja de ser trágico.
Una sola persona ya sería trágico. Estoy de acuerdo en que no hay ninguna cifra de ninguna organización que se acerque remotamente a treinta mil.
Sumarle a una tragedia una mentira, no ayuda a resolverla para nada. Hablar de «los 30 mil» es tomar una bandera de los que hicieron negocios políticos con la tragedia, consiguiendo poder, plata o ambas.
Ojo eh, esos son desaparecidos confirmados.
Las medidas estiman entre 10.000-20.000.
El informe del flaco de la DINA a Chile desde el batallon de la 601. La embajada de EEUU; ONGs, etc.
Muy buen comentario. Para difundir, clarito y al mentón.
El sueño de todo político es ser como Mickey Mouse: ser tan simpático que todo el mundo olvide que es una rata.
de la diferencia entre estado y gobierno, ni hablar, no?
La rebelion militar de 1976 fue pedida por el pueblo. Yo la vivi. Los milicos se pasaron pero salvaron al pais del comunismo ,con el consentimiento del pueblo. No se dejen embaucar.Por eso la democracia de hoy se la debemos a los militares, le guste a quien le guste.
Euforia en Cuba por el anuncio de Raul Castro y Estados Unidos
de poner fin a tantos años de pobreza cubana http://www.oraculodenostradamus.com/Lo%20Cumplido.htm
Esta bien una de segunda mano pero las hay baratas nuevas aquí http://eljardinverde.com/jardin