¿Es la libertad una alternativa?
Me preguntaba mientras miraba los miles de rostros que se me cruzaban en la calle cuántos de ellos a la hora de considerar soluciones a los diferentes problemas que preocupan a la gente pensaban en la libertad como una alternativa plausible. En otras palabras, favorecer la posibilidad de permitir que diferentes soluciones emerjan de relaciones voluntarias e intercambios libres, frente a la coacción estatal, que se posiciona como «la respuesta a todos los problemas«, pero que, como sabemos, solo los empeora.
Lamentablemente creo que la respuesta es casi-ninguno (y más ninguno que casi), que la alternativa que promovemos no esta instalada en el ideario de la gente, que directamente no es una alternativa.. Un optimista diría que muchos no conocen las ideas que promovemos, un pesimista diría que la gente conoce esa alternativa y la rechaza por temor, o por negarse a ser responsable de sus acciones y aceptar los resultados.
Ambas visiones están en lo correcto, existen esos dos tipos de personas, pero a la vez, existe mucha gente que nunca ha sido introducida a la filosofía de la libertad y concibe erróneamente los principios que sostenemos aquellos que las defendemos, es por eso que hago tanto hincapié en la difusión de ideas, en posts como este o este.
Esto me hace acordar una anécdota que me contaban unos amigos mios, alemanes ellos, cuyos padres nacieron, crecieron y vivieron en Alemania Oriental. Ellos, me decían, que con la caída del muro de Berlin y del régimen comunista sus padres, y la sociedad alemana oriental en general, se preguntaban como se iban a fabricar los autos sin la fábrica estatal, quién iba a tomar las decisiones de producción sin los diferentes dirigentes a cargo de las industrias, etc.
Esta historia me marcó mucho, los padres de mis amigos no concebían la idea de un mercado libre, la idea de empresarios innovando y asumiendo el control de las decisiones empresariales, de un orden espontáneo, en definitiva la idea de la ausencia del uso de la fuerza en las relaciones diarias entre ciudadanos. Algo similar puede ser lo que sucede, y ha sucedido desde siempre o casi-siempre) en nuestro país, la salvedad es que los alemanes estaban en desventaja, el gobierno ejercía una feroz censura a la libertad de expresión, y las ideas no circulaban libremente.
Afortundamente, todavía, en Argentina tenemos la ventaja de promover nuestras ideas. Nadie las adoptará de la noche a la mañana, ni será masivo, pero si todos los días nos encargamos de plantar una semilla de la libertad entre nuestros conocidos y no-conocidos, y con esto me refiero a ofrecerle otra alternativa de la que nunca escucharon, entonces puede ser que esas semillas, en un futuro, fortalezcan, como decía Jefferson, el arbol de la libertad.
El llamado esta hecho, y solo las acciones traen consecuencias, y acciones liberales, traen consecuencias liberales.
Por otro lado, si llegaste a este blog y no conoces nuestra idea de una sociedad libre, y si sos una persona tolerante con los proyectos de vida de los demás, te invito a que te des una recorrida y consideres una alternativa diferente de lo que venís escuchando todo el día, todos los días.
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