Los intelectuales: el brazo ideológico del estado

Murray Rothbard, el libertario más destacado del S. XX, y refundador del movimiento con su libro «Hacía una nueva libertad. El Manifiesto Libertario.»  , hacía hincapié en el rol de los intelectuales [1] para sostener el poder estatal sobre  el pueblo, los intelectuales son al estado lo que en la Edad Media, el clero era a la  monarquía de origen divino. En su famoso ensayo «Anatomía del Estado» Rothbard explica la función de los intelectuales:

Para lograr tal consentimiento [del pueblo a ser sometido a la coerción gubernamental] la mayoría debe ser convencida por medio de la ideología de que su gobierno es bueno, sabio, al menos inevitable y ciertamente mejor que las alternativas concebibles. La tarea social fundamental de los «intelectuales» es promover dicha ideología entre la gente. Pues las masas de hombres no crean sus propias ideas, es más, ni siquiera piensan a través de ellas independientemente, sino que siguen pasivamente las ideas adoptadas y diseminadas por el cuerpo de intelectuales. Los intelectuales son, por lo tanto, los «formadores de opinión» en la sociedad. Y ya que precisamente lo que el Estado necesita desesperadamente es el moldeamiento de la opinión pública, la base de la antigua alianza entre el Estado y los intelectuales se hace clara.

La tesís rothbardiana sobre los intelectuales como puesto de avanzada del poder estatal se confirma a cada momento. Ante el fracaso masivo de la escolarización estatal (la educación desde el punto de vista del Estado ha sido un éxito, generaciones de jóvenes colectivizados y adoctrinados) que quedó en evidencia a partir del reclamo estudiantil del cual  hemos sido testigos las últimas semanas (para una nota aparte dejó el sinsentido de intentar resolver un problema ‘la educación estatal’ con la misma causa del problema ‘más educación estatal’) en la Ciudad de Buenos Aires, la piedra fundamental del régimen estato-céntrico, la escolarización estatal,  se vio amenazada por su ineficiencia.

Esta situación propulsó que la elite de intelectuales, que son las armas que tienen los dirigentes políticos para volcar sus ideas sobre la opinión publica, saliera a defender la escolarización estatal y compulsiva, de una manera desesperada para comenzar a ordenar las ideas ante el desconcierto de la gente.

Un ejemplo de esta conducta es el  artículo publicado el sábado en el Diario Perfil, titulado Como Hacen los Ricos, su autor se llama Julio Sevares, y como no podía  ser de otra manera se trata del típico vendedor de ideas de segunda mano (así es como Hayek llamaba a los intelectuales)[ver nota 1]. Costó conseguir su CV, de hecho no lo pude  obtener ni en la página del Centro de Estudios del cual figura como integrante ni en cualquier otra institución argentina, un simple esbozo pude encontrar en una oscura Red de Investigación mexicana donde figura, como era de esperar, su trayectoria como parásito adeternum de la UBA, siendo investigador y profesor en esa misma institución, figuran también algunas publicaciones académicas (y pseudo-académicas), ademas de ser, dato no meor, editorialista del diario Clarín. La conclusión a la que llegamos luego de conocer  sus hitos profesionales (lamentablemente no pudimos acceder a un CV completo) no es para nada sorprendente, Sevares ha vivido desde siempre gracias al sueldo que le paga el Estado (dinero que se obtiene mediante el robo institucionalizado), y no como hacen la mayoría de las personas, ofreciendo voluntariamente un servicios, o bienes.

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