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Universidad Orwelliana
La siguiente es una situación que viví el dia de ayer, fue preocupante, surreal, orwelliana, cómica y lamentable.
La profesora iba a empezar a explicar los principios de libertad de mercado, pero antes dio su definción de libro: La libertad de mercado es la libertad de acceso a éste, de los productores de bienes, servicios o derechos que tienen de garantizar al consumidor o usuario en cuanto a la libertad de elección de los productos ofrecidos por estos, en cuanto a la calidad y las condiciones de ellos.
Está transcripta tal cual la dictó, a partir de ese momento sabía que la clase no podía terminar en paz. Como si fuese un Miembro del Partido Interior del Ingsoc, comenzó a describir las pautas que garantizaban la libertad de mercado, a saber:
– ley de defensa del consumidor
– derecho a la propaganda
– ley de defensa de la competencia
Esto recién empezaba. A continuación dio los puntos que componían la primera de las leyes, y cuando mencionó el sexto no me pude contener, dijo: la prohibición de entregar bienes o servicios como premios, es una clausula que protege al consumidor, de los beneficios que le ofrecen las empresas, ¿con que motivo? No perjudicar a otras empresas que no pueden ofrecer estas promociones.
Y la chica de rulitos le preguntó: ¿Entonces para garantizar la libertad de mercado el estado tiene que intervenir y no permitir que nadie saque ventaja, no? No. Bueno, eso es lo que hubiese contestado yo. La profesora le dió la razón, y cuando me di cuenta lo que estaba pasando decidí pasar de observador a protagonista, y por lo menos cuestionar estás definiciones orwellianas.
– Eso es absurdo, ¿de qué manera se protege a un consumidor negándole que se lo beneficie y que las empresas puedan competir brindando mas beneficios?
– Bueno, pero algunos comerciantes no pueden brindar esos beneficios, y no pueden competir.
– Entonces esta ley que defiende la competencia y al consumidor, desalentando la primera y privando de beneficios al último. No me cierra.
– Es que de esa manera – dijo la chica sentada en la otra punta – los comercios más chicos no pueden competir y quedarían excluidos del mercado.
– ¿Es decir que prohibimos los regalos para proteger a empresas que no nos pueden hacer regalos?
Otro tema. Parece ser que estos argumentos estaban relacionados con la Ley de Defensa de la Competencia, la ley anti-monopolio de Argentina, que según la profesora era una de las tres leyes que permitían la libertad de mercado.
– La ley anti-monopolio fija los limites de concentración del mercado para garantizar la competencia y que no haya abusos.
– Un momento, esa empresa que tiene un poder de mercado concentrado, ¿cómo lo obtuvo? Vendiendo y satisfaciendo a los consumidores o yendo a acribillar los negocios de la competencia?
Y la profesora me contestó: – ¿Usted estuvo en Cuba? – me quedé callado y sorprendido , con qué me iba a salir- ¿Hay libertad educativa en Cuba?
– No. ¿Pero que tiene que ver?
– Entonces, Ud. quiere que seamos como Cuba donde no haya lugar para todos. ¿O imagine si para la Facultad de Derecho sólo hay un libro por materia y no pudiese elegir de donde estudiar?
– Pero ¿por qué hay un libro solo? ¿por qué es bueno o por qué lo impulso alguien? – mientras sucedía todo esto la profesora no era la única que me estaba hablando, toda la clase me miraba y me gritaban sus argumentos que ya los conocía de memoria. – La verdad que con las leyes que usted esta enseñando nos parecemos más a Cuba.
– Bueno, se ve que Ud. es el único que no entendió nada y el resto de la clase si (ahí me acordé de Prodan y «dada vuelta está usted, profesora» le hubiese dicho)
Después se perdió todo tipo de dialogo con todos explicándome cómo era que una ley intervencionista garantizaba un mercado libre, excepto por la gordita simpática que hacía muchos chistes y no me caía bien, que me dijo que ella entendía lo que yo quería decir.
El resto se desvirtuó, la profesora empezó a hablar de como las empresas generaban inflación, y varias cosas mas que no alcancé a escuchar.
La clase terminó con el pedido, no muy amable, de la compañera que se sentaba al lado «Estoy aturdida, asi es la ley no tenes que discutirla.»
La semana que viene le llevo a Tom Smith:
Aumento ilegal de precio
es cobrar más que un colega,
pero si cobra usted de menos
es desleal competencia.
Y téngalo bien presente,
no haya en esto confusión:
Si cobran todo lo mismo
será confabulación.
Debe competir, es cierto,
pero ande con pies de plomo,
pues si conquista el mercado
¡qué más claro monopolio!»
como osas cuestionar al sistema, Alfa.
Lindo post, radiografía del pensamiento único de la UBA.
me dio mucha nostalgia…
Privatizen la UBA. Estamos pagando un semillero de bolches inútiles…
Ok, ¿pero dónde les enseñamos a los argentinos que no se usa la «z» delante de «e» o de «i»?
Todos asumen que eso paso en la uba…paso en la uba? porque recuerden que el porgrama educativo (si señores, incluso en las privadas) lo da el estado…
Y se de muchisimas universidades y secundarias que cobran una jugosa suma que tiene profesores con esa clase de pensamiento
Genial!!!!
Lo que me pregunto es: si las leyes fomentan a que haya muchas empresas, «compitiendo» con un producto muy similar, pero sin bajar mucho los precios ni dar muchos beneficios…¿eso no sería una especie de monopolio?
Oligopolio, le dicen…
Acá le dicen «Competencia perfecta» :D
Despues lo agrego al post, pero me olvide de la reflexion (no puedo poner tildes en este teclado) final que hizo la profesora y la inteligente respuesta de una companiera: ella decia que uno de los grandes avances de la ley era que los consumidores que querian impulsar una accion contra una empresa por violacion de la ley de defensa del consumidor lo podian hacer sin pagar los gastos de justicia.
A esto una chica comenta: Si, pero tienen que pagar el abogado.
Y la profesora responde: Es verdad, pero igual hay cientos de abogados que trabajan gratis.
Y hete aqui la frutilla del postre: Entonces eso no seria competencia desleal?
que lindo triste post!! conclusion: hacer volar en mil pedazos el ministerio de educación
No es ningún secreto que la educación terciaria y universitaria están a las órdenes de la izquierda y propagan concientemente o no, todo tipo de sandeces liberticidas. Hay que darles a cada uno de estos loros una copia del libro de Rothbard, «Monopolio y Competencia», a lo mejor alguno reacciona… Por ahora seguirán programados para pensar que el estado debe intervenir para controlar la vida y los negocios de la gente.
En la UBA hay libertad de cátedra, uno puede anotarse en la que quiera y puede cursar no basandose en la bibliografia oficial de cada una, siempre y cuando citando al autor correspondiente.
Por otro lado, me causa gracia esta autointerpretación que te das de heroe de la clase en contra la opresion tiránica de la edudación estatal. En vista que solo te contestaron aduladores que no aportaron nada al thread, contesto yo.
«- Eso es absurdo, ¿de qué manera se protege a un consumidor negándole que se lo beneficie y que las empresas puedan competir brindando mas beneficios?»
Arranco con una pregunta ¿Tenemos que discutir acaso lo perjuicios que trae la monopolizacion de un sector de la economía?
Con una visión cortoplacista defendes unos beneficios menores y momentaneos, desprendiendote de las consencuencias que ocasionarian permitir en contra de la competencia.
Permitir esto, significaria aceptar hoy esos beneficios, ayudando a la formación de un monopolio que cuando lo sea, no te los dará más y habra eliminado a la competencia.
«Y la profesora responde: Es verdad, pero igual hay cientos de abogados que trabajan gratis.
Y hete aqui la frutilla del postre: Entonces eso no seria competencia desleal?
Responder »
Soberbia crítica! Jajaja
Para acceder a un abogado gratis, hay que demostrar previamente que uno no esta en condiciones de pagar uno. Por tanto tu idea de que esto hace competencia desleal es totalmente erronea. Claramente no se ve a un hombre de clase alta buscando asistencia de pasantes recien recibidos en la defensoria de pobres y ausentes.
La competencia se mantiene siempre entre todos los que pueden pagarlo, el patrocinio gratuito es la excepcion para las personas de insuficientes recursos y negarlo excluir del acceso a la justicia a un sector de la sociedad.
¿Qué tiene que ver un monopolio con que una empresa regale cosas o haga promociones?
Justamente las promociones y descuentos se hacen cuando se quiere ganar un mercado o competir más.
Si tenés el monopolio de algo, no tenés por qué hacer una promoción. ¿O acaso ves a Edesur armando un combo o regalando un juego de living? ¿Acaso Autopistas del Oeste hacen sorteos? ¿Alumbrado barrido y limpieza te regalan las bolsitas de basura para que los elijas?
Respecto de la profesora, muestra su incongruencia. No podés defender la «justa competencia» y después alabar un servicio gratuito. Es el famoso «DoubleThink».
«¿Qué tiene que ver un monopolio con que una empresa regale cosas o haga promociones?
Justamente las promociones y descuentos se hacen cuando se quiere ganar un mercado o competir más.»
«Justamente» para evitar FORMAR un monopolio. Y creo lo respondi en mi anterior post :
«Con una visión cortoplacista defendes unos beneficios menores y momentaneos, desprendiendote de las consencuencias que ocasionarian permitir en contra de la competencia.
Permitir esto, significaria aceptar hoy esos beneficios, ayudando a la formación de un monopolio que cuando lo sea, no te los dará más y habra eliminado a la competencia.»
«Respecto de la profesora, muestra su incongruencia. No podés defender la “justa competencia” y después alabar un servicio gratuito. Es el famoso “DoubleThink”.»
Que gran incongruencia! En ambas posturas se muestra a favor de la intevernción del estado! Super contradictorio.
«Un momento, esa empresa que tiene un poder de mercado concentrado, ¿cómo lo obtuvo? Vendiendo y satisfaciendo a los consumidores o yendo a acribillar los negocios de la competencia?»
Acribillando a la competencia con una serie de privilegios concedidos por el estado.
ok, el punto tuyo es válido, como en el caso cuando los reguladores son los mismos regulados
ivan, si fueran beneficios temporales de perder margen de beneficio o directamente un dinero a costa de correr a la competencia, con la premisa que eso no es sostenible durante un tiempo extendido, alcanza con correrse del mercado, dejar que la competencia incurra en perdidas, segmentando o discontinuando la producción, o directamente a mayor escala comprandole la producción. Estrategias hay muchas de como ir usufructuando los «beneficios temporarios» al consumidor.
Pero sino son temporales y se generalizan, y ocurre una competencia de beneficios, como de hecho sucede en todos los mercados, estas en un nuevo equilibrio competitivo. De ahí que la tesis de «aplicar perdidas temporarias para beneficios extendidos» jamás ocurren. Y las empresas solo sostienen esa politica de Dumping con privilegios y apoyo estatal. Politicamente inviable a largo plazo.