Muertos por su propio bien
Ya pasaron las elecciones, y sea cual sea el resultado, todo va a seguir igual. Sin embargo, la vida no siguió igual para los padres de Miguel Portugal y Giuliana Gimenez desde que fueron asesinados por la policía de Baradero en marzo de 2010.
Recordemos el punto clave de la noticia:
Fuentes policiales informaron que el accidente vial ocurrió a las 6 de hoy, en el cruce de Gallo y Belgrano, a
unas cinco cuadras de la plaza principal. En esa intersección, los adolescentes, una mujer y un varón de unos 16 años, eran perseguidos por la camioneta municipal, al parecer, por circular sin usar cascos.
Más tarde el intendente justificó a los inspectores:
«Ingenuamente pretendíamos que se cumpliera la normativa de las motos», comentó el Intendente Carossi. «El tema de la moto es una problemática de todos los pueblos del interior, el rechazo al casco es manifiesto. También está el problema de los papeles. Hay una marginalidad del negocio de las motos muy importante», añadió.
Esta situación me hizo acordar de lo que escribió el academico, escritor y ensayista C. S. Lewis, en «The Humanitarian Theory of Punishment»:
De todas las tiranías, una tiranía ejercida por el bien de sus víctimas puede ser la más opresiva. Tal vez sea mejor vivir sujetos a barones ladrones que bajo omnipotentes entrometidos morales. La crueldad del barón ladrón puede a veces sosegarse, su avaricia puede en algún momento ser saciada; pero aquellos que nos atormentan por nuestro propio bien nos atormentarán sin fin pues lo hacen con la aprobación de su propia conciencia. Ellos pueden ser más propensos a ir al cielo pero al mismo tiempo más proclives a hacer un infierno de la tierra. Esta bondad aguijonea con un insulto intolerable. Ser “curados” en contra de nuestra voluntad y curados de estados a los que podemos no considerar como una enfermedad es ser colocado en el nivel de aquellos que no han alcanzado aún la edad de la razón o aquellos que nunca la alcanzarán; ser categorizado junto a los infantes, los imbéciles, y los animales domésticos
Las muertes de Giuliana y Miguel se podrían haber evitado, no por usar o no casco mientras andaban en moto. De no haber existido esas leyes que dicen velar por el bienestar individual de cada persona, Giuliana y Miguel ahora estarían disfrutando de sus veintipico de años.
Pero no, están muertos, según dicen, por su propio bien.
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