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Yo no sé
Este artículo de Penn Jillette (de Penn & Teller: Bullshit, entre otros) me gustó mucho cuando lo leí, en él explica de manera sincera por qué es un libertario y un ateo. Un postura humilde y sincera, entre todos aquellos que dicen tener respuestas para todos.
Gracias a Mike, un amigo de la casa, que postea en el Opinador Compulsivo, por la traducción de este artículo. A continuación los párrafos que mas me gustaron, y clickeando mas abajo, la nota completa.
Dice Penn:
Y yo no creo que nadie realmente sabe cómo ayudar a todos. Yo ni siquiera sé qué es lo mejor para mí. Toma mi incertidumbre acerca de qué es lo mejor para mí, y multiplicala por todas las combinaciones de los más de 300 millones de personas en los Estados Unidos… yo no tengo ni idea de lo que el gobierno debería hacer.
Me asombra que muchas personas piensen que votar para que el gobierno dé dinero a los pobres es compasión. Ayudar a los pobres y mitigar el sufrimiento, eso es compasión. Votar porque nuestro gobierno use armas para conseguir el dinero para ayudar a los pobres, es haraganería intimidatoria, inmoral y santurrona.
La gente necesita ser alimentada, medicada, educada, vestida y abrigada, y si somos compasivos les vamos a ayudar, pero no se obtiene ningún crédito moral por forzar a otros a hacer lo que uno cree que es correcto. Es causa de gran alegría el ayudar a la gente, pero no hay ninguna alegría en hacerlo a punta de pistola.
por Penn Jillette
Yo suelo referirme como «amigo» del genio Richard Feynman. Él vino a nuestro programa un par de veces y fue muy elogioso, también cené con él un par de veces, y hablamos por teléfono en varias ocasiones. Alguna vez lo llamé para obtener una clase rápida de física, y poder así fingir que había leído sus libros.
Pero no importa lo mucho que quiera alardear, sería una exageración llamarme su amigo. Yo nunca lo hubiera llamado para ayudarme a mover un sofá. Sin embargo, una vez lo llamé para preguntarle cómo podíamos conseguir algo de nitrógeno líquido, para una presentación en el show de Lettterman. Él era el único físico que yo conocía en ese momento. Él me explicó pacientemente que no sabía, que él era un físico teórico y que lo que yo necesitaba era un laboratorio de física aplicada… pero que él iba a tratar de encontrarme uno.
Media hora más tarde, un profesor de física de un colegio comunitario en Brooklyn me llamó : «No sé qué clase de broma es esto, pero un Premio Nobel me ha llamado aquí al colegio de la comunidad, me dio este número, y me dijo que llame a Penn de Penn & Teller para ayudarlo con una aparición en Letterman».
Supongo que eso puede llamarse «ser amigo».
Mi amigo Richard Feynman decía, «no sé». Se lo oí decir varias veces. Lo decía igual que Harold, el lavaplatos mentalmente discapacitado con quien yo trabajé cuando era un joven ganando el salario mínimo en el restaurante Famous Bill en Greenfield, Massachusetts.
«No sé» no es una disculpa. No implica vergüenza. Es una simple declaración de los hechos. Cuando Richard Feynman no sabía, a menudo trabajaba más que nadie para saberlo, pero mientras él no lo supiera, él decía, «no sé».
Me gusta pensar que yo encajo en algún lugar entre mis amigos Harold y Richard. No sé. Trato de recordar el decir «no sé», tal y como ambos lo hicieron, como una simple declaración de los hechos. No siempre funciona, pero lo intento.
La semana pasada fui entrevistado en el show de Piers Morgan (que solía ser el show de Larry King). Piers me castigó un poco (es su trabajo) por ser ateo, y luego un poco más por ser libertario. Él llevó a cabo esto haciéndome preguntas imposibles, preguntas que ninguno de nosotros, Harold, Richard, yo, o el mismo Piers, nunca podrían responder.
Empezó con «¿Cómo has llegado hasta aquí?» y yo empecé a hablar de mi camino hacia el mundo del espectáculo y el ateísmo, y él interrumpió y dijo que se refería a cómo fue creado el universo. Yo respondí: «Yo no lo sé.»
Él dijo, «Dios», una respuesta que significaba que Piers tampoco lo sabía, pero que disponía de una palabra que se suponía iba a hacerme sentir excluido de su club de «iluminados».
Entonces él me preguntó qué podíamos hacer para ayudar a los pobres. Le dije que donar dinero, alimentos, atención médica y servicios, y el dijo «No,», que se refería a lo que podría hacer la sociedad para resolver el problema de los pobres. Una vez más, quedé perplejo.
Dijo que el gobierno tenía que hacerlo, lo que yo interpreté como otra manera de decir que él no sabía, pero que pensaba que eso me haría sonar insensible… a pesar de que yo sí me preocupo y trato de ayudar.
Lo que me hace libertario es lo que me hace un ateo – Yo no sé. Si yo no lo sé, no creo. No sé exactamente cómo hemos llegado hasta aquí, y yo no creo que nadie lo sepa tampoco. Tenemos algunas de las piezas del rompecabezas y vamos a conseguir más, pero yo no voy a usar la fe para llenar los vacíos. Yo no voy a creer las cosas que los presentadores de TV declaran sin ninguna prueba. Voy a esperar a la evidencia real y entonces creeré.
Y yo no creo que nadie realmente sabe cómo ayudar a todos. Yo ni siquiera sé qué es lo mejor para mí. Toma mi incertidumbre acerca de qué es lo mejor para mí, y multiplicala por todas las combinaciones de los más de 300 millones de personas en los Estados Unidos… yo no tengo ni idea de lo que el gobierno debería hacer.
El Presidente Obama ciertamente luce y actúa de manera mucho más inteligente que yo, pero nadie es 2^300000000 veces más inteligente que yo. Nadie es siquiera 2^300000000 veces más inteligente que una ardilla. No tengo idea de lo que significa una calificación de deuda AA+ y si debemos vivir más allá de nuestros medios y sobre el compromiso y el sacrificio. No tengo ni idea. Me aterra a morir el estar en deuda. Yo era un malabarista callejero, un típico artista de feria – no podía conseguir que aumenten mi límite de deuda… ni siquiera podía conseguir uno – mi única opción era vivir dentro de mis posibilidades. Eso es todo lo que entiendo de mi experiencia, y eso no es mucho.
Me asombra que muchas personas piensen que votar para que el gobierno dé dinero a los pobres es compasión. Ayudar a los pobres y mitigar el sufrimiento, eso es compasión. Votar porque nuestro gobierno use armas para conseguir el dinero para ayudar a los pobres, es haraganería intimidatoria, inmoral y santurrona.
La gente necesita ser alimentada, medicada, educada, vestida y abrigada, y si somos compasivos les vamos a ayudar, pero no se obtiene ningún crédito moral por forzar a otros a hacer lo que uno cree que es correcto. Es causa de gran alegría el ayudar a la gente, pero no hay ninguna alegría en hacerlo a punta de pistola.
Algunas personas tratan de argumentar que en realidad el gobierno no te está «forzando». ¿Puedes creer eso? Trata de no pagar tus impuestos. (Esto es sólo un experimento mental – sugerir en CNN.com que alguien no pague sus impuestos es probablemente un delito federal, y yo estaré loco, pero no como vidrio). Cuando vengan a buscarte por no pagar sus impuestos, intenta no presentarte en la corte… las armas de fuego harán su aparición. El Gobierno es la Fuerza – literalmente, no en sentido figurado.
No creo que la mayoría siempre sabe lo que es mejor para todos. El hecho de que la mayoría piensa que sabe una manera de conseguir algo bueno, no les da el derecho a usar la fuerza contra la minoría que no quiere pagar por ello. Si tienes que recurrir a una pistola, entonces no tienes idea de lo que estás hablando. La democracia sin el respeto de los derechos individuales, apesta. Es el «bullying» del patio escolar contra el chico raro, y el chico raro siempre soy yo.
Cómo hemos llegado hasta aquí y cómo podemos salvar a todos? No sé, pero estoy haciendo lo mejor que puedo. Lo lamento, Piers, eso es todo lo que tengo.
Me encanta la explicación de Teller (muy Hayekiana, por cierto, aunque en realidad su incertidumbre lo pondría más en el equipo de los agnósticos) pero hay una reflexión que me gusta más, del difunto Christopher Hitchens, sobre por qué el teísmo es incompatible con el libertarismo. A su consideración…
http://www.youtube.com/watch?v=KsWVCza8ETI