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España y el humo
Leyendo sobre de la implementación de una estricta ley en España, que prohíbe a los dueños de bares, restaurantes y hoteles decidir si permiten o no fumar en sus establecimientos imponiendo una prohibición absoluta sobre el cigarrillo, me encontré con dos imágenes que me llamaron la atención:
Este cartel, valiente y sensato, se podía leer en la puerta de una parrilla en Marbella. (vía blogbis)
El otro contiene un mensaje contundente:
Para terminar, Guillermo Dupuy explica por qué esta ley debe ser repudiada:
Tal y como advertían los liberales clásicos, uno de los muchos y muy lamentables resultados de la proliferación de pseudoleyes y mandatos intervencionistas es que las leyes genuinas, las que están destinadas a preservar la libertad de los ciudadanos, lejos de ser respetadas por todos, tienden a perder credibilidad ante semejante «inflación» legislativa. Cuando el orden jurídico, llamando a ambas «leyes», da un tratamiento similar a la proscripción del tabaco, por poner un ejemplo, que a la prohibición de invadir propiedad ajena, es de esperar que la gente pierda el respeto a la ley, pensando que es simple convención que nos imponen los que ahora ocupan el poder, en lugar de algo que en realidad se debe cumplir ahora y siempre.
La «ley» que acaba de entrar en vigor y que prohíbe fumar en cualquier centro privado abierto al público, violando así tanto la libertad de los consumidores como la propiedad de los hosteleros, es un buen ejemplo de ello. Al Gobierno, sin embargo, sólo le importa que sus mandatos de ingeniería social se acaten y, para ello, incluso ha animado a los ciudadanos a que delaten a los ciudadanos que los incumplan. La pretensión de convertir a cada ciudadano en un chivato, en un delator al servicio del poder, lejos de alentar «comportamientos cívicos», tal y como pretende Leire Pajín, es una pulsión característica de los regímenes totalitarios. Menos mal que este ataque a los derechos de propiedad, que el Gobierno acaba de perpetrar con la excusa de la salud pública, no incluye las viviendas de los ciudadanos; en caso contrario nos vemos a Doña Leire instando a los niños a delatar a sus padres, tal y como hacían los jemeres rojos para extirpar cualquier actitud «contrarrevolucionaria».
«Acceso permitido a fumadores. Los no fumadores, bajo su responsabilidad»
Uno de los propietarios del bar Espirit de Castellón, Fernando Tejedor, ha asegurado que su decisión de incumplir la legislación es «firme» y se debe a que tanto para él como para su socio lo prioritario es «defender el negocio y más en época de crisis».
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Acceso/permitido/fumadores/fumadores/responsabilidad/elpepusoc/20110105elpepusoc_4/Tes
Excelente la primer foto! Un ejemplo a seguir en Buenos Aires y en Mar del Plata ahora que a nuestros gobernantes se los ha iluminado con esta dichosa ley.
Aqui en NY, Long Island, se decreto una ley u ordenanza en un pueblo,cuyo nombre no recuerdo, prohibiendo fumar en la vereda, ya que se han recibido quejas de personas que se han sentido molestas por considerarse fumadores pasivos al tener que caminar en presencia de alguien fumando. Lo vi justo hoy en la tv. Como para ponerlo en un cuadro.
che de todas maneras soy fumador y pienso q es correcto q nuestra libertad no ataque la libertad de los otros.
Más alla de los que están de acuerdo o no, está mal obligar al dueño de local a ponerlo en una postura agresiva debiendo echar a los «malvados» fumadores solo porque a un grupete de funcionarios culo caliente se le ocurrió.