Che, algunas razones para aplaudir

Me causa gracia como a raíz de las pintadas realizadas por alguna persona que quiso darle su impronta, y su lectura, a las cosas que hizo el Ernesto Guevara se arme tanto quilombo. ¿Acaso la pluralidad de voces no forma parte de las bases de este sistema?

Evidentemente, el chiste tuvo eco como por ejemplo: ElArgentino.com, Minutouno.com, Telefe Noticias, Terra, País 24.

A parte de responsabilizar a los que hacemos este blog por los escritos, que es tan poco serio como responsabilizar a Alfonsín, a Nestitor o cualquier otro pokèmon si alguien escribe su nombre en una pared o estatua. No alcanzándoles con eso, imputan la responsabilidad al Partido Liberal Libertario porque, claro, 30.000 personas pueden manifestarse espontáneamente en colectivos naranjas viajando «por pura casualidad» con punteros a acompañar a Nestitor post-mortem y eso fue todo «orden espontáneo» pero un flaco no puede manifestar su opinión con aerosoles, eso ya forma parte de un plan macabro… hipócritas.

De cualquier manera, aprovechando que muchos caen acá para ver qué onda, me pareció oportuno tirar unas lineas para explicar por qué alguien que respeta la vida, la libertad y la propiedad privada – es decir, un liberal – repudiaría a un personaje como Guevara.

El Che

Entre otros a maniatados, a indefensos, a inocentes, a ñiños...

Asesino: para nosotros, los liberales, la vida es un valor que debe conservarse como una de las tantas conclusiones del principio de no-agresión. Más allá del análisis principista, si hay un flaco que va por el mundo matando gente en pos de un ideal, sin importar las virtudes de ese ideal, es reprochable. Si a eso le sumamos que, junto a los “culpables” asesinaba a personas inocentes o a quienes se vieron envueltos en las líneas de Batista por necesidad, para subsistir (muchos de ellos menores de edad), sólo cabe concluir que allí donde fue trajo muertes evitables y, en muchos casos, inconducentes con los valores que el mismo pregonaba.

Castigos sin juicios, fusilamientos arbitrarios o por puro gusto, son algunas de las tantas actitudes reprochables del “Che”. Francamente no importa la bandera que levante, cualquier persona orientada a imponer su modelo o su ideal mediante las armas es un enemigo de la libertad.

Pensamiento único: el “Che” pregonaba una educación centralizada y directa que buscase imprimir en las personas las bases necesarias para poder alumbrar a su mentado “Hombre Nuevo”. Este individuo debía anteponer el “bienestar social” antes que sus preferencias personales para poder ser considerado un “revolucionario”. Claro que con esto surgen los clásicos debates de estar persiguiendo un término vacío de sentido y manipulado por el establishment de turno como es “bienestar social”. Término a partir del cual se pretende imponer a las personas una determinada visión o valoración de las cosas a costa de su libertad.

Mc Guevara o Che Donalds

¿Mc Guevara o Che Donalds?

Aquellos que no pensaban como el “Che”, aquellos que sostenían otros valores, era pausibles de ser sacrificados en nombre de “La Revolución”, guardando poca diferencia con las purgas en motivo de raza u orientación política que sostuvieron personajes como Stalin o Hitler. Sumemos a eso el hecho de que se trató de un homófobo que perseguía, encerraba y ponía a realizar trabajos forzosos a personas por tener una orientación sexual determinada… bue, creo que los hechos hablan por si solos.

Estatista centralizador: Ernesto Guevara, como socialista que era, consideraba que era capaz de tomar mejores decisiones que el resto de las personas. Así desempeñó su cargo como presidente del Banco Nacional de Cuba y también como ministro de Industria. En ambos realizó un trabajo tan malo que terminó siendo literalmente rajado por Fidel – cerró el ministerio – y, por vergüenza, eventualmente Guevara renunció a su ciudadanía cubana.

Consideraba que debía haber un estado que decidiese por las personas, evidenciando su creencia de que hay personas de primera y de segunda. Y que unas tienen derecho a esclavizar a otras por medio del aparato gubernamental.

Pinte una estatua

Ayude a la economía Nac&Pop, ¡pinte una estatua!

Marca comercial: el personaje es inflado por las ventas que produce antes que por las cosas que hizo. Así como Keynes recibió un fortísimo apoyo de los aparatos de propaganda alemán para adquirir notoriedad y poder reivindicar retroactivamente los desastres económicos causados por el estatismo que habrían de llevar al mundo a la Segunda Guerra Mundial; vastos sectores han aprovechado la idealizada imagen del che, desproveyéndola de sentido pero aprovechándola para estampar remeras y vender boinas.

El éxito del «Che» se debe al capitalismo mucho más que a sus ideas. El consumo irreflexivo, eso contra lo que Guevara luchó, es lo que paradójicamente lo mantiene vivo. Y, para variar, la falta de memoria colectiva permite que se expíen los crímenes y desatinos de este tipo de personajes nefastos.

Por violar los derechos de propiedad, libertad y la vida,  creo que cualquier liberal puede afirmar que al “Ché” no hay nada que festejarle. A parte, este es un típico caso de deterioro de las cosas a causa de lo que se conoce como «la tragedia de los comunes».

Y si se gasta guita de nuestros impuestos para rendirle culto o construirle estatuas, bueno, lola.

PD: para ofrecerle rigor histórico a las acusaciones de cortarle las piernas con una amoladora, este blog ni existía por aquel entonces. Y, además, no sé de qué se quejan si este tipo de cosas hace que ¡»aumente el empleo»!