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El relato del Esclavo
El siguiente es un texto de Robert Nozick, extraído de Anarquía, Estado y Utopía, y cómo todo lo publicado en este blog provoca el pensamiento.
Conisderá la siguiente secuencia de situaciones, a la que llamaremos «El relato del Escalvo», e imaginá que es acerca de vos.
- Hay un esclavo que se encuentra completamente a merced de los caprichos de su brutal amo. Es golpeado cruelmente de manera frecuente, lo despierta en la mitad de la noche, etc.
- El amo es más amable y solo lo golpea al esclavo cuando comete infracciones a sus reglas (no produce lo estipulado por el amo, etc.) Le da al esclavo cierto tiempo libre.
- El amo tiene un grupo de esclavos, y decide como serán asignadas las cosas entre ellos en buenos términos, teniendo en cuenta sus necesidades, merito, etc.
- El amo le permite a sus esclavos estar cuatro días por su cuenta y les exige que sólo trabajen su tierra los otros tres días de la semana. El resto del tiempo es de ellos.
- El amo le permite a sus esclavos dejar el lugar e ir a trabajar a la ciudad (o a donde ellos quieran) por un salario. Sólo les exige que le envíen 3/7 de sus salarios. También se reserva el derecho a llamarlos para que regresen a la plantación si alguna emergencia lo requiere; y a aumentar o disminuir esos 3/7 que exige que le envíen. Además, se reserva el derecho a restringir a los esclavos a participar en algunas actividades que considera peligrosas que podrían amenazar sus ingresos, por ejemplo, escalar montañas o fumar.
- El amo le permite a sus 10.ooo esclavos, menos a vos, votar, y las decisiones son tomadas por todos. Hay debates abiertos, y esas cosas, y tienen el poder de determinar en que asignar el porcentaje que toman de tus ganancias (y de las de ellos), que actividades pueden prohibirte, etc. Hagamos una pausa en esta secuencia de situaciones y revisemos los hechos. Si el amo admite esa transferencia de poder, y no puede revocarla, cambiás de amo. Ahora tenés 10.000 amos en vez de uno solo; más bien podemos decir que tenés un amo de 10.000 cabezas. Capaz, los 10.000 sean más buenos que el amo benevolente del caso 2. De todas maneras, siguen siendo tus amos. Sin embargo, se puede hacer más. Un amo amable (como en la situación 2) puede permitir que sus esclavos se expresen e intente persuadirlo de tomar cierta decisión. El monstruo de 10.000 cabezas también puede hacerlo.
- Sin tener el voto, tenés la libertad (y el derecho) de involucrarte en las discusiones de los 10.000, e intentar persuadirlos de que adopten determinadas políticas y que traten a vos, y a ellos, de determinada manera. Después ellos se van y deciden que políticas tomar entre los amplios y variados alcances de sus potestades.
- En apreciación por tus contribuciones útiles a la discusión, los 10.000 te permiten votar si están empatados; se comprometen a este procedimiento. Luego de la discusión marcan tu voto en una hoja de papel, y se van a votar. En la eventualidad de que en algún tema el resultado sea de 5.000 a favor y 5.000 en contra, cuentan tu voto. Esto nunca ha sucedido, aún no han tenido la ocasión de contar tu voto. (Por otro lado, en el caso de un solo amo, también puede comprometerse a dejar que su esclavo decida en cualquier asunto que lo afecte en el que para él, el amo, sea totalmente indiferente.
- Permiten que votes con ellos. Si están empatados tu voto desempata. Si no, tu voto no afecta el resultado electoral.
La pregunta es: ¿en qué momento de la transición desde la situación 1 al a 9 dejó de ser el relato de un esclavo?
Nunca.
uuuy cuanto que se parece el estadío 10 a la situación actual de nuestro país!!! Tengo la posibilidad de votar pero debo someterme a las decisiones de otras mayorías sobre cómo cuidarme, si puedo o no fumar, qué riesgos puedo tomar en mi vida, cuánto tiempo tengo que trabajar para mí y cuánto para mis amos…
Será que realmente no somos libres sino que somos esclavos?
libresoesclavos.blogspot.com: un blog amigo de quenotepisen.net
Action is eloquence. Shakespeare
«No veo un bien en la soberanía de muchos; uno solo sea amo, un solo sea rey». Así hablaba en público Ulises, según Homero. Si hubiera dicho simplemente: «No veo bien alguno en tener a varios amos», habría sido mucho mejor. Pero, en lugar de decir, con más razón, que la dominación de muchos no puede ser buena y que la de uno solo, en cuanto asume su naturaleza de amo, ya suele ser dura e indignante, añadió todo lo contrario: «Uno solo sea amo, uno solo sea rey».
Me quedo con un solo amo. Es mas facil convencerlo de hacer lo que nos conviene a ambos a largo plazo, y si se hace demasiado el loco siempre se puede organizar una rebelion y cortarle la cabeza. Anda a hacer eso con 10,000. Y ni que decir, 40 millones.
La analogía se refiere a que uno debe ser el amo de uno mismo, más que buscar uno o más determinados amos que rijan sobre nuestras vidas. Dejar de ser una oveja que siga a la manada.