Cedemos

La última novedad proveniente la legislatura de la Provincia de Buenos Aires es  proyecto de ley que en obliga a los countries a ceder el 10% de sus tierras o compensar económicamente al estado provincial en reemplazo de la cesión de tierras estipulada. Más claro lo explican acá:

La propuesta contempla que los barrios cerrados, countries, cementerios privados y emprendimientos de grandes superficies comerciales (superiores a 5000 metros cuadrados) deberán ceder un 10% de sus terrenos -o el equivalente de esa superficie en pesos- en favor de los municipios, que deberán destinarlos a la construcción de viviendas sociales.

También incluye nuevas exigencias para countries y barrios cerrados: por ejemplo,incrementará la presión fiscal sobre terrenos baldíos inutilizados. Estos impuestos se destinarán a construir urbanizaciones sociales desarrolladas por los municipios.

El plan prevé, también, el cobro de una plusvalía cuando se modifiquen los usos urbanísticos. Por ejemplo, un lote situado en zona rural que cambie su estatus a zona residencial tendrá que pagar fuertes impuestos a los municipios.

Iba a hacer un comentario al respecto, pero uno de los promotores de la iniciativa me ganó de mano:

«Puede sonar comunista. Pero sólo estamos modernizando una ley de 1977, votada (sic) durante la última dictadura», informó Gustavo Aguilera, administrador general del Instituto de la Vivienda, tal como publica el diario La Nación.

El razonamiento de Aguilera para llegar a la conclusión de que este proyecto no es comunista, es el siguiente: la última dictadura era neoliberal [1] que impuso el mercado libre y se opuso a la intervención gubernamental, el decreto original que proponía algo similar a esta propuesta fue promulgada durante la última dictadura, en consecuencia:  la ley está mas cerca de ser neoiberal por ende favorable a un mercado libre de intervención gubernamental.

Aguilera debería chequear sus premisas.

Respecto del proyecto en si, una nueva iniciativa donde el gobierno impone el cumplimiento de los compromisos que asume sobre los demás. Expropiando tierras, o exigiendo una extorsión para evitarlo, no resolverá el problema habitacional, han tenido dinero de sobra para hacerlo, y no lo han hecho. Además es inconcebible que la solución sea mediante el atropello a los derechos de los demás.

El problema habitacional se resuelve  con un sistema bancario donde la gente confíe sus ahorros (y un sistema donde la moneda no pierda valor por la voracidad gubernamental), desmantelando un el estado de bienestar malestar que desincentiva el ahorro, y respetando el cumplimiento de los contratos. Mientras tanto predominará la ley de la selva, y la guerra de pobres contra pobres promovida desde todos los sectores políticos.

[1] Sobre el neoliberalismo: acáacá.