InfiniGate

Sillon presidencial

¿Hay democracia?

Sospechado de haber utilizado recursos y agencias del estado para investigar opositores y encubrir dichas investigaciones, ante la posibilidad de una condena, Richard Nixon se vió obligado a abandonar su mandato presidencial. Varios de sus funcionarios de alta jerarquía fueron declarados culpables y sirvieron tiempo en prisión.

En 1992, Collor de Mello, presidente de Brasil, renunció a su cargo, luego de que el congreso iniciara un juicio penal en su contra, con acusaciones de corrupción, sobornos y tráfico de influencias.

Andrew Breitbart publicó en 2009 una serie de videos donde Hannah Giles y James O’Keefe se hacían pasar por una prostituta y un proxeneta, buscando asesoramiento en varias oficinas de ACORN para abrir un supuesto burdel con menores de edad. Aunque las pruebas eran circunstanciales, una investigación fue abierta sobre esta asociación que asesora sobre impuestos, salud y registro de votantes. Al mismo tiempo, la mismísima administración Obama decidió cortar inmediatamente todo financiamiento a esa entidad, por más que en su momento había recibido gran apoyo de la misma.

Recientemente, y muy en sintonía con el Watergate nixoniano, el IRS (agencia de recaudación de Estados Unidos) fue descabezado, luego de haber sido acusado de manipular sus investigaciones hacia personas y organizaciones vinculadas al Partido Republicano y el Tea Party. Obama y su administración están, sin embargo, en la cuerda floja y bajo amenaza de un posible juicio político, por esto y por utilizar la Patriot Act para perseguir a periodistas de Associated Press.

En todos estos casos (y en muchos más de las democracias republicanas modernas), ante la posibilidad de un escándalo con el uso de los fondos públicos, tanto los opositores como los partidarios eligieron soltarle la mano o retirarle el cuerpo a aquellos sobre los que caían las acusaciones, intentando preservar las instituciones y la legitimidad del estado y del gobierno.

Una república e, incluso, una democracia, parten del supuesto de que existen ciertas instituciones, que son de todos, que cumplen ciertas funciones ante las que todos somos iguales, y para las que los administradores son votados cada cierto tiempo por la ciudadanía. Se presupone, asimismo, de una cierta transparencia en el manejo de los fondos, dado que son extraídos por la fuerza.

El voto y la elección de los candidatos únicamente, no es la república. No es la democracia. Votar y elegir administradores es una parte, incluso secundaria de las mismas. No existe ninguna justificación para utilizar al estado para el afano, el robo y el enriquecimiento personal. Cuando tenemos indicios y pruebas (aunque sean circunstanciales) de que se utiliza al estado para afanar ¿importa realmente elegir quién va a estar al frente del afano? ¿Importa acaso que aquel que fue elegido en cierto momento termine el mandato? ¿O importa más preservar la legitimidad de esas instituciones?

Si, como se han llenado la boca hasta el hartazgo, la democracia es algo tan bueno y tan sagrado, no debería permitirse bajo ningún concepto que Pablo Escobar y su pandilla llegaran a ejercer el poder, y lo hicieran a su total antojo. Si la democracia es algo tan bueno y tan sagrado, hay que hacer uso constante de mecanismos que permitan preservarla impoluta y diferenciarla de los que temporalmente fueron elegidos para administrar la cosa pública y abusaron de sus facultades.

No podemos hablar de democracia cuando, luego de una investigación periodística donde hay fuertes indicios de que altos funcionarios (incluyendo dos presidentes) han perpetrado, junto con sus íntimos amigos y conocidísimos socios el más grande defalco que se haya conocido en el continente, no hay ningún juez actuando de oficio para allanar todos los domicilios de los implicados.

No existe ningún tipo de democracia cuando una simple consulta de las declaraciones juradas de los funcionarios de la actual administración y sus conocidos, revelan inexplicables y millonarios patrimonios.

¿Es democracia que todos los medios que reciben “pauta oficial” se dediquen a tratar de defender a la actual administración y a hacer operaciones de prensa sobre las investigaciones y los investigadores? ¿Incluso cuando gran parte del defalco se realizó aparentemente a través de la mismísima “pauta oficial”?

Se cuestiona a los comunicadores de las investigaciones y la credibilidad de los mismos, y si están peleados o no con la administración actual. Pero las pruebas y los indicios ya estaban todos ahí. No fue Lanata el primero en hablar de las bóvedas y el robo con la obra pública. Todos los que leíamos un poquito lo sabíamos. Lo había dicho el Turco Asís en 2005. Y sobre el enriquecimiento ilícito de funcionarios y allegados, la información revelada sale toda de declaraciones juradas y del Boletín Oficial. No se está discutiendo un supuesto patrimonio (que seguramente exista), sino que se está discutiendo sobre si lo que tienen declarado es posible o no. Toda gente que trabajó siempre en la administración pública o que empezó en la administración pública hasta que, inexplicablemente, se hicieron grandes empresarios con un capital inicial imposible. Tampoco se está discutiendo si tal persona maneja dineros del narcotráfico ni de actividades ilícitas: se tiene la absoluta certeza de que a licitaciones por obra pública se presentaban tres empresas del mismo dueño, que era amigo íntimo del presidente de turno (declarado por él mismo). Eso es un clarísimo tráfico de influencias y malversación de fondos públicos.

Si tenían bóvedas con efectivo o si manejaban el cash en bolsos y aviones, si se compraban casas y autos de lujo, o si hacían fiestas descoque, son meros detalles. Solamente por lo que ya está en los papeles habrían caído las administraciones de Nixon, De Mello u Obama.

Cualquiera que afirme que es todo una opereta de Magnetto, o que los que miran a Lanata están llenos de odio, o que no importa por “los logros del Modelo”, es alguien que no entiende la democracia, o no le interesa en lo más mínimo.

La única actitud moralmente correcta ante indicios como los presentados (testimonios, fotos, papeles, declaraciones juradas) es pedir que se aclare el asunto.

Los medios todos, deberían investigar el asunto para llegar a la verdad.

Los jueces y fiscales deberían estar peleándose por ver quién se queda con un caso tan importante en sus manos, y solicitar allanamientos de más o menos medio país, si tenemos en cuenta la cantidad de propiedades que compraron.

Los diputados de todos los colores políticos, dado que son los representantes de la gente de cada provincia, deberían estar exigiendo a gritos el Juicio Político de la señora presidente Cristina Fernández, así como de todos los funcionarios sospechados, dadas las irregularidades de sus declaraciones juradas como su cercanía a la pasada administración y a los otros implicados. Si de preservar la democracia se trata, las instituciones deben prevalecer antes que las personas y los mandatos. Bajo ningún concepto puede continuar una administración con tremendas sospechas, que en anteriores oportunidades se cargó a su propio Procurador Nacional para poder encubrir al vicepresidente.

Y bueno, las personas de a pié, más allá de que les guste Clarín o no, duden. Pero duden de todo, especialmente de aquellos que manejan fondos públicos. No se puede ser como Aldo Rico y pensar que “La duda es una jactancia de los intelectuales”. Les pueden haber metido el perro mientras se afanaban miles de millones de Euros. Qué le vamos a hacer.

Democracia y República requieren pactos de paz, honestidad y transparencia en el manejo de la cosa pública. Sin esas tres cosas, estamos ante un régimen pre-constitucional, donde el que tiene el poder hace lo que se le canta, sin consecuencias. Para eso, sinceramente prefiero una monarquía. Por lo menos ahí se podía hacer una revuelta contra la opresión alegando tiranía, y nadie te iba a discutir si había buenas propuestas o no.

El desafío de Francisco

Cuando un político asume la presidencia de un país se suele decir que los primeros meses de gobierno vive una «luna de miel» con la sociedad. Es el primer período del mandato en el cual el gobernante todavía no tuvo tiempo para incumplir las promesas que esgrimió durante la campaña electoral. Además, con el resultado fresco en las urnas, la legitimidad del líder, según una perspectiva tradicional, todavía se sustenta en el numero de votos recibido.

Salvando las distancias, la algarabía y emoción que generó la elección del nuevo Papa, especialmente en Argentina su país de origen, se puede enmarcar dentro de esta ventana en la cual todavía el tiempo no transcurrió el tiempo necesario para poder juzgar su accionar ante los desafíos que enfrenta. Francisco está viviendo su luna de miel, potenciada por la demagogia de que caracterizó a los primeros días de su pontificado.

Pero, ¿qué va a pasar una vez que termine este período y el ojo crítico se ubique sobre la conducta papal? Solamente el transcurso de tiempo nos dará la respuesta.

A pesar de la pérdida de poder sobre el mundo secular que sufrió la Iglesia Católica en los últimos 200 años, hay todavía muchos asuntos que nos deben importar, incluso a quienes no profesamos esa fe, o ninguna fe. Son varios los problemas y desafíos que deberá enfrentar el Papa argentino.

Poco se puede decir acerca de las posturas retrogradas de la Iglesia frente a la homosexualidad, el aborto, el matrimonio gay, y un sinfín de temas sociales en los cuales se mantuvo incólume en sus  2000 años de vida. Al fin y al cabo, se tratan de posturas de una organización privada y se encuentra protegidas por la libertad de expresión. En todo caso, el problema que representan estas posiciones son para los legisladores y jefes de estado que se dejan influir por una doctrina medieval.

Sin embargo, no todos los hechos reprochables que se le puede hacer a la Santa Sede se mantienen en plano de las opiniones y las divergencias de criterios. La influencia espiritual, y el poder derivado de la fe, ha sido la puerta de entrada para la existencia de miles de casos de abuso sexual por parte de sacerdotes católicos en todos los niveles eclesiásticos.

En todo el mundo florecieron denuncias de abuso sexual por parte de miembros del clero católico, entre 1940 y 2000 hubo decenas de miles de investigaciones por abusos sexuales de niños y adolescentes. El Informe John Jay, encargado por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, documenta más de diez mil casos de abusos, atribuidos a 4392 sacerdotes en aquél país. Los casos se extienden a lo largo y ancho del mundo, aunque las diócesis de Estados Unidos, Irlanda y Alemania, concentran gran mayoría de los casos.

La reacción de la Iglesia frente a esto ha sido sistemática. El silencio, el ocultamiento y la obstaculización de las investigaciones penales fueron algunas de las actitudes tomadas frente a estos casos. Las estrategias varían, una de las más utilizadas es la de mover a los sacerdotes abusados hacia otras parroquias para evitar su detención, a pesar de que en muchas oportunidades esto trajo aparejada la aparición de victimas en las nuevas parroquias.

Respecto de las acciones tomadas por los últimos dos Papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI, las opiniones son encontradas. Por un lado, se les reconoce haber comenzado a poner sobre el tapete este tema que aqueja a la Iglesia. Por el otro, se ha considerado su actitud demasiado pasiva ante la semejante relevancia que tiene el tema.

En definitva, este es probablemente uno de los pocos temas en el que el Papa tiene una influencia directa en el mundo secular, y que es factible que pueda hacer algo para cambiar la dirección de la Iglesia en este sentido. Con muchos adjetivos se puede describir la imagen que dió en sus primeros días de papado, pero al final del día son pocos los asuntos que nos importan a los que no tenemos interés alguno sobre la vida diaria de los monarcas que aún quedan en pie.

 

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La tarea más difícil

La ardua tarea de la difusión y aceptación de las ideas liberales está caracterizada por un número de obstáculos que se interponen entre los que emitimos el mensaje y aquellos que están dispuesto a escucharlo. Estos obstáculos son exclusivos del liberalismo. Otras vertientes ideológicas como  el socialismo, el fascismo o el desarrollismo, por nombrar solamente algunas, no deben superar esos escollos por ser propuestas políticas de una naturaleza completamente distinta.

En el marco de la competencia dentro del mercado de las ideas políticas, el liberalismo se encuentra en desventaja. Las ideas liberales, a diferencia del resto de las postura políticas, gozan de una particularidad: el liberalismo no propone programa de gobierno alguno ni sus propuestas se basan un rol activo del gobierno para abordar los fines que se propone. O como  dice José Benegas el liberalismo no es un programa de gobierno, es un programa de «des-gobierno». En otras palabras, la respuesta más común que ofrece un liberal sobre qué debería hacer el estado ante una situación determinada es nada o casi nada.

A partir de este momento es cuando los liberales nos enfrentamos al primer problema. Mientras que nosotros no tenemos un plan de acción, aquellos que sostienen ideas que derivan del estatismo pueden proponer una solución para cada problema. Más allá de que después la mayoría* de esas soluciones terminen en un fracaso rotundo, en caos o en una crisis y sin solucionar nada, la posibilidad de brindarlas es un punto a favor de los estatistas.

Es que la gente, luego de atravesar un proceso de décadas de avance del estado sobre la sociedad civil en todos los ámbitos  es más propensa a receptar positivamente a alguien que le ofrece soluciones mágicas a sus preocupaciones, que a aquellos que pueden ofrecer una alternativa sensata a sus problemas pero desde la humildad de aceptar la incertidumbre como una variable más.

Los liberales estamos ante una tarea mucho más complicada que explicar una propuesta política, debemos explicar que sucedería si el gobierno deja de hacer lo que está haciendo. Es decir, la ardua tarea a la que nos referimos al comienzo del post es la de explicar los principios básicos de la economía, el funcionamiento de la oferta y la demanda, la definición el sistema de precios como información para la toma de decisiones, la ley de Say, la ley de asociación de Ricardo, la imposibilidad del calculo económico en el socialismo, y muchos otros conceptos que ni siquiera economistas consagrados logran comprender correctamente.

Otro factor adicional que complica aún más la tarea de un liberal es la falta de arrogancia en sus postulados. Una vez más aquí los estatistas llevan las de ganar. Es habitual escuchar a los partidarios de la intervención estatal diagnosticar un problema, describir su solución (la que en general ya ha sido probada, y ya ha fracasado, pero esto no lo consideran un impedimento), y finalmente afirmar que implementadas esas medidas se producirán los resultados esperados. Los liberales, al contrario, carecen de esa posibilidad de asegurar un resultado más allá de lo que se puede explicar desde la economía, o desde la ética, esto se debe a una cuestión básica la imposibilidad de predecir como actuarán los individuos ante las situaciones que se les presenten. Muchas de las preguntas que se suelen plantear en los debates políticos, en realidad, no tienen ninguna respuesta.

Veamos algunos ejemplos. Un caso clásico, que además está vigente en la Argentina del Siglo XXI, es el de los controles de precios. Ante la inflación, y el consecuente aumento de precios, un estatista propone la aplicación de controles de precios. Esto — diría nuestro estatista — terminaría con el imperio de los formadores de precios cuyo único fin es abusar de la gente. Por el otro lado, un liberal diría que para terminar con la depreciación del signo monetario simplemente hay que dejar de emitir y derogar las facultades del estado para emitir moneda y establecer una monea de curso legal. Sin embargo, ante los oídos absortos de la gente con la mágica propuesta del estatista, el liberal tiene poco que hacer. Es definitivamente más atractiva una solución simple y fácil de entender que introducirse en los oscuros conceptos detrás de un sistema monetario, como lo pueden ser la oferta y demanda de dinero, el sistema bancario de reserva fraccional, el dinero fiduciario, el patrón oro, el free banking, la creación secundaria de dinero, etc. (para los interesados en el tema recomiendo The Mystery of Banking [PDF] de Murray Rothbard)

Estas dificultades, reconocidas por todos, sobre lo que implica la introducción a la sociedad de una propuesta liberal  ha traído consecuencias nefastas. Muchos liberales han decidido optar por una opción más sencilla, a pesar de que ello signifique claudicar el objetivo de vivir en una sociedad libre, y se han posicionado dentro del segmento estatista que se ubica dentro de lo que aseguran que hay que hacer algo activamente para abordar una situación determinada. De esta manera surgen engendros que luego de su fracaso son atribuidos al liberalismo, cuando en realidad se trata de una rama más de las tanta que poseen las ideas estatistas.

 

Es por este motivo que los liberales debemos hacer un mayor énfasis en estar empapados de las ideas que defendemos, por lo menos en lo que respecta al plano económico. La educación, y primero la propia, es la base de todo el andamiaje de un proyecto político liberal exitoso. Conocer las distintas variables que afectan el funcionamiento de la economía y cómo la intervención del estado inclina la cancha en favor del poder político, y los que tienen fácil acceso a él, y finalmente cómo ese accionar siempre termina por perjudicar al individuo indefenso ante el aparato estatal. Es ese contacto constante con las ideas que constituyen una sociedad libre lo que después nos permitirá poder expresarlas con mayor sencillez para una mejor comprensión de nuestros interlocutores.

El esfuerzo debe recaer en  no sucumbir ante la tentación de la arrogancia estatista para ser mejor percibidos por los no-liberales. La labor de educar a la sociedad, de devolverle la responsabilidad que alguna vez les secuestró el estado, y la promoción de los principio sde una sociedad libre es una tarea que no sucede de la noche a la mañana. Un proceso de 100 años no puede ser revertido en media hora. No obstante, pregonar este mensaje ofrece resultados muy gratificantes, por más pequeños que sean.

El foco debe mantenerse, y las esperanzas debe ser lo último en perderse.

*Hay que reconocer la eficacia del estado en la violación de derechos en general, como el asesinato masivo, el secuestro, la corrupción, el robo, y los avances sobre los derechos de propiedad de los demás.

 

Desenmascarándose

No hay escape.

No hay escape.

Todo dicho. PAGAR ES LA ÚNICA OPCIÓN. No hay juicio justo, no hay presunción de inocencia, no hay objeción de conciencia. Como la mafia, pero por lo menos la mafia quiere que te vaya bien.

Juez, Jurado y Verdugo

Verdugo

«Les vamos a cortar las tarlipes si hablan» – AFIP Dixit

Cuando un ciudadano tiene un problema patrimonial con otro, por ejemplo una deuda o un incumplimiento de contrato, éste debe acudir a la justicia, pasar por un proceso bastante extenso y burocrático, donde el demandado puede defenderse, presentar pruebas, llamar testigos, plantear una estrategia, etc, etc. La situación tiene tres posibles desenlaces:

a) Gana el demandado. No se pudo comprobar que la deuda fuera tal. El demandante paga las costas del juicio.

b) Gana el demandante. La deuda es probaba legítima y el demandado deberá pagarla, así como también las costas. Puede hacerse un plan de pagos o, en caso de negarse, proceder legalmente sobre el remate de bienes actuales o futuros (un porcentaje del salario), hasta que la deuda quede saldada.

c) Se llega a un acuerdo, en el que probablemente el demandado deba desembolsar una suma en uno o varios pagos.

Lo que tienen en común las tres posibilidades, es que en ninguna el demandado es forzado a cesar su actividad económica. A lo sumo pueden congelarse algunos assets económicos, a fin de que el demandado no se insolvente a propósito para no pagar.

¿Cómo es posible que cuando se trata de un problema patrimonial entre un ciudadano y el estado, la situación sea completamente diferente, como podemos ver acá?

1 – No existe instancia judicial. El inspector es Fiscal, Juez, Jurado y Verdugo. No se pueden presentar pruebas ni justificaciones.

2 – La sentencia es inmediata.

3 – Se prohíbe a la parte «demandada» (en realidad, patoteada) seguir ejerciendo su actividad económica.

Esto no pasa solamente en Argentina, es mundial, y creo que necesitamos un psiquiátrico grande como el sistema solar para meternos a todos ahí adentro.

¿Cómo no nos llama la atención este delirio? ¿Cómo podemos considerarnos libres, si una facción, un grupúsculo de personas puede accionar contra nosotros legalmente de una forma que nosotros jamás podremos accionar?

Si somos iguales ante la ley, el estado también es igual. Por lo tanto, debería respetar los procedimientos:

1 – Avisar sobre la situación y sobre la demanda sobre supuesta «evasión» fiscal.

2 – Presentar las pruebas necesarias de que esos supuestos comerciantes estaban pagando menos impuestos que los debidos, desde cuándo y cuál sería el monto exacto. Por ejemplo, pruebas de que hace un mes o hace un año el local tenía el mismo tamaño, cuáles eran los precios, cuáles eran los costos y cuál sería la diferencia que se está «adeudando».

3 – Permitir que el tipo presente sus contra pruebas, testigos, etc. etc.

4 – Evidentemente el tipo no está intentando hacerse insolvente. En caso de que esté en una «categoría equivocada» y que eso se pueda comprobar en el momento, podría simplemente rectificarse el detalle, ponerlo en la categoría correcta, y que siga operando como siempre.

Hoy por hoy se asume que una persona debe pagar impuestos, y que no pagar es ser un pecador. Además, el estado tiene el poder total de cambiar cualquier regulación y dejarte en off-side. Finalmente, el fisco tiene la potestad de actuar de hecho sobre tu patrimonio. Y pueden llegar a dejarte arbitrariamente en la calle. Ya sea porque te tocó o porque dijiste algo que al funcionario de turno no le gustó.

Mientras esa discrecionalidad exista y la facción gobernante pueda dejarte sin techo y sin comida, no puede haber libertad.

Victor Hugo y un desagravio para Keynes

 

Victor Hugo Morales

Relator de El Relato

Bajada De Línea nos deleitó con dos tremendos programas dedicados a la economía. De Adam Smith a Cavallo y de Inglaterra a Chile.

El relator nos cuenta que, “por suerte”, Keynes ganó el debate de ideas que había entre él y Hayek, los que eran considerados los más grandes economistas allá por los 30’s. Nos muestran el clásico archiconocido Hayek vs. Keynes, a la vez que cuentan cómo Hayek y Milton Friedman idearon un plan para el que reclutaron a Margaret Thatcher y a Ronald Reagan para organizar y financiar las dictaduras de todo el mundo y usar el shock para imponer una economía que destruiría las vidas de muchísimas personas y también la educación chilena, a fin de concentrar la riqueza de todo el mundo en las manos de diez tipos que responden a Rockefeller. Porque ellos no querían a un estado presente y distribuidor y por eso ahora sus recetas están llevando a la quiebra a Europa.

En un popurrí surrealista y ridículo nos muestran propaganda sobre el “paro” en España o los que fueron “Nickeled & Diamed” en Estados Unidos, intercalados con Martínez de Hoz anunciando la reducción de la infraestructura y servicios ferroviarios, al Turco sacando las regulaciones al transporte y a Friedman explicando por qué es mejor un sistema educativo que pague el que lo usa. Lo que se dice un verdadero desastre.

Antes que nada hay que aclarar que el mercado existe desde el primer intercambio de una lanza por una canasta de mimbre entre hombres primitivos. Imaginen que si hay 4000 años de controles de precios y salarios, cuántos más habrá de intercambios per sé.

También cabe preguntarse si el estado desde su concepción fue, como dice Víctor Hugo,  un instrumento de “igualdad de oportunidades” y “distribución de la riqueza”. ¿Buscaba el Imperio Romano la igualdad durante sus conquistas? ¿Le interesaba a los faraones egipcios la distribución de la riqueza entre sus miles de esclavos? ¿Proveían los señores feudales medievales una educación gratuita y de calidad a los siervos de la gleba? ¿Qué movilizaba al imperio austro-húngaro sino su sensibilidad social de un mundo más justo y la ampliación de los derechos de las minorías?

Fue el fracaso del corporativismo mercantilista y el boom del libre-mercado y la Revolución Industrial lo que llevó a adoptar las democracias republicanas y las monarquías constitucionales modernas. Fueron los pueblos los que le impusieron límites a los estados déspotas a fines del siglo XVIII y principios del XIX.

Keynes vs Hayek

Clash of The Titans

El desagravio a Keynes viene porque éste era un gran creyente en el mercado, en la libre empresa, en la integración  del mundo, en las importaciones y exportaciones y también un economista bastante serio e intelectualmente honesto. Tenía simplemente una teoría para poder resolver una situación de una economía EN RECESIÓN, basada en su pensamiento sobre el ciclo económico.

Él proponía que, cuando el ciclo está en baja, desde el sector público se le podía “dar un empujón” a la economía para salir más rápidamente de la recesión, en general poniendo recursos en la infraestructura (caminos, puentes, etc.).

Pero claro, murió joven y con sus ideas en alza, funcionando óptimamente por los gastos bélicos de la Segunda Guerra. Así, fue convertido en santo y se armó una religión a su alrededor, con la que los estatistas podrían de ahí en más, justificar cualquier zafarrancho.

Keynes se está revolcando en su tumba al ver que en su nombre se le entrega guita a empresas como Electroingeniería y los Cirigliano, se paga el Fútbol Para Todos, se mantiene una aerolínea que pierde dos palos por día y se armó un aparato propagandístico que incluye el sueldo de Víctor Hugo.

Y Hayek no perdió el debate. Se convirtió en un paria cuando a todo el mundo le agarró cagazo después de leer Camino de Servidumbre, que explicaba como el control estatal de la economía había llevado a totalitarismos como el Fascismo, el Nazismo y como seguiría después a lo largo de toda la historia de la Unión Soviética y el Comunismo. Claro, afirmaba que podía pasar en cualquier parte, especialmente donde había tecnócratas enamorados de dirigir la economía.

Volviendo al programa sobre el malvado liberalismo, la fuente principal explícita e implícita por partes es nada menos que Naomi Klein y su “obra” La Doctrina del Shock, en la que muestra un fetiche personal con Don Friedman, además de su compulsión por falsear fechas y orden de acontecimientos,  de cambiar causas por consecuencias y de usar directamente viles mentiras. Por ejemplo, afirma que en la Plaza de Tianmenn había miles de jóvenes manifestándose en contra de las reformas pro-mercado y que fueron reprimidos para callarlos y liberalizar más la economía china. La realidad es que esa manifestación era pidiendo por libertades civiles (de las no económicas) y después de la masacre, la cúpula del PC frenó por un tiempo largo lo que venía haciendo por el mercado. Asumían que la mayor libertad de comercio había hecho posible y deseado el levantamiento.

Naomi Klein

Me hago la Progre… comprame el libro a 28 dólares.

El programa mete en la misma bolsa el escrache a Rockefeller, justamente uno de los grandes beneficiados por la existencia de los bancos centrales, la intervención estatal y el “dale que va” a las burbujas del ciclo económico, al mismo tiempo que culpa al libre mercado de la crisis Europea. Curiosamente se pasaron décadas recordándonos una y otra vez lo genial de la social democracia europea, su red de contención, los beneficios de jubilarse joven y de tener una vida COCOONeana hasta la tumba. Cuando sale mal, la culpa es, obviamente, de los que siempre dijeron que esa fiesta iba a tener que ser garpada en algún momento (Créditos a Federico Fontana por esto último).

Para terminar muestra el video de “Milton Friedman Puts A Young Michael Moore In His Place” y nos cuenta lo capo que es Michael Moore y la ternura que le dá verlo ahí todo jovencito debatiendo contra Friedman, el monstruo que le cambia el valor a la vida. Claro que no muestra la vapuleante respuesta, impecable y perfectamente lógica. Lo que no me queda claro es si la producción de BDL está llena de hijos de puta, si se le cagan de risa en la cara a Víctor Hugo o si a él ya no le importan más que los billetines que recibe a principio y fin de mes. Ese video, subido por alguien a YouTube, explicita en su descripción que el pibe NO ES Michael Moore, sino que se usó “un joven Michael Moore” a forma de eufemismo, como podríamos referirnos nosotros usando la frase “un pequeño Martín Palermo” para referirnos a un chico que no para de hacer goles.

En fin, un completo papelón. Guardemos el video para cuando caiga el régimen, así VH queda en la lista de impresentables de un país más.

Perlita: Invitados vía Twitter. D’Elia, Alejandro Robba (nunca mejor apellido para alguien que está con el gobierno), Filmus y el flaquito “líder” de la juventud PRO (autor de la remera del “Che Mauri” y, como siempre, mostrando su sensibilidad social y altos conocimientos sobre economía).

Perlita 2: El video de Keynes vs Hayek lo pasan cortado, evitando las mejores respuestas de Hayek. Por cierto, es de EconStories, que son partidarios de la Escuela Austríaca.

Perlita 3: El departamento de Víctor Hugo en la Quinta Avenida.

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Con la mía no

“Ustedes lo único que quieren es no pagar impuestos”  es una de las acusaciones que más recibimos los libertarios, como ya hemos visto por parte de diversos comentaristas (¿komentaristas?) del blog.

The Taxman Is Watching

I’m the taxmaaaaaan…

Y es cierto, los libertarios de todo el mundo estamos en contra de los impuestos por dos razones fundamentales:

Razón moral: Los impuestos violan el Principio de No Agresión.

Razón utilitaria: la asignación de recursos es mucho más eficiente hecha por las partes interesadas que por un ente de planificación central.

Quiero agregar a estas dos razones “idealistas” por así decirlo, un par de motivos más piensaenlatierristas: cantidad y finalidad de esos fondos.

Si estuviésemos hablando de lo que hasta hace no más de un par de décadas considerábamos un país normal, esto sería un lugar donde el estado se encargaba de no mucho más que:

– Hacer los caminos y alguna otra infraestructura.

– Proveer las cortes de Justicia.

– Administración de municipios, provincias/estados y cuerpo diplomático exterior.

– Cuerpos de seguridad interior y exterior.

– Algún seguro de desempleo, algún subsidio a la demanda de transporte y pensiones.

– Salud pública.

– Educación, preferentemente a través de vouchers.

Y a la vez sufriéramos una presión fiscal de un 30 – 35%, plantearía un escenario a largo plazo. El famoso “Proyecto Multi-Generacional” del que habla Molyneux, con una impronta muy fuerte en la educación y en la crianza.

Así, cada uno podría tener una vida razonablemente apasible, dedicarse a hacer lo que le gusta, incluyendo algún tiempo para la causa libertaria (más, menos, aporte de tiempo o recursos, depende de cada uno).

Ahora, qué pasa cuando los que detentan el poder del estado se quedan con un 50 – 60% del fruto de nuestro trabajo, no cumplen o cumplen a medias y muy mal todas las funciones de arriba y, al mismo tiempo:

– Usan tu guita para meter en el sistema educativo/adoctrinador a una cantidad de resentidos cuyas ideas políticas y económicas resultaron en la muerte y masacre de cientos de millones de personas.

– Usan tu guita para armar un sistema de subsidios que destruye los incentivos para brindar energía y transporte, con la consecuente pérdida y degradación del capital instalado que lleva a escasez y accidentes. Además de haberse quedado con suculentos retornos de dichos subsidios.

– Usan tu guita para armar un conglomerado de medios y corromper periodistas, o agrandar a cuatros de copas para hacer una incesante campaña propagandística donde ellos son los buenos y los paladines de la libertad, mientras que vos sos un malvado hijo de puta que quiere niños muertos de hambre en las calles.

– Usan tu guita para montar un aparato de persecución de personas, utilizando al fisco como regla moral y mafia al mismo tiempo, apretando a todo aquel cuyo discurso no esté con ellos.

– Usan tu guita para decirte cómo organizar tu negocio, cuántos empleados tener, cuánto pagarles y cómo. Por supesto, pueden forzarte a hacerlo y todo.

– Usan tu guita para restringir la cantidad de productos y servicios a los que podés acceder, con las obvias consecuencias de baja de la calidad y aumento de precios.

– Usan tu guita para poner matones en los aeropuertos internacionales, que aprietan a los ciudadanos que regresan del exterior, amenazándolos por cruzar una línea imaginaria con bienes hechos del otro lado. Y hay de vos si te llegan a agarrar con algo.

– Usan tu guita para darle beneficios a emprebendarios amigos de ellos en forma de subsidios o ventajas, por las que claro, recibirán también retornos (o serán de testaferros).

– Usan tu guita para imprimir billetes a lo loco, para impedirte refugiarte en alguna moneda más dura y para obligarte de hecho a pagar el impuesto inflacionario a vos y a todos.

– Y, finalmente, utilizan tu guita para armar regulaciones y esquemas que hacen inviables varios territorios, convirtiendo a los habitantes de los mismos en dependientes de la dádiva estatal. Así, quedan a merced de los repartidores, señores feudales como Insfrán o la “gobernadora” Milagro Sala. Estas personas que están al borde de la marginalidad, se convierten entonces, por adoctrinamiento, necesidad o ambos, en esclavos de los que la reparten. Los arrían, los llevan a actos, los usan como medida de fuerza para ver quién tiene más ovejas. Y están a total merced de la voluntad de los señores. El que disiente o hace algo que no les gusta, queda afuera como mínimo y habría que ver cómo pueden reaccionar el resto de los siervos y hasta dónde llegarán para ganarse el favor del amo. Una indignidad realmente vomitiva.

Ahora, después de este listado de acciones estatales que son claramente inmorales, me gustaría que alguien de nuevo me acuse de no querer pagar impuestos. No pagar por una razón moral, no colaborar con un régimen populista asqueroso, te convierte en héroe.

El Estado somos todos

Está en boca de muchos decir, cuando uno se queja de malos manejes del Estado, la frase “pero el Estado somos todos”.

 

Yo no estafé a varias generaciones con falsas promesas de jubilación.

Yo no imprimo billetes sin respaldo, robándole el poder adquisitivo a los que están en manos de mis conciudadanos.

Yo no le robo cerca del 50% de su sueldo a mis compañeros trabajadores.

Yo no adoctrino a tus hijos con un sistema que fue pensado hace más de 150 años para formar soldados y empleados industriales.

Yo no mandé a pibes de 18 años a morirse en una cruzada quijotesca contra uno de los mejores ejércitos del mundo.

Yo no le transpasé al pueblo las deudas de los empresarios amigos que se habían endeudado en la timba financiera.

Yo no arrasé con varios pueblos originarios para expandir el territorio nacional.

Yo no le di esas tierras conquistadas a 344 familias aristócratas amigas del poder.

Yo no convertí el campo en un monocultivo de soja, con la aplicación de retenciones y prohibiciones.

Yo no hice desaparecer el pan blanco en 1952.

Yo no meto en la cárcel a los que eligen meter en sus cuerpos ciertas plantas o sustancias sin afectar a nadie más.

Yo no obligué a todas las generaciones hasta los 90’s a hacer el servicio militar obligatorio.

Yo no construí obras que benefician solamente a algunos empresarios o sectores afines, con la plata de los contribuyentes.

Yo no confisqué las jubilaciones de gente que había optado por irse del sistema piramidal estatal a uno un poco menos peor.

Yo no le impuse a mis conciudadanos un corralito para que no pudieran retirar sus ahorros.

Yo no le pesifiqué las deudas a mis empresas amigas 3 a 1, mientras los ahorros de la gente se pesificaban 1 a 1.

Yo no le impido a mis conciudadanos establecer relaciones comerciales mutuamente beneficiosas con el exterior.

Yo no persigo a los espacios de arte independientes con leyes obsoletas, habilitaciones absurdas e inspectores corruptos.

Yo no censuré a la prensa, ni a la música, ni a la literatura.

Yo no reprimí las protestas sociales.

Yo no metí presos a mis rivales políticos.

Yo no desaparecí a 30.000 personas durante la última dictadura.

 

Por todo eso y más, “el Estado somos todos” las pelotas.

 

Son éstos.

Son éstos.

Culebrón y Macumba

Viva La Revolución - Guevara y Chávez

Las nuevas deidades

Creemos que evolucionamos, que aprendemos, que nuestras sociedades se hacen cada vez más modernas, refinadas y sofisticadas. Pero esto es solamente una pantalla. Una flagrante mentira que la mayoría de las personas se dicen a sí mismas para convencerse de que no son más que los mismos supersticiosos que pensaban que sacrificando una gallina a los dioses iban a obtener una mejor cosecha.

Vengo siguiendo de cerca el tema de Venezuela y la enfermedad/muerte de Chávez y lo que me queda cada vez más claro es que nos estamos sumergiendo en un primitivismo y un oscurantismo cada vez más grande.

Supongamos que el administrador de nuestro edificio contrae una enfermedad muy grave. Incluso mortal. ¿Se le ocurriría a alguna persona en su sano juicio esperar a su recuperación y que las decisiones diarias sobre su edificio queden en manos del cadete? ¿O simplemente expresa sus mejores sentimientos de mejora a la familia del mismo, rescinde el contrato y le entrega la tarea a otra persona?

¿Se le ocurriría a alguien darle la administración de un fondo fiducidario millonario a una persona que está mortalmente enferma y tiene que utilizar todo su tiempo y esfuerzo en tratamientos cuasi diarios?

Definitivamente no. Porque entendemos que para realizar todas esas funciones es necesario contar con plenas facultades físicas y mentales.

Si tenemos esto claro, ¿cómo es que cuando se hace en la esfera pública en nombre de la “democracia” las sociedades muchas veces toman el enfoque totalmente opuesto?

Ya sea porque está muerto, porque está viviendo de las máquinas, o porque está muy grave con algún tipo de recuperación posible, Chávez no puede seguir siendo presidente de Venezuela. Y debería ser la inmensa mayoría de los venezolanos los que reclamen esto. Y no me refiero a que no puedan tenerle estima o pensar que fue el mejor gobierno que han tenido. Simplemente que, así como no le das a una persona que está pasando por una experiencia traumática (muerte reciente de un familiar, enfermedad terminal, etc.) la administración de tu edificio, mucho menos le das la administración de la recaudación pública y la posibilidad de influir en los destinos de los habitantes de todo un país.

No existe ninguna diferencia entre que Maduro desde Cuba esté haciendo de presidente en ejercicio, supuestamente ejecutando las órdenes de Chávez (mientras no dan ninguna prueba de que esté remotamente vivo o en qué condiciones está), con un brujo de la tribu dando órdenes porque los dioses supuestamente le hablaron al abrir las tripas de un animal.

Un presidente no es electo por “quién es”. No se es presidente por la sangre que corra por las venas o el código genético que se porta. No puede asumir la presidencia alguien en estado vegetativo (o demasiado consumido). No puede ser interpretada la voluntad de un cuerpo por parte de sus discípulos. Para tener una democracia, no basta con poner papelitos en una urna para elegir a una pseudo-deidad. La democracia asume un contrato entre dos partes: delegación de poder sobre una persona específica (o un conjunto, o una cadena), a cambio de servicio y administración.

La constitución de Venezuela es bien clara: en caso de que el presidente electo no pueda asumir, hay que llamar a nuevas elecciones. En caso de que el presidente dimita o muera durante los primeros tres años de mandato, hay que llamar a elecciones. Ante cualquier otro escenario, estamos ante una ruptura del orden constitucional. Y cualquier gobierno que no llame a elecciones, será un gobierno de facto, que no significa más que “un gobierno de hecho”.

Existen básicamente dos razones por las cuales la totalidad de los venezolanos no están exigiendo a gritos y en las calles ver las fotos del estado de su actual presidente, que a la vez debería asumir en un par de días:

a)      Tienen miedo de algún tipo de represalias por parte del gobierno.

b)      No entendieron qué era la democracia y han vuelto a la macumba y al oscurantismo de hace por lo menos cuatro siglos.

Y en ninguno de los casos podemos hablar de que en Venezuela exista, entonces, una democracia moderna.

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Para vos Socialismo solidario, para mí Liberalismo bien salvaje.

Ayer  un amigo me pasó un link a un artículo que habla de una nueva ley promovida por editores de revistas «independientes» que como la mayoría de nosotros en el país, están en la lucha por la supervivencia.

Esta asociación tiene varios integrantes conocidos y de peso (por lo menos en el área del AMBA) como Revista Barcelona, THC, El Amante, MU o La Garganta Poderosa. El argumento que los lleva a redactar este proyecto de ley es que bajo los esquemas actuales de comercialización y sus condiciones, las distribuidoras de kioskos y revistas hacen más negocio cobrándoles multas porque sus revistas no se venden, que distribuyéndolas para promover su venta. Dicen que las empresas distribuyen mal «a propósito» para que no se vendan y así poder cobrarles multas que hacen a la rentabilidad del contrato.

Está claro que si me preguntan a mí, yo desregularía todo lo que tiene que ver con medios y canales de distribución, sacarle el monopolio de la venta a los canillitas y muchos otros grandes etcéteras que si los comienzo a nombrar los voy a cansar porque ya todos están acostumbrados a leer acá sobre propuestas liberales.

Quién diría que sacaríamos una imagen del portal infonews jajajaja.

Lo que me llamó la atención, es que si bien muchas de estas revistas gastan hectolitros de tinta para criticar, denostar e inventar todas las barbaridades posibles sobre el liberalismo, el proyecto de ley, básicamente, pide que para ellos se aplique el más «salvaje» de los liberalismos, pero que los demás seamos sumamente solidarios y capitalistas en los aportes de capital. Eso me hace reflexionar, que si bien esta gente se queja contínuamente de todo lo que ellos creen que es el liberalismo, cuando finalmente tienen que redactar un proyecto para su sector se vuelcan y ven como muy beneficioso que se le aplique a su actividad la libertad en su máxima expresión. Al parecer, en una parte muy interna y escondida de todos, nos damos cuenta que si nos dieran libertad, vamos a estar mejor. Pero muchas veces, de la boca (o de los dedos) para afuera, terminamos diciendo otra cosa y muy contradictoria.

Socialismo solidario para vos

ARTICULO 4° — Creación y objeto. Créase el Fondo Nacional de Desarrollo para la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural Independiente con el objeto de realizar aportes de capital y brindar subsidios a mediano y largo plazo para inversiones productivas a las empresas sociales y formas asociativas comprendidas en el artículo 1° de la presente ley, bajo las modalidades que establezca la reglamentación.

ARTICULO 5° — Fideicomiso. A los efectos del artículo anterior, se constituirá un fideicomiso financiero en los términos de la ley 24.441, por el cual, el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Economía, como fiduciante,  encomendará al Banco de la Nación Argentina, que actuará como fiduciario, la emisión de certificados de participación en el dominio fiduciario del Fondo Nacional de Desarrollo para la Producción Independiente y Autogestiva de Comunicación Cultural Independente, dominio que estará constituido por las acciones y títulos representativos de las inversiones que realice. Dicho Fideicomiso no podrá ser inferior al 20 por ciento del presupuesto de la publicidad oficial destinado a pautar en medios televisivos, radiales y gráficos.

En los artículos 4to y 5to de la Ley, lo que se pide básicamente es que te cobren impuestos a vos para que se hagan aportes de capital y subsidios a las revistas independientes, que de tener éxito, no te girarán un centavo en concepto de dividendos. Por otro lado, se hacen llamar «independientes» y encomiendan al poder ejecutivo la administración de los fondos que deberían recibir, convirtiéndolos de «independientes» en dependientes del gobierno de turno. Pasan a convertirse de periodistas en empleados públicos que escriben. Me gustaría saber con qué van a salir el día que desde el gobierno les empiecen a bajar línea editorial a cambio de los fondos. Aunque hoy por hoy, para ser sincero, sacando a El Amante del grupo, el resto parece estar reclamando «lo que le deben » en concepto de subsidios por años de publicar notas filo-oficialistas.

Básicamente, todos tenemos que ser financistas solidarios de estas publicaciones, sin recibir, no sólo ganancia alguna, sino que ni siquiera accederíamos en forma gratuita al material producido, porque igual nos cobrarían las revistas en el kiosko de diarios y revistas.

ARTÍCULO 12.- Los Ministerios de Cultura y Educación, destinarán partidas para la adquisición de lotes substanciales de cada publicación producida bajo el presente régimen de promoción. Queda expresamente vedada la evaluación  de la publicación por motivos políticos, religiosos, morales, o de cualquier género discriminatorio. Las publicaciones así adquiridas se destinarán exclusivamente a las bibliotecas escolares y públicas.

ARTÍCULO 13.- Las empresas estatales de radio, prensa, televisión y las demás que como medio de comunicación se creen, facilitarán tiempo y espacio preferenciales con objeto de promover y divulgar las publicaciones producidas bajo el presente régimen de promoción.

ARTÍCULO 14.- El Ministerio de Comunicaciones, Transporte y Obras Públicas otorgará tarifas postales preferenciales a las empresas sociales de este sector.

No contentos con recibir fondos frescos, contantes y sonantes de parte de nuestros bolsillos, piden que los establecimientos educativos tengan que consumir en forma obligada lo que ellos producen, sea del interés o no de los padres, alumnos o de la comunidad educativa. O sea, no solo tenemos que ser solidarios con dinero en efectivo y créditos preferenciales, sino que además debemos ser solidarios consumiendo sus publicaciones aun cuando nadie quiera hacerlo y sin importar la preferencia de los ciudadanos y los consumidores. En este sentido, la ley destila un fascismo y dirigismo muy peligroso, ya que en ningún lado establecen los criterios con los que debe hacerse la distribución de la producción editorial final. Si bien yo creo que la ley no debería existir, dejar las puertas abiertas a la manipulación es lo peor que se puede hacer, más conociendo a quienes suelen manejar los gobiernos.

Para mí, Liberalismo bien, pero bien salvaje

Y llegamos así a la parte más interesante de la ley, y que en realidad es el principio pero por motivos literarios (?) dejo para el final.

ARTICULO 3o — Las empresas sociales instituidas bajo este régimen gozarán del siguiente tratamiento impositivo:
a) Exención en el impuesto a las ganancias, Ley de Impuesto a las Ganancias (texto ordenado 1997) y sus modificaciones, por las utilidades que generen;

b) Exención en el impuesto al valor agregado, Ley de Impuesto al Valor Agregado (texto ordenado 1997) y sus modificaciones, de toda la operatoria que se desarrolle con motivo de los mismos.

c) Importación de maquinaria, equipo y piezas necesarias, destinados a la producción;

d) Importación de insumos;

e) Exportación de las publicaciones elaboradas, incluyendo el impuesto
al Valor Agregado.

Acá llegamos al «sueño del pibe». Básicamente están pidiendo que no se les cobre ningún impuesto, y tener la libertad de exportar e importar sin ninguna clase de límite lo que necesiten para su actividad comercial. 

Y les juro. Les recontra juro, que los entiendo. Por qué pagar una notebook de porquería con tecnología que atrasa por lo menos 2 años por una notebook «producida» en Tierra del Fuego al precio por el que afuera te venden la última MacBook Pro. Por qué pagar impuestos si al fin y al cabo estoy trabajando y todo lo que produzco lo hago gracias a mi ingenio y mi capacidad. Por qué favorecer a un industrial nacional si en realidad lo que yo necesito es comprar insumos más baratos para poder ofrecer un mejor producto a un mejor precio, para cuidar así el bolsillo de mis clientes proveyéndoles la máxima calidad que creo deben recibir. Por qué tengo que usar tintas de mala calidad y caras si puedo aprovechar de la tecnología de punta a nivel mundial que va a favorecer la calidad de mi producto al mejor precio. Por qué cobrarme retenciones cuando exporto si estoy beneficiando a todos girando divisas al país que muy probablemente vuelva a invertir acá si las condiciones son favorables.

 Parece que cuando nos preguntan sobre qué querríamos para nosotros y nuestra actividad, a todos nos sale de adentro el liberalismo más salvaje. Pero cuando nos preguntan sobre los demás, queremos tenerlos a raya, con la correa bien ajustada, no vaya a ser que los demás tengan la misma libertad que quiero para mí mismo.

No culpo a los administradores de estas publicaciones por querer el liberalismo más salvaje de todos para su propio trabajo. Pero no seamos hipócritas, eso es lo que todos queremos. Queremos trabajar en paz, poder gozar tranquilos de los frutos de nuestro trabajo y ofrecer el mejor producto al mejor precio, beneficiándonos a nosotros y cuidando el bolsillo de nuestros clientes. Claro que para eso hay que conseguir el favor del consumidor. Y he ahí lo que pretenden con la ley. Doblegar el gusto del consumidor, para que tengan ellos tengan trabajo. El trabajo que ellos quieren, con las condiciones que ellos quieren. Pero no se dan cuenta que no hay nada más democrático que un consumidor eligiendo. Y por eso la parte fascista de la ley, para doblegar la voluntad de un ciudadano por la voluntad de un gobernante. Y eso es sumamente peligroso. Ya lo estamos viviendo.

Lo único que espero es que un día dejen la hipocresía de lado y se den cuenta que si les preguntaran, ellos quieren el mismo liberalismo por el que luego gastan cientos de miles de renglones en criticar, desprestigiar, condenar  e incluso tergiversar.

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