Lubertino tuvo una buena idea

Como si por un momento un grupo de alienígenas solidarios pensaron en la legisladora porteña María José Lubertino y le devolvieron el cerebro, la ex-titular del INADI tuvo una buena idea.  Si, la misma persona a la que le «secuestraron Twitter«, la que propuso negociar con el violador para que sea con métodos anticonceptivos, o la que envió el ya famoso mensaje que erró en su destinatario, esta vez tiene una propuesta que vale la pena analizar, y no burlarse.

Lubertino propone un cambio en la legislación de la Ciudad de Buenos Aires respecto a los animales:

Espacios para todos y todas..las mascotas. Eso es lo que plantea la legisladora del Frente para la Victoria, María José Lubertino, quien el martes presentará un proyecto con el fin de lograr que se derogue una prohibición que no permite el ingreso de los animales domésticos a espacios y transporte públicos.

«Queremos derogar la prohibición y proponerle a los lugares que definan si son voluntariamente amigables a las mascotas», planteó la ex titular del Inadi en declaraciones a Radio 10. El trabajo, según detalló, fue a lo largo de varios años estudiando las legislaciones de países como Francia, Suiza y Estados Unidos junto a organizaciones protectoras de animales.

La perra de Lubertino, contenta.

Impecable. Lubertino propone derogar una prohibición sobre el ingreso de animales a comercio, y que sean los dueños de los comercios que decidan si permiten o no el ingreso de animales. Una solución que le devuelve, apenas,  una facultad sobre su propiedad que los dueños nunca debieron haber perdido.

Lo sorprendente de esta propuesta es que no se encuentra viciada de retrocesos, como suelen ser muchas de las legislaciones que en principio podríamos estar de acuerdo, pero que luego terminan siendo arruinadas por clausulas adicionales. Un ejemplo es la cuestión de la legalización de las drogas, que es acompañada con obligar a prepagas y obras sociales a cubrir tratamientos de desintoxicación, o la reciente ley de género, que involucra a los hospitales públicos, obligados a realizar gratuitamente aquella operación.

Una solución similar a la de los animales, tan simple como permitir que el dueño del comercio elija que política adoptar, es la que proponemos para los cigarrillos [1], [2], [3].

No van a faltar aquellos que pongan en duda la higiene de los lugares que permitan animales, la respuesta es simple: no vayan a esos lugares. La posibilidad de que cada dueño escoja las condiciones de admisión y permanencia de su local no sólo representan una ventaja para aquellos que hoy se ven privados de ingresar a esos lugares (los que fuman, los que quieren ir con animales, etc), sino para todos los demás que tendremos más posibilidades de elegir al haber mayores aspectos en los que los diferentes comercios podrán competir.

Felicitaciones a Mxríx J@se Lubertinx por esta idea, esperamos desde acá que su intervalo de lucidez se extienda.