La hora de desconcertar al mundo

Hay una persona que está desconcertando al mundo. Con él las categorías tradicionales para describir a los actores políticos desaparecen. Nadie sabe bien como definirlo, y encontrar una nota sobre él, que no se contradiga, no se equivoque al describir sus posturas, o las enmarque en el contexto adecuado es bastante difícil.

Dr. Ron Paul

Estoy hablando de una persona que ha predicado durante los últimos 30 años la defensa de los derechos individuales y de los mercados libres, pero que recién ahora, luego de predecir la burbuja inmobiliaria, de la crisis de la deuda en Estados Unidos y Europa y los salvatajes billonarios a bancos y empresas, se empieza a hacer escuchar. Obviamente, me refiero al médico de 76 años, y congresista por el estado Texas, Ron Paul.

La cobertura mediática del Dr. Paul, en los medios hispanos, confirma una de las tesis que sostenemos los optimistas en relación a las posibilidades de vivir en una sociedad libre. Es que las ideas que expone Ron Paul son ineditas  en esta parte del mundo en estos tiempos. Aún en Estados Unidos, cuyos principios fundacionales se asemejan a las ideas que expone Paul, sus ideas no son del todo comprendidas por los votantes, mucho menos cuando es un candidato anti-guerra en un país en el que desde los atentados del 11-s, los políticos han apelado al miedo, a la «seguridad nacional» y a la necesidad de una presencia militar fuerte en el mundo como los factores fundamentales que definirán la supervivencia de Estados Unidos como tal.

Pero el desconocimiento de las ideas de Paul, y la imposibilidad de identificarlas, en la prensa en español es aún mayor. Tan sólo basta ver algunos ejemplos de lo que se escribe por ahí:

Página/12 (Argentina)

El congresista Ron Paul, defensor del libre mercado y contrario a la inversión extranjera en el país, quedó posicionado en el tercer lugar.

Las negritas son mías. No se de donde sacó el periodista de Página12 que Ron Paul se opone a la inversión extranjera, pero habla del poco rigor profesional para investigar sobre lo que va a escribir. Ron Paul es un libertario, favorece el libre tránsito de productos y capitales, y eso incluye la inversión extranjera.

La publicación online Observador Global va más allá y dice:

En algunos aspectos, Ron Paul coincide con ideas que levantan los sectores de izquierda, en otras con los neoliberales económicos, a veces parece ultrarreligioso, pero con respecto a otros temas sus opiniones y sus votos en la Cámara de Representantes suenan a anarquismo.

Varias de sus declaraciones podrían incluirse dentro del fascismo, principalmente por el grado de racismo, pero su campaña para la reducción del Estado en varios aspectos no coincide con las ideas fascistas de un Estado controlador, sino que recuerda a los ideólogos neoliberales económicos.

Sbarbi Osuna, el autor de la nota, no tiene idea de lo que está hablando. Un conjunto de ideas que rompe con sus esquemas mentales y lo termina desconcertado, ¿cómo puede una persona defender al mismo tiempo ideas que parecen de izquierda e ideas que parecen de derecha?

Acá lo ayudamos.

Una revolución en marcha

La cobertura de IPS Noticias es una de las más acertadas:

En temas económicos es un fiel neoliberal. En sus más de 20 años en el Congreso legislativo ha continuamente votado contra toda propuesta que incrementara el gasto del gobierno federal, algo que considera la mayor amenaza a las libertades individuales. También ha propuesto en varias ocasiones la eliminación de departamentos de gobierno como el de Seguridad Social y la Reserva Federal.

Es un fuerte defensor de los «derechos de los estados». Cree que aquellos temas en los que la Constitución no le confiere explícitamente la última palabra al gobierno federal, como el aborto, el matrimonio homosexual y la legislación de la marihuana, deben quedar en manos de las respectivas autoridades estaduales.

Coherente con sus posturas libertarias, es fuerte defensor de todos los derechos individuales, incluso el de portar armas, y se opone a los cateos y las confiscaciones sin orden judicial en el marco de la guerra al terrorismo.

Sin embargo, no lo llamaría a Paul un neoliberal. Ron Paul es un verdadero defensor de los mercados libres y seguidor de la Escuela Austríaca de Economía, mientras que un neoliberal sólo realiza discursos defendiendo los mercados libres, pero favorece la regulación, el endeudamiento estatal y la intervención del estado en numerosas áreas de la economía.

Finalmente, el español ABC lo describe así:

En «asuntos sociales» Paul es «progresista» en virtud de su opinión de que el Estado no debe inmiscuirse en la vida de los individuos. En política exterior, Paul es aislacionista y se ha opuesto a las guerras y la permanencia de tropas estadounidenses en ultramar.

En materia económica y fiscal, Paul propone la abolición de la Reserva Federal, se opone a los impuestos y todos los programas gubernamentales de asistencia social.

 Una descripción precisa, que sin embargo apela a encasillarlo a Paul en las categorías políticas tradicionales.

¿Qué quiere decir todo esto? En mi opinión esta confusión se da por dos factores. En primer lugar, la poca profesionalidad periodística para investigar acerca de un candidato. En segundo lugar, que las ideas de la libertad no son muy difundidas, y mucho menos en español, por lo que toparse con un libertario en la mitad de las primarias republicanas es un shock para muchos periodistas que quedan desubicados.

Esto último creo que es una buena noticia para los que aspiramos vivir en una sociedad libre, el desconocimiento de una idea no indica que no es popular, o que fue rechazada, el desconocimiento de una idea indica que tiene mucho lugar para crecer. A mi entender, una buena noticia.

Pero esto también quiere decir que tenemos un arduo trabajo por delante, Ron Paul tardó 30 años en llegar a donde está, y todavía queda un largo trabajo para seguir avanzando sus ideas, aunque de a poco se van instalando en el debate político. Un tercer lugar en los caucus de Iowa no es un resultado para frustrarse, veinte mil personas eligieron una opción impensada como alternativa hace algunos años, al contrario, es un resultado para ilusionarse.

La posibilidad de alcanzar el objetivo de conseguir una sociedad libre está cerca, depende de la acción que tomemos para llevar adelante está idea, depende del esfuerzo personal y del compromiso. No es fácil, va a haber muchos obstáculos en el camino, pero es al final del día es gratificante, y a pesar de todas las injusticias uno se puede ir a dormir, cualquiera sea el camino que haya optado para intentar alcanzar el objetivo, que está haciendo algo por la causa de la libertad.

Es hora de salir, y desconcertar al mundo con la noción tan radical de que nadie tiene derecho a iniciar el uso de la fuerza contra otra persona, o su propiedad.

Adelante!