Perón, Perón, que grande sos!

Por Alberto Bengas Lynch (h)
En Fundamentos del Analisis Economicco, pp. 160-162, ed. Fundación BCBA, 1979.
A partir de 1943, se reformó todo el sistema bancario y la carta orgánica del Banco Central. Irrumpió, a partir de entonces, una inflación galopante, ejerciendo sus consabidos efectos sobre la comunidad. La cotización del dolar en pesos argentinos experimentó un alza del 985% desde 1945 hasta 1955. El salario real en ese mismo período se elevó a un ritmo anual que resultó ser 4,8 veces inferior al de los diez año procedentes y desde 1955 hasta 1968 el promedio anual de aquel índice – aún siendo poco – fue el doble de los años de la dictadura. Las reservas monetarias sufrieron una merma del 77% desde el advenimiento de Perón hasta su derrocamiento; en 1948 entramos en cesación de pagos hasta que en 1951, con el auxilio de la banca extranjera, comenzamos a cumplir nuestros compromisos financieros internacionales más apremiantes.

Perón, Perón, el gran ladrón. (De cuando tenía las manos)

La deuda externa se elevó nada menos que en un 380% durante el peronismo y en 1955 hubo que designar una comisión ante el Club de París para negociar la asfixiante deuda que se soportaba al momento. Si comparamos el volumen del comercio exterior en 1955, con las cifras que refleja el año 1943 para el mismo rubro, observamos que las exportaciones cayeron a menos de la mitad. La producción física de cereales y carnes mermó de un 28% y 41% respectivamente durante la década de desgobierno de Perón. La producción industrial experimentó un alza del 11% en aquel período, cifra que resulta sumamente reducida si se la compara con el incremento del 97% de aumento de los quince años siguientes. Ademas, aquel incremento insignificante en los productos industriales se logró principalmente merced a la sistemática expoliación del campo, lo que permitió subsidiar una pesada y gravosa industrialización artificial. Este último fenomeno – la traslación forzosa de recursos del campo a la industria – provocó la emigración de poblaciones campesinas con destino a las ciudades y sus aledaños, engendró la peor de las crisis habitacionales que vivió la Argentina, dando así origen a las tristemente conocidas «villa miseria».

Torpemente se fueron sucediendo las «nacionalizaciones» de empresas de servicios públicos, derrochando así fondos del tesoro nacional y brindando cada vez peores servicios a la comunidad. Debido a la gran inflación el ahorro mermó considerablemente; los saldos que el público mantenía en Cajas de Ahorro, depósitos a plazo fijo y en instituciones de crédito hipotecario, representaban el 32% del PBN en 1944, para pasar al 8% en 1954.

Salvo escaso paréntesis, hasta la fecha, los distintos gobiernos no han hecho más que adoptar en grado diverso, la política socialista de la segunda tiranía [ABL considera que el período de Rosas fue la primer tiranía]. Así es que desde 1943 hasta mediados del corriente año el costo de la vida subió 360 veces, esto es el 36.000%.

Cita completa: Alberto Benegas Lynch (h), Fundamentos del Analisis Economico, pp. 160-162, Editorial Fundación Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Argentina 1979.