Recordando a Cuba

No es costumbre de este blog publicar noticias, pero este tema lo amerita. Mientras la prensa internacional se enfocaba en las medidas anunciadas por Raúl Castro sobre un supuesto alivio a las restricciones que sufren los cubanos, Juan Wilfredo Soto García se sumaba a la lista de disidentes asesinados por el regimen castrista:

La disidencia cubana puede tener un nuevo mártir. Se llama Juan Wilfredo Soto García, había estado en la cárcel por motivos políticos en varias ocasiones y ha fallecido este domingo, día de las madres en Cuba, a la edad de 46 años. Soto no era un disidente conocido. Formaba parte del Polo Antitotalitario Unido, una pequeña agrupación del centro de la isla a la que también pertenece Guillermo Fariñas, premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2010, quien ha calificado su muerte como «un asesinato».

El opositor fue arrestado el pasado 5 de mayo en el parque Leoncio Vidal de la ciudad de Santa Clara, y según fuentes de la disidencia, varios policías le propinaron una «brutal paliza» ante los ojos de todo el mundo en el momento de la detención. Fueron esos golpes, y no las enfermedades crónicas que padecía el activista, los que motivaron su ingreso hospitalario horas después y su posterior fallecimiento, según aseguran los opositores.

 

Los cubanos exigen una sola cosa: libertad

Las autoridades no han dado todavía versión alguna de lo sucedido. El Hospital Provincial de Santa Clara, donde Soto falleció tras pasar dos días en estado crítico, informó de una «pancreatitis» como la causa de la muerte, aunque que no habrá un certificado medico oficial hasta dentro de 15 días.

La portavoz de Fariñas, Lisset Zamora, ha dicho desde la funeraria de Santa Clara -donde este domingo los familiares y miembros de la oposición han velado el cadáver- que Soto era diabético y que había sufrido antes un infarto, pero afirmó que la causa de su muerte fue «la golpiza» que recibió.

«Se trata de un crimen, es un asesinato y el responsable es el Gobierno por alentar la violencia policial. Él estaba esposado cuando recibió los golpes, y en el parque vigilaban la operación conocidos responsables de la policía política en Santa Clara», ha asegurado. En la misma línea de Zamora se ha manifestado la mayor parte de la disidencia al conocer la noticia. Fariñas, que estuvo en la funeraria en Santa Clara, ha afirmado que no permitirán que quede «impune el asesinato» y ha pedido una «condena unánime de la comunidad internacional».

Por su parte, Martha Beatriz Roque ha establecido similitudes con el caso de Orlando Zapata Tamayo, muerto el año pasado tras una huelga de hambre de 85 días, y la bloguera Yoani Sánchez ha considerado en su cuenta de twitter que «este hecho de violencia policial no es un caso aislado». El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez, ha considerado que, con independencia de si fueron los golpes la causa directa de la muerte, el responsable es el régimen por alentar la violencia y la intolerancia, recordando que hace sólo unos días el expreso del Grupo de los 75 Ángel Moya recibió otra «brutal golpiza» cunado estaba indefenso. «Reclamamos al Gobierno que abra una investigación transparente y depure responsabilidades», ha dicho.

Hay muchas cosas en el caso que no están claras. Según la disidencia, Juan Wilfredo Soto García estaba sentado en el principal parque de Santa Clara cuando la policía le exigió que se retirase. Al negarse, fue reducido por la fuerza, esposado y golpeado con saña. Según Lisset Zamora, después la misma policía lo llevó al hospital donde fue atendido y enviado a casa. Horas más tarde se sintió mal y un compañero de la oposición lo llevó de nuevo al hospital, donde pasó dos días en estado crítico hasta que murió en la madrugada del domingo. Su entierro se celebró por la tarde.