Ni estado Ni sociedad

Sergio Berensztein escribe:

Quizás lo más lamentable sea que el fracaso brutal y rotundo del Estado traiga aparejado la neutralización de los esfuerzos puntuales y ejemplares de organizaciones de la sociedad civil, grupos religiosos, proyectos de responsabilidad social empresaria o incluso individuos, que con pasión y entrega se involucran en las zonas y/o en los temas más complejos, para suplir – al menos parcialmente – la ausencia y la apatía de las autoridades supuestamente competentes.

Es en parte lo que decíamos acá, cuando la sociedad espera que el estado se ocupe de determinados problemas, y éste no hace nada, o fracasa en su intento de hacerlo, o termina asfixiando cualquier esfuerzo privado para atacar la problemática.

Lo importante, terminar con la falsa idea de que cuando hay un «estado ausente» se está frente a un gobierno de tendencia liberal, cuando en realidad se está presente ante un estado presente y fracasado. En una sociedad libre nadie espera nada del estado, por lo tanto no podría estar ausente, y en respuesta a los problemas que se generan, son las personas,  con verdadero compromiso y motivación las que intentaran, por diversos medios, solucionarlos.