El Llamado (II)

El siguiente artículo esta relacionado con el de ayer. Se trata de una aplicación práctica al «llamado» al que hacia referencia el autor, que no casualmente es el msimo.

En este caso, es sobre la historia de Rush, una banda de rock progresivo, que supo conocer la cima del estrellato. Sin embargo, luego de dos grandes discos, lanzaron un disco que fue un fracaso comercial. A todo esto la compañía discográfica los presionaba para que lanzaran mas singles y canciones más cortas. Fieles a su estilo, dejaron de lado el consejo de la compañía y decidieron lanzar el nuevo disco difundiendo las ideas que aparecen en la novela Himno, de Ayn Rand (Son menos de 100 paginas sin desperdicios!).

Después de repasar la historia de Rush en ocasión del estreno del documental sobre la historia de la banda.

Dice Horwitz:

Transcurrido el tiempo, el album se convirtió en un gran exito, gracias a la significante fuerza del boca a boca.  […]

La lección de la pelicula es que las personas con un «llamado», no importa el tipo, deben reocnocer seis claves para convertirlo en un exito:

1. Comprometerse en ser el mejor en lo que sea que hagas.

2. Ser abierto para perfeccionarse aprendiendo de otras personas talentosas.

3. Tener una visión de lo que querés alcanzar.

4. Mantenete fiel a tus ideas, aún en el peor momento, y no cedas.

5.  Si a los guardianes de la verdad y el gusto no le gusta, transmitiselo directo a la gente.

6. Aprende a no tomarte a vos mismo tan serio.

Lo que esto significa para los liberales es que tenemos conocer sobre teoría e historia y sobre todos los temas actuales, pero también abrirnos a aprender de aquellos con los que no estamos de acuerdo. Necesitamos continuar con la articulación de nuestra visión y mantenernos con ella, aún cuando las cosas se pongan feas. Como ahora.  Hay ateos en las trincheras, y hay liberales en las crísis economicas. Cuando somos dejados de lado por Pual Krugman y el New York Times [o por Nelson Castro y Clarin], debemos continuar haciendo ruido online. Y tenemos que recordarnos que debemos estar dispuestos a reirnos de nosotros mismos.

Espero que esta historia les sirva de inspiración.