Para la envidia de Charlie: dos ascensores de cristal

Esto se informó en el programa de Lanata:

El informe de Jésica Bossi acerca de las reformas que Cristina de Kirchner planifica para la Casa Rosada. Montenegro acotó, con ironía, que los 2 ascensores de cristal que mandó a construir Cristina, es apropiado para «días de transparencia en la gestión». Cristina prepara un nuevo acceso a la Rosada para los visitantes ilustres o VIP, por el que hoy día es el contrafrente de la Rosada, que da a la Plaza Colón. Los visitantes bajarán directamente al subsuelo, ingresando por un salón de arte latinoamericano (¿podrá competir con el Malba, de Eduardo Costantini?), desde donde se podrán abordar 1 de 2 ascensores de cristal. Habrá un ascensor panorámico más reducido, con placas de mármol, para uso de la Presidente y su invitado; y otro más grande, para 18 personas, para uso de la comitiva del invitado. El presupuesto autorizado para los ascensores es de $ 819.000. Y es una partida que integra un monto más grande, de $ 12 millones para reformas de la Casa Rosada, incluyendo las refacciones al propio despacho de Cristina, ahora con colores más claros y algunas piezas de museo. Además, el capricho de retapizar el denominado sillón de (Bernardino) Rivadavia, que en verdad fue de Julio Argentino Roca, originalmente de color rojo y ahora de color celeste.

Las obras descomunales, como son el Palacio de Versailles, y los diferentes ostentosos palacios de las realezas europeas  e incluso de gobiernos civiles, son fruto del despilfarro de la que hacian los reyes con el dinero que obtenían mediante tributos, fiel reflejo del ancien regime.

En el S. XXI con mas acceso a la información, y la posiblidad de peticionar ante las autoridades, tenemos que seguir financiando estos caprichos de nobleza?

Y no, no es que prefiera que sea gastado en hospitales, o en escuelas, que lo gasten los legítimos dueños de ese dinero, el contribuyente.