El tan temido ajuste

Día a día leemos la noticia de algún funcionario del gobierno explicándonos cómo los más maléficos malos presionan para que se realice el tan temido ajuste de la economía, y cómo ellos, los buenos más buenos, lo vienen evitando hace años.

Más allá de las payasadas que dicen y la cara de piedra que tienen al asegurarlo, es importante que nos demos cuenta que hace años que venimos siendo víctimas del tan temido ajuste, aunque sin que el mismo sea explícito. Y esto es porque la inflación es el peor ajuste que puede sufrir la economía de las familias. Primero, porque ninguno de los métodos que usa el gobierno para mantener la inflación a raya es efectivo, y por el contrario, son contraproducentes y la aumentan. Y segundo, porque afectan en primer lugar a los sectores más postergados de la sociedad. Afecta principalmente a aquellos que para comprar la comida del mes tienen que contar con cada centavo de su sueldo, más que a los que se pueden permitir algún ahorro por más mínimo que sea. Para muestras basta un botón. Una pérdida del 16% de $180 (tal el monto de la asignación por hijo) son aproximadamente $29 para adquirir útiles escolares o comida. La pérdida de poder adquisitivo por causa de la inflación es una constante de este «modelo económico» del atraso. Y eso, estimados amigos, ES AJUSTE.

Los funcionarios del gobierno insisten en usar eufemismos para maquillar la situación y que nos traguemos la píldora. Busquen otras voces, lean otras cosas, cuestionen. La verdad está ahí y sólo basta abrir la mente para encontrarla.