Como conseguir un mejor salario

Ayer comentábamos sobre los delirios estatólatras de elevar los salarios por una simple ley, de ser posible eso este blog no existiría porque no nos alcanzaría el tiempo para gastar el dinero de nuestro salario. Lamentablemente elevar los salarios mediante la ley no es posible, y las causas que explican el aumento del nivel de salarios son otras que no contradicen las leyes económicas ni las lógicas.

Para hablar sobre cuál es la causa de que en algunos países el nivel de salarios reales sea mas alto que en otros, el ejemplo de Benegas Lynch es un buen disparador:

Cuando un pintor de brocha gorda de La Paz, Bolivia, se muda a Vancouver, en Canadá, para continuar con su tarea se observa que sus ingresos aumentan sideralmente, lo cual no se debe a que el empresario canadiense es más generoso que el boliviano, sino a que la estructura de capital obliga al primero a pagar remuneraciones mayores

Pero para terminar entender bien la causa de los salarios elevados prefiero el breve texto de W. M.  Curtiss [1] que lo explica de manera muy clara:

En un mercado libre y competitivo, el precio de un producto o servicio depende de lo que alguien está dispuesto a pagar por él. Y lo mismo sucede con los salarios de la mano de obra. El empleador tiene que estar dispuesto a pagar, si quiere hombres que trabajen para él. Lo mucho que pague dependerá, a su vez, de lo mucho que sus trabajadores puedan producir.

Por lo tanto, hallamos salarios relativamente elevados en un país donde la productividad de los trabajadores es elevada. Donde hallemos un nivel de salarios extremadamente bajo, podemos tener la seguridad que la productividad de los trabajadores es baja. Aquí hablamos de salarios reales, por supuesto, o sea lo que puede comprarse con los salarios, y no de salarios monetarios. En un país que experimenta gran inflación, los salarios monetarios pueden subir a alturas astronómicas, pero sirven para comprar muy poco, a pesar de todo.

El motivo por el cual existe una diferencia tan tremenda en la producción de los trabajadores de distintos países […] puede resumirse brevemente en una sola palabra: herramientas. El término herramientas comprende las fábricas y equipos, como también las maquinarias que opera el mismo trabajador. Un hombre que tiene buenas herramientas para trabajar, es mas productivo que el que tiene malas herramientas. En Estados Unidos se requiere actualmente una inversión media de 16.000 dolares [del año 1952] para proveer herramientas a un solo trabajador industrial…

Para proveer herramientas a los trabajadores se debe ahorrar una parte de la producción anterior. No hay otra manera de hacerlo. Los trabajadores compiten entre sí por el uso de las herramientas; cuanto más abundante sea la oferta de herramientas, mayores será las probabilidades de que cada trabajador perciba un salario elevado por utilizarlas. Los trabajadores que emplean su poderío organizado con el objeto de frustrar la producción, evitando así el ahorro para nuevas herramientas – o sea nuevo capital – tienden a cerrar su único camino hacia el verdadero progreso.

Como conclusión volvemos a Benegas Lynch, que dice:

No hay alquimias posibles en economía. Si la estructura de capital se mantiene con dosis de ahorro suficiente para amortizar los equipos existentes, los salarios quedarán sin modificarse, si hay consumo o fuga de capitales los ingresos mermarán, y si la tasa de capitalización crece, aumentarán los ingresos. Y para esto último es necesario contar con marcos institucionales civilizados y estables que garanticen los derechos de propiedad.

[1] Curtiss fue el primer secretario ejecutivo de la Foundation for Economic Education en Irvington, NY.  El extracto publicado corresponde a su obra «La protección arancelaria» publicado en 1979 en español por a Fundación  Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Ley anti-pobreza YA!

Aquellos que tienen la patología de idolatrar al estado, los estatólatras, le asignan cualidades mágicas al mismo y creen, cuál si fuese un dios romano, que tiene la capacidad de realizar lo que para un simple ser humano es irrealizable.  Su poder divino son  las leyes que todo lo pueden.

La jubilación mínima de un 82% móvil se concreta con una simple ley sin importar si está o no el dinero para pagarlas o si quiebra el sistema de inseguridad social, la basura se elimina de las calles con la Ley de Basura Cero sin importar que los niveles se mantengan a idénticos niveles antes de la ley,  la inflación se resuelve con una ley por mas que la maquinita este funcionando al 100%, y por supuesto los salarios se elevan simplemente con una ley de salario mínimo bien alta (bastantes tacaños los políticos en Argentina que no proponen un salario mínimo de $ 10.000).

Algo así es lo que cree la presidenta  Cristina Fernandez de Kirchner según lo que expresó hoy en su alocución de cada día:

Miren el otro día estaba mirando unas cifras: la Argentina tiene el mejor salario mínimo, vital y móvil de toda la región

Genial! Un  salario mínimo, vital y móvil (encima  vital y móvil, vamos todavía!) más alto que en cualquier otro país de la región, somos el país que la tiene mas grande.

Claro que no tomamos en cuenta un pequeño dato, este salario mínimo plasmado por ley está lejos de la realidad del capital disponible en Argentina, que es lo que al final del día determina el nivel de los salarios.

Hace poco nos informaban en La Nación, aunque seguido de un análisis paupérrimo, que la gran mayoría de los empleados de los estratos sociales más bajo estaban en negro, esto se da por el simple hecho de que si estuviese aplicado el salario mínimo de manera rigurosa, toda esta gente se quedaría sin trabajo, ya que como comentábamos recién está desacoplado de los niveles de salario de acuerdo a la cantidad de capital disponible:

Tres de cada cuatro personas que tienen un empleo y están ubicadas en el estrato social más bajo desarrollan sus tareas en la economía informal.

Por supuesto, que esta última información  no es importante, porque mas allá de lo que muestre la realidad, la presidenta se puede  vanagloriar de que tenemos el salario mínimo mas alto de la región, por más que en la realidad un 75% de los más pobres del mercado laboral ganan por debajo de ese salario.

¿Que está esperando la presidenta para declarar la abolición de la pobreza, la eliminación de la inflación, y el final la desnutrición mediante algún Proyecto de Ley, o de sus tan queridos Decretos de Necesidad y Urgencia?

Mañana mas sobre el tema.

Empleo en negro y pobreza

En el diario La Nación, publican hoy una nota sobre el mercado laboral y la abrumadora cantidad de empleo en negro que hay en el país:

Tres de cada cuatro personas que tienen un empleo y están ubicadas en el estrato social más bajo desarrollan sus tareas en la economía informal. Ese elevado índice de trabajo en negro entre los más desfavorecidos -que persiste en el tiempo- es una de las causas por las que no se logra una caída significativa del índice de pobreza. La otra razón ineludible que traba una posible mejora de la situación social como fruto del crecimiento económico es la inflación, y, principalmente, la vinculada a los productos para cubrir necesidades más básicas de las familias.

La autora de la nota, Silvia Stang, relaciona de manera inversa el empleo informal con la pobreza, para ella, el primero es causa de lo segundo, y aplicando más estrictamente la legislación laboral actual se podrá alcanzar una disminución significativa de la pobreza. Silvia Stang no lee quenotepisen, acá ya analizamos como las regulaciones laborales, y el salario mínimo afectan los niveles de empleo, principalmente entre los mas pobres y los más jóvenes. El empleo informal no es otra cosa más que el mercado negro de trabajo, y éste es posible que exista gracias a que las leyes laborales no se aplican de manera muy estricta, de hacerlo, no aumentaría los salarios y la calidad de vida de los afectados, más bien se quedarían sin trabajo.

Si el empleo informal existe es debido a que los precios artificiales fijados al trabajo por las regulaciones gubernamentales están muy por sobre las posibilidades de la economía argentina actual, en cuanto al capital real disponible. La solución para disminuir la pobreza entonces debe ser vista desde otro punto de vista: por un lado se deben eliminar todas las regulaciones laborales que desincentivan la contratación de empleados y hace mas dificl el surgimiento de nuevos emprendimientos, por otro permitir la generación de riqueza  respetando los derechos de propiedad (y esto incluye dejando de robar mediante inflación). En otras palabras, el gobierno tiene que deshacer lo que hizo y después no hacer mas nada.

Camino equívocado

Cuando leo esto:



En realidad hay que leer:  «Comienza el debate para determinar cuanta gente mas va a ser desplazada del mercado laboral»

La gran prohibición, o por que los jóvenes e inmigrantes no podrían trabajar.

¿Que me dirían si les digo que puedo demostrar que los políticos y la Constitución, desde 1957, han estado abogando por una política que condena a los más pobres a ser mas pobres todavía, que frena a los jóvenes que aún carecen de experiencia laboral de poder trabajar, que es un obstáculo a los estudiantes que quieren comenzar a desarrollarse en lo que mas les gusta? Ni hablar de los problemas que le presenta a Jose que llegó de Paraguay para trabajar pero se dedica a pedir limosnas porque esa política no le permite hacerlo.

No encontré en mi  corta vida a ningún político oponerse a esta flagrante limitación de oportunidades, a esta medida tan contraria a la tan nombrada igualdad de oportunidades que dicen defender, no encontré a ningún economista del establishment (me refiero a los economistas que les gusta estar cerca del poder, sea del color que sea) reclamar una mayor justicia con la eliminación de esta regulación.  Los sindicatos la han defendido fervientemente, es entendible, ellos defienden a los trabajadores,  no a los que no lo tienen.

Es una medida que  atrae a los políticos porque genera una ilusión en la gente que nadie se ha animado a cuestionarla, estoy hablando del salario mínimo, o como dice nuestra constitución el salario mínimo vital y móvil.

Desde la comodidad de sus despachos en el congreso, con salarios que multiplican varias veces el salario promedio, o desde las tribunas de los bienintencionados pero buenos para nada, o las declaraciones de sindicalistas que hablan sentados sobre los millones que obtuvieron robandole a los que apenas llegan a ganar el salario minimo,  todos declaran inadmisible que alguien pueda ganar por menos de lo que ellos consideran adecuado, dejando de lado no solo la opinión del verdadero afectado, sino que también los perniciosos efectos que genera su iniciativa constante de aumentar el salario minimo.

La cuestión es muy sencilla, la sabiduría del gran economista Henry Hazlitt en «La economía en una lección» (disponible online acá) lo explica con una tremenda sencillez:

Cuanto más ambiciosa sea la ley, cuantos más obreros pretenda proteger y en mayor proporción aspire al incremento de los salarios, tanto más probable será que el perjuicio supere los efectos beneficiosos.
Lo primero que ocurre cuando, por ejemplo, se promulga una ley en virtud de la cual no se pagará a nadie menos de treinta dólares por una semana laboral de cuarenta y ocho horas, es que nadie cuyo trabajo no sea valorado en esa cifra por un empresario volverá a encontrar empleo. No se puede sobrevalorar en una cantidad determinada el trabajo de un obrero en el mercado laboral por el mero hecho de haber convertido en ilegal su colocación por cantidad inferior. Lo único que se consigue es privarle del derecho a ganar lo que su capacidad y empleo le permitirían, mientras se impide a la comunidad beneficiarse de los modestos servicios que aquél es capaz de rendir.
En una palabra, se sustituye el salario bajo por el paro. Se causa un mal general, sin compensación equivalente.
Palabras mas simples para explicar lo que políticos, economistas y sindicalistas te mantienen oculto no puede haber.

Salario Minimo. Hasta los mas chicos pueden comprenderlo.

Esto era tan válido hace 65 años cuando Hazlitt publicó ese fantástico libro [pdf] como hoy, las leyes de la economía no prescriben, Art Carden, un joven economista norteamericano, explica el salario mínimo en estos terminos:

Pero estas leyes en realidad eliminan oportunidades para los trabajadores poco calificados y dilapidan los recursos. Además, no podrían haber llegado en peor momento: Lo último que necesitan quienes se encuentran en los márgenes del mercado laboral son leyes que los vuelvan más difíciles de emplear.

Esta es una aplicación estándar de los principios económicos básicos. Las curvas de demanda descendente, significan que la gente desea comprar más de algo en la medida en que se vuelve más barato y menos de algo cuando se torna más caro. Las curvas de oferta ascendente, significan que la gente está dispuesta a hacer más de algo a medida que aumentan las remuneraciones y menos de algo cuando las remuneraciones disminuyen. En los mercados competitivos, los salarios mínimos generan desempleo: Mientras atraen a más personas al mercado laboral, reducen la cantidad de empresas deseosas de contratar mano de obra.

Claro que mientras se da el constante intento de los políticos de  subestimar las decisiones individuales, las personas ofrecen una lección de sensatéz:

De cada diez personas con ingresos, cinco perciben menos de $ 1500 (el equivalente al salario mínimo vital y móvil) por su ocupación principal.

Se trata de casi cinco millones de personas, que se ubican en los deciles 1 a 5 del informe de evolución de la distribución del ingreso correspondiente al segundo trimestre de 2009 que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Violan la ley del salario minimo, prefieren trabajar a estar desocupados.

Si el salario minimo fuese efectivo, porque no exigen los defensores de los que nadie les pidio que los defiendan, que sea de $ 10.000?

En otro momento voy a contarles el misterio (que no es ningún misterio) de porque aumentan los salarios y como es que un pintor que pinta casas en Bolivia con tan solo mudarse a Estados Unidos pasa a ganar cuatro veces mas, y no, no es la presión de los sindicatos, las restrictivas leyes laborales o la violencia institucionalizada. Lo dejo para otra oportunidad

Manifiesto de los trabajadores: NUESTROS DERECHOS

Ustedes y yo, como trabajadores, tenemos cierto derechos que son nautralmente nuestros, y que nadie debe poder quitarnos. Estos derechos son las elecciones que elegimos libremente, a no ser que los poderosos decidan robarlas de nosotros.

1. El derecho a trabajar por el monto que nosotros escojamos.

Lo que ganamos  debe ser un problema entre nosotros y nuestros empleadores, no algo que sea controlado o aprobado por algún gobierno, sindicalista o por otros.

2. El derecho a trabajar para quienes elijamos.

El lugar donde  trabajamos debe ser un asunto sobre cual trabajo decidimos aceptar y cual no. No debe ser controlado por alguna ley o imposición del sindicato diciendo que somos de la raza equivocada, o sexo, o que alguien con nuestra experiencia esta avalado a realizar.

3. El derecho a guardar el producto de nuestro trabajo y hacer con el lo que decidamos.

El producto de nuestro trabajo es el monto al cual aceptamos venderle nuestros servicios a un empleador. Es nuestro por derecho, y cualquier autoridad que lo tome para su propio propósito esta mal, ya sea mediante  impuestos o aportes sindicales. Habiéndolo ganado, tenemos el derecho a guardarlo aún cuando cambiemos su destino, ya sea comprando algo o dejándoselo a nuestra descendencia.

4. El derecho a decidir como trabajamos.

¿Qué pasa si no queremos tres semanas de vacaciones en vez de que nos paguen un poco mas? ¿Qué pasa si queremos comprar nuestro propio seguro medico? Nadie debería poder patotearnos, con incentivos fiscales, regulaciones, o contratos colectivos de trabajo, que nos meten en beneficios genéricos que quizás no queremos, o no necesitamos, y que nos cuestan dinero que preferiríamos guardar nosotros.

5. El derecho a trabajar como queramos.

Tenemos el derecho a decidir que es “seguro” por nosotros mismos, en vez de estar encerrados en un estándar rígido que instantáneamente se desactualiza. Y también tenemos el derecho a decidir de que manera haremos las cosas, y nuevamente, no estar atados a las reglas inventadas por la burocracia.

6. El derecho a convertirnos en dueños, y estar orgullosos de eso.

Si trabajamos y hacemos el esfuerzo de ahorrar nuestro ingreso bien adquirido (producto de nuestra labor), o trabajar en nuestro tiempo libre con el fin de crear una idea nueva, tenemos el derecho a invertirlo para crear nueva riqueza, convertirnos en dueños y no ser castigados por ello, o ser mirados con desdén como algo distinto que un trabajador.

Estatismo Salvaje

Estatismo salvaje es cuando 3 de cada 4 nuevos trabajadores son empleados del estado.

¿Cuándo vamos a entender que el estado no genera riquezas y sólo puede despilfarrarlas?. A este ritmo, no va a quedar gente que trabaje en el sector privado generando los recursos que finalmente usa el estado. Y cuando ello pase, todo se vendrá abajo sin remedio, como en el 2001, como en Grecia.

Como promover el desempleo (cont.)

Ayer les comentaba de que manera los estatistas, los que creen que con mas intervención se consigue solucionar problemas, abordaban los diferentes problemas y desafíos que aparecen dia a dia en una sociedad, también les prometí la solución a todos ellos. Capaz no era lo que esperaban pero Albert Esplugas escribió hace unos meses una pieza que se acerca bastante a la solución de toodos los problemas, por lo pronto podemos saber que el mercado no es «la solución»:

El intervencionista busca «la solución». Quiere un plan de acción encaminado a corregir el defecto en la fotografía, y «la solución» a menudo parece obvia, pues la «fotografía perfecta» de referencia reposa al lado. La solución es un programa, una ley, una regulación, un subsidio, una fijación de precios, un impuesto pigouviano, una nacionalización, una bajada de tipos, una licencia, una prohibición, un aumento del presupuesto, un ministerio, una agencia… El Estado es el órgano a través del cual el intervencionista intenta materializar su solución. El intervencionista no controla el Estado, pero actúa como si lo hiciera. Expone su propuesta como si el Estado fuera a consultarle y a implementarla sin desvirtuarla. En cualquier caso, el intervencionista no piensa en un mecanismo de corrección, en un proceso de descubrimiento, en una estructura de incentivos para encontrar soluciones adecuadas, solo piensa en encontrar «la solución» que el Estado debe estampar en la fotografía.

El liberal, en cambio, no pretende encontrar «la solución». De hecho admite humildemente que a menudo ignora cuál es la solución adecuada a una determinada carencia percibida. El liberal prefiere centrarse en el proceso que lleva a encontrar buenas soluciones. No aspira a diseñar una solución concreta, sino a dar con el mejor mecanismo para descubrir y testar soluciones concretas. El liberal no concibe la realidad como una fotografía sino como un proceso dinámico en el que los fotogramas adquieren sentido si se deja que la película avance. El liberal busca un marco propicio para el desarrollo de la película, un marco que permita la experimentación con distintas propuestas, ejercicios de prueba y error por parte de muchos emprendedores, competencia entre ideas y el triunfo de las mejores sobre las peores.

Como promover el desempleo

Me entero leyendo en el Diario Perfil esta nota respecto de un nuevo regímen laboral para las empleadas domésticas:

Con respecto al salario mínimo, continuará siendo fijado por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Sobre el seguro de ART, el especialista Carlos Brassesco, abogado del Sindicato de Empleadas Domésticas, sostuvo que, “estimativamente, el costo de un seguro de ART podría rondar unos $ 20 por trabajador/a y sumado a los aportes y contribuciones al régimen de la seguridad social ($ 81,75), podríamos estar hablando de alrededor de $ 100 por encima del sueldo a abonarse”.

La presidenta de la Liga de Amas de Casa, Aída Irma Muñoz, habló con PERFIL y sumó su punto de vista: “Es justo que gocen de los beneficios y de las indemnizaciones como cualquier trabajador, porque respetamos el trabajo del otro y pensamos que está bien que haya una ley que las ampare”.

El subsecretario de Relaciones Laborales del Ministerio de Trabajo, Alvaro Ruiz, explica la postura oficial: “Con este proyecto buscamos avanzar en una mejor protección para los sectores, grupos o colectivos laborales que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad”.

Esto no está tomado de un capítulo de La Rebelión de Atlas, es un proyecto que será votado en el Congreso y para el cual, según dice la nota, «hay un gran consenso entre todos los bloques a favor de la aprobación».

No es mi misión aburrirlos con los efectos del salario mínimo o como todas estas conqusitas sociales terminan siendo perjudiciales para los propios conquistadores.

Hay algo básico para entender de esto, no se trata de andar proclamando por ahí la existencia de ciertos «derechos» (será en otra oportunidad cuando escriba sobre los pseudoderechos) para que se den situaciones que son deseadas por todos, la clave esta en pensar bajo que marco se puede dar la realización de esos objetivos.

Los adherentes a la religión del estatismo ven esta proclamación de derechos como un fin, declarar que el trabajo digno para las empleadas domésticas, la educación o la salud, es la solución a todos los problemas.  Pero es esa realmente la manera de conseguir esos objetivos? No, definitivamente.  La mayoría de las veces los efectos son contraproducentes, el resto de las veces los efectos son nulos.

Esto no es una hipotesís, bata con observar las veces que han proclamado distintos gobiernos el derecho a una vivienda digna, derecho a la salud, derecho a la educación de calidad, etc. y han diseñado planes para cada uno de ellos, fueron un fracaso tras otro.

 

Mañana la solución a todos los problemas.

Update: Segunda Parte

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