Bududismo Extremo

ReciTurro

A ver si cantás así atrás de los barrotes...

Sos miembro de un partido político que pregona que los ricos son unas basuras totales que se han enriquecido gracias a los pobres, a los que hay que devolverles la dignidad (afanándole a los primeros y repartiendo el botín, claro está).

Fuiste el impulsor de que el estado administre los fondos de pensión, previo afano de toda la guita que estaba en el sistema privado (semi-privado y medio mentiroso en realidad), porque «Los privados se llevaban grandes comisiones y hacían grandes negocios» con esa plata. Además, doña Hebe te invitó a cocinar sus ñoquis comunistas en la EXMA y dijo que eras su hijo putativo (recordemos que Bonafini es una izquierdista recalcitrante, cuyos hijos eran guerrilleros que querían imponer la dictadura del proletariado).

Tus compañeros de la banda pregonan la famosa «sustitución de importaciones», donde le prohíben a Juan Pérez pasar un iPhone por una línea imaginaria y fuerzan a todo el mundo a comprar productos pedorros marca nac & pop (marca República Nacional de China, para ser exactos, pero no quiero despintar «El Relato») y, si te dejan entrar otras cosas, te cobran un «impuesto a la riqueza excesiva y a la ostentación que nadie debería hacer en una república solidaria».

Y vos, vicepresidente electo (cómo terminaste ahí no lo podés creer) no tenés una mejor idea que:

Salir en una foto en tu despacho, con como cuatro computadoras Apple última generación, monitores enormes, teléfonos celulares que están prohibidos para cualquier hijo de vecino y algún que otro chiche.

Ir a tocar la guitarra en actos públicos con tus amiguitos de La Mancha de Rolando, a los que les pagás 80 lucas por recital, salidos de FONDOS PÚBLICOS. Le sale caro a los contribuyentes compensar los fracasos o ilusiones de tu pasado.

Tener un testaferro más que obvio, con todos los papeles atados con alambre al que la ex mujer lo buchonea (hace como un par de años en realidad, pero bueno, los medios masivos se dignaron a publicarlo ahora) por supuestos negociados para la impresión de billetes.

No contento con todo esto, el tipo se hace remodelar varias oficinas del Congreso para ponerse un gimnasio y un jacuzzi, y además contrata un servicio de chef especial, al cual podrán acceder algunos selectos nada más. ¿Adiviná con la plata de quién se hace todo esto?

Digo yo, ¿tanto le cuesta a este tipo esperar a que sea la hora de salida del laburo para irse a enfiestar con unas minas al jacuzzi de su depto? ¿O tiene acaso algún tipo de fetiche sexual con ser vicepresidente? ¿No puede irse a comer después a un restaurant a todo trapo? ¿No le alcanza el sueldo acaso?

Si lo que estos tipos quisieran fuera chorear nomás y fueran vivos, la juntarían por atrás en pala, mientras van todos los días por un par de años a laburar en traje de MacOwens tirando todo el discurso progre populista, y después sí, en su retiro o sus vacaciones se darían todo el lujo y la pompa. Pero no es eso lo que les interesa. Les interesa MOSTRAR y OSTENTAR todo esto. Les interesa marcar una diferencia con el común de la gente (tanto a este, como a Flopy Randazo o a la mismísima Reina), mostrar que están cortados de otra tela, que son más. Sufren de algún complejo de inferioridad que compensan estando ahí arriba y dándose los gustos que en la vida podrían haberse dado laburando, usando la plata de los contribuyentes. Y disfrutan la impunidad que les da el poder, y la muestran, y hacen como si no pasara nada. Al final les gusta la guita y la farándula más que al Turco y su banda.

A todo esto, NO HAY NI UN SOLO DIPUTADO O SENADOR DE ESOS QUE VOTÓ EL 46% QUE DIGA NADA. ¿Está rico el cafecito que les pagan los contribuyentes? ¿Los almuerzos bien? ¿Los atienden bien los mozos? ¿CUÁNDO SE VAN A DIGNAR Y A LABURAR Y A PARARSE EN UNA MESA PARA PEDIR EL JUICIO POLÍTICO AL VICEPRESIDENTE? ¿CUÁNDO VAN A SALIR POR LO MENOS EN UN MEDIO DE COMUNICACIÓN PARA DECIR ALGO?

En cuanto al gobierno, son los hipócritas chorros de siempre: «Para el populacho, COMUNISMO. Para mí, el CAPITALISMO MÁS SALVAJE».