Economía del faltante

Martín Gonzalez Eiras escribió un post conciso explicando la economía de los faltantes de combustible en las últimas semanas:

Se ve que durante los noventa (el segundo gráfico comienza en 1947) el petróleo en el mundo tuvo una tendencia decreciente alcanzando su mínimo histórico en 1998 para trepar desde ahí hasta su máximo histórico en 2008 (actualmente está a valores corrientes cerca de 80 USD el barril). O sea que a pesar de señales de precios que incentivarían la producción y la exploración, en el país la producción (y la exploración) se redujeron.

Esto no es un enigma pues es bien sabido que el gobierno cuando no prohibió la exportación de combustibles la desalentó mediante la aplicación de retenciones móviles. Además el “conflicto distributivo” entre productores y refinadores sobre el precio interno, al generar incertidumbre adicional, desalienta la producción y exploración así como también la inversión en capacidad de refinación.

En este clima hostil a las inversiones no es sorprendente que en el país no se construya una nueva refinería. Con su vocación dirigista hace cuatro años este gobierno intentó obligar a las petroleras a construir una en Comodoro Rivadavia, con costo proyectado de USD 2200 millones (en parte financiada por las AFJP, según informaba en esta nota La Nación). Según Canton:

El proyecto quedó en la nada cuando las petroleras plantearon que preferían hacer cada una su propio plan de inversión. Pero los números demuestran que, al menos hasta ahora, esos planes no han fructificado tanto como para quebrar la tendencia: el país aún produce menos nafta que 10 o 20 años atrás.

Se puede leer completo acá.

A propósito del faltante de billetes, Rodrigo Sbarra, comenta en el mismo post:

De todas formas viene bien aclarar que el “faltante” no es porque somos un pais pujante.

Es como decir que no hay billetes porque crecimos tanto que la demanda de dinero demuestra el amplio poder de consumo. Hagamos billetes de $200 y $500 y vas a ver como se termina el problema.