Cómo el gobierno se robó la navidad

Se acerca el 24 de diciembre, y Papá Noel se alista para comenzar su distribución anual de regalos, aunque probablemente cuando sea el turno de Argentina no le será nada fácil.

Guillermo Moreno, vestido especialmente para navidad.

  • Cuando quiera entrar a la Argentina con su bolsa de juguetes listos para ser repartidos entre los chicos que se portaron bien durante el año, se deberá enfrentar a los agentes de Aduana y mostrar su licencia de importación emitida en las oficinas del Zar Económico, Guillermo Moreno. Probablemente, esto demorará la navidad en Argentina y los chicos recién en Reyes recibirán su presente navideño.
  • Luego de haber ingresado a territorio nacional con una bolsa llena de regalos provenientes de todas partes del mundo, un grupo de industriales argentinos, comprometidos con el país, le exigirán a la Presidenta, diputados y senadores que prohíban el ingreso del hombre gordo con su blanca barba debido a que no pueden competir con los precios de Papá Noel, ¡son gratis! Y quien puede pensar que sea mejor para los chicos obtener juguetes gratis, es necesario reactivar la industria del juguete y con iniciativas como la del Sr. Noel no vamos a ningún lado.
  • Por supuesto que con la llegada al país Santa Claus deberá dejar su tradicional trineo estacionado en la entrada de algún cruce fronterizo argentino, puesto que su trineo no pertenece a una aerolínea autorizada y al Autoridad de Aviación Civil no tiene pensado aprobar Santa Airlines en el plazo apropiado.
  • Por otra parte Moyano reclamó que Rodolfo, Relámpago, Bromista, Cupido, Cometa, Alegre, Bailarín y Pompón, los renos, sean afiliados al sindicato de camioneros y aporten su cuota mensual al sindicato. Al mismo tiempo, camioneros bajo las ordenes de Moyano bloqueaban las salidas de los talleres del Polo Norte. Uno de los renos, Cometa, misteriosamente, recibió un trato preferencial, nadie sabe bien por qué, pero estuvo en la Casa Rosada.
  • Luego de todas las peripecias que tuvo que pasar Papá Noel para llevarle el regalo navideño a los chicos argentinos, fue notificado de varios juicios laborales por no respetar la legislación laboral argentina. Lo curioso es que esas demandas venían acompañadas con sus respectivas sentencias que lo condenaban, y el pobre Santa no pudo defenderse. Por supuesto, respetuoso con la legislación laboral decidió cerrar sus talleres, donde los duendes trabajaban alegremente, y nadie sabe bien que será de la próxima navidad en Argentina.

Para todos los que la festejan:

¡Feliz Navidad!