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Como promover el desempleo (cont.)
Ayer les comentaba de que manera los estatistas, los que creen que con mas intervención se consigue solucionar problemas, abordaban los diferentes problemas y desafíos que aparecen dia a dia en una sociedad, también les prometí la solución a todos ellos. Capaz no era lo que esperaban pero Albert Esplugas escribió hace unos meses una pieza que se acerca bastante a la solución de toodos los problemas, por lo pronto podemos saber que el mercado no es «la solución»:
El intervencionista busca «la solución». Quiere un plan de acción encaminado a corregir el defecto en la fotografía, y «la solución» a menudo parece obvia, pues la «fotografía perfecta» de referencia reposa al lado. La solución es un programa, una ley, una regulación, un subsidio, una fijación de precios, un impuesto pigouviano, una nacionalización, una bajada de tipos, una licencia, una prohibición, un aumento del presupuesto, un ministerio, una agencia… El Estado es el órgano a través del cual el intervencionista intenta materializar su solución. El intervencionista no controla el Estado, pero actúa como si lo hiciera. Expone su propuesta como si el Estado fuera a consultarle y a implementarla sin desvirtuarla. En cualquier caso, el intervencionista no piensa en un mecanismo de corrección, en un proceso de descubrimiento, en una estructura de incentivos para encontrar soluciones adecuadas, solo piensa en encontrar «la solución» que el Estado debe estampar en la fotografía.
El liberal, en cambio, no pretende encontrar «la solución». De hecho admite humildemente que a menudo ignora cuál es la solución adecuada a una determinada carencia percibida. El liberal prefiere centrarse en el proceso que lleva a encontrar buenas soluciones. No aspira a diseñar una solución concreta, sino a dar con el mejor mecanismo para descubrir y testar soluciones concretas. El liberal no concibe la realidad como una fotografía sino como un proceso dinámico en el que los fotogramas adquieren sentido si se deja que la película avance. El liberal busca un marco propicio para el desarrollo de la película, un marco que permita la experimentación con distintas propuestas, ejercicios de prueba y error por parte de muchos emprendedores, competencia entre ideas y el triunfo de las mejores sobre las peores.
Esta historia es real: mi nombre es Marcelo, tengo 33 años, en pareja, tengo un hijo de 4 años. Trabajo por mi cuenta desde los 18 años en actividades relacionadas a la mecanica y la metalurgica.
Hace unos 9 meses, con los pocos ahorros que junte despues de 15 años de trabajo, se me dio la oportunidad de poner un taller considerable, una pyme, que me daria trabajo a mi y a 4 personas mas.
Al principio tuve que trabajar solo ya que no es sencillo conseguir gente calificada para trabajar, cuando la consegui… mejor no haberlos conseguido.
al principio todo marchaba razonablemente bien por lo que se les informo a las personas que en poco tiempo se harian los tamites para las habilitaciones correspondientes y se los pondria con trabajo registrado.
a los pocos meses la cosa no iba tan bien por lo cual se atrasaron los tramites de habilitaciony la consecuente puesta en blanco de los empleados.
igualmente ninguno de ellos reclamaba el ponerlos en blanco ya que cobraban buenos pagos y en tiempo y forma.
independientemente de esto uno de los empleados faltaba reiteradamente y nos atrasaba el trabajo a todos por lo cual se le pidio que fuera responsable o no viniera mas.
mientras uno le pedia por favor que viniera este muchacho parecia ensañarse mas con el echo de faltar.
pero fue basta que se le dijo que no viniera mas para que empezara a amenazar con abogados. a los pocos dias carta documento y seguramente futuro juicio en puerta.
A todo esto decidi que bajasemos la produccion y seguir las 4 personas que quedabamos, osea yo y tres personas mas redoblando esfuerzos y haciendo el trabajo de uno mas, entre todos.
a partir de ese dia, ya no tuve sabados, domingos ni feriados, tratando de recuperar tiempo.
esto paso a principio de junio, ahora a principio de agosto otro empleado de lastimo un pulgar y no quiso atención medica a pesar que se le pidió que asista al medico ya que tiene seguro de accidentes y de farmacia, pero como la lesión fue menor, no hubo nada para reclamarle al seguro.
pero este tipo actuó de mala fe y no vino mas a trabajar obligándome a reemplazarlo.
Ahora el pretende una indemnización por despedirlo cuando bien sabia que no tenia contrato, pero el decía «mejor si estoy en negro porque estoy inhibido y sino me quitan el sueldo».
hoy estoy decidido a cerrar, y a empezar mi actividad en otro lugar y sin empleados.
nunca mas en mi vida voy a volver a ofrecerle dinero a a alguien a cambio de trabajo, no señor, nunca mas.
hoy me imagino que en poco tiempo estaré enfrentando dos juicios laborales.
Lo poco que pude ganar en nueve meses de trabajo seguramente lo perderé y posiblemente tenga que poner plata de mi bolsillo en multas a favor del estado por trabajo en negro, que seguramente no van a ser nada baratas.
También tendré que insolventarme, para resguardar mi patrimonio
y posiblemente tenga que mantener esa situación durante mucho tiempo.
Cual fue mi pecado tan grande??? darle trabajo a 4 personas desocupadas, hacerles tener un buen sueldo durante los meses que se pudo trabajar, producir riquezas y bienestar para mucha gente, ya que no solo nos beneficiábamos nosotros, sino también quienes compraban mi mercadería, la señora que me alquila el galpón, la gente que me vendía insumos etc.
Hoy gracias a las leyes laborales y las «conquistas sociales» seremos 5 desocupados los que trabajábamos, la dueña del galpón lo va a tener vació un largo tiempo, la gente que me vendía insumos venderá menos, quienes compraban mis productos tendrán que optar por otros menos convenientes, y toda la gente que se beneficiaba indirectamente de lo que yo producía ya no lo va a hacer.
Haciendo un balance de la situación, nadie gano nada, todos perdimos, yo no me arrepiento de nada, cuando tuve que optar entre poner todo en regla o darle de comer a mi familia hice lo correcto y lo volvería a hacer mil veces mas.
Aca en la argentina peronista, justicialista, de la justicia social, lo que esta mal es emprender es dar trabajo, es producir, eso a los ojos del estado es ser peor que hitler, mussolini y bin laden juntos.
Por ese motivo que gracias a las leyes argentinas, un emprendedor, nunca mas va a emprender nada y jamas volveré a dar trabajo y les dejo como consejo lo mismo: no produzcan ni den trabajo, empleados en blanco en negro o como sean, el empleador tiene el juicio laboral garantizado